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Los procesos empresarios que la diskettera se llevó

Los procesos empresarios que la diskettera se llevó
J. Racca, de Neoris, analiza en esta nota el BPM, la administración de procesos de negocios que permite aplicar un ciclo de mejora continua en la compañí­a
28.04.2008 16.56hs Tecnología

Es curioso cómo el ser humano se adapta rápidamente en materia de elementos fí­sicos. Hace apenas unos años estábamos realizando resguardos y trasladando programas en cintas y diskettes. Hoy lo hacemos ví­a Internet o, en el peor de los casos, con un pen drive. Nos resulta raro ver fotos en papel y nos resulta casi imposible pensar la vida sin energí­a eléctrica.

El ser humano se ha transformado en un agente de cambio vertiginoso para los elementos tangibles. Mi teorí­a acerca del por qué nos adaptamos tan fácilmente a estos cambios se sustenta en que todo aquello que nos simplifique la vida y nos la haga más cómoda es rápidamente adoptado. Lo curioso es que nos hemos ido aferrando a viejos conceptos de los cuales nos cuesta prescindir y nos sumergen, paradójicamente, en un mundo de ineficiencias e incomodidades. Con todo lo flexibles que somos en aprovechar las ventajas de la foto digital y del pen drive, no lo somos a la hora de pensar en soluciones informáticas "no tangibles" que nos den aún mayor confort.

Un principio básico para la implementación exitosa de cualquier solución informática es el servicio que presta al usuario, ya sea éste desde un gerente a un cadete. Históricamente, las soluciones informáticas han tendido a conformar una red que recave información para control y uso gerencial. Para coordinación y visibilidad del negocio. Ello impone al usuario una serie de tareas "adicionales" a fin de que vuelque la información necesaria para tal objetivo. Este es el gran karma de las soluciones tradicionales. Es por ello que la resistencia al cambio del usuario viene dada por la percepción de que se les obliga a utilizar una tecnologí­a para ser controlados en su trabajo y no para asistirlos en sus tareas diarias. No preocupa el "cómo se hacen mejor las cosas con el mí­nimo esfuerzo" sino el "qué hizo y cómo impactó", sin importar si el registro de las actividades le lleva al usuario otro tanto de su tiempo, incomodándolo.

Creo que el principio fundamental para el uso eficiente de cualquier solución informática es el servicio que ésta presta al usuario. Cuando el usuario es asistido por la solución y ésta le recuerda qué hacer, cuándo hacerlo y le facilita los elementos para hacerlo; el usuario en su comodidad comienza a ser "uno" con la solución. Es más, si la solución pudiera accionar en su lugar en momentos crí­ticos, mejor.

Respecto de los gerentes, estos están acostumbrados a "buscar información" para tomar decisiones. ¿Qué pasarí­a si la información precisa y ajustada al caso particular, la recibiera en cada momento que se necesita de una decisión?

Existen compañí­as que aún están documentando sus procesos de negocio para enterarse de cómo hacen las cosas. Hay otras que están automatizando sus procesos con el fin de entrar en un ciclo de mejora continua. Creo que la diferencia entre una y otra será su permanencia en el mercado.

Mi mejor consejo es, introduzca a su empresa en el mundo de BPM (Business Process Management), alargará la vida de su empresa y la hará más rentable. ¿Cómo? Porque BPM es un software especial para automatización de procesos de negocio. Modela, integra tecnologí­as diversas y mide los procesos en ejecución. Mejorando el modelado y volviendo a implementar cierra el ciclo de mejora continua de los procesos. Este ciclo puede llevarse a cabo en horas. Las empresas que entienden que el acompañamiento del cambio es su clave competitiva hoy encuentran una solución sólida en BPM logrando eficiencia, flexibilidad y agilidad.

Si, además, abraza la arquitectura SOA -Service-Oriented Architecture- poseerá de toda la flexibilidad que necesitan las compañí­as modernas para ser competitivas.

Javier Racca es director de Negocios de Neoris.

 

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