SANTIAGO.- Esta tarde el Instituto de Salud Pública confirmó la primera muerte por influenza humana en el país. Se trata de Fernando Vera Maldonado, de 37 años, quien falleció ayer en la madrugada en el Hospital de Puerto Montt producto del virus A H1N1, convirtiéndose en el primer deceso por esta enfermedad en América del Sur.

Maldonado, de oficio gásfiter, murió de una grave y súbita crisis respiratoria, y según se informó, habría consultado tardíamente, como en la mayor parte de los casos de influenza humana que se han agravado, pese a presentar síntomas relacionados con el brote.

El director del recinto, Osvaldo Gasc, sostuvo que el sábado en la noche la víctima se había mostrado reticente a ser hospitalizado. El paciente se agravó súbitamente y a las 10 de la mañana del domingo debió ser trasladado a la UTI, donde falleció a primera hora de ayer por una insuficiencia renal y un paro cardiorrespiratorio.

La muerte de Vera Maldonado se produjo 17 días después de que se registrara el primer caso de influenza humana en el país, correspondiente a Ana María Zavala (32).

Zavala llegó a Chile proveniente desde Centroamérica el pasado 16 de mayo, donde los scanners instalados en el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez detectaron que se encontraba con fiebre.

Por esta razón, fue trasladada de inmediato hasta el Hospital del Tórax, donde permaneció internada por ocho días, tras lo cual pudo volver sin secuelas a su hogar.

Ayer, en tanto, se confirmó un cuarto paciente grave en Puerto Montt, que se suma a los otros dos que fueron trasladados desde la misma ciudad a Santiago -uno a la Clínica Indisa y otro al Hospital Clínico de la UC- y a la paciente internada en la Clínica Las Condes.

Hoy la Clínica Indisa informó que el paciente de la Región de los Lagos, Óscar Jiménez, de 40 años, fue conectado esta mañana a un sistema de ventilación oscilatoria de alta frecuencia.

Además, se precisó que Jiménez está internado en el Unidad de Paciente Crítico con un diagnóstico que sigue siendo estable dentro de su gravedad.

Al igual que la mayoría de los pacientes que presentan los cuadros más agresivos, Jiménez tuvo un compromiso respiratorio severo, llamado síndrome de distrés respiratorio agudo, que implica una inflamación pulmonar severa, situación que determinó su traslado a Santiago desde el sur.