2 de febrero de 2005. 6 de la tarde. Suena el despertador. Comienza un duro día para un redactor de Gamerah.

Es el día de la presentación de la página en sociedad, así que para no quedar mal me dirijo a Madrid raudo, llegando antes de la hora prevista. La ciudad parece uno de los sitios de paseo preferidos de Cubitorah, ya que allá por donde vaya me encuentro restos de sus pisadas y numerosos operarios intentando arreglar los desperfectos. El ayuntamiento, sin embargo, intenta disminuir la alarma social diciendo que todo son obras para la mejora de la ciudad. Y lo de JFK fue un suicidio, si te parece.

Una vez localizada físicamente la discoteca, nos tienen esperando en la calle un buen rato y entramos las 19:50 (había cola y gente con traje que entraba by the face). Por una vez el de la puerta no me dice algo sobre mi calzado y hábitos de vestir. Una vez dentro me quedo sorprendido ante el hecho de que la “barra libre” que anunciaba la invitación se ha convertido en tres tickets de consumición. ¿Tres consumiciones para un par de horas? ¿Se creen que me tomo las cosas con goteo?


El local está bien, hay que reconocerlo. También hay que tener en cuenta que el que escribe está acostumbrado a visitar garitos poco más grandes que la mitad de la pista de baile que tiene Cool. Había oído hablar de sitios así, luces brillantes y bolas de espejo hechas con los trozos pequeños reciclados (la mayoría provenientes del narcisismo imposible de la Duquesa de Alba), y había estado en uno hace años. Pero creía que eran únicos, como los museos. Al menos aquí no he tenido que pagar entrada, y todo era gratis. ¿El ropero un euro y medio? Ni hablar, que yo hoy no pago nada. ¿Qué es un ropero? ¿Dónde coño está el futbolín?

Pero al final no había, no

Y Nintendo lo calculó todo y llenó el lugar de consolas. La planta superior era el reino de Gamecube, con títulos como Resident Evil 4, Mario Power Tennis o Donkey Kong Jungle Beat. La planta inferior estaba ocupada por columnas, cada una con una señal de STOP y una Nintendo DS, cada una con un juego distinto, y su título, sus pantallas y sus instrucciones básicas se encontraban en un cartel frontal. También estaban unas azafatas que parecían vendedoras de El Corte Inglés intentando obtener comisión por ventas, ya que se te acercaban todo el rato y te preguntaban si te podían ayudar en algo. Pero aquí no vendían nada. Y tampoco te hacían la pregunta si te encontrabas sentado tomándote una cerveza. Pero sabían de lo que hablaban, un 10 por ello. Sobre todo si tenemos en cuenta que te tenían que explicar algún minijuego del Wario Ware de manera inteligible y rápida, que el tiempo es oro y mi reloj de titanio (eso me dijo el del todo a 100). Entre los títulos disponibles para probar, el catálogo estaba entre el ya mencionado Wario Ware (vicio total) y Zoo Keeper, pasando por Metroid Prime Hunters, Mr. Driller y Spiderman 2, por mencionar algunos.


Me gusta que...

...me toques, me hables, me escribas, me veas, y también que juegues conmigo. Nintendo DS. Ése era el texto que tenían las azafatas en las partes delantera y trasera de su uniforme, una camiseta negra. Frases sugerentes y ambiguas, cuyas dos últimas palabras deshacían su doble sentido y dejaban realmente claro que eran en referencia a la consola: Táctil (mola), con micrófono (chulo), chat (curioso) doble pantalla (novedoso) y además puedes ponerle juegos (¡wow!). Lástima que muchos de los allí presentes no aprendieron en clase que primero hay que leer todo el contenido de la frase y después actuar consecuentemente, así que las chicas acabaron soportando las bromas pesadas de unos cuantos. Y también había chicos con esa camiseta. Conté dos.


De cara a una supuesta fiesta posterior de DS, proponemos  a Nintendo otra serie de frases que pueden serigrafiar en las camisetas de sus azafatas:

Me gusta que...

...me acaricies
...uses tu dedo
...pulses mi botón repetidamente
...me metas tu cartucho

Hora de la presentación

Nicolás Wegnez, jefe de producto de Nintendo, subió a la palestra pidiendo la atención de la gente. Menos mal que acababa de pedir mi cubata de ron con cola y no tendría que perderme sus palabras en una escapada a la barra a pedir otra ronda (otra cosa sería que Nicolás extendiera en demasía su charla y yo tuviera que ir a por más combustible). Sin prisa y sin pausa fue presentando las características técnicas de la consola mientras éstas eran mostradas en una pantalla que había detrás de él. Como siempre, una imagen vale más que mil palabras y comenzó a jugar con unas consolas que había en el altillo, demostrando que lo que había dicho sobre la DS era verdad. Demostró la pantalla táctil y el micrófono mediante Feel the magic, las posibilidades de Pictochat y multijugador con Ernesto Fernández-Maquieira (no es el título de un juego, sino el nombre el director de márketing de Nintendo España) y Super Mario 64 DS, y un avance de Nintendogs en el que el que acariciaba a un cachorro usando de nuevo la pantalla táctil, ante los oooooh, qué tiernooooo de los allí presentes (yo no dije nada, que estaba bebiendo) y la alegría desmesurada del cachorro cuando a Nicolás se le fué la mano y le acarició en otra parte que no era la cabeza. Terminada la presentación, aplausos y vítores al orador alemán. Y a la consola.


No sé qué hora era ya, pero se notaba que mucha gente había gastado sus tickets de consumición (a pesar de que Nicolás había dicho que se podían pedir más, parecía que había un número limitado) y ya se dedicaban exclusivamente a jugar. Algunos juegos ya eran casi inaccesibles, y mucha gente se abonó a unos pocos, rotando entre ellos. Yo también había terminado mis tickets, pero unos cuantos contactos en el lugar unidos a unas amenazas de agresión siempre dan su fruto, y ese fruto fue más bebercio.

Pero es que yo todavía no había desayunado

Para terminar de agasajarnos a base de bien, los canapés fueron saliendo por la puerta dispuestos a ser engullidos. Mejor rectifico: Los camareros (ataviados con pajarita, todo un detalle) salieron con bandejas de canapés y pinchos variados para llenar parcialmente nuestros estómagos. Ya todo parecía una de esas fiestas que organiza la Preysler y en las que los invitados parecen no haber visto un Ferrero Rocher en su vida. Todo muy rico y sano, oyes. Lo celebro con otro cubata y un cigarro. ¿Pasteles de postre? Coño, haberlo avisado antes y me traigo un tupperware o una bolsa del Caprabo.


Por si nadie se había enterado, era la fiesta de la Nintendo DS

Así lo demostraba la publicidad siempre presente allá donde fueras. En la puerta de entrada de la sala, en las escaleras, en las columnas, en las pantallas, en los proyectores, en los servicios, en el dossier de prensa... incluso Nicolás Wegnez habló de la consola, como ya he relatado antes. En los únicos lugares que no vi publicidad fue en las máquinas de tabaco. Y tampoco había Camel.


23:30, hora de irse

La gente de las 23:00 está empezando a entrar y hacerse notar. Hay más algarabía y disfrute. Me hubiera encantado quedarme más, pero uno tiene otras responsabilidades y debía irme a trabajar. Poco a poco me fui despidiendo de la gente que había ido conociendo y que tenía más a mano. Subí las escaleras y cerca de la puerta de salida una siempre sonriente Eva Ortiz (relaciones de prensa de Nintendo) me hizo entrega de una gran mochila, en cuyo interior se encontraba la consola Nintendo DS con la demo de Metroid Prime Hunters, los juegos Feel the magic y Super Mario 64 DS, camiseta conmemorativa y los dossiers de prensa de Nintendo DS y Gamecube, este último con los nuevos avances de la consola.

¿Pero qué llevó puesto Dizzy?

Estaba cantado. Yamauchi es un ídolo de masas, y su entrevista se convirtió rápidamente en el boca a boca de mucha gente del mundillo. Hubiera sido injusto ir con una camisa de Iron Maiden o Los Chichos, ya que la camisetah iba que ni pintada a tal evento. Y vaya que si lo fue. Desde aquí quiero dar un saludo a la gente que me paró en la sala y felicitó a la página por su trabajo y la entrevista. Sois muchos y no me acuerdo de todos, porque comprended que el grado de alcohol en sangre ya era tan alto que la Guardia Civil me hubiera detenido aunque no estuviera conduciendo.


Nintendo DS sale a la venta en España el 12 de marzo de 2005 al precio de 149,99 €