QUITO.- Un estudiante de la Facultad de Economía de Quito es el único civil muerto en la insubordinación de la tropa policial y de un sector de los militares en Ecuador, que dejó cuatro víctimas mortales más, todas ellas uniformados, confirmó hoy el ministro de Salud, David Ciriboga.
Asimismo, dijo que los hospitales de la capital atendieron a 193 pacientes. De ellos, 132 con lesiones leves, 43 de estado moderado, 16 pacientes graves y 6 personas están en terapia intensiva.
Uno de los efectivos muertos fue el que formó parte del operativo para evacuar al presidente Rafael Correa del Hospital Policial donde estuvo retenido durante toda la jornada de ayer. Miles de televidentes lo vieron caer en la calle a través de las tomas de televisión.
Él deja a su mujer y a un niño que cumplirá la próxima semana dos años, según revelaron medios de comunicación locales. También se reportó que la fiscalía de Guayaquil recibió 50 denuncias de robos y saqueos en almacenes y bancos, ante la falta de resguardo policial en las calles.
Ecuador se mantiene bajo estado de excepción (sitio) hasta la próxima semana. El ministerio de Educación dispuso la reapertura de clases en escuelas y colegios para el lunes y los aeropuertos locales e internacionales empezaron a operar con normalidad, tras el cierre impuesto ayer como consecuencia de la toma de que fueron objeto por militares y Policía de Migración.
Los patrullajes policiales han vuelto a las calles así como a la dirección del tránsito vehicular, mientras la seguridad del Palacio de Gobierno, donde despacha el presidente Correa, está en manos de 250 militares que acordonan el lugar.
Duelo. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, decretó hoy tres días de duelo nacional por las muertes en la crisis que estalló ayer, tras las protestas de policías de tropa en rechazo a la eliminación de incentivos profesionales, al tiempo que se anunció el nombramiento del nuevo comandante general de la Policía.
El ministro del Interior, Gustavo Jalkh, señaló que el general Patricio Franco fue designado en reemplazo de Freddy Martínez en el cargo de comandante general de la Policía. Durante la conferencia de prensa donde fue presentado, Franco pidió al pueblo "que confíe" en los policías, un requerimiento que repitió Jalkh, quien aseguró que la revuelta de ayer la protagonizó "un puñado de insensatos, desquiciados, que actuaron de manera violenta".
Aseveró que durante esa jornada se vivieron "horas oscuras" en la institución policial, en la que se harán depuraciones "con justicia" y no con "purgas ni actos de persecución". Al relatar los sucesos de ayer, cuando el jefe de Estado quedó atrapado en un hospital tras la protesta de policías de tropa, Jalkh señaló que en las manifestaciones había "infiltrados" vestidos de policía que manipulaban a la gente.
Reiteró que la integridad del jefe de Estado estaba en peligro por lo que idearon mecanismos para rescatarlo. Para Jalkh, las personas que acudieron a respaldar a Correa a las afueras del hospital o sus cercanías, fueron "brutalmente" repelidos por un "grupo de desquiciados que utilizaron las armas" que debían usar para proteger al pueblo.
Confirmó que el auto en el que evacuaron a Correa "fue impactado reiteradas veces con disparos de fusil" lo que, a su criterio, demuestra que el levantamiento no era por reinvindicaciones ni alzas salariales.
Agencias AFP, AP y EFE
