Palma de Mallorca (Hidroescala del Puerto)

Las instalaciones en Es Jonquet (Puerto de Palma de Mallorca) de la Aero Marítima Mallorquina. La fotografía corresponde a 1923, cuando la compañía estaba ya controlada por la Latécoère. Pueden observarse dos hidroaviones Lioré et Olivier LeO H-13 (de color claro, uno de ellos varado en el hangar y el otro fondeado) y dos Macchi M-18 fondeados (de color más oscuro).

Desde los primeros intentos de establecer un enlace aéreo regular entre la Península y las Baleares, en Abril de 1920, el puerto de Palma de Mallorca se convirtió en el lugar básico en el que se centraban dichas actividades, siempre llevadas a cabo con hidroaviones. Dejando aparte los vuelos de ensayo de Guido Janello y Umberto Guarnieri por cuenta de Talleres Hereter S.A., los primeros vuelos regulares llevados a cabo desde y hasta el Puerto de Palma fueron los realizados por la compañía Aero Marítima Mallorquina entre 1922 y 1923, para lo que dicha compañía había construído una verdadera hidroescala en la zona conocida como Es Jonquet, donde llegaría a levantar tres hangares, con sus correspondientes rampas de varado, además del establecimiento de boyas de amarre frente a los mismos. La desaparición de la Aero Marítima Mallorquina supuso el práctico abandono de las instalaciones.

Los hangares y rampas de varado de la Aero Marítima Mallorquina en Es Jonquet. Al fondo, como testigo, la silueta majestuosa de la Catedral de Palma de Mallorca.

En 1927, cuando la Latécoère estableció su línea Marsella - Argel, se pretendió utilizar como escala intermedia en Baleares el puerto de Palma, pero estudiadas las condiciones del mismo, y tras unos cuantos vuelos de ensayo, la compañía francesa optó por establecer su hidroescala en la Bahía de Alcudia.

Según el Atlas de Aeródromos de España de 1934, la hidroescala del puerto de Palma de Mallorca (aunque entonces no funcionaba en absoluto) disponía de una superficie de agua de 500 x 700 metros dentro del puerto (sus escasa dimensiones fueron una de las causas que llevaron a la Latécoère a decantarse por Alcudia), hallándose rodeada de obstáculos en todas las direcciones y siendo preciso ganar la mar abierta de la Bahía de Palma para poder realizar las operaciones de despegue y amaraje. No contaba (en 1934) con instalación alguna, salvo los ya ruinosos antiguos hangares de la Aero Marítima Mallorquina.

Volvería a utilizarse el puerto de Palma de Mallorca como hidroescala en 1934, cuando L.A.P.E. intentó -sin éxito- establecer enlaces aéreos entre Palma y Barcelona, utilizando hidroaviones C.A.S.A.-Dornier Wal. La escasa capacidad y prestaciones de dichos hidroaviones provocaron el que la compañía los retirase muy pronto del servicio.

Hidroavión C.A.S.A.-Dornier de L.A.P.E. en el puerto de Palma, dominado por la inconfundible silueta del Castillo de Bellver.

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