FIFA/IFFHS: Motivos para excluir o incluir partidos internancionales absolutos A (1901-1910)

Bohemia: un territorio cuyos clubes han pertenecido a tres federaciones de fútbol diferentes asociadas a la FIFA.

 La Federación de Fútbol Checa (Český svaz footballový, ČSF), fundada el 19 de octubre de 1901, era una organización independiente que no estaba subordinada a la Unión de Fútbol Austriaco (Österreichische Fussball-Union), predecesora de la Federación de Fútbol Austriaca (Österreichischer Fussball-Bund, ÖFB). Por aquel entonces, el territorio checo formaba parte de la monarquía del Imperio Austro-húngaro. La Federación checa, que se convirtió en miembro de la FIFA en 1906, sólo admitía clubes checos de Bohemia. Los clubes alemanes y austriacos en territorio checo estaban afiliados a la Federación de Fútbol Alemana (Deutscher Fussball-Bund, DFB) o la Unión de Fútbol Austriaco (ÖFU) respectivamente. Uno de éstos fue el potente DFC Prag (DFC, Deutscher Fussball-Club). Los jugadores de los clubes de Praga de estas dos Federaciones que no eran checas también organizaban partidos de ciudad entre Praga y Budapest.

 Uno de estos partidos de ciudad se celebró en Budapest el 5 de abril de 1903, en los que el equipo de Praga alineó no sólo jugadores de la DFB y la ÖFU, sino también unos pocos que estaban afiliados a la Federación de Fútbol Checa. Ya que sólo algunos de los jugadores estaban afiliados a la Federación Checa, no se puede considerar este encuentro como partido internacional absoluto “A” para Bohemia. Los austriacos y los alemanes no pueden jugar en partidos oficiales internacionales absolutos “A“ checos. Por el mismo motivo, este partido tampoco puede considerarse obviamente como partido internacional absoluto “A” para Hungría.

 Cinco días antes del partido contra Inglaterra el 13 de junio de 1908, la FIFA, actuando por iniciativa de la monarquía austro-húngara, decretó que Čechy (Bohemia) ya no era miembro independiente de la FIFA. Sin embargo, el partido ya había sido oficialmente anunciado por ambas partes y la FIFA no había presentado ninguna objeción, especialmente porque el rival era Inglaterra. Cuando la FIFA examinó las formalidades y envió la documentación a la Federación checa en Praga, el partido ya hacía tiempo que se había jugado, y por tanto mantuvo su carácter oficial.

 En diciembre de 1908, una Federación de fútbol paralela se fundó en Praga, pero esta organización no tuvo estatus oficial y no pudo organizar partidos internacionales absolutos “A”. La ČSF continuó siendo la única Federación de fútbol checa oficial hasta que las autoridades austriacas la prohibieron y fue disuelta en 1916. Así pues, el historial futbolístico de Bohemia sólo constó de seis partidos internacionales “A”.

Francia-Inglaterra
 En 1907, los equipos universitarios de Inglaterra fundaron la “Amateur Football Association” (AFA) para proteger el amateurismo de la rápida expansión del profesionalismo. La “Union des Sociétés Françaises des Sports Athlétiques“ (USFSA) simpatizaba con la AFA, y presionó para que la FIFA la aceptara como miembro. Sin embargo, la FIFA sólo reconoce una federación nacional por país, y por tanto apoyó a la “Football Association” (FA), a lo que la USFSA respondió abandonando la FIFA. De esta manera, el representante francés de la FIFA fue el “Comité Français Interfédéral pour la Propagande des Sports” (CFI, fundado el 23 de marzo de 1907), provisionalmente desde diciembre de 1908, y oficialmente desde mayo de 1910. Por tanto, los partidos USFSA-AFA de París del 18 de marzo de 1909 (0:8) y de Ipswich del 12 de marzo de 1910 (0:20) no pueden considerarse partidos internacionales absolutos “A”. Asimismo, los 11 goles que el jugador de 31 años del Cambridge University, Samuel Hulme Day, marcó en el último partido no cuentan como récord de partido internacional absoluto “A”.

Uruguay-Argentina
 El 16 de mayo de 1901, jugando en su feudo de Paso Molino a las afueras de Montevideo, el Albion FC disputó un partido internacional (que el propio club había organizado) contra un equipo argentino seleccionado por J. O. Anderson. El Albion FC había reforzado a su equipo con dos jugadores del Club Nacional de Football, su rival local. Sin embargo, antes del partido, los medios de comunicación uruguayos sólo mencionaron que su conjunto, el Albion, iba a enfrentarse a una selección argentina XI. Además, el once uruguayo (que perdió 2:3) vistió sus propios colores, y no sólo no se cumplió ninguna de las condiciones que normalmente han de darse en un partido internacional “A”, sino que tampoco Argentina consideró nunca este encuentro como internacional absoluto “A”. A los clubes no se les permite organizar ni disputar partidos internacionales absolutos “A”. De ahí que este partido no cuente como partido internacional absoluto “A” para Uruguay.

Chile-Argentina
 Las federaciones de fútbol de Chile y Argentina aceptaron jugar un partido internacional absoluto en Viña del Mar, Chile, el 11 de septiembre de 1910. Jugando ante 7.200 espectadores, el equipo nacional argentino derrotó a Chile 3:0. Este partido cumple todos los criterios de un partido internacional absoluto “A”, y se le considera como tal en Chile. Por razones inexplicables, los periódicos chilenos no informaron de este partido, y fue pronto olvidado. El partido Chile-Argentina (0:2) en Valparaíso del 21 de septiembre de 1913, por otra parte, no fue un partido internacional absoluto “A”, sino que sólo fue uno de tantos partidos jugados por un equipo argentino que incluía a muchos jugadores que no estaban en la selección nacional. Este once viajó por Chile desde el 14 de septiembre hasta el 8 de octubre de 1913, lo cual le ayudó de hecho a mejorar su juego.

Partidos suspendidos
 Muchos partidos internacionales “A” se suspendieron antes del final de la primera parte, en el descanso, o antes del final del partido. Los motivos fueron habitualmente el mal tiempo, estadios abarrotados, incidentes en las gradas, decisiones arbitrales o accidentes. Hasta el momento de suspenderse, estos partidos entraban, bajo todos los conceptos, dentro de los partidos internacionales absolutos “A” en lo que se refiere a federaciones nacionales de fútbol, jugadores, entrenadores, árbitro, espectadores, medios de comunicación y entorno. Cualquier amonestación o expulsión señalada por el árbitro sigue vigente y los jugadores contabilizan sus internacionalidades incluso si sólo han disputado un minuto.

 Ninguna federación de fútbol nacional tiene el derecho de anular un partido internacional absoluto “A” suspendido, ni quitarlo del historial de su país, ni sus jugadores deben ser penalizados por algo de lo que ellos ( o al menos uno de los equipos) no fueron culpables. Tampoco una federación de fútbol nacional devuelve el dinero de las entradas ni de los gastos de viaje a los espectadores si un partido internacional absoluto se suspende. Ni la preparación de las selecciones nacionales, ni cualquier otra cosa que tenga que ver con un partido internacional absoluto “A” suspendido puede considerarse nula puesto que todos los hechos ocurrieron en realidad, y requirieron esfuerzos tanto en el plano físico como económico, o también de tiempo y desplazamiento por parte de todos aquellos que estuvieron implicados tanto de forma activa como pasiva.
 
 De la misma manera, las lesiones sufridas por los jugadores o por los espectadores en un partido internacional “A” que haya sido suspendido no pueden deshacerse con una simple declaración y, tal y como funcionan la asistencia médica y los seguros, deben ser tratadas de la misma forma que las lesiones en un partido internacional absoluto “A” finalizado. Por tanto, la FIFA y la IFFHS han decidido que los partidos internacionales absolutos “A” no deben anularse y deberían ser incluidos en los listados de los registros. Este criterio es lógico y deberá aplicarse en todo el mundo. El partido Escocia-Inglaterra (1:1), que se jugó en Ibrox Park (Glasgow) el 5 de abril de 1902 ante 80.500 espectadores, y que el arbitro irlandés James Torrans detuvo a los 51 minutos, es considerado por ambos conjuntos como partido internacional “A”. Durante este partido internacional absoluto, una parte de la recientemente levantada grada oeste se derrumbó, matando a 26 personas y hiriendo a otras 587. Ninguno de estos hechos puede nunca deshacerse por parte de cualquiera de las dos Federaciones de fútbol implicadas.

Sudáfrica
 Los partidos de Sudáfrica contra el Corinthians (Londres) en 1907 no pueden considerarse oficialmente internacionales absolutos “A”, ni tampoco los tres encuentros que Sudáfrica disputó en 1910 contra una selección de la liga inglesa y que ganaron los ingleses en Durban el 29 de junio (3:0), en Johannesburgo el 23 de julio (6:2), y en Ciudad del Cabo el 30 de julio (6:3). Ni el Corinthians FC, con sus jugadores no ingleses, ni el combinado de la liga inglesa que recorrió Sudáfrica, tenían la autorización de la Football Association (FA) para jugar partidos internacionales absolutos “A” representando a Inglaterra. Asimismo, cuando Sudáfrica jugó en Buenos Aires ante 8.000 espectadores el 15 de julio de 1906, no se enfrentó a la selección argentina, sino a un combinado de la liga XI (4:1), siendo un partido totalmente informal y extraoficial. Por tanto, no sólo no puede considerarse como partido internacional absoluto “A” para Sudáfrica, sino que tampoco Argentina lo consideró como tal nunca. De cualquier manera, Sudáfrica tuvo mucho éxito en su gira sudamericana por Argentina, Uruguay y Brasil.

Amateurs y profesionales
 Cuando el 30 de noviembre de 1872 comenzó la historia de los partidos internacionales absolutos “A”, todos los futbolistas británicos eran amateurs. Desde aquel momento, las selecciones inglesa y escocesa de entonces se componían totalmente de amateurs, al igual que las selecciones de Gales e Irlanda a partir de 1876 y 1882, respectivamente. Cuando Inglaterra legalizó el fútbol profesional en 1885, la selección inglesa contaba tanto con jugadores amateurs como con profesionales, normalmente de dos a ocho amateurs, pero a medida que se fue aproximando el final de siglo, Inglaterra comenzó a presentar un mayor número de profesionales. En el siglo XIX sólo hubo cuatro partidos internacionales “A” en donde la selección nacional inglesa se compuso totalmente de profesionales. Durante este primer periodo de fútbol profesional (1885-1900), hubo dos partidos internacionales absolutos “A”, disputados el 12-3-1894 y el 18-3-1895, en donde Inglaterra alineó una selección enteramente amateur.

 Además, depués de 1885, los rivales de Inglaterra fueron todos amateurs de Escocia, Gales e Irlanda, exceptuando unos pocos profesionales que jugaban en equipos ingleses. Sólo Escocia empezó a alinear muchos más profesionales en su selección nacional después de que la Federación escocesa de fútbol legalizara el profesionalismo en 1893. Así pues, los Home Internationals británicos vieron a amateurs, a profesionales y a equipos mixtos (que contaban tanto con amateurs como profesionales) jugando todos unos contra otros.

 Naturalmente, el fútbol profesional cobró fuerzas con el tiempo (décadas) y desplazó a los amateurs de las selecciones nacionales. Aun así, hubo sobresalientes jugadores, a menudo de gran cultura, que por razones profesionales o morales eligieron no convertirse en futbolistas profesionales, pero que, a pesar de entrenar menos y jugar menos partidos (sólo jugaban en ligas amateurs), se mantuvieron al nivel de los profesionales e incluso les sobrepasaron. Puesto que a los amateurs se les tenía una mayor consideración que a los profesionales, el capitán de la selección nacional inglesa fue casi siempre en el siglo XIX un amateur, y a menudo lo fue también en la primera década del siglo XX.

 A principios del siglo XX, hubo cuatro partidos internacionales entre 1902 y 1904 en los que Inglaterra presentó un equipo totalmente profesional, mientras que sus rivales británicos presentaban normalmente equipos que comprendían tanto amateurs como profesionales. En la primera década del siglo XX, la selección inglesa tenía tres amateurs, con el no menos excepcional delantero Vivian John Woodward. En 1908 y 1909, una selección nacional inglesa profesional recorrió Europa jugando contra Austria, Hungría y Bohemia, cuyas selecciones nacionales se componían totalmente de amateurs.

 En esta década, Inglaterra también alineó una selección nacional amateur que, desde el 1 de noviembre de 1906, disputó partidos internacionales absolutos contra las selecciones de Francia, Holanda, Bélgica, Alemania, Suecia, Suiza y Dinamarca y también jugó – y ganó – los torneos de fútbol olímpicos de 1908 (Londres) y 1912 (Estocolmo), aunque participó con el nombre de Gran Bretaña. Los mejores jugadores de este equipo amateur habían sido también o eran al mismo tiempo miembros de la selección inglesa profesional.

La FIFA y la IFFHS han decidido que todos los partidos disputados en torneos de fútbol olímpicos durante la primera mitad del siglo XX (empezando en 1908) sean oficialmente contabilizados como internacionales absolutos “A”. Además, todos los partidos jugados por la selección amateur inglesa contra las selecciones nacionales de Europa continental van a ser igualmente considerados oficialmente por ambas partes como internacionales absolutos “A”. En estos partidos de las dos primeras décadas del siglo XX, dos equipos amateurs jugaron de nuevo bajo las condiciones de un partido internacional absoluto “A“, al igual que se jugaron los Home Internationals británicos de 1872 a 1885, y posteriormente también.

 Por tanto, hasta 1924, todos los partidos internacionales absolutos disputados por las selecciones amateurs inglesas (también galesas) contra selecciones no británicas hasta 1924 serán  considerados partidos internacionales absolutos “A” por ambos equipos, y tenidos en cuenta para determinar todos los récords. El punto de vista de los ingleses y su “Football Association” (FA) es totalmente ilógico. En su opinión, aquellos partidos internacionales absolutos “A“ disputados por Inglaterra desde 1872, en donde el conjunto inglés estuvo formado totalmente o en su mayor parte por amateurs, además de aquellos encuentros en los que la selección nacional inglesa profesional jugó contra un equipo amateur, tendrían que invalidarse.