viernes 18 de enero de 2008

MARTÍNEZ GUERRERO, GUILLERMO, por Enrique Pereira


MARTÍNEZ GUERRERO, GUILLERMO (…..-1955) Fue don Guillermo un muy importante dirigente del Radicalismo bonaerense, con especial influencia en la zona de General Madariaga.


Desempeñó diversos roles en la vida partidaria, tanto a nivel local y provincial, cuanto nacional.
En la década de los ’20 integró la Convención Nacional (1922-1924) y fue diputado y senador provincial.


En 1928 fue elegido diputado nacional, siendo interrumpido su mandato por el golpe setembrino.


Su tarea parlamentaria fue significativa y lo demuestran las numerosas iniciativas de su autoría, entre ellas el proyecto creando una industria frigorífica argentina y la creación de la Dirección de Aeronática Civil y Transportes Aéreos Comerciales.


Su lucha en la década infame fue notoria y valiente y en 1946 volvió a la Cámara de Diputados, integrando con gran solvencia, un lugar en el famoso “Bloque de los 44”.


Fue, asimismo, un gran deportista, volcado apasionadamente hacia la aviación, alcanzando su brevet de piloto civil en 1925. Prcaticço ese deporte hasta que en 1930 un grave accidente casi le cuesta la vida.


Martínez Guerrero fue un político corajudo y un hombre generoso y solidario y junto a su mujer, la dirigente Doña Ana Rosa Schlieper, formaron un hogar, en el cual el culto a los ideales radicales fue una cosntante cátedra y una singular práctica. (1)
Nació Don Guillermo en la ciudad de Buenos Aires el 20 de julio de 1881, hijo de Guillermo Martínez Iutño. Quen anduvo en política y fué intendente y concejal de General. Madariaga, A su impulso se le debe la erección de la primera sede comunal-
También fue un empresario progresista que incursionó en el turf , en la industria saladera , en comercio exterior como importador y exportador, encarando en los campos de su esposa, la explotación de obrajes para el desmonte y aprovechamiento de leña y carbón para a din de sustituir importaciones, industria que generó una importante demanda de mano de obra, llegando a ocupar más dequienientas persoinas en esa labor.

Extrajimos de una pàgina de Interrenet los siguientes comceptos: “GUILLERMO MARTÍNEZ GUERRERO se casó el 20 de mayo de 1918 con Ana Rosa Schileper, una mujer excepcional que habría de ser la compañera de toda su vida y madre de sus tres hijos (GUILLERMO, CARLOS y ANA ROSA MARTÍNEZ GUERRERO de FRERS), pero quien además de compartir sus convicciones y luchas en en el campo político y social, tenía con empuje y méritos propios una intensa actividad de solidaridad y ayuda a los más necesitados, a los niños y jóvenes desprotegidos, a las mujeres y a los refugiados y apátridas, que la hicieron merecedora de numerosas distinciones internacionales.
"Fué ella fundadora de la Conferencia de San Vicente de Paul en nuestra ciudad, que atendió colegios, asilos y el hospital, punto de partida de una larga trayectoria de servicios contínuos a la comunidad, que culminó como Delegada de las Naciones Unidas para la atención de los refugiados al morir en 1964. “
“ANA ROSA, también se trasladó a Ushuaia en 1934 cuando su marido fué detenido junto a otros convencionales del radicalismo que estaban reunidos en Santa Fe y fueron acusados de un complot revolucionario, compartiendo los australes días de confinamiento con dirigentes de la talla de HONORIO PUEYRREDÓN, RICARDO ROJAS, JOSÉ LUIS CANTILO, MARIO GUIDO, ADOLFO GÜEMES y tantos más, recibiendo una cálida recepción por el pueblo de Madariaga al volver del destierro.”
“Por entonces, MARTÍNEZ GUERRERO ya había convocado a Madariaga a un joven médico, el Dr. ABELARDO M. COSTA, que años después sería su sucesor en la conducción del radicalismo, pidiéndole que se hiciera cargo de la atención de los enfermos sin recursos, aunque desde la oposición no podía prometerle cargo alguno, ni siquiera acceso al Hospital Municipal, brindándole sólo su apoyo moral y la confianza de sus amigos. COSTA cumplió con creces el pedido de MARTÍNEZ GUERRERO, se ganó el cariño de la gente y lo siguió en la senda política, resultando en 1948 electo Intendente Municipal después de dieciocho años de producido el derrocamiento de IRIGOYEN.Pero para comprender quien fué GUILLERMO MARTÍNEZ GUERRERO, más que los cargos que ocupó y los proyectos que impulsó, es necesario recurrir a los recuerdos que dejó un hombre inmensamente bueno, que bajo una apariencia distante y casi arrogante para quien no lo conocía, escondía un espíritu comprensivo y solidario, siempre dispuesto para atender los problemas y poner él lo que fuera necesario para traer remedio a una situación.Hace cincuenta años, lo despedían diciendo: "Ha muerto "El HOMBRE", su nombre queda flotando al viento como airosa bandera, porque bandera ha sido, es y será Don GUILLERMO MARTÍNEZ GUERRERO".Homenaje de la UNIÓN CÍVICA RADICAL, 30 de Noviembre de 2005”.

(1) S/ G. Martínez Guerrero: cfr. Del Mazo. op. cit. y datos y fotografía (sin duda de un periódico de la época) fueron generosamente facilitados por el desaparecido gobernador de Buenos Aires Dr. Alejandro Armendáriz.

MARTÍNEZ, GREGORIO N., por Enrique Pereira

MARTÍNEZ, Dr. Gregorio N. (1883-1955) Prestigioso médico, graduado en 1908, profesor universitario, miembro de la Academia Nacional de Medicina y dirigente de la U.C.R. cordobesa, en cuyos gobiernos fue presidente del Consejo General de Educación en los años 1917 y 1918, ministro de gobierno y diputado nacional en el período 1936-1940.


En 1931 la U.C.R. de su provincia proclamó la fórmula Gregorio N. Martínez – Ernesto S. Peña, que fue retirada ante la abstención general declarada por la U.C.R. debido al veto de la dictadura contra el candidato presidencial del partido, doctor Marcelo Torcuato de Alvear.

En pleno gobierno militar, surgido del movimiento del 4 de junio de 1943, Gregorio N, Martínez aceptó , en 1945, ser embajador en el Uruguay y luego en la República Dominicana, por lo cual fue expulsado de la filas radicales en diciembre de ese año.

Falleció el 19 de marzo de 1955.(1)

[i] S/ Gregorio N. Martínez, cfr. Santillán, op. cit, Tomo V., págs 128/129 y “La Nación”, 20 de marzo de 1955.

MARTÍNEZ, ENRIQUE, por Enrique Pereira


MARTÍNEZ, Dr. Enrique (1887-1938) El doctor Enrique Martínez nació en la ciudad de Córdoba en 1887. Era hijo de don Rogelio Martínez, español, radicado en esa provincia desde hacía largos años.


En la Universidad de Buenos Aires egresó en 1910 el grado de doctor en Medicina. Dedicado al ejercicio de su profesión y a la cátedra, que dictó en la Universidad de su ciudad natal, fue también director de los hospitales Español y San Roque de la capital provincial. En otro orden fue presidente del Círculo Médico de Córdoba y del Jockey Club.


Tempranamente se incorporó a la Unión Cívica Radical en la que ocupó numerosas funciones de responsabilidad, tanto a nivel provincial como en el Comité Nacional partidario


Su prestigio, sentido solidario y una consecuente militancia hicieron que su Partido lo llevara como representante al Concejo Deliberante y luego a la Cámara de Diputados de la Provincia, cuerpos en los que destacó su accionar, a punto tal que resultó electo en 1916 diputado nacional.

De él se dijo que “...ganaba prestigio en las filas populares por la firmeza de sus convicciones partidarias y por su desprendimiento.”


En 1926 la Unión Cívica Radical lo postuló para Intendente Municipal de la ciudad de Córdoba, enfrentando al ingeniero Emilio Olmos, la mas relevante figura provincial de las fuerzas conservadoras, fuertemente enfrentadas con el ideario del Radicalismo.


El doctor Martínez fue vencido en esa oportunidad, más, poco tiempo después, el Radicalismo lo designó su abanderado para la candidatura a la gobernación en 1928, casi en las vísperas de las elecciones presidenciales de ese año. Su triunfo fue muy holgado sobre la candidatura conservadora del ex gobernador doctor Julio A. Roca. Martínez asumio el gobierno de su provincia el 17 de mayo de dicho año.


La muerte del Dr. Francisco Beiró, vicepresidente electo, provocó una nueva convocatoria de los colegios electorales, que eligió para ese cargo a Enrique Martínez. Martínez dimitió el gobierno de Córdoba para hacerse cargo de las funciones de vicepresidente de la República y presidente del Senado Nacional el 12 de octubre de 1928, acompañando al doctor Hipólito Yrigoyen, desempeñándose con la capacidad que fue su característica.


Antes de dos años, -y en los momentos previos a la sublevación cuartelera del ex diputado conservador teniente general Uriburu, ejerció por pocas horas la primera magistratura, (los días 5 y 6 de septiembre de 1930,) teniendo que afrontar las contingencias de ese golpe de Estado que lo destituyó en esa ignominiosa jornada.


Muchas versiones se tejieron desde ese entonces sobre su actuación en tan excepcional y difícil trance. Lo real es que a partir de la usurpación perpetrada por la asonada semifascista., el ex vicepresidente se marginó de la vida cívica. Volvió a Córdoba para ejercer su profesión. Las acusaciones de las que fue objeto provocaron, incluso, que se batiera a duelo con el ex ministro radical Dr. Ábalos, resultando herido el Dr. Martínez.


El fastidio proverbial del diario “La Nación” con respecto a la Unión Cívica Radical, hizo que en la necrólógica del Dr. Martínez, publicada el 21 de febrero de 1938, se estamparan conceptos como este: “Impresionaba como un hombre de temperamento moderado, sin acusado apasionamiento y con una tolerancia no frecuente en el grupo intransigente al que pertenecía.”


Falleció en su campo, en las cercanías de Villa María, el 20 de febrero de 1938, como consecuencia de un accidente de equitación.


En su sepelio, realizado el 21 de febrero en el cementerio San Jerónimo hicieron uso de la palabra el vicegobernador de Córdoba, Dr. Alejandro Gallardo, el ministro Garzón Agulla por el Poder Ejecutivo, que ejercía el Dr. Amadeo Sabattini y allí estuvieron, el presidente del Comité Central de la U.C.R. Dr. Fernando Narvaja, el diputado provincial de la UCR Dr. Arturo Armella y otros destacados dirigentes partidarios.
La caricatura del vicepresidente Martínez fue publicada en la revista "Caras y Caretas", en un edición de 1929 y fue facilitada, hace largos años por el concejal radical de Córdoba Dr. Ernesto Seggiaro.

MARTINA, DORA JUANA, compilado por Enrique Pereira

MARTINA, Dora Juana (1943-2006) Militó desde la escuela secundaria en el Radicalismo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con pasión y firmeza, con energía y con talento. Era incansable y valiente.

Ocupó diversos cargos partidarios y desde 1983 a 1987 fue concejal, sobresaliendo entre sus pares por su enorme capacidad de trabajo y su sensibilidad social, basada esta última en la firmeza de sus convecciones radicales.

Diez años más tarde Dora Martina volvió a representar a su pueblo, esta vez en la flamante Legislatura de la Ciudad Autónoma, período en el que reiteró sus dotes parlamentarias, su claro sentido solidario y su enorme capacidad intelectual.

Diversas iniciativas quedan como su obra en la legislación porteña, especialmente en relación a la niñez y a los ancianos, e igualmente son para el ejemplo su compromiso con los ideales que abrazó siendo muy joven y que defendió, sin miedos, ante difíciles circunstancias, hasta que su vida se tronchó el 16 de enero de 2006 en un accidente de tránsito mientras viajaba sola, conduciendo su automóvil en la ruta de Mar del Plata a Buenos Aires.

Al saberse la noticia de su trágica muerte, uno de su amigos y correligionarios, el Secretario General del Instituto Nacional Yrigoyeneano, Dr. Diego Alberto Barovero, escribió, entre otros conceptos, lo que sigue: “Acaso resulte sobreabundante para quienes la conocieron y quisieron. Pero es difícil sustraerse a la necesidad de escribir unas líneas en recuerdo de esa querida amiga y militante, dirigente ejemplar del radicalismo porteño y que acabamos de perder trágicamente.”

“Me refiero, como es obvio a Dorita Martina.”

“Siempre admiramos en ella esa actitud visceral, ese compromiso femenino (no feminista), esa digna altivez, esa convicción profunda de los que recibieron buenas enseñanzas y por ende las prodigan dìa a dìa.”

“No tenía miedo de llamarse radical cuando muchos hicieron apostasía explicita del partido y la doctrina que los honró o exaltó a diversas posiciones que les reportaron beneficios.”

“Tampoco rehuyó nunca que le dijeran "antiperonista" o "gorila". “Lo asumía porque su certeza democrática y republicana era tan fuerte que no podía permitir que se tergiversara así nomás la historia y que los victimarios fuesen de pronto victimas. Y ella había vivido y sufrido al peronismo en su más puro estado, ese que ahora vuelve asomar redivivo bajo nuevos ropajes que procuran encandilar entre tanta ignorancia.”

“Fue concejal y legisladora por este centenario partido, al que honró y siempre estuvo consustanciada con la causa de los desposeídos, como soñara el fundador Leandro, y por eso su compromiso con los jubilados y la tercera edad.”

“Y por eso sus homenajes a Hipólito Yrigoyen en el recinto y la exposición de la placa en el olvidado paraje del bajo autopista de Brasil al mil, adonde había habitado austeramente el Peludo, cuando tanto pretendido radical desconoce u omite siquiera una referencia al legendario caudillo.”
“Se nos fue inesperadamente Dorita cuando aún tenía mucho para darle a la República y al partido al que dedicó sus años jóvenes y maduros.”

“Por el cariño que le guardamos quienes nos consideramos sus amigos no podemos olvidarla y debemos honrar su memoria concretando la reconstrucción de la U.C.R. que ella soñó para la restauración de la autentica república democrática.”

MARITORENA, ESTEBAN, por Enrique Pereira

MARITORENA, Esteban (…..-1939) Fue una relevante figura del Radicalismo de Tandil, que a su muerte presidía.

En su larga militancia fue, entre cargos, miembro del Comité de la Provincia, convencional provincial, comisionado municipal en Olavarría, diputado a la Legislatura de Buenos Aires, concejal, intendente municiipal de Tandil, durante dos períodos, dejando una tarea relevante tras su paso por el el gobierno comunal.

Falleció el 8 de mayo de 1939.(1)

(1) S/E. Maritorena, cfr. “La Nación, 9 de mayo de 1939,

MARIÑO, Fortunato, por Enrique Pereira

MARIÑO, Dr. Fortunado (1865-1920) Tuvo, desde joven, un importante desempeño político en su provincia, Tucumán, y un heroico comportamiento, como estudiante de medicina, ante la terrible epidemia de cólera de 1886-1887.

Egresado de la Universidad de Buenos Aires en 1888 con una tesis sobre “La melancolía”, Mariño fue diputado provincial en Córdoba, dos veces senador provincial en Tucumán, ministro de Hacienda e Instrucción Pública, profesor de Química Inorgánica en la Universidad de Córdoba, etc.

Posteriormente abraza con entusiasmo los ideales de la U.C.R. y es elegido intendente municipal para el período 1918/1919.

Este destacado médico, empresario y generoso ciudadno, falleció en Tucumán el 17 de noviembre de 1920.(1)

(1) S/ F. Mariño, cfr. Cúttolo, op. cit.