La Basílica de San Pedro abrió este lunes a las ocho menos cuarto de la tarde, una hora antes de lo previsto, para que los fieles den su último adiós al Papa. Más de dos millones de peregrinos desfilarán ante los restos mortales de Juan Pablo II, que permanecerán
expuestos al público hasta el jueves. La capilla ardiente ha quedado instalada en la nave central de la Basílica de San Pedro del Vaticano, delante del llamado altar de la confesión, junto al famoso baldaquino de Bernini.
Libertad Digital ha habilitado un
correo especial para que sus lectores se despidan del Papa.