Sí, probablemente estás sufriendo mucho. En las películas has visto el dolor del adiós entre dos seres que se aman inmensamente y has escuchado a tus amigas lamentarse durante largas y lacrimosas horas, pero nunca pensaste que te pasaría a ti. Tu amor era diferente, auténtico, profundo, elevado, sublime. Él se maravillaba con tu belleza, sus abrazos nunca te eran suficientes, se besaban hasta el amanecer, todo el día se enviaban mensajes tiernos y planeaban un futuro juntos. Hasta que un día la ruptura te destrozó el corazón y te dejó sangrando emocionalmente.

Estás en shock. De repente te llegan profundamente las canciones de amor. Quieres vomitar, quieres meterte a un agujero, quieres irte en un barco muy lejos. Las malas noticias: estás sufriendo. Las buenas noticias: no morirá tu espíritu, a menos que tú lo permitas. Aunque por el momento no lo creas, saldrás de la depresión post-truene, sólo necesitarás tres cosas: fuerza, esperanza y determinación.

Ocho pasos para salir adelante

1. Busca tiempo para las lágrimas. Estás herida, es normal que tu proceso de recuperación necesite tiempo y espacio. Así que mantén tu agenda libre, toma un baño, recuéstate tanto como lo necesites, tómate un té, escribe un diario, sal a caminar, llora todo lo que tengas que llorar.

2. No te preguntes qué sucedió. No te culpes de nada a ti misma, no te recrimines por lo que está fuera de tu control. Ni siquiera te hagas la pregunta “¿qué hice mal?” porque tú no hiciste nada mal. Culpa al destino o al universo, pues estás experimentando un ciclo natural e inevitable, porque los sentimientos cambian, las relaciones terminan, el calor se enfría, las hojas de los árboles caen, las personas mueren.

3. No te preguntes por qué. Es sólo una pregunta para torturarte. Generalmente las relaciones terminan por una infinidad de razones complicadas, es imposible desmenuzarlas y encontrar una causa única del por qué se acabó tu relación. Ahórrate esa actitud de detective, estarás mejor si aceptas la ruptura y no tratas de descifrar por qué ocurrió.

4. Deja a tu amor partir. Sí, es muy cursi el dicho “si amas algo, déjalo libre”, pero piensa que tratar de convencer a tu ex de quedarse contigo cuando él ya no quiere es una pérdida de energía que sólo retardará tu recuperación. No supliques, no trates de negociar, no le envíes incontables mails, no llames a sus amigos, no te aparezcas en su trabajo, no veas sus fotos en la red. Cuando sientas la urgencia de entregarle tu corazón, detente, siéntate y di la siguiente frase en voz alta: “Te dejo ir porque te amo, porque me amo más a mí y porque merezco un amor recíproco”. Repítela hasta que tu impulso desaparezca.

5. Permítete enojarte pero no amargarte. No busques venganza, no hables mal de tu ex, no sufras ataques de rabia, no hagas nada de lo que te avergonzarás después. Sé la más respetable de los dos, sin importar qué tan insensible fue él contigo. Deja que tu ira te motive a volverte más fuerte, a sanar y a nunca más conformarte con menos de lo que mereces.

6. Revalórate, reinvéntate, cambia. Limpia tu clóset, regálate un masaje relajante, tíñete el cabello, cómprate sábanas nuevas, inscríbete en una clase de yoga o danza, estrénate como una nueva persona. Con cada final viene un principio, ¿qué dirección quieres que tu nueva vida tome? Haz una lista de tus objetivos y aclara cuáles son tus prioridades.

7. Encuentra compañía. Sabes que no estás sola y no eres la primera ni la última en tener el corazón roto. Habla con amigos, vean películas, escuchen música, compartan libros. Toma consuelo en las historias de quienes han amado, perdido y viven para contarlo.

8. Toma tu recuperación como un trabajo. Terminar una relación es como el equivalente emocional del trabajo de construcción. El esfuerzo es enorme, terminas cubierta de mugre, puedes lastimarte un dedo, pero si te tomas tu tiempo, si eres consciente, si trabajas para sanar en lugar de quedarte estancada, al final obtendrás una hermosa y sólida casa nueva.

Afortunadamente siempre he gozado de una excelente salud, pero durante años padecí de estreñimiento. Incomodidades, hinchazón de vientre, dificultad para evacuar y todas esas molestias que probablemente hayan experimentado.

Por mucho tiempo intenté combatir el estreñimiento con cereales de fibra, galletas de salvado, panes integrales, ciruelas pasas, frutas, verduras, yogurts con activos, dos litros diarios de agua natural, una hora diaria de gimnasio… nada me funcionó.

Como último recurso acudí a los laxantes, sobre todo al estar de viaje, pero es bien sabido que su uso constante causa daño al colon.

¡Dios bendiga a la linaza!

Finalmente probé esta famosa semilla que siempre tuvieron en casa nuestras abuelitas. ¡Cómo es posible que una semilla tan pequeña pueda hacer tanto bien a la digestión! Ahora mis intestinos funcionan como reloj, soy feliz, no pasa ni un solo día en que no “elimine lo que mi cuerpo no necesita”.

Y es que la linaza actúa como un laxante suave, porque el 40% de la semilla es fibra que ayuda a promover el movimiento intestinal.

La linaza tiene muchas virtudes, principalmente contiene ácidos grasos esenciales como Omega 3, 6 y 9 que protegen de enfermedades cardiovasculares y reducen el nivel de colesterol malo que se deposita en las paredes de las arterias.

Pero por si fuera poco, los fitoestrógenos de la linaza son antioxidantes y anticancerígenos que combaten los efectos dañinos de los radicales libres, ayudando a prevenir la aparición de tumores cancerosos de tipo hormonal como el cáncer de seno, pues ayudan a bloquear las sustancias que favorecen el desarrollo de células anormales.

Consejos para disfrutarla

Lo mejor es tomarla molida, pues las semillas enteras no son digeridas y pasan completas por el aparato digestivo sin liberar sus sustancias benéficas. Moliendo las semillas se absorben mejor todos los nutrientes que se encuentran en el interior de la semilla. Lo ideal es tomar dos cucharadas diarias de linaza, sumergidas en un poco de agua durante toda la noche y también es bueno tomarse el agua.

Yo muelo las semillas en la licuadora con leche de soya, plátano y manzana todas las mañanas. También se la añado a la harina de hotcakes y quedan deliciosos, porque tiene un rico y muy suave sabor como a nuez. Además en el súper encuentras pan de linaza, ideal para prepararte exquisitos sándwiches.

Como la he visto molida en el súper y es carísima, mejor la compro entera en una famosa cadena de tiendas naturistas que están en los centros comerciales y el paquete no me cuesta más de 25 pesos.

Dormir ha sido siempre uno de los dos mayores placeres en mi vida (el otro lo dejo a su imaginación). Sin embargo no siempre logro disfrutar el sueño al máximo, casi siempre algo se interpone y me impide deleitarme con mis ocho (me encantaría que fueran doce) horas de sueño diarias. Si no es uno, es otro de los siguientes intrusos:

• El insomnio: Desde niña siempre he tenido mucha dificultad para conciliar el sueño. Cuando no consigo quedarme dormida a pesar del cansancio, me rehúso a dar vueltas en la cama, entonces me pongo a ordenar por colores la ropa del clóset o los libros por tamaños o los cds por alfabeto. Y cuando soy afortunada y logro quedarme dormida a buena hora, en dos horas seguramente despertaré para quedarme con ojos de huevo cocido por lo menos un par de horas de madrugada.

• Los problemas para despertar: El insomnio me convirtió en una persona “nocturna” y me cuesta demasiado trabajo despertar por la mañana. ¿Acaso el sonido electrónico más horrible del universo no es el despertador? Jamás he logrado hacer lo que la gente normal: apagarlo y levantarme de la cama. ¡Me da una flojera inmensa!

• Los calambres: ¡Qué tal esos bastardos a media noche! Te despiertan de golpe con un dolor intenso, no te los puedes quitar, mueves la pierna como sea, te sobas, te volteas y nada, no se van. ¡Y qué tal un brazo entumido que te despierta cuando ni lo sientes, ni lo puedes mover!

• Los cólicos menstruales: ¿Me creen si les digo que en esas noches de dolor me quejo dormida? Me han dicho que duermo gimiendo toda la noche “mmmggghhhjjj”.

• Los ronquidos: A todos nos despiertan los ronquidos de nuestro compañero cuando son muy fuertes. Pero es falso que sólo la gente con sobrepeso ronque, ¡yo soy una flaca que ronca! A veces en medio de mi sueño me pregunto “¿qué es ese ruido?” y sí, son mis propios ronquidos. Otras veces me despierta el dejar de respirar o un horrible dolor de garganta seca por respirar por la boca.

• Los vecinos: Todavía no logro saber por qué todos los sábados, ¡todos!, unos vecinos que tengo hacen pachangas con tremendo sonido. He tenido que recurrir a tapones para los oídos.

• La sed: Confieso que uno de los peores hábitos que tengo y que disfruto enormemente es cenar frente a la tele de vez en cuando un paquete de salami y una bolsa de papas. Lo hago a pesar de saber que dos vasos gigantes de agua no me librarán de despertar a media madrugada con una sed de náufrago.

• El frío o calor: ¿Qué tal esas veces que te destapas porque tienes tanto calor que estás sudando y después de un rato despiertas como loca buscando las cobijas porque ya te estás helando?

• Las lucecitas: Si llego a abrir los ojos y en la oscuridad veo el foquito azul del celular, el amarillo de la compu o el rojo del dvd, empiezan mis pesadillas: una nave espacial está aterrizando en el estacionamiento de mi edificio y de ella bajan horribles especímenes a acabar conmigo y mis vecinos… ¡aaayyy!

• Las ganas de ir al baño: ¡Cómo me enfada tener que interrumpir mi plácido sueño para hacer pipí a media noche! De nada sirve ir antes de dormir, pues por lo visto a mi cuerpo le gusta desalojar más líquidos a media madrugada.

• Las pesadillas: Creo que mis peores sueños son los que me hacen despertar y darme cuenta de que llevo toda la noche soñando con una preocupación que traigo en la vida real, a la cual le sigo dando vueltas aún dormida.

• La persona que duerme con uno: Puede ser que acapare más de la mitad de la cama, que jale las cobijas, que se mueva constantemente, que te dé un codazo…, es decir, que duerma como niñito.

• El sonambulismo: Pido perdón a quienes he despertado con mis locuras de media noche, como aquélla en que di un salto de la cama al suelo y con el golpe desperté y asusté a mis padres por soñar que me iba a atropellar un tráiler en la carretera. También pido disculpas por todas las veces que he hablado, reído o cantado dormida, frikeando a quien estaba junto a mí.
  
• Los terrores nocturnos: Es el peor trastorno del sueño que sufro. Despierto súbitamente, grito, salto de la cama, siento angustia, taquicardia. Pasa cada vez que tengo un sueño recurrente en el que me quedo atrapada en una cueva o bajo escombros o tierra, y la ansiedad me ocasiona estos despertares violentos. Una pseudopsicóloga deficiente me indicó tomar antidepresivos, lo cual no viene al caso. Un amigo me recomendó hacer ejercicios de respiración antes de dormir, los cuales siempre olvido. ¿Qué hacer para dejar de sufrir estos despertares de madrugada tan angustiantes?

Me encanta experimentar en la cocina, abrir el refrigerador y la alacena, ver con qué ingredientes cuento y pensar en cómo reunir varios de ellos para preparar algo rico.

Y no es que yo lo haya descubierto ni mucho menos, pero encontré lo necesario para preparar algo que quedó increíble: pollo en crema de chipotle. Este platillo resulta parecido al pollo vindaloo de la cocina hindú, que es un curry sumamente picante y delicioso, preparado con varias especias.

Les recomiendo probar esta delicia, sobre todo si son amantes de los sabores ultrapicantes les va a fascinar. Además queda listo en tan sólo media hora y pueden sustituir el pollo por carne de cerdo, cordero o camarones y servirlos sobre una cama de fettucini.

Ingredientes (2 personas)

aceite de oliva
2 ajos
1 cebolla
2 jitomates
1 1/2 chiles chipotles
1/2 cdta de comino
4 cdas de crema de leche
1 chorrito de leche
2 pechugas de pollo aplanadas
1 lata chica de champiñones rebanados
1 lata chica de granos de elote
2 tazas de arroz blanco
ajo en polvo
sal y pimienta al gusto
 
Preparación

1. Pica el ajo, la cebolla, el jitomate y el chile chipotle, acitrónalos bien en el aceite de oliva y sazónalos con sal y comino.
2. Licua lo anterior con la crema y añade un poco de leche para que la mezcla no quede muy espesa.
3. Sazona el pollo con sal, pimienta y ajo en polvo y fríelo junto con los champiñones y los elotes.
4. Ya que quede bien doradito, pártelo en trozos medianos, agrégale la mezcla cremosa y déjalo cocinar unos minutos más, sin que se reseque.
5. Sírvelo con arroz blanco y vegetales verdes al vapor, ¡y a enchilarse rico!

Tengo el cabello castaño oscuro y para cubrirme las canas me lo teñí del mismo tono que el mío, sin embargo me quedó negro. No me gustó mucho porque en mí se ve artificial, endurece las facciones y aumenta la edad.

Ahora que están tan de moda los tonos chocolate, caoba, castaños y rojizos, me lo teñí de castaño claro. Sin embargo sólo me quedó castaño de la mitad de la hebra hacia la raíz, es decir, donde el pelo está más virgen y menos seco.

Por lo tanto, tengo la mitad de la cabeza en castaño claro y el resto en negro. Ni siquiera lavándome el pelo a diario el negro se ha salido.

Mi estilista dice que definitivamente debo decolorármelo para aclararlo y sacarme por completo el tinte negro, pero yo no quisiera, pues la extracción del color va a maltratarme mucho el pelo y lo resecará aún más. ¿Existirá alguna otra opción mejor? Definitivamente no soy mujer de pelo corto.

Los fumadores pasivos somos quienes no fumamos y sin embargo nos vemos obligados a respirar el humo del cigarro de los que sí lo hacen. En los últimos años se han llevado a cabo más de 20 mil estudios sobre no fumadores compartiendo espacios con fumadores y se ha descubierto que los no fumadores tenemos un riesgo del 60% mayor que los fumadores de padecer problemas de salud como cáncer de pulmón, laringe y otros, y enfermedades cardiacas y respiratorias como bronquitis, neumonía y enfisema, que se convierten en 60 mil muertes anuales en México debido a lo siguiente:

• Al estar en un mismo lugar con fumadores, el nivel de monóxido de carbono en la sangre de los no fumadores se eleva.

• Después de pasar media hora en un lugar con humo de tabaco, el no fumador desciende al mínimo su nivel de antioxidantes, las sustancias que nos protegen contra el cáncer.

• El humo del cigarro que exhala el fumador y que libera el cigarro encendido tiene un contenido dos veces mayor de nicotina, alquitrán, amoniaco, monóxido de carbono y otras sustancias tóxicas, que el humo inhalado por el propio fumador.

• El humo expulsado por los fumadores es más nocivo que el aspirado del cigarro, porque sus partículas son menores y llegan a mayor profundidad de nuestro sistema broncopulmonar.

• La mujer no fumadora que vive con un hombre fumador tiene el doble de riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y cáncer de seno.

• En la mujer embarazada que respira humo de cigarro la nicotina pasa al bebé, teniendo así un riesgo más alto de sufrir un aborto, provocar daños en el feto o tener un recién nacido con problemas pulmonares.

• En los bebés y niños pequeños cuyos padres fuman aumenta en un 72% el riesgo de contraer enfermedades respiratorias como asma, infecciones de oídos y cáncer en la edad adulta.

En la mayoría de las oficinas, tiendas y restaurantes de la Ciudad de México realmente no se restringe el fumar, porque la separación de áreas de fumar y no fumar dentro del mismo espacio no elimina el riesgo de exposición al humo del cigarro.

Aún estando prohibido fumar en lugares cerrados, en los corporativos muchas personas fuman dentro de las oficinas, en los pasillos, en los baños e incluso ¡junto a los letreros de no fumar! No toman en cuenta a los no fumadores, ocasionándonos no sólo daños a la salud, dolor de cabeza y garganta, sino también el mal olor impregnado en nuestra ropa, pelo y piel, pues los fumadores no son sensibles al desagradable olor a cigarro, ni a perjudicarnos a los demás, por lo visto.

El humo del cigarro con sus más de 200 sustancias tóxicas y cancerígenas nos daña a quienes tenemos que tragárnoslo contra nuestra voluntad, porque las autoridades no verifican que se cumplan las normas y por falta de una rigurosa legislación que establezca el respeto a los no fumadores, pues la epidemia del tabaquismo es bastante tolerada en todo el mundo.

La Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó las reformas contra el humo de tabaco en lugares cerrados y a partir de junio del 2008 estará prohibido fumar en lugares cerrados, pero los negocios como restaurantes, bares y discotecas seguirán teniendo zonas en las que se permitirá fumar.

Los fumadores pasivos demandamos la prohibición total del tabaquismo en todos los lugares cerrados, como en Canadá, Irlanda, Noruega y otros países. El fumador está atentando contra la salud de los demás y debe ser sometido a leyes. Al fumador nadie lo obliga a envenenar su organismo, pero él sí envenena el nuestro.

Las mujeres estamos cansadas de depilarnos, odiamos la cera caliente por dolorosa, las pinzas son tediosas, las cremas depiladoras ineficaces y los rastrillos nos irritan y hasta cortan. Por eso hace unas semanas tuve mi primera sesión de depilación láser. Antes de decidir hacérmela, entré a decenas de foros para conocer las experiencias de otras mujeres, que como yo, se preguntan para qué demonios el cuerpo nos pone pelos donde no los necesitamos. Y me encontré con la agradable sorpresa de que la mayoría de quienes se han hecho depilación láser están contentas con los resultados y la recomiendan ampliamente. A continuación les cuento mi experiencia.

Resultados: ¡Maravillosos! Desde la primera sesión, no tuve que volver a rasurarme ni una sola vez, únicamente un día antes de mi siguiente cita.

Cáncer: Mi principal duda era si la depilación láser puede causar cáncer de piel o cáncer de mama al aplicarlo en las axilas. Investigué y encontré que es un tratamiento seguro, aprobado por la FDA y por el Centro de Cáncer de Piel y Láser de Nueva York.

Dolor: Duele poco menos que la depilación con cera caliente. Yo lo describiría como una breve quemadura generada por una chispa. No es un dolor que se prolongue, inmediatamente desaparece y no deja la zona adolorida. Pero como me dolió más de lo normal, me harán las siguientes sesiones en la máquina para pieles morenas o sensibles, donde tengo entendido que la potencia es un poco menor y la eliminación del vello requiere más sesiones.

Quemaduras: Al aplicarte el láser no debes sentir más fuerte que un golpecito como con una liga sobre la piel. Si lo sientes más doloroso, es muy importante hacérselo saber a la cosmeatra, porque eso significa que está quemando tu piel.

Manchas: Aún no sé si a largo plazo el láser manche la piel, porque cada mujer es distinta en sensibilidad y cada una reacciona de diferente manera según los cuidados diarios que le dé a su piel. Por eso es muy importante durante el tratamiento usar diariamente bloqueador con FPS 50 en la ciudad y FPS 100 en la playa, y no asolearse 15 días antes ni después de cada sesión. No se deben usar autobronceadores, cera caliente ni fría, cremas depiladoras, blanqueadoras, con vitamina E o vitamina A, pues al contacto con el láser pueden manchar la piel.

Granitos: No me han dejado de salir enormes barros en las zonas depiladas de la cara, cosa que no a todas las mujeres les sucede.

Irritación: Al salir de la sesión, que para el labio superior, el mentón, las axilas y la línea del bikini dura aproximadamente 10 minutos, la piel queda enrojecida por aproximadamente una hora.

Inconvenientes: Ya que el láser entra en el folículo y quema la raíz del vello, debilitándola más en cada sesión hasta hacerla desaparecer, es necesario rasurar la zona un día antes de la sesión, y no se puede volver a usar cera ni pinzas, para que el láser encuentre la raíz en el folículo. Así que para los pelitos que salgan entre cada sesión mensual debemos usar rastrillo, incluso en la cara.

No, no me gusta Orlando Bloom, ni Jude Law, ni Leonardo DiCaprio, ni Brad Pitt, ni ningún niño bonito de Hollywood con facciones delicadas. Jamás me he sentido atraída por los hombres pulcros y refinados, sino por el contrario, me vuelven loca los tipos imperfectos, tatuados, con un look despreocupado, que es en realidad cuidadosamente descuidado, y con una personalidad fuerte e impulsiva. A continuación les presento mi Top 9, pero ¿a ti no te seducen los hombres rebeldes?

Anthony Kiedis, el rockstar con más onda: El vocalista de los Red Hot Chili Peppers es mujeriego, porno adicto y un junkie que ha luchado toda su vida contra la adicción a la cocaína y heroína. Sin embargo también es uno de los cantantes más hot del planeta. Su torso atlético, sus tatuajes tribales y su pelo lacio me han enloquecido siempre. Su sangre mohicana, su fascinante voz y su mágica personalidad lo cargan de una fuerte energía sexual. Sus movimientos al bailar lo hacen lucir más encantador que nunca. Pero este hermoso Sir Psycho Sexy no sólo tiene un físico delicioso, sino además gran talento, carisma y una presencia irresistible. La expresión pícara de este inmaduro seductor despierta toda mi pasión.

Eminem, enojado con la vida: El hosco Rabbit de 8 Mile es también en realidad un hombre depresivo con un pasado trágico y mucho rencor dentro. Por las perversas letras de sus canciones se ha dicho que es homofóbico, misógino, racista, agresivo y excesivamente violento, y se ha ganado muchos enemigos como Fred Durst (Limp Bizkit), Vanilla Ice y Moby. Pero también ha sido uno de los raperos más talentosos y uno de los músicos más populares y controvertidos. Ese cuerpazo lleno de tatuajes, las facciones afiladas, los labios sensuales, la barba partida y su eterna expresión de odiarlo todo y a todos lo hacen un hombre muy sensual.

Benicio del Toro, las ojeras más sexys del cine: Este born-again Christian de 21 Gramos tiene un atractivo extraño, un rostro de rufián solitario y melancólico, y unas oscuras ojeras de enfermo. Sin embargo es uno de esos tipos con los que me sentiría siempre segura y protegida. Fantaseo con su personalidad intrigante, sueño con sus labios besables, deliro con su mirada tierna, evoco su voz misteriosa, enloquezco con su ceño fruncido y muero por su pelo canoso y desordenado. Su origen puertorriqueño le da un espíritu latino de lo más deleitablemente masculino. Este papito es un hombre profundo, intenso, de carácter decidido y un intérprete excepcional de emociones fuertes.

Javier Bardem, un seductor irresistible: Es un satánico perverso y sin escrúpulos que sacrifica humanos en Perdita Durango. Sin embargo, este hombre con facciones angulosas de cuadro cubista, cejas pobladas y virilidad exuberante es como un hermoso minotauro, dueño de una personalidad auténtica y deliciosa. Para mí es uno de los hombres más sensuales del mundo. Incluso como tetrapléjico en Mar Adentro tiene un extraordinario carisma y una exquisita voz, apreciable en el Poema. La seguridad que gobierna su personalidad, el gran talento interpretativo en todas sus películas, su pasión y su entrega lo han convertido en todo un símbolo sexual. Dan ganas de sentarse a conversar con él ¡y luego saltarle encima!

Sean Penn, más interesante con los años: Es un hombre de carácter irritable, golpeador de fotógrafos, poco respetuoso de la autoridad y uno de los mayores fumadores de Hollywood (4 cajetillas diarias). Pero ¿quién no lo amó en Río Místico con esa furiosa mirada azul al estilo James Dean y esa personalidad indomable? Su pelo acariciable, sus labios carnosos, sus arrugas en la frente, su voz penetrante, su gesto malhumorado, su inteligencia y su intensidad más allá de los reflectores lo hacen cada vez más fascinante. Es un agudo crítico del gobierno de George Bush y un actor completamente comprometido y capaz de reflejar una fuerza excepcional.

Clive Owen, un hombre impactante: El lujurioso dermatólogo en busca de sexo en Closer es en realidad muchísimo más que un simple hombre atractivo, es un británico tremendamente seductor. Su acento inglés es irresistible, sus ojos verdes y profundos son maravillosos, su media sonrisa es digna de fantasear, su barba de dos días es tentadoramente acariciable. No sólo es intensamente masculino, sino también un hombre inteligente, maduro y tranquilo, que lleva un estilo de vida alejado del escándalo. Además es un actor de enorme talento para darle credibilidad a todos sus personajes. ¡Qué hermoso es!

Adrien Brody, un atractivo muy diferente: Es del tipo guapo-feo por su extrema flacura, rostro alargado, nariz enorme y torcida, ojos tristes y labios delgados. A pesar de que para muy pocas es físicamente atractivo, es uno de los hombres más deseados del mundo. Me enamoré de él en El Pianista por sus dulces ojos verdes, su ternura, su sonrisa y su carisma, pero su pecho velludo me hace salivar. Se ha transformado en un precioso adonis, pero además en un hombre interesante porque ha demostrado ser un actor de inmenso talento. ¡Está divino!

Johnny Depp, un espíritu rebelde: Arrestado por destrozar cuartos de hotel, pelear con los de seguridad y golpear a un fotógrafo, este hombre inquieto tiene 12 tatuajes, entre ellos una calavera y Wino Forever (borracho por siempre). Su facha desaliñada y su halo de misterio provocan intensas pasiones en millones de mujeres. Sus ojos y pelo oscuros y su guapura cherokee y navajo lo hacen irresistible. Siendo uno de los hombres más sexys del mundo, sigue fiel a sí mismo y a su forma de vivir. Además es considerado uno de los mejores actores de la historia, gracias al buen pulso que ha tenido para manejar su carrera. Con toda esta personalidad y estilo, ¿quién no se enamoraría de él?

Harvey Keitel, un maduro con fuego interior: Es conocido por sus intensos personajes de mafioso, asesino, degenerado y psicópata. Me gusta de padrote malvado en Mean Streets, pero me fascina de amante romántico en El Piano y me enloquece su mirada de gato montés. A este neoyorquino pocas lo consideramos tan atractivo, y tal vez no será guapo pero más allá de su físico me resulta extremadamente fascinante porque ofrece un mundo infinito de insinuaciones emocionales, sensuales y enigmáticas. Lo contemplo y quedo extasiada, me introduzco en su masculinidad, me rindo a sus encantos.

Fui por primera vez al ginecólogo cuando tenía ¡27 años! Como muchas de ustedes, me negaba a hacerlo por el pavor al examen pélvico, a pesar de los constantes mensajes en todos los medios sobre la importancia de la revisión ginecológica anual en la mujer. Un día, una amiga del trabajo me recomendó mucho a su ginecólogo y me convenció de ir a hacerme un chequeo de rutina con él.

Como era de esperarse, llegué a la cita en absoluto pánico. El médico me atendió con un trato muy profesional, fue curioso cómo yo había entrado temblando y poco a poco fui calmándome gracias a su cuidado y respeto.

Llegó el momento de escuchar las palabras más temidas: “pasemos a practicarte el Papanicolau”. El doctor me realizó el examen pélvico completo con tal delicadeza, que en realidad no fue tan terrible como siempre lo había imaginado, además duró menos de dos minutos.

La complicación

Parte del examen pélvico es también un ultrasonido para revisar los órganos femeninos. Desafortunadamente en un ovario encontró un quiste que había crecido tanto que abarcaba por completo al ovario. Yo jamás había tenido ninguna molestia e ignoraba que tenía ese quiste ¡del tamaño de una naranja! El médico me dijo que tenía que operarlo de inmediato para evitar complicaciones.

Me asusté mucho, lloré frente a quien ya no era tan desconocido, me costaba trabajo creer que en la primera consulta ginecológica de mi vida me estaban dando esa espantosa noticia.

Así fue como perdí un ovario, una parte de mi cuerpo femenina, reproductiva, media fuente de mi fertilidad. Ahí descubrí la importancia de prevenir, pues de haber encontrado el quiste cuando aún estaba pequeño, se hubiera podido eliminar con medicamento hormonal. Me culpaba por negarme durante años a ir con un ginecólogo.

Aún me queda el otro ovario y debo cuidarlo constantemente con chequeos para detectar a tiempo un problema similar. Vivo intranquila en ese sentido, pero conciente de que la salud femenina es un tesoro muy delicado que cada una de nosotras debe cuidar para prevenir cualquier complicación posible.
 
No fue suficiente

Ésta también fue una experiencia dura para mis padres, pero no lo suficiente como para acabar con el temor al ginecólogo de mi madre. Desde que yo nací, ella jamás regresó a una revisión ginecológica, ni siquiera mi experiencia la hizo decidir practicarse el Papanicolau.

Pocos años después de mi operación, mi madre fue diagnosticada con cáncer cervicouterino en etapa avanzada. Se le practicó una histerectomía y se le aplicó quimioterapia durante varios meses, sin embargo el cáncer ya se había extendido a varios órganos de su cuerpo y falleció poco tiempo después.

A mi madre le dio mucha tristeza verme perder un ovario, pero yo viviré toda la vida con el profundo dolor  de haberla perdido a ella, por miedo al ginecólogo.

Haz tu cita hoy

¿Por qué no dejamos de arriesgarnos así las mujeres? ¿Por qué no somos más concientes y hacemos esa valiosa cita con el ginecólogo hoy mismo?

Primas que jamás han ido a una revisión ginecológica, tías que lo dejaron de hacer hace mucho tiempo, madres que no han llevado a sus hijas adolescentes, amigas y lectoras de Blog Mujer que no se realizan mensualmente la autoexploración de seno: les aseguro que la tan temida revisión ginecológica en cada cita se va volviendo menos incómoda, menos vergonzosa y cada vez es más fácil relajarse. Además, ni el Papanicolau, ni el ultrasonido, ni el examen mamario duelen en absoluto.

La elección de tu ginecólogo, ya sea hombre o mujer, depende sólo de ti. Además puedes pedirle a alguien que te acompañe para que te sientas más segura. Es muy importante que hables con el médico sobre todas tus dudas e inquietudes (sangrado menstural, métodos anticonceptivos, embarazo, dolores, molestias, secreciones, enfermedades de transmisión sexual, relaciones sexuales, etcétera).

La revisión ginecológica es necesaria después de nuestra primera menstruación como adolescentes para asegurarnos de tener un óptimo desarrollo sexual, después debe ser a partir del inicio de nuestra vida sexual por lo menos una vez al año, y como mujeres adultas durante toda la vida.

Hace cuatro años, cuando me iba a casar, como toda mujer quería lucir perfecta en mi vestido de novia, pero traía varios kilos de más. Así que seis meses antes de la boda fui con una nutrióloga. Fue una excelente experiencia estética, de salud y de bienestar. Lo que más me sorprendió fue que la doctora me dijo: “No te voy a poner a dieta, te voy a enseñar a comer sanamente por el resto de tu vida”.

Comencé con mi nuevo régimen de alimentación, que era totalmente distinto al que había llevado siempre. Esto me hizo perder todos esos kilos de más en unos cuantos meses, estar delgada el día de mi boda y sobre todo mantenerme en mi peso desde entonces hasta la fecha.

Si tu intención es perder kilos, reducir medidas y mantenerte así, por esta experiencia personal te sugiero visitar a un buen nutriólogo, siempre recomendado por alguien de tu confianza a quien le haya dado buenos resultados. Si no cuentas con ese coach que te enseñe, te dirija y te vaya evaluando periódicamente, tal vez no te sea tan difícil adelgazar, pero sí será muy complicado mantenerte en tu peso.

En lo personal yo considero que un nutriólogo es la mejor forma de adelgazar, porque comerás bien, sin pasar hambre, sin debilitarte, sin sufrir dolores de cabeza y sin renunciar a los antojos ocasionales. Él te enseñará a saber qué comer, en qué cantidades y cuántas veces. Cuando veas que tu cuerpo está cambiando, que tu salud está mejorando y que tu ánimo se está incrementando, sabrás que todo esto es posible gracias a una alimentación saludable.

¿Estás cansada de combatir los barros y espinillas? Ya no gastes más dinero en productos que prometen eliminar los brotes de tu rostro. Mejor opta por una limpieza facial periódica con un experto, que además de mantener limpio tu cutis, le devolverá tono muscular, frescura y juventud. A continuación te platico en qué consiste el proceso, ya sea con un cosmetólogo o un dermatólogo.

Primero se elimina la suciedad de tu rostro con una leche limpiadora que permite retirar restos de maquillaje, mugre, grasa y células muertas, sin resecar la piel. Después se te aplica en el rostro vapor o una máscara caliente para abrirte el poro y permitir que salgan más fácilmente las impurezas y penetren mejor los productos nutritivos.

Para retirar las células muertas, limpiar los poros y regenerar la piel, se te aplica una mascarilla exfoliante que desincrusta las impurezas que no logró eliminar la leche limpiadora. El producto exfoliante se retira con una esponja húmeda y en movimientos ascendentes que activan la circulación de tu piel.

Luego se comienza con la extracción, que es un poco dolorosa y hay que aguantarse un poco. Su finalidad es sacar las impurezas, es decir, barros, espinillas y puntos negros. Se hace una pequeña incisión en cada brote y se exprime para extraer la infección. Después se aplica con un algodón una loción astringente que ayuda a desinfectar piel, absorber el exceso de grasa, cerrar los poros y refrescar el cutis.

Enseguida se aplica una mascarilla secante que ayuda a sanar los brotes. Se deja reposar durante 20 minutos y se enjuaga. A continuación se procede a la desinflamación. El propósito es cauterizar, disminuir y oxigenar las lesiones. Con un aparato especial de alta frecuencia, se aplican suaves toques en el rostro, sin causarle ninguna irritación ni quemadura.

Finalmente, con una loción que combate el acné y tiene filtro solar, se sella la piel para que esté protegida todo el día contra las bacterias del medio ambiente y los rayos UV. Esta loción se debe continuar aplicando todos los días en casa.

Cada limpieza facial tarda aproximadamente dos horas, y el número de sesiones para que la piel quede impecable depende de qué tan grave sea tu problema de acné. Ponte en manos de un experto que antes de la limpieza facial haga un examen de tu piel, y después te indique el tratamiento a seguir en casa. Una limpieza facial periódica, además de mejorar mucho el aspecto de tu cutis, le devolverá tono muscular, frescura y juventud.

En la pasada entrega de los premios Golden Globes 2007, pudimos apreciar lo último en diseños de noche, en los cuerpos de las celebridades más bellas y famosas. Sin embargo, muchas siguen sin lograr atinarle al difícil objetivo del buen gusto.

Los mejores

Felicity Huffman llevó uno de los modelos más impactantes de la ceremonia, con drapeados y fruncidos en el pecho, amplísimo ruedo y en un precioso color esmeralda. Ari Larter, actriz de A Lot Like Love, lució un vestido blanco, impactante por su textura, brillo, escote, ajuste en el talle y amplia falda, ¡totalmente perfecto! Sofia Milos, actriz de CSI Miami, vistió un hermoso y sensual diseño strapless en tono rojo tinto, con el elemento principal de esta temporada: el holán. Nicollette Sheridan fue una de las celebridades más acertadas en su elección, un modelo sumamente femenino, sexy y elegante, por supuesto en blanco, el color más usado en esta ceremonia. Svetlana Metkina, actriz rusa de Bobby, usó uno de los vestidos más espectaculares de la noche, en color acero y con un escote que pocas como ella pueden lucir. Katherine Heigl, de Grey’s Anatomy, portó un hermosísimo diseño en elegante negro, de sensual escote strapless y femeninamente entallado. Jennifer Lopez lució un modelo inspirado en Helena de Troya, de gasa negra con aplicaciones color oro, y también su pelo y maquillaje estuvieron perfectos. Angelina Jolie destacó su grandiosa belleza con un vestido strapless en color gris acero.

Los regulares

Cameron Diaz no fue muy afortunada con su creación de Valentino, saturada de holanes fruncidos, moño negro, lazo dorado y un solo tirante. Penélope Cruz llevó un diseño de Karl Lagerfeld para Chanel, en negro, con holanes de gasa, una tendencia muy presente esta temporada. Sienna Miller usó un vestido estilo marquesa art-deco, de cintura baja, en colores blanco y dorado, y joyas de Cartier; su trenza estuvo totalmente fuera de lugar. Mischa Barton portó un sobrio diseño negro, ajustado y strapless, mucho más adecuado para una mujer del doble de su edad. Drew Barrymore parecía un cremoso helado de fresa en un modelo strapless color rosa pálido de John Galliano para Christian Dior.

Los terribles

Salma Hayek se envolvió en algo muy parecido a una sábana de seda blanca y arrugada, que no favoreció en lo más mínimo a su cada día más pasada de kilos figura; la próxima vez esperamos verla con un verdadero vestido. Paris Hilton, como siempre, mostró su falta de gusto y su preferencia por ir disfrazada de regalo a todos los eventos importantes. Beyoncé se decidió por un ajustado, brillante y anticuado diseño dorado, que mostraba sus curvas en exceso. Julia Lewis-Dreyfus asistió a la premiación en un vestido corto color oro, de estilo retro, sin embargo una ceremonia de esta altura amerita ir de largo.

Les quiero compartir esta receta con la que he tenido mucho éxito desde que la preparé por primera vez, ¡le ha fascinado a todo el mundo! Es fácil y rápida de hacer, para un fin de semana que no tengas demasiadas ganas de cocinar. El ingrediente secreto es la mermelada de zarzamora, que al asarse en la parrilla le da un toque único y un rico sabor ahumado. Esta delicia combina lo ácido del limón, lo agridulce de la mermelada, lo fuerte del ajo y lo picante de la pimienta. La cantidad de los ingredientes es para dos personas y también se puede preparar con carne de puerco o de res.

4 Piernas con muslo (o 2 pechugas de pollo)
El jugo de un limón
Un chorrito de vino blanco
2 Cdas. de aceite de oliva
3 Cdas. de mermelada de zarzamora baja en azúcar
1 ajo machacado
Cebolla en polvo
Pimienta blanca
Sal al gusto

Deja marinar entre media hora y 45 minutos las pechugas dentro del refrigerador en una combinación del limón, el vino, el aceite, la mermelada, el ajo, la cebolla, la sal y la pimienta. Luego, en una parrilla o asador bien caliente, asa el pollo con todo su marinado hasta que esté cocido, pero no tanto que se deshidrate. Disfruta este platillo acompañado de una rica ensalada de vegetales verdes y un humeante arroz al vapor.

¿Quién no se ha enamorado perdidamente en esta vida? Es difícil creer que existe alguien que no haya experimentado esa sensación inesperada, espontánea e indomable. Cuando estamos enamorados, sentimos dentro toda una revolución de distintas emociones que al combinarse, nos crean estados mentales que nos motivan o desmotivan por completo.

Como asegura la antropóloga estadounidense Helen Fisher en su libro ‘Por qué amamos’, frecuentemente los obstáculos y los peligros en la relación amorosa fomentan la pasión. Cosas como las dificultades sociales o físicas avivan la efervescencia del amor, y las peleas o los rompimientos pasajeros pueden resultar hasta incitantes. ¿Por qué sucede este fenómeno dificultad = atractivo?

Cuando estamos enamorados, sentimos una especie de embriaguez o ansiedad, emociones exaltadas que se estimulan más si tenemos alguna complicación o prohibición con el ser amado. Las trabas y las limitaciones incrementan nuestro interés y entusiasmo, haciéndonos sentir que tenemos un hermoso reto que vencer, para llegar a un estado de pasión superior, que resulta extraordinaria. Por desgracia, normalmente sentimos que el amor logra esta gran magnitud en momentos de mucha dificultad o cuando nos separamos de la pareja.

En nuestra relación de pareja, muchas veces nos preguntamos cuánto tiempo perdurará el éxtasis de amor. Recientemente se han realizado estudios del cerebro que han indicado que el enamoramiento dura usualmente alrededor de 18 meses. Sin embargo, si en la relación surge algún tipo de oposiciones o adversidades, el fuego del amor puede mantenerse encendido por muchos años más.

Sin embargo, cuando la pareja se acostumbra a llevar una vida cotidiana juntos, esa pasión empieza a desaparecer de forma natural. Pero no hay por qué alarmarse, pues ese entusiasmo es frecuentemente reemplazado por unos sentimientos mucho más sólidos de amor sereno y apego a la persona amada.

El sábado a las 2 de la madrugada salí de cenar con unas amigas y regresé a mi casa manejando sola. De repente un tipo se me emparejó en un semáforo y me empezó a pitar y a gritar “¡Ey, hola, hey!”. Yo fingí no verlo ni oírlo y seguí con mi camino, pero en cada semáforo se emparejaba y me seguía gritando “¡Ey, voltea!”. Volteé a verlo y le hice cara de “¿Qué quieres idiota?” y me contestó “¡Baja tu vidrio!”. Le contesté “No molestes”. No se veía borracho sino como en coca o speed, seguro andaba en algo. Bajé la velocidad y esperé a que se alejara pero volvió a emparejarse a mi coche y a gritarme “¡Qué onda!”. Entonces le dije “¡Vas a ver!” y tomé mi celular, simulé marcar el 060 y pedir auxilio. En realidad no marqué a ningún número, sentí que no servía de nada porque no había una sola patrulla en todo el trayecto de la persecución.

El individuo siguió persiguiéndome y gritándome, yo me mantenía tranquila para evitar perder el control y chocar. Determiné no irme a mi casa para evitar que el tipejo me interceptara ahí y decidí dirigirme a la Delegación para pedir auxilio. El tipo seguía persiguiéndome y gritando, yo aceleré más y él también, venía casi totalmente pegado a mi carro. Llegamos a la división entre la autopista libre a Toluca y la Puerta Santa Fe. Ahí se me cerró y me tuve que frenar, quería obligarme a escucharlo y me gritaba “¡Ey, baja tu vidrio nomás tantito!”. Yo por nada hubiera accedido a caer en su trampa, pero tampoco quise hacerle una seña obscena ni gritarle para no fomentar su ira.

Para cerrarme más el paso, el tipo tontamente se encaminaba hacia la autopista, lo que aproveché inmediatamente para dar un volantazo y subirme de prisa hacia Santa Fe. Él ya no pudo perseguirme porque venían carros a toda prisa detrás, cosa que lo hizo enfurecer y mentarme la madre con el claxon.

Afortunadamente no pasó del susto, pero llegué a la casa alterada y tuve mucho coraje. No podía dejar de sentir tal impotencia y quería matar a ese mamarracho que tal vez acostumbra perseguir violentamente mujeres en el auto, porque no nos engañemos, eso fue violencia.

Decidí no volver a salir sola de noche, pero no siempre es posible que alguien nos acompañe a todas las mujeres. ¿Cómo pasar al súper saliendo del trabajo sin sentirme insegura? ¿O acaso las mujeres debemos dejar de hacer cosas de noche para siempre? ¿O debemos someternos a recogernos el pelo, ponernos gorra, quitarnos aretes y despintarnos la boca para no llamar la atención en el coche? ¿O llamarle al novio para decirle que nos está persiguiendo un imbécil y ponerlo a temblar sin que él pueda ayudarnos en nada?

Mis amigos a quienes les conté lo sucedido me aconsejan que en cualquier situación similar haga lo siguiente: Uno, si el tipo no permite huir de él y se baja de su coche para acercarse al mío, con la pena pero debo acelerar y atropellarlo, mi vida es más valiosa que nada. Dos, siempre llamar a la policía desde el celular y darle las placas del agresor. Tres, tomar rutas donde sabemos que habrá patrullas y casetas de vigilancia. Cuatro, si nos siguen, hacen señas, amenazan o nos chocan, jamás detenernos y tratar de perderse en el tránsito. Cinco, lo mejor es que nuestro coche tenga película antiasalto oscura que evite que nos vean solas. Y seis, leer los consejos de cómo prevenir ser secuestrada.

Desde hacía muchos años había tenido una molestia en la encía, una herida que unos días me molestaba más que otros, pero siempre estaba ahí, no sanaba ni con enjuagues bucales. Se lo comenté un par de veces a mi dentista de cabecera y me dijo que no era nada de importancia, que se me quitaría sola. Sin embargo en los últimos años la molestia empeoró y me di cuenta de que la encía ya mostraba parte de la raíz del diente. Me preocupé más y busqué a otro dentista, quien me revisó, me tomó radiografías y me dijo que en el hueso maxilar se veía una zona oscura, por lo cual “muy probablemente” ¡¡tenía un tumor en el hueso!! Yo me aterroricé.

Me explicó que tendría que hacerme una cirugía que consistía en abrir la encía, explorar el hueso y extraer el tumor que estaba provocando la herida en la encía. Si te describo con detalle cómo me asusté y me preocupé, me quedaría corta. Él me sugirió realizarme esa cirugía cuanto antes y me citó para el día siguiente temprano. Salí de ahí temblando, me subí al coche y empecé a llorar. Pensar que yo había llegado a verlo creyendo que era cuestión de tomar un antibiótico nada más. Me dirigí a mi oficina y pasé toda la tarde buscando en Internet un especialista en encías, es decir, un periodoncista. Encontré a tres en México, les mandé de inmediato un mail contándoles mi situación y pidiéndoles su opinión, para estar un poco más segura antes de someterme a esa cirugía.

Al día siguiente revisé mi correo por la mañana y tenía respuesta sólo de uno de ellos, quien me recomendaba ir a verlo para revisarme y poder darme un diagnóstico, me daba cita de inmediato. Cancelé la cirugía con el médico anterior y así fue como conocí al Dr. Walter González Plata, quien al revisarme me explicó que esa zona oscura es tan sólo una vena normal que alimenta al maxilar, y que la herida de la encía se debía a que seguramente en la encía me cayó resina de los brackets que usé durante la adolescencia y así se lastimó. Por lo tanto sólo sería necesario hacerme un injerto de encía con un fragmento de paladar, para quitarme la molestia y sobre todo proteger la raíz del diente, algo no muy complicado. Imagínense lo feliz que fui, ¡no tenía ningún tumor! Pocas semanas después, el Dr. Plata me realizó el injerto de encía, poco a poco fui sanando y la encía ha quedado bastante bien.

Pero me impresionó descubrir que hay gente sin ética y sin escrúpulos que con tal de cobrar una cirugía es capaz de meter cuchillo y abrirte ¡simulando que tienes un grave problema! Mi recomendación a partir de esto es que siempre que un médico te diga que necesitas ser operada de cualquier cosa, sin excepción consultes una segunda opinión o incluso una tercera si no te sientes plenamente convencida. Imagínate que incluso mi ahora periodoncista de confianza me confesó que aquél “carnicero” había sido un alumno suyo tan mediocre, que él mismo había tenido que rechazarlo en la facultad de odontología. Sentí coraje con aquél médico de segunda, pero también mucha paz de haber buscado la opinión de un verdadero profesional.