domingo 10 de febrero de 2008

Por qué ser radical...


Por CLAUDIA GUEBEL ...porque no pueden conciliarse la lógica de la institucionalidad política con la lógica basada en el carisma personal de un dirigente político de moda.



Encuentro al menos dos razones que explican esta situación. La primera, da cuenta que la institucionalidad de los partidos políticos sólo está basada en la aplicación y en el respeto de sus reglas y de su organización. Por ende, esta organización es de carácter impersonal. En cambio, las organizaciones que reposan exclusivamente en el “carisma” de sus líderes son, por naturaleza, autoritarias.Un verdadero partido político es una especie de sistema político en miniatura, ya que cuenta en su interior con variados componentes que interactúan entre sí, dándoles vida y dinámica propias. Los hábitos, las reglas, las costumbres, los comportamientos, las tradiciones, las lealtades partidarias, la cultura política, el sistema electoral, la distribución de incentivos, su organización específica, el tipo de coalición dominante que ejerce el poder, entre tantos otros componentes, sin lugar a dudas enriquecen la vida interna partidaria y contribuyen, en esencia, al juego democrático.Por eso es bueno analizar cómo están funcionando en la actualidad los partidos políticos argentinos, en términos de su dinámica organizativa, es decir, considerando su existencia en un lapso prolongado de tiempo.Sabemos que los partidos políticos son fuertes generadores de desigualdades hacia la propia estructura organizativa, esta es su esencia y a nadie debería sorprender.





Sin embargo, nos interesa reconocer cuál es el ambiente dónde efectivamente operan, en qué contexto compiten por el voto y cuál su estrategia. Hoy resulta casi extemporáneo escuchar hablar a dirigentes políticos que pretenden encarnar en su persona la guarda moral y ética de la Nación, decir que el único objetivo que tienen los partidos tradicionales argentinos es garantizar su “supervivencia y equilibrios de intereses particulares”.



De más está decir que el primer objetivo racional de cualquier partido político viene dado por la realización de una “causa común”, este es el caso de nuestra querida Unión Cívica Radical que nació, precisamente, como respuesta al Régimen oligárquico de dominación y su fiel ideario, está representada por la causa de los desposeídos.



Es que nuestro Partido, a lo largo de su centenaria historia logró con sus más y con sus menos, con sus momentos de fricción y de unidad, hacer predominar los incentivos colectivos que estuvieron y están representados por la distribución homogénea, entre los propios miembros, de un sentimiento pleno de identidad política, restableciendo lazos de solidaridad social y ética, y desde luego, delimitando su componente ideológico ante desviaciones coyunturales. Tan importante resulta analizar la vida interna de los partidos en la actualidad, que la institucionalización partidaria como la lograda por la Unión Cívica Radical, sólo es posible mediante la incorporación de valores comunes y de la doctrina que refiere a los fines de los fundadores del partido. No de un liderazgo pasajero, intemperante, furtivo, que reclama para sí, la asimilación de los partidos que gravitan en el sistema político.La Unión Cívica Radical se constituye en potente diferencial respecto de aquellas organizaciones que basadas, pura y exclusivamente en el “carisma” de un líder, transmuta en una organización inestable, que por su esencia autoritaria desalienta los procedimientos que regulen y prevean acciones arbitrarias, desvíos ideológicos y caprichos antojadizos de sus líderes.Quizás sea el debate más importante que debamos poner de relieve por estas horas. La presencia de un líder carismático no garantiza el reforzamiento de la organización porque el control de la misma, se le escaparía de sus manos.



Por eso, y como vemos a diario en el caso de la titular de la Coalición Cívica, es ella quien monopoliza la elaboración de los fines ideológicos, es ella quien selecciona la base social, es ella quien controla las zonas de incertidumbre y es ella quien distribuye los incentivos (premios y castigos). Es decir, que se reserva para sí, un dominio completo sobre la organización.Me pregunto qué puede tener de atractiva esta propuesta desde el punto de vista del crecimiento de los miembros que anhelan pertenecer a una organización, ya que omite entre tantas cosas, la necesaria previsibilidad de las acciones en un marco democrático interno.



Nosotros, los radicales, tenemos el privilegio de contar con una organización sólida, articulada a lo largo y ancho del territorio argentino. Una coalición dominante ha llegado al fin de su mandato para dar paso a la siguiente. Esto es lo maravilloso de las organizaciones políticas estructuradas de forma democrática. El juego interno por el acceso al poder es un sano y apetecible instrumento que no muchos actores del sistema político están en condiciones de afrontar. En ello descansa la fortaleza de nuestro Partido y por ende, de la democracia argentina. Motivos más que suficientes, que alientan la participación y el entusiasmo militante de quienes luchamos por un radicalismo siempre renovado y a la altura de las circunstancias.



Claudia Guebel.



Convencional Nacional Capital Federal.

RECONSTRUYENDO EL MARTIRIO DEL DR. ARÉDEZ, por Hipólito Solari Yrigoyen

SENADOR NACIONAL (MC) Dr. Hipólito SOLARI YRIGOYEN
DOCTOR LUIS ARÉDEZ

EL MARTIRIO DEL DR. LUIS ARÉDEZ, por el Dr Hipólito SOLARI YRIGOYEN




Recogiendo la iniciativa del intelectual entrerriano Enrique Pereira, Nuevos Derechos del Hombre ha iniciado una investigación sobre la desaparición del médico y político (UCR) Luís Arédez que había sido intendente hasta el golpe de Estado de 1976, de la localidad de Libertador San Martín, Jujuy, elegido por un frente electoral.

Arédez fue secuestrado por primera vez en la madrugada del mismo día del golpe de Estado, el 24 de marzo de 1976, por una patrulla militar que se trasladaba en una camioneta del Ingenio Ledesma, manejada por un empleado del mismo llamado Juan de la Cruz Kairuz, ex jugador de fútbol del club Atlanta. El Área represiva de la zona era la 323 cuyo jefe era el coronel Carlos Néstor Bulacio que había actuado en el Operativo Independencia que, entre muchas tropelías cometidas en la provincia de Tucumán, asesinó al destacado dirigente de la UCR, Angel Pisarello y destruyó con explosivos la sede del Comité de la Provincia que este presidía. Arédez estuvo desaparecido dos meses. Y luego, como preso legalizado, fue llevado primero a la cárcel de Villa Gorriti en San Salvador de Jujuy y después al penal de La Plata. El traslado de Arédez y de otros numerosos presos políticos, se hizo en un avión Hércules. Los hombres fueron alojados en La Plata y las mujeres en Villa Devoto. Cuando el médico fue liberado un año más tarde volvió a Libertador San Martín y reanudó el ejercicio de la medicina como pediatra en el Hospital Escolástico Zagada en la localidad de Fraile Pintado a 15 kms. de su residencia.

El viernes 13 de mayo de 1977 cuando Arédez regresaba en su auto de Fraile Pintado a su domicilio fue secuestrado nuevamente. Su vehículo apareció abandonado en el Jardín Botánico en Buenos Aires. Desde entonces permanece desaparecido. Según se ha sabido, junto con otros secuestrados de Libertador General San Martín y de Calilegua, que en su mayoría eran trabajadores de la empresa Ledesma, fueron trasladados al centro clandestino de Guerrero, uno de los dos que existieron en la provincia de Jujuy; el otro fue la Jefatura de Policía. La custodia del centro de Guerrero estaba a cargo del Ejército por la mañana, de la policía por la tarde y de la gendarmería por la noche. Ahí fue visto por el detenido Humberto Campos (legajo 2545 de la Conadep). El testigo dice que los secuestrados en Guerrero, como el Dr. Arédez, estaban en muy malas condiciones físicas ya que presentaban cuadros de gangrena en los ojos, manos y piernas y que varios de ellos deliraban. El Area represiva 323 que actuaba en Jujuy dependía del Comando del III Cuerpo de Ejército, a cargo del general Luciano Benjamín Menéndez. El interventor de la dictadura en la provincia de Jujuy era el general Fernando Urdapilleta.

Tras la desaparición, el Dr. Arturo Oñativia, que fuera ministro de Salud Pública en el gobierno de Arturo Illia, habría hecho infructuosas gestiones para conocer su paradero, lo mismo que el propio Illia y Ricardo Balbín, presidente del Comité Nacional de la UCR, quien conectó a la familia con un abogado, que le dictó por teléfono el texto del primer recurso de hábeas corpus que se presentó en Jujuy. Un año después de la desaparición del Dr. Arédez, en junio de 1977, se hizo otro procedimiento ilegal en el domicilio de la familia. Formó parte del grupo represor en esta ocasión el mismo Juan de la Cruz Kairuz que manejaba la camioneta del ingenio Ledesma en el primer secuestro. Los familiares del médico, han brindado testimonio de la participación de este sujeto.

Luís Ramón Arédez, nacido en el Ingenio La Corona de Tucumán el 21 de noviembre de 1929, era hijo de Luís Ramón Arédez y de Esperanza Eulalia Sagues, esta nacida en Barcelona, España. Se graduó de médico en la Universidad Nacional de Córdoba. Se casó en Villa La Trinidad, Tucumán, con Olga del Valle Márquez, odontóloga y profesora, fallecida en 2005. En Córdoba, en la localidad de Las Peñas comenzó su ejercicio profesional. Ahí nacieron sus dos primeras hijas Olga y Adriana y una tercera que falleció porco después. En 1958 fue contratado por el ingenio Ledesma, donde nace su tercer hijo Luís Ramón. Al año siguiente fue dejado cesante por la empresa, quien habría tenido en cuenta para hacerlo, la disconformidad con los altos costos de la lucha emprendida por el médico contra la excesiva mortalidad infantil que se producía durante las zafras. En señal de protesta los obreros pararon sus tareas y Arédez fue reintegrado a sus funciones. No obstante, concluida la zafra, cuando los trabajadores volvieron a sus lugares de origen, especialmente en Bolivia, fue despedido en forma definitiva. Presidía la empresa Ledesma en ese entonces el Dr. Carlos Pedro Blaquier, quien, como amigo del gral. Perón, voló en el charter que trajo al mismo a la Argentina, después de su exilio en España.

Después de su cesantía en Ledesma, Arédez fue designado director del hospital Salvador Maza en Tilcara, localidad donde nace su último hijo, al que en homenaje al Dr. Balbín le pusieron el nombre de Ricardo Ariel. Cuando fue elegido intendente en los comicios de 1973, Arédez amplio el ejido urbano de Libertador General San Martín, con lo que el ingenio Ledesma tuvo que pagar impuestos, aunque solo lo hizo en una ocasión. Su desaparición se está investigando (2008) en la causa “Arédez Luís Ramón s/ desaparición. Expediente No 159 Letra A”, del Juzgado Federal No. 2 de Jujuy.
HIPÓLITO SOLARI YRIGOYEN
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EL COMITÉ NACIONAL DE LA UNIÓN CÍVICA RADICAL RINDE HOMENAJE AL DR. ARÉDEZ
El Comité Nacional, cuando fuera encabezado por el correligionario Iglesias, rindió tributo al mártir radical Arédez en forma oficial
UCR recuerda al Intendente Arédez. En nota firmada por el presidente del Comité Nacional de la UCR, Roberto Iglesias, recuerda el caso de Luis Arédez.
Es uno de los casos más claros de los objetivos que se habían fijado los responsables del golpe militar de 1976 y de toda la represión desatada por el terrorismo del estado a partir de esa fecha.
Luis Arédez era el intendente radical de GeneralSan Martín, en la provincia de Jujuy, un pueblo más conocido por el nombre de Ledesma, porque allí se encontraba el ingenio de la familia Blaquier.
Este médico rural, que había sido director del Hospital de Tilcara en Jujuy, abandonó su vida tranquila y cómoda para dedicarse a la defensa de los trabajadores de la zafra y llevó adelante una decidida acción frente a los abusos de la empresa azucarera.
El mismo día del golpe militar fue detenido junto a otros trabajadores, estudiantes y profesionales, cuyas familias también fueron víctimas de amenazas y saqueos. Estuvo detenido y desde la cárcel seguía alentando las acciones de resistencia al régimen instaurado. Por poco tiempo recuperó su libertad, para ser finalmente secuestrado y desaparecido.Su esposa, Olga Márquez, sostuvo dignamente los ideales de Luis, participando de la fundación de las Madres de Plaza de Mayo junto a Azucena Villaflor, y reivindicando la memoria y las luchas por la libertad durante toda la dictadura y hasta el mismo día de su muerte, paradójicamente, afectada por la contaminación proveniente del mismo ingenio.
Para el Comité Nacional de la UCR se hace un deber recordar en este tiempo, a quien fuera un representante de nuestro partido y también un defensor acérrimo de las causas populares, víctima y desaparecido del golpe militar del que se cumplen 30 años.Vaya este homenaje en su memoria y de la lucha sostenida en beneficio de la libertad y de los derechos de las personas. http://64.233.169.104/search?q=cache:fpRi8IdsRgIJ:www.revistarenovacion.com.ar/debate/debate11.htm+ucr+luis+ar%C3%A9dez&hl=es&ct=clnk&cd=10&gl=ar&client=firefox-a