Durante muchos años el mejor jugador mexicano, muchos consideran que lo sigue siendo. Para su desgracia un carnicero trinitario llamado Ancil Elcock le destrozó la rodilla en un juego eliminatorio de la primera fase para clasificar al mundial Corea-Japón, justo cuando buscaba consolidarse en el futbol español. Símbolo del América, olímpico en Atlanta 1996 y mundialista en Francia 1998, campeón en la Copa Confederaciones 1999 y máximo goleador en ese certamen.

Es el único campeón de goleo en el América desde Norberto Outes hace 18 años, el citlali "Hugo Sánchez" a máximo artillero lo consiguió en el Invierno 1998 con 16 tantos. Un récord en su momento. Su participación en el Apertura 2003 estuvo plagada de escándalos y de berrinches, pero el clímax llegó en el Clausura 2004 y en la Copa Libertadores paralela al torneo en la que sus festejos burlones causaron mucha tensión. En el juego en el que el América quedó eliminado del torneo continental ante el Sao Caetano, salió expulsado y, al terminar el partido, apareció en la cancha justo al armarse una bronca en la entrada al túnel de los vestuarios; un sector de la tribuna se metió a la cancha organizando uno de los pasajes más penosos del futbol mexicano. Afortunadamente los jugadores del equipo brasileño lograron salir ilesos. La CONMEBOL culpó a Blanco de la bronca y lo suspendió un año de toda competencia organizada por este organismo.

Estos sucesos trajeron una fuerte reacción en el Nido y el América se reestructuró; una de las medidas iba en el sentido de comprometer a los jugadores totalmente con el equipo y esto no incluyó a Cuau y sus desplantes, por lo que sale del Club América con destino del Puerto de Veracruz. Así, Blanco se viste de Tiburón Rojo para el Apertura 2004 y después de lograr el superlíderato con los escualos, regresa al América para el Clausura 2005, inmerso en la polémica.