15 de febrero de 1819
Angostura

Simón Bolívar

Láminas escolares: la Asamblea Constituyente

Bajo el toldo, en una barca que navega por el Orinoco, Bolívar dicta a los secretarios su proyecto de Constitución. Escucha, corrige y vuelve a dictar en el campamento, mientras el humo de la hoguera lo defiende de los mosquitos. Otras barcas traen diputados desde Caracas, Barcelona, Cumaná, Barinas, Guayana y la isla Margarita. De pronto han cambiado los vientos de la guerra, quizás en homenaje a la obstinación de Bolívar, y en súbita ráfaga la mitad de Venezuela ha vuelto a manos de los patriotas.

Los delegados al congreso desembarcan en el puerto de Angostura, pueblo de casitas dibujadas por un niño. En prensa de juguete se imprime aquí, semana tras semana, El Correo del Orinoco. Desde la selva, el portavoz del pensamiento republicano difunde los artículos de los doctores criollos y avisos que anuncian la llegada de la cerveza, cortaplumas, monturas y soldados voluntarios desde Londres.

Tres salvas de cañón saludan a Bolívar y a su estado mayor. Huyen los pájaros, pero un guacamayo camina, indiferente, con andares de matón.

Los diputados suben la escalinata de piedra.

Francisco Antonio Zea, alcalde de Angostura, abre la sesión. Su discurso compara a esta patriótica villa con Menfis, Tebas, Alejandría y Roma. El congreso confirma a Bolívar como jefe del ejército y presidente de plenos poderes. Se designa gabinete.

Después Bolívar ocupa la tribuna. Los ignorante, advierte, confunden la realidad con la imaginación y la justicia con la venganza... Expone sus ideas sobre la necesaria creación de la Gran Colombia y fundamenta su proyecto de Constitución, elaborado sobre la base de la Carta Magna de los ingleses.

[ Baja la barca hacia la mar ]


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[ Febrero | Memoria del Fuego ]
[ Eduardo Galeano ]

Última revisión: 08/02/02