Volver al almacén
←  Tema 8 (Mason)• Historia de la ciencia 1 • Tema 9 →

Iª Prueba presencial

TEMA 8: LA RECEPCIÓN DE LA CIENCIA GRECO-ÁRABE EN EL MUNDO CRISTIANO OCCIDENTAL

Bibliografía: Crombie A. C., Historia de la ciencia: de San Agustín a Galileo/ 1 Siglos V-XIII, Alianza Universidad, Madrid, 1996.

Capítulo II

La nueva ciencia que comenzó a infiltrarse en la Cristiandad en el siglo XII era predominantemente árabe por la forma, pero estaba basada en la obra de los antiguos griegos. Los árabes conservaron y transmitieron gran parte del saber griego.

Los centros principales desde los que se extendió el conocimiento de la ciencia árabe y, en último término, de la griega fueron Sicilia y España. Toledo fue conquistada por Alfonso VI en 1085, y a mediados del siglo XII se convirtió, bajo el patronazgo de su arzobispado, en el centro español de traducción del árabe al latín. El gran número de traducciones atribuidas a hombres como Gerardo de Cremona sugiere la existencia de una especie de escuela. Los nombres de traductores conocidos, Abelardo de Bath, Roberto de Chester, Alfredo de Sareshel (el inglés), Gerardo de Cremona, Platón de Tívoli, Guillermo de Moerbeke..., atestiguan el carácter ampliamente europeo del movimiento; de la misma forma que sus propias palabras, de las que son un ejemplo típico las de Abelardo de Bath, atestiguan el gran afán con que los primeros científicos se lanzaron a conquistar la ciencia árabe para el occidente latino. Muchas de las traducciones eran obras en colaboración; por ejemplo, la obra del hispanojudío Juan de Sevilla, que tradujo del árabe al castellano y que fue inmediatamente traducido al latín por Domingo Gundisalvo. El primer diccionario árabe-latino conocido pertenece a un manuscrito español que data, quizá, del siglo XII; pero la tarea de traducir textos árabes y griegos estuvo gravemente dificultada por el obstáculo de dominar la lengua en cuestión, lo intrincado del tema y la complicada terminología técnica. Con frecuencia las traducciones eran literales, y a menudo palabras cuyo significado no era totalmente entendido eran transcritas simplemente del árabe o del hebreo. Muchas de estas palabras han subsistido hasta el presente, como por ejemplo, álcali, circonio, alambique (la parte superior de la vasija para destilar), sorbete, alcanfor, bórax, elixir, talco, las estrellas Aldebarán, Altair y Betelgeuse, nadir, zenit, azur, cero, cifra, álgebra, algoritmo, laúd, alcachofa, café, jazmín y azafrán. Estas nuevas palabras vinieron a enriquecer el vocabulario del latín medieval, pero no es extraño que esas traducciones literales sembradas de palabras ajenas, provocaran quejas por parte de otros sabios. Muchas de las traducciones fueron revisadas en el siglo XIII ya con un mejor conocimiento del árabe o directamente del griego.

Valid HTML 4.01!

1