Federico Fellini

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Federico Fellini
Federico Fellini
Federico Fellini
Nacimiento 20 de enero de 1920
Bandera de Italia Italia, Rímini
Fallecimiento 31 de octubre de 1993 (73 años)
Bandera de Italia Italia, Roma
Pareja Giulietta Masina (19431993)
Ficha en IMDb

Federico Fellini (n. Rímini, 20 de enero de 1920 – † Roma, 31 de octubre de 1993) fue un director de cine y guionista italiano.

Contenido

[editar] Biografía

[editar] Infancia y juventud

En su infancia, el joven Federico muestra un vivo interés por las películas de Chaplin y los cómics humorísticos estadounidenses, llegando a afirmar en 1966

Es evidente que la lectura intensa de esas historias, en una edad en que las reacciones emotivas son tan inmediatas y frecuentes, condicionó mi gusto por la aventura, lo fantástico, lo grotesco y lo cómico. En este sentido es posible encontrar una relación profunda entre mis obras y los comics norteamericanos. De sus estilizaciones caricaturescas, de sus paisajes, de los personajes siluetados contra el horizonte, me han quedado imágenes felizmente "chocantes", imágenes que de vez en cuando vuelven a aflorar y cuyo recuerdo inconsciente ha condicionado el elemento figurativo y las tramas de mis películas.[1]

[editar] Inicios profesionales

Siendo aún estudiante en una academia de Rimini, el joven Federico envía algunos relatos y novelas a las revistas que Nerbini editaba en Florencia. Hacia 1937-38, con 17 o 18 años, Nerbini le contratará como corrector de las pruebas de imprenta de estas revistas, pasando el joven 7 u 8 meses en Florencia. También ejercerá de guionista de la serie Flash Gordon, con dibujos de George Toppi, cuando el el gobierno fascista prohibe la importación de cómics estadounidenses y los autores italianos han de continuarlas para no defraudar a sus lectores.[1]

En sus inicios también escribió guiones para la radio y secuencias cómicas para actores conocidos como Aldo Fabrizi. Fellini también produjo varios dibujos (principalmente en lápiz sobre papel), a menudo retratos cómicos, siendo así como el joven Fellini conoció el cine: su primer éxito fue como dibujante publicitario para películas. Avanguardista durante el Fascismo, sus primeras obras fueron para la Alleanza Cinematográfica Italiana (ACI), una compañía productora de Vittorio Mussolini, hijo de Benito Mussolini, a través del cual conoció a Roberto Rossellini.

[editar] La fase neorrealista

En 1944, tras la caída del Fascismo en una Roma apenas liberada de las tropas armadas, abrió una tienda de retratos y caricaturas, The Funny Face Shop. El mismo año comenzó su contribución a la película más emblemática del cine italiano de posguerra: Roma Città Aperta (Roma ciudad abierta). Fellini también escribió guiones para otros directores reconocidos como Alberto Lattuada (Sin piedad, El molino del Po), Pietro Germi (En nombre de la ley, La ciudad se defiende) y Luigi Comencini.

Después de colaborar en los guiones de otros films de Rossellini: Paisá (Camarada, 1946) y L´amore (El amor, 1948); y debutar en la dirección junto a Alberto Lattuada con Luces de variedades en 1950, su primera película en solitario como realizador fue Lo sceicco bianco (El jeque blanco, 1951) protagonizada por el cómico Alberto Sordi y escrita por Michelangelo Antonioni y Ennio Flaiano. Durante el rodaje de esta comedia entre satírica y burlesca con ecos del omnipresente neorrealismo de la época, Fellini conoció a Nino Rota, el músico que lo seguiría por el resto de su carrera.

[editar] La resonancia internacional

La actriz Giulietta Masina con quien Fellini se había casado en 1943, se convirtió en su musa absoluta y en el personaje físico y sobre todo emocional que fascinó al público de medio mundo en títulos dorados del cine italiano como Almas sin conciencia, Las Noches de Cabiria, La Strada, Giulietta de los espíritus o Ginger y Fred. Otro actor que aparece constantemente en sus filmes es Marcello Mastroianni, quien estudiaba el arte de la actuación en la misma escuela que Massina, y que fue gran amigo del director. De hecho, Mastroianni aparece en algunas de sus películas más importantes, siempre interpretando el papel principal (entre ellas La Dolce Vita y Ocho y medio). Fellini trabajó también con actores como Anita Ekberg, a quien lanzó a la fama, Sandra Milo, los ya citados Sordi y Fabrizi, Anouk Aimée, Claudia Cardinale, Richard Basehart, Sylva Koscina, Freddie Jones o Roberto Benigni.

Los guionistas con los que siempre trabajó (Bernardo Zapponni por ejemplo), lograron encontrar el modo de aunar diálogos y estructuras a la plasticidad, expresividad y enorme personalidad cinematográfica de Fellini (presente en la narrativa, encuadres, temáticas sobre lo onírico, el patetismo, la crueldad, la felicidad, la desolación, lo diferente, lo extravagante, la provocación, el humor, la farándula, lo mediterráneo...), y todo ello llega a desbordar rabiosamente la gran mayoría de sus películas.

[editar] La madurez

Su época de madurez está marcada por su distanciamiento con la crítica y por su pérdida de rentabilidad masiva de cara al mercado coincidiendo con dos acontecimientos clave: al final de la supremacía de los grandes estudios estadounidenses y europeos, y el relevo generacional tan rupturista como radical que se produce en los primeros años 70 en medio mundo se une ahora el auge de la TV como motor del ocio diario de la gran mayoría del público, acompañada de la fabricación de un nuevo invento que cambia el concepto de la industria del cine predominante hasta entonces: el vídeo doméstico.

También ahora, la superación del cine de estructura clásica perjudica la carrera del cineasta ya que, paradójicamente, es ahora cuando el maestro italiano se vuelve —al menos aparentemente— más convencional en sus propuestas y su cine "pasa de moda" en aras de las nuevas corrientes del cine del viejo continente (el thriller de Jean Pierre Melville, el clasicismo filosófico de François Truffaut, el compromiso político de Pier Paolo Pasolini, las innovaciones estéticas y formales de Bernardo Bertolucci, el lirismo poético y metafísico de Andréi Tarkovski, el auge de los nuevos y jóvenes creadores (Rainer Werner Fassbinder, Wim Wenders, Carlos Saura, Ken Russell, Vilgot Sjöman, Hristo Popov). Sin embargo es, en este momento, cuando Fellini se vuelca en hacer obras más pequeñas y personales, con menor presupuesto pero de encomiable envergadura artística, ya que esta crísis profesional no resta valía a los proyectos que va rodando y estrenando y, ciertamente, cualquier cinéfilo recuerda vivamente I clown (Los clowns, 1970); Roma de Fellini (Roma, 1972); Ensayo de orquesta (1979) o E la nave va (Y la nave va, 1983).

[editar] Filmografía

Hay tres momentos en la filmografía de este director: Sus inicios, en constante coqueteo con la corriente neorrealista predominante en el cine italiano de los 40 y 50, y en aras de encontrar un estilo propio que le definiera como creador (de El jeque blanco a Almas sin conciencia pasando por la estupenda Los inútiles (I vitelloni, 1953); la resonancia internacional y conquista de las taquillas de todo el mundo, Óscar incluidos (La strada, Las noches de Cabiria, La dolce vita, Julieta de los espíritus, El Satiricón, Casanova y Amarcord); y la época de madurez, marcada por su distanciamiento con la crítica y por su pérdida de rentabilidad masiva de cara al mercado.

[editar] Como director

[editar] Como guionista

[editar] Referencias

  1. a b Declaraciones de Federico Fellini en 1966, recogidas por Bertieri, Claudio en Los comics humorísticos "a la italiana" para la Historia de los Comics, volumen II, fascículo 14, Editorial Toutain, Barcelona, 1982, pp. 365 a 372.

[editar] Enlaces externos

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