miércoles, 2 de agosto de 2006

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El fútbol y el Espíritu Santo

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Cuando yo era niño, tenía un mundo por jugar; sobre todo fútbol, los días eran largos y amables. Las nubes sobre el cielo de la Patagonia, el horizonte lleno de goles. El juego del trompo y la bolita no podían esperar. También el jueguito del zuncho, que se hacía con el cintillo que traían los barriles de vino, acompañábamos al zuncho con un alambre con vueltita y lo girábamos y girábamos. El frenesí de jugar en la Patagonia. Todo se reducía a una sola cosa. Jugar. También cazar pajaritos con hondas, una maderita con forma de Y, dos elásticos y una bandita de cuero amarrada con hilo al medio, una piedra y chau pajaritos. Ahora aquello puede sonar cruel, en nuestros tiempos no lo era.
Pero de pronto se interpuso en mi vida, Dios. Y junto con Dios, la iglesia de la cual era militante mi abuela, mi abuela María. Mientras mis amigos jugaban y jugaban, yo partía con mi abuela a una iglesia ubicada en calle Arauco, la Metodista Pentecostal, una de las iglesias más recalcitrantemente fundamentalista que existe.
Todo el juego por jugar y yo metido en la iglesia, cantando coritos, hincándome, alabando a Dios, y rezando por nuestras pobres almas perdidas. Debería hacer algo rápido, inventar un juego allí, en la iglesia, ya no soportaba tanta beatitud. Y lo logré. Casi sin darme cuanta inventé el juego más glorioso del cual tengo memoria. Jugué el juego del niño tomado por el Espíritu Santo. El elegido de Dios. Cerraba mis ojos y deambulaba por el recinto hablando lenguas extrañas. La total posesión. Pasaba entre la corrida de asientos haciendo de las mías. Le pisaba los callos al Pastor, siempre hablando en lenguas. Un agarroncito a la chica que me gustaba, un puñete sin querer el chico que me caía mal. Y los hermanos entusiasmados con el niño que lo había tomado el Espíritu Santo. El Pastor con las manos batientes y diciendo, ¡Aleluya, Aleluya hermanos!, alabado sea Dios, Dios está acá y a hecho su obra en este niño. Amén respondía la concurrencia. ¡Amén, Amén, Amén hermanos Alabado sea Dios.

Evidentemente era el mayor espectáculo de Puerto Natales, sino de la Patagonia entera. Esto ocurría todos los sábados. Ya no sentía dolor en ir a la iglesia con mi abuela, sino que esperaba impaciente el sábado para ir y brindar mi función. Fueron dos meses de frenesí religioso. La iglesia aumentó su cantidad de fieles, el Pastor me recibía con honores, verdaderamente yo me sentía un actor de la Paramount de aquel entonces, mi abuela emanaba una santidad nunca antes vista. Durante la semana ya no me regañaba como antes. Me permitía comer todos los dulces del negocio, me trataba con un cariño sobredimensionado. Pero en esta vida todo acaba. Y acabó de la peor manera. Ya que cuando estaba hablando en lenguas, junto a un… zarapalanda belanda rami turonagua, se me salió un: "puta que cansa esta güebá". Primero fue una risita aislada, después toda la iglesia prorrumpió en una carcajada general y hasta ahí nomás llegó mi carrera de niño poseído. Mi abuela me sacó de la iglesia tomado de las orejas, me dejó un mes sin dulces y nunca más me llevo a la Iglesia Metodista Pentecostal. El resto del tiempo, volví a jugar al fútbol, al trompo, las bolitas, al zuncho, a matar pajaritos con honda y a ser el chico normal y juguetón que siempre fui. Amén Hermanos.

miércoles, 26 de julio de 2006

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Mi ocasional amante inglesa

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Mi ocasional amante inglesa llega cada día más linda. Ataviada cada día para la ocasión. Trata de sorprenderme y eso me gusta. Hacemos el amor, de mi biblioteca al pasadizo. Llegamos hasta la puerta de calle, luego volvemos. Siempre incrustados. Arrastrándonos. Llegamos a la cama y todo finaliza una hora después. Michael, su marido, tiene un buen gusto exquisito. Yo lo alabo. Ayer mi amante ocasional inglesa lucía una prenda interior que Michael había adquirido en Victoria's Secret, me contó que le costó 195 dólares, a Michael. Michael tiene buen gusto y eso me gusta.

sábado, 22 de julio de 2006

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"Yo a ti te conozco"

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La madre de mi hijo, de la cual estoy felizmente separado -ella de seguro pensará lo mismo -. Toda mujer que estuvo conmigo está felizmente separada de mí. Bueno... prosigamos; ella obtuvo una beca de especialización en Madrid. Un fin de semana, al igual que yo viajo al centro del pueblo, ella viajo a Italia, a Roma, Llegó al aeropuerto Fiumicino y cansada de los ajetreos aeropuertícolas, se sentó en un sillón esperando su equipaje. Al lado suyo se acomodó un tipo de jeans y gorra gris. Ella lo miró y le dijo: "Yo a ti te conozco". Él sonrío. Ella pensó que era alguien de Puerto Natales, evidentemente era un rostro conocido, o tal vez de Chillán de donde era oriunda, o de Puerto Montt en donde había estudiado. El tipo vuelve a sonreír, y al instante un griterío de chicas insomnes se abalanzan hacía "Yo a ti te conozco", que estaba al lado de la madre de mi hijo. Entonces; cuando las púberes histéricas comienzan la brutal labor del lápiz y el autógrafo, ella se da cuenta. Ella se da cuenta que: "Yo a ti te conozco", era el hijo de Julio Iglesias. Enrique. El tipo que podría ser de Puerto Natales, Chillán o Puerto Montt. El de jeans y gorra gris.
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Poesía en Magallanes

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A toda hora y a cada instante la Patagonia nos brinda su cuota de surrealismo instantáneo. Si metemos en una coctelera un encuentro de poetas en Puerto Natales, una rubia argentina, 3 medidas de Raúl Zurita, una pizca de maletín, un árbol torcido, un gringo slowly y a Madonna cantando "la isla bonita", obtendremos un post redondito.
Haga click acá para ver el post

viernes, 14 de julio de 2006

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La camioneta entró al lado

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Eran las cinco de la mañana y con mi compadre brindábamos una vez más con sidra Real. De repente escuchamos un golpe seco. Mi compadre dice: "Parece que cayó un gato del segundo piso". Yo le digo entonces que brindáramos por el gato que acababa de caer del segundo piso. Luego escuchamos algunas voces en la calle y salgo a ver qué pasa. Vuelvo y le digo a mi compadre que acaba de entrar una camioneta en la casa de al lado.
La camioneta entra a una velocidad de fórmula uno, derriba un árbol, ingresa por el dormitorio de mi vecino, atraviesa el living, también la cocina, mata a un gato y finalmente choca con un bus que estaba en el patio. Sorprendentemente salvan ilesos los tres ocupantes de la camioneta y los cuatro moradores de la vivienda.

Al día siguiente hablo con mi vecina y me dice: "yo grito desesperadamente por mi papá que estaba en el dormitorio en donde entró la camioneta, entonces… no me vas a creer Hugo... que sale de la camioneta, una pendeja, completamente curá, que me dice: "cállate vieja huevona que tanto cahuín armai si no pasó na", eso sí que no se lo voy a permitir, ¿tratarme de vieja a mí?, tú que opinai Hugo". Le digo que yo -que no soy ninguna vieja como ella- tampoco lo permitiría.

jueves, 13 de julio de 2006

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El carancho

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Se apersona subrepticiamente sobre el cielo del despojo del amor. Revolotea luciendo una amplia sonrisa dorada dando palmaditas en la espalda. Posee la firme intención de ser el confesor perfecto del alma desnuda de la amiga inconsolable. A pesar de ser amigo de ambos; el carancho ve la clara posibilidad de engullir lo que quede de la presa para después partir. Muchas veces avizora con mirada zahorí desde la altura, a la pareja que dando tumbos marcha desencajada. Con el fino olfato que lo caracteriza, sabe con certeza que algo huele mal a su alrededor, fija la mirada en los labios, los senos y las piernas de su presa. Ya tiene el cuadro de situación casi completa. Solo falta el final de la película del amor, para que el carancho se presente, ahíto de remilgos, para acompañar en el dolor inconmensurable de su presa. El carancho, ave rapaz y carroñera, batiendo sus alas y dando pasitos de saltimbanqui, consuela a su presa, le habla de una mañana mejor, le dice que: el corazón tiene razones que la razón no entiende, facilita pañuelos y gomas de mascar, un día aparece con una flor, otro, con un verso de su autoría. Se pone histrión, cuenta sus mejores chistes, invita un almuerzo, su cuerpo se tensa y estremece. A él -a pesar de ser carancho- también le gusta Artaud; los helados con crema y ha visto toda la filmografía de Buñuel. El carancho tiene un enorme respeto por la ex pareja de su presa, pero firmemente le dice que era un tipo que en realidad no le convenía. Que él sufría tanto como ella cuando ella sufría. Le dice que vendrán tiempos de alabanza y que él está allí para caminar juntos por ese ríspido trayecto de la desesperanza. Muchas veces logra su objetivo y otras veces debe seguir buscando y volando. Es su misión.
Yo he conocido tres o cuatro de estos caranchos. Uno de ellos se batió en retirada con las alas quebradas y el pico roto. Ahora revolotea por cielos más benignos, en donde no existan karatecas implacables.

lunes, 10 de julio de 2006

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Truco

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Este último sábado estuve en Punta Arenas. Un amigo me invitó a jugar al Truco en el Colegio Alemán. Era una competencia de Truco. La música era cubana, el colegio era alemán y nuestros contrincantes eran croatas. Nos embriagamos con la cerveza Austral y casi al término; nos indigestamos con las empanadas chilenas. Fue una buena noche, al final terminé durmiendo en un somier bengalí.

domingo, 2 de julio de 2006

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Se le murió su marido en la pesca

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Marzo, 25 del 2006, tres de la mañana.
Ella: ¿Oye Hugo yo te conté la historia de mi amiga Marta?
Yo: No, no me las has contado.
Ella: Resulta que mi amiga Marta se le murió su marido en la pesca, el tipo salió de pesca y se fue a pique, estaba borracho y se murió. Ella sufrió mucho en esos días, vio todo, el cuerpo hinchado en la morgue y todo eso, pero resulta que mi amiga pronto se recuperó. Ya a los dos meses tenía un tipo, empezó a salir, a bailes, tomaba y todo eso. Ella tiene dos cabros chicos Hugo, y los deja solos y la muy fresca de carrete en carrete, mira tú Hugo si le pasa algo a los dos cabros chicos, si se les quema la casa y todo eso. Yo le digo: "Marta, tranquila mujer, compórtate, mira que tú tienes dos cabros chicos, preocúpate de ellos mujer". Pero no, ella no entiende, imagínate lo que pensará todo el pueblo de Natales y todo eso. Porque una como mujer debe comportarse ¿o no? Y ella sale y hace su vida como mejor se parezca y todo eso. Dime Hugo ¿tú qué opinas?

Abril, 14 del 2006, dos y media de la mañana.
Ella: ¿Oye Hugo yo te conté la historia de mi amiga Marta?
Yo: Creo que no.
Ella: Resulta que mi amiga Marta se le murió su marido en la pesca, el tipo salió de pesca y se fue a pique, estaba borracho y se murió. Ella sufrió mucho en esos días, vio todo, el cuerpo hinchado en la morgue y todo eso, pero resulta que mi amiga pronto se recuperó. Ya a los dos meses tenía un tipo, empezó a salir, a bailes, tomaba y todo eso. Ella tiene dos cabros chicos Hugo, y los deja solos y la muy fresca de carrete en carrete, mira tú Hugo si le pasa algo a los dos cabros chicos, si se les quema la casa y todo eso. Yo le digo: "Marta, tranquila mujer, compórtate, mira que tú tienes dos cabros chicos, preocúpate de ellos mujer". Pero no, ella no entiende, imagínate lo que pensará todo el pueblo de Natales y todo eso. Porque una como mujer debe comportarse ¿o no? Y ella sale y hace su vida como mejor se parezca y todo eso. Dime Hugo ¿tú qué opinas?

Junio 3 del 2006, cuatro y cuarto de la mañana.
Ella: ¿Oye Hugo yo te conté la historia de mi amiga Marta?
Yo: No.
Ella: Resulta que mi amiga Marta se le murió su marido en la pesca, el tipo salió de pesca y se fue a pique, estaba borracho y se murió. Ella sufrió mucho en esos días, vio todo, el cuerpo hinchado en la morgue y todo eso, pero resulta que mi amiga pronto se recuperó. Ya a los dos meses tenía un tipo, empezó a salir, a bailes, tomaba y todo eso. Ella tiene dos cabros chicos Hugo, y los deja solos y la muy fresca de carrete en carrete, mira tú Hugo si le pasa algo a los dos cabros chicos, si se les quema la casa y todo eso. Yo le digo: "Marta, tranquila mujer, compórtate, mira que tú tienes dos cabros chicos, preocúpate de ellos mujer". Pero no, ella no entiende, imagínate lo que pensará todo el pueblo de Natales y todo eso. Porque una como mujer debe comportarse ¿o no? Y ella sale y hace su vida como mejor se parezca y todo eso. Dime Hugo ¿tú qué opinas?

Junio 20 del 2006, tres veinte de la mañana.
Ella: ¿Oye Hugo yo te conté la historia de mi amiga Marta?
Yo: No, ¿Qué pasó?
Ella: Resulta que mi amiga Marta se le murió su marido en la pesca, el tipo salió de pesca y se fue a pique, estaba borracho y se murió. Ella sufrió mucho en esos días, vio todo, el cuerpo hinchado en la morgue y todo eso, pero resulta que mi amiga pronto se recuperó. Ya a los dos meses tenía un tipo, empezó a salir, a bailes, tomaba y todo eso. Ella tiene dos cabros chicos Hugo, y los deja solos y la muy fresca de carrete en carrete, mira tú Hugo si le pasa algo a los dos cabros chicos, si se les quema la casa y todo eso. Yo le digo: "Marta, tranquila mujer, compórtate, mira que tú tienes dos cabros chicos, preocúpate de ellos mujer". Pero no, ella no entiende, imagínate lo que pensará todo el pueblo de Natales y todo eso. Porque una como mujer debe comportarse ¿o no? Y ella sale y hace su vida como mejor se parezca y todo eso. Dime Hugo ¿tú qué opinas?

jueves, 29 de junio de 2006

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Aristóteles España: Casos de brujos en Chiloé

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Porfirio Pillampel Culco (brujo de Ancud).



Así se titula el libro de la escritora Umiliana Cárdenas Saldivia, maestra rural del archipiélago de Chiloé, quien ha recopilado y escrito historias sobre "este hombre embaucador, del cual se dice que tiene pacto con el diablo", según lo define en la introducción de este interesante trabajo que contribuye a la diversidad de la rica mitología de esta isla del sur chileno.
Para ser brujo dice la autora hay que cumplir algunos requisitos, entre otros, "permanecer durante cuarenta noches consecutivas recibiendo en la cabeza el agua de un río thraiguén para que se le borre el bautismo"; "hacerse fletas con aceite de cristiano, extraído de los cadáveres"; "matar a uno de sus familiares más queridos". Los brujos poseen poderes de acuerdo a la creencia general que viene de la Antigüedad, la Edad Media. Entre los siglos XIII hasta el XVII se les persiguió sometiéndolos a suplicios. Son preferidos los indios, después los mestizos y los blancos deben pagar elevadas sumas de dinero para serlo, a la cofradía, según nos cuenta Umiliana Cárdenas.
Sus poderes son los siguientes: "Pueden volar"; "pueden transformarse en el animal que deseen"; "pueden provocar el sueño a otras personas"; "pueden abrir puertas"; "pueden hacer crecer o decrecer las aguas de los ríos, según les convenga"; "ocasionan enfermedades"; "matan"; "sajan a las personas, ya sea para causarles daño o para utilizar su sangre para firmar los decretos de muerte".
A las personas que tienen la sangre fuerte, no pueden hacerle daño. Para saber quien le tiró el mal, hay que ir a la "Mayoría" donde a través del "Revisorio" o "Mapa" se ve quien le lanzó el "mal", "la rociada" o "el flechazo". El brujo que causa el mal o la muerte desde la distancia se le da el nombre de "Artillero" o "Flechero".
Los brujos son los enemigos más temidos de las familias chilotas. Son envidiosos y tratan de hacer daño a las personas más acomodadas, según la creencia popular.
Umiliana Cárdenas nos cuenta diversos casos, como el de una maestra de escuela que tuvo que abonar una cantidad de dinero a la "Mayoría" o "Casa Grande", como seguro de vida y muestra un documento escrito a mano firmado por ella y los Jefes. Para hacerse Brujo en la Isla de Huar, dice la escritora chilota, hay que besar el poto del chivo que está custodiando la cueva de Quicaví; tiene que barrer con una pichana de arrayán una pieza con piso de tierra, sin dejarle un polvito. Si cumple bien estas pruebas le colocan el "chaleco" y para volar tiene que decir ticruco, ticruco, varias veces; una vez en los aires y si quiere descender tiene que decir ticraco, ticraco, hasta tocar tierra, con lo cual ya queda incluido en la brujería.
Y muchas otras historias como la ocurrida en la isla de Quenac, donde nació el poeta Jorge Velásquez, donde un brujo fue descubierto haciendo el mal a la esposa de un vecino. Al ser sorprendido prometió "mejorarla" a condición de que nunca contaran que el era un brujo. Se trataba de un connotado lugareño. La señora comenzó a vomitar sardinas ya descompuestas en gran cantidad y no había comido sardinas. La mujer sanó y el marido contó esta historia a Umiliana Cárdenas porque el brujo está bajo tierra hace mucho tiempo. Libro ameno que contiene un glosario de palabras relacionadas con estos seres y donde la escritora narra que la soledad, el aislamiento, hacen que los chilotes dejen "correr su imaginación" inventando, creando historias que hace más llevaderas sus días y noches de lluvia.
Este libro fue publicado en Santiago por Editorial Universitaria, 2006. La edición estuvo al cuidado del escritor Eugenio García Díaz y la portada e ilustraciones pertenecen a Guillermo Grez. Los textos fueron transcritos por Sofía Mansilla Cárdenas. La autora ha dedicado su vida a recopilar historias de su pueblo.

lunes, 19 de junio de 2006

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Aforismos

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Yo soy yo y mis circunstancias y mis cuentas de almacén.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche pero no voy a hacerlo.

El amor es más fuerte, pero por favor cambia de desodorante.

Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo; cuando veas a un hombre malo, trata de imitarlo.

Aquella flor que te regalé consérvala, solamente devuélveme los $200.000 que te presté.

Cualquier hombre puede llegar a ser feliz con una mujer, sobre todo si esa mujer nunca se casará contigo

Somos pequeños en el mundo y por eso trabajamos en el circo.

Vienes, me dice que me amas y luego me preguntas si lo quiero completo, todo por el mismo precio.

La mujer tiene ideas cortas y cabello largo, el hombre también.

Cuando se tienen 20 años, uno cree haber resuelto el enigma del mundo; a los 30 reflexiona sobre él, y a los cuarenta descubre que todo el mundo te dice tío.

No creas que te he olvidado, tampoco a tu amante.

No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo al Ministro de Educación.

¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero! Por ejemplo el euro.

Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer. Dicen que la mujer no es mujer mientras no oye lo linda que está de labios de otra mujer.

El amor es una tontería hecha por dos, hecha por tres es un verdadero placer.

El amor y la tos no pueden ocultarse, tampoco el halitosis.

El destino es el que baraja las cartas, nosotros somos los que vamos al casino.

viernes, 16 de junio de 2006

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Loto

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-Recuerdo que fue mucho dinero en aquella época, algo así como 300.000 dólares de ahora.
-Sí fue mucho dinero.
-Estabas muy feliz.
-Si… bastante.
-Lo que no entiendo es, ¿por qué no le regalaste algo a tus abuelos, un par de zapatillas o algo así?
-Mi mamá dijo que ellos no necesitaban nada.
-¡Humm…!

jueves, 1 de junio de 2006

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Mi vecina Natalia

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Tiene una casa confortable, aire acondicionado, sauna, tv plasma, un auto Mercedes y un 4x4. Gracias a su joven marido ha escalado varios escalones en la estima social. La mayor parte del tiempo la pasa sola. El marido trabaja lejos, muy lejos, a veces está en Sudáfrica, otras en Isla Mauricio y otras navegando por allí. Su derrotero siempre es incierto, depende de las mareas y de la buena pesca. Entonces, mi vecina Natalia la pasa sola. Apaga las luces de su casa muy temprano y comienza la función. Se instala en una reposera de su amplio ventanal y observa. Observa todo lo que pasa en las cuatro esquinas que dan a su ventanal, está horas y horas en ese metier. Dice la gente que está enterada de todo, absolutamente de todo lo que pasa en las cuatro esquinas. Conoce al dedillo la pobre vida de Paola, la triste vida de Rosana, el éxito de Roberto, la rutina de Nano y los sobresaltos de Jhoana. Sabe que Elena engaña al marido con Juan, que Carlos se emborracha todos los días, que Susana está embarazada y no se cuida, que el negocio de enfrente languidece. A veces se alegra, otras se pone muy triste. Eso sí; siempre se acuesta muy tarde, amante de la rumorología, no cesa en su afán de enterarse de casi todo. Si no está segura de algo, ata cabos y saca una conclusión que bien puede ser brillante, desquiciada o absurda. Temprano por la mañana la visitan dos o tres comadronas que inquieren detalles de su observación farolera. Ella sonriente las recibe en su casa confortable, con aire acondicionado, sauna y tv plasma; les cuenta lo que ha observado el día anterior. Así; día tras día, noche tras noche. Todo el mundo en las cuatro esquinas, ama, se desplaza, se despereza y vive. Menos ella, que languidece en la reposera y va adquiriendo poco a poco el color exacto de la muerte.

miércoles, 31 de mayo de 2006

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Puerto Natales

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la vaca de mi tía manuela



puerto natales no debiera llamarse puerto natales
sino carreta, trompo, pelota número cinco, trencito a bories;
cierta vez viajando en el colectivo 60 en buenos aires
sentí el olor de la vaca que ordeñaba mi tía manuela,
aquella noche vería bailar a julio bocca en el colón
y de acompañantes el establo, la vaca y mi tía manuela.

otra vez en el tortoni escuchando recitar a borges
se produjo el mismo fenómeno y entonces pensé que yo
nunca salí de mi pueblo, de mi barrio, de mi infancia,
que si yo aterrizo en viena, parís o amsterdam
seguiré siendo un campesino, que si alguna vez ingresé
al incierto desamparo de la poesía fue por la ventana,
por puro molestar; que si alguna vez estuve
en el balcón de la casa rosada fue por extravagancia
pueblerina y eso se me nota, yo soy la tía manuela,
también soy la vaca de la tía manuela.

por eso, para no ofender las narices citadinas
o la nariz de alguna golfa respingada, para poder
entrar al cine a ver alguna de bergman, o para visitar
alguna tenebrosa oficina pública me pongo colonia,
de la mejor, pero indudablemente se me nota;
por eso llevaré para siempre esta historia,
mi historia, la de ser un campesino,
llevaré para siempre este olor, el olor de bosta
de la vaca de mi infancia, y el de haber nacido
en un pueblo que debió llamarse
carreta, trompo, pelota número cinco, trencito a bories.

una mañana en puerto natales



íbamos con mi novia al puerto,
íbamos con mi novia a comprar pescado,
al puerto,
de improviso el cielo estalla,
una bandada de gorriones
se posa delicadamente sobre la nieve;
la nieve del puerto.

me alejé de mi novia,
el pescado se olvidó de mí
y eché a volar con los gorriones.

mensaje a débora en pinar del río



salgo a navegar con mi alma pirata
en mares indómitos de alcohol
dulces putas infectadas de melancolía
vienen a mi encuentro,
la noche sangra en la letanía de un perro
y un tiburón lleno de flores
se encuentra varado en mi abdomen,
en lo alto la cruz del sur
abajo el cementerio; el polvo de los huesos
se funde con el polvo de los caminos,
los turistas trepan a los cerros
cantandocantando
verybonitonatalesyesyes.

a través del insobornable espejo
vemos pasar la velocidad del minuto
nos desprendemos del disfraz
y el espanto de las arrugas
horroriza nuestra conciencia;
llevamos en la frente los crímenes
que por lamentables descuidos
no hemos cometido.

¿a dónde ir con nuestro esqueleto?

el gusano perfectible sabe,
en el truco de la vida
él siempre tiene el as de espadas.

ella era una reina y se llamaba gabriela



la conocí en tres pasos en un año de frágil memoria
alta, de ojos verdes y pétrea como diosa secular,
traía de equipaje el árido norte en la mirada
un bolso de eterna emigrante y dos o tres libros
bajo el brazo, su hechizo fue instantáneo
y al borde de la colina hicimos el amor.

en mi mente siempre está el recuerdo
de aquella antigua muchacha que llegaba del norte
y que amé en tres pasos sobre la colina, en donde
me dijo que para nosotros no habría término ni olvido,
por eso escribo este poema, para ella, la mejor de todas,
ella que era una reina y se llamaba gabriela.

natales



vivo en natales en donde las putas ¡enhorabuena!
son más respetadas que el señor gobernador,
donde mi profesora aún después de cuarenta años
sigue sorprendiéndome con el brío de su ignorancia,
vivo en un pueblo que navega a la deriva
con timoneles 4 x 4 que no conocen el color de la dicha
el sabor de la derrota ni el gusto del desánimo,
alguna vez llegaré a un preacuerdo con este pueblo
de groseros militantes de la inercia inequívoca
en donde el paisaje es lo único que cambia;
en donde la personalidad más destacada es el cura párroco,
en donde un amigo es quien te hiere menos.
algún día llegaré a un acuerdo con este pueblo
que siempre me tuvo en el banco de reservas.
seguramente el acuerdo tendrá que ver con el olvido
y la premura de alejarnos definitivamente.
llegará el momento en que no derramaré una lágrima
desde el balcón gris de mi soledad.
es duro vivir en el incierto girar de natales
en donde cíclicamente se desarrolla el eterno
reality show del duende, el organillero
y la pelirroja que se escapó con el tragasable.
alguna vez podré escribirte algo mejor natales,
mientras tanto no me sale nada más que esto;
palabras, palabras, palabras que se las lleva el viento austral
y que habrá de retornar cual brisa fresca del reencuentro
a instalarse de nuevo en nuestros corazones.

natales vos sabés que a pesar de esto y de todo
yo te quiero, y nunca olvides lo que un día
me dijiste frente al mar "...yo también te quiero".

lejos de natales I



el partir nunca es un acto solitario,
cuando la sombra del viajero se mece
en la luna de otros lares
va con él la dispersa memoria
de aquello que dejó en su camino,
un amor de furia de los mares
el surcado rostro de la madre ausente
dos o tres promesas que no se cumplieron
y en el recuerdo, el mar, el viento, las montañas.

el partir nunca es un acto solitario,
le sigue a su partida el viento inexorable,
el recuerdo de aquel difuso bar
donde entre dimes y diretes se bebe a sorbos
el brebaje incierto del desamparo,
el aroma de los pinos de la plaza principal,
la imagen del orgulloso dorotea
y de la lancha que ingresa a la bahía.

el partir nunca es un acto solitario,
se parte, es cierto que se parte
pero también se queda,
se queda en la retina de los que no partieron
en las calles tantas veces recorridas
en la impaciente espera de los viejos afectos
en las sigilosas estanterías de los recuerdos.

el partir nunca es un acto solitario,
nos acompaña siempre la luna natalina.

lejos de natales II



lejos de este pueblo de putas y caranchos
un sol más alto guía nuestros pasos,
se acaba la daga sutil de la rutina
la certeza del filo de los puñales
la emboscada del profesor de castellano.

lejos de este pueblo de isométricos bastardos
la vida es plena y el corazón en calma,
se terminan los círculos nefastos
los mitos de una estancia apacible
la solapada sapiencia del jurado.

lejos de este pueblo de sierpes insaciables
nos espera un arroyo cristalino
culmina el relincho de nuestro desencanto
el entorno feroz de la ignominia
los poetas que cantan a la nieve.

lejos de aquí fluye la vida
existen los colores, las uvas, los grillos,
hermosas mujeres entre dalias y ambrosía
todo esto existe; lejos de aquí.

domingo, 28 de mayo de 2006

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Mi prima Marion*

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-Dime Hugo: ¿tú no has escrito sobre mí?
-No, nunca he escrito sobre ti.

Mi prima Marión, tiene 44 años, ocho hijos y todavía posee aquella maravillosa sonrisa de niña que nunca abandonó. Cuando tenía 5 años, su padre mató a su madre. Con la misma arma su padre se pegó un tiro. Agonizó y murió. A los 5 años mi prima Marión quedó huérfana. Su madre fue sepultada en el cementerio de Puerto Natales. Su padre fue a parar a una fosa común en Punta Arenas. Mi prima Marión se quedó a cargo de su tío Rubén, hermano de su madre, quien la violó a los doce años. Tuvo su primer hijo. Dicen que el tío Rubén murió implorando piedad para con su alma. Todo indica que la piedad fue denegada. Además, por datos obtenidos directamente del Cielo, se comprobó que el tío Rubén no tenía alma. Mi prima Marión viajó a un país más amigable en donde conoció el reposo y el canto de los grillos. Allí comenzó una nueva vida; como si alguien después de todo esto, puede realmente comenzar una nueva vida. En aquel país tuvo 7 hijos. Siete hijos maravillosos. Mi prima Marión llegó ayer a mi casa, siempre con esa maravillosa sonrisa de niña que nunca abandonó. Y mientras comíamos unos pejerreyes que yo le preparé, me preguntó: Dime Hugo: ¿tú nunca has escrito sobre mí? Y yo le contesté: No, nunca he escrito sobre ti.

*Todos los nombres de esta historia, menos uno, han sido cambiados, lamentablemente la historia es real.

jueves, 25 de mayo de 2006

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El infierno tan temido

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Pueblo chico, infierno grande. Ciudad grande, infierno más grande. Puerto Natales, infierno total. Estoy esperando a mi hijo a que salga del colegio y entra el tipo que trabaja en el banco. El tipo siempre me ha saludado con respeto y hasta diría con un poco de obsecuencia. Esta vez, no. Apenas un leve movimiento de cabeza imperceptible. Gesto típico de que El General Rumor ha sentado sus raíces nuevamente por mi vida. Ya hablaba de esto en un poema. Ahora yo me pregunto: De qué se me acusará esta vez. ¿Habré asaltado a la Luna? ¿Corrupción de menores? ¿Lavado de dinero? ¿Contactos con Al Qaeda ? ¿Proxeneta? ¿Traficante de colmillos de elefante? ¿Mal amigo? ¿Mal padre? ¿Reducidor de especies robadas? ¿Cogotero? ¿Delatador? ¿Vendedor de cocaína? Todo puede suceder en la dimensión desconocida de un pueblo en donde siempre mi suerte fue esquiva. En donde siempre el baile es continuo y siempre sigo sacando a la más fea. De repente dan ganas de apretar el Delete, por lo menos de este blog. Mientras tanto deberé soportar que el tipo que trabaja en el banco siga saludándome con un leve movimiento de cabeza. A partir de hoy yo también habré de saludar al pueblo, con un leve movimiento de cabeza.

miércoles, 17 de mayo de 2006

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Con viento y frío

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En la década anterior, -durante años- vivía pensando en que en algún momento ella, entraría al almacén preguntando por el poeta. Yo. ¿Se encontrará el poeta acá? Nada, nada pasaba, entraban clientes, matronas, vendedores, prostitutas, señoras embarazadas, cojos, mujeres feas, pelirrojas, bizcas, hermosas, petisas, altas, gordas, con lentes, con minifaldas, con acné. Pero ninguna preguntaba por el poeta. Yo. Estación tras estación, ella no llegaba. La primavera con viento y frío y no llegaba. El verano con viento y frío y no llegaba. El otoño con viento y frío y no llegaba. El invierno con viento y frío y no llegaba. En la Patagonia tenemos una única estación; con viento y frío; y no llegaba.
Hasta que un día se presentó el ángel azul. Nada más traspasar el umbral me di cuenta que era ella. Ella, que me libraría de la amistosa complicidad de mi tía Manuela. La que esperaba estación tras estación -con viento y frío- acodado en el mesón del almacén. Me preguntó:
-¿Vivirá acá el poeta Hugo Vera Miranda?
-Soy yo- le contesté.
-Vengo de parte de Ramón Arriagada.
-Pasa- te estaba esperando.

Fue la mayor catástrofe de mi vida. Nunca desees nada firmemente. Se te cumplirá.

sábado, 13 de mayo de 2006

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Aclaración

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Entonces fui a hablar con el profesor y le dije, mire, esta cosa de los bingos no sé hasta cuándo van a seguir con eso le dije yo, ya está bueno que la corten le dije yo. Está bien que ayuden a la gente que nada tiene le dije yo, pero acaso no hay otros organismos le dije yo, que puedan hacer eso y no molestar tanto a los apoderados le dije yo, el tipo se quedo mirándome sin decir nada y le dije: también esa cosa que cada vez que citan a una reunión de curso le dije yo, es para puro sacar plata le dije yo, que una rifa, un curanto le dije yo, ya no hayan qué cosa hacer le dije yo. Sacar y sacar plata le dije yo, ¿hasta cuándo? Le dije yo. Y el tipo no decía nada. Mire, le dije yo, todos tenemos nuestros problemas le dije yo, muchas veces ustedes no saben le dije yo, el sacrificio que una hace le dije yo para mandar a nuestros cabros chicos le dije yo, a estudiar le dije yo, y ustedes plata y plata y más plata y no enseñan nada le dije yo, las cabras chicas salen embarazadas le dije yo y eso ¿por qué? le dije yo, por ustedes le dije yo, que no enseñan lo suficiente sobre el sexo le dije yo, una en la casa claro que le enseña le dije yo, pero eso no es suficiente le dije yo, los chicos cuando yo llego al colegio le dije yo, los encuentro abrazados le dije yo, besándose le dije yo, y ningún profesor cerca le dije yo, pucha una ya está cabriá le dije yo. ¿Y sabes Hugo lo que me contestó el profesor?
-No.
-Me dijo: Usted está atrasada en sus cuotas.
-¿Eso?
-Eso me contestó el weón, entonces le dije yo: ¡Váyase a la concha e' su madre! le dije yo. Y me fui.

jueves, 4 de mayo de 2006

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Los jirones del Milodón

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Por Silvestre Fugellie.

Sucede que a veces tenemos un concepto erróneo de las cosas remotas y más aún si éstas corresponden a figuras legendarias, por no decir fantásticas. En el caso del milodón, un "grypotherium contemporáneo del hombre primitivo que, se supone, fue domesticado por este. Según datos obtenidos en la misma cueva, el perezozo tenía cinco metros de largo por dos de alto, y una pila de latinajos. Lo había descubierto Eberhard y Heinz en 1896; pero no el animal entero sino entero sino un trozo de piel con pelos de color rojo y con varios huesos adheridos. Estudios recientes aseguran que las muestras tendrían unos once mil años. El antro es enorme: ciento setenta metros de ancho por doscientos setenta de largo y cuarenta de alto. Lo único que nos queda del animal a los magallánicos del animal es la caverna, bastante visitada aunque ya solitaria y vacía, a lo menos de sus moradores primitivos. Mateo Martinic en "Última Esperanza en el tiempo" nos informa de cómo fueron desfilando los pedacitos milodónicos: "…lo extraído por Milward y Konrad, además de lo encontrado por Otto Nordenskjold, no fueron los únicos restos de milodón que conoció el mundo científico. Cada uno de los especialistas que trabajaron durante los años siguientes a 1896, extrajo su cuota grande o pequeña de huesos…" En Inglaterra creían que Charley Milward había descubierto un enorme animal antediluviano, un brontosaurio, reptil fósil del jurásico que medía dieciocho metros de largo. Milward fue capitán del vapor inglés Mataura de tres mil seiscientas toneladas de registro, que había naufragado el 12 de enero de 1898 a la altura del cabo Pilar, en la entrada occidental del estrecho de Magallanes, perdiéndose totalmente. Más adelante Milward se radicó en Punta Arenas y fundó un taller de reparaciones y fabricación de implementos marinos, situado en la esquina poniente de las calles Chiloé y Ecuatoriana. El animal hallado por el marino -pensaban los británicos- estaba incrustado en un glaciar sobresaliendo a la superficie sólo una parte pequeña. Milward, con algunas cuadrillas de operarios, había recuperado, armado, salado y embalado en gran cantidad de barricas el cuerpo destazado de la bestia teratológica, que más adelante enviaría al museo de Historia Natural de Soth Kensington. Apartándonos de esta imaginaria y azarosa aventura sobre las vicisitudes entre Milward y el monstruo, la verdad es que efectivamente el marino remitió pequeñas muestras de piel y huesos en un par de cubos; pero el cuero se pudrió durante la travesía por el trópico y sólo llegaron a un destino una masa putrefacta y un montón de huesos. Según Bruce Chatwin, pariente de Milward, el descubrimiento de Eberhard y Heinz con un ayudante de apellido Greenfield y un sueco llamado Klondike Hans, consistió en una calavera y un trozo de piel que tenía dos pies de ancho y cuatro de largo, con un lado lleno de pelo muy duro, incrustaciones de sal y cantidad de huesos adheridos. El doctor sueco Otto Nordenskjold también envió una muestra al museo de Uppsala. Otro tanto hicieron el doctor Francisco Moreno y el geólogo Rodolfo Hauthal al museo de La Plata. Y quizá cuántas más se escurrieron, reales o mauleras como aquellas inolvidables bolsitas conteniendo cenizas del incendio neroniano, siglos después de saltar la chispa infausta. La muestra sustraída por Charley Milward y Albert Konrad fue vendida por éste último a Inglaterra, no científica como podría suponerse, sino simplemente como vulgar negocio. A Konrad, por 1920, se le trastocó el cerebro y vino la manía de acumular pedruscos. Se cuenta que cierta vez le halló Eberhard en plena faena y al inquirirle el por qué juntaba tantas piedras, éste le habría manifestado en forma misteriosa y apenas musitada: "No son piedras, no, Herr Eberhard; es oro, puro oro".
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La mina de carbón de Dorotea

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FUENTE DE RIQUEZA Y DE TRABAJO

(Apuntes de un viaje)

Movidos por el deseo de conocer y de saber lo que ocurre en la región de Dorotea, a 25 kilómetros de nuestra ciudad aproximadamente, nos trasladamos a ese lugar invitados gentilmente por el propietario de la mina "Natales", señor Miguel Rodriguez, el miércoles último.
La impresión recogida en general es desalentadora. Para empezar diremos que el camino que conduce a esa industria es tan malo que los vehículos deben hacer el recorrido en el doble de tiempo, con el consiguiente riesgo de romper la máquina, que como se sabe llega hasta Dorotea para extraer leña y carbón para abastecer las necesidades del pueblo. Lamentable es que haya tanto abandono por quienes tienen la obligación de habilitar y mantener en buen estado esa arteria de tráfico.
Como consecuencia del pésimo estado del camino que ocasiona roturas de consideración a los vehículos motorizados, la leña y el carbón deben pagarse cada vez más caros y esto podría evitarse en parte si el camino ofreciera mayores seguridades, con lo cual como es lógico, el recorrido se haría en menos tiempo. Muchos son los que han reconocido este mal y el beneficio que reportaría el acondicionar mejor este sector y basado en esto, han prometido su ayuda, es decir, obtener el dinero para que esto se haga, pero estas promesas sólo en mínima parte han sido cumplidas y el problema cada vez va adquiriendo mayores proporciones, corriendose el riesgo de que las personas que hacen este trabajo lo abandonen por no convenir a sus interese.

LA MINA DE CARBON

Después de un viaje lento y propenso a quedar en el camino, ya que el vehículo sale de un profundo hoyo para entrar en otro, llegamos a la mina de carbón conociendo en detalle el proceso de la industrialización de este metal. Para ello fue necesario entrar por la boca de mina y llegar al fondo de la galería donde esforzados obreros extraen de las profundidades de la tierra el ansiado carbón.
Simultáneamente se dan a la tarea, en ese lugar, los cortadores de leña y los camiones que son cargados para trasladar este producto al pueblo y un aserradero que elabora madera para las necesidades de la mina, construcciones y otros en pequeña escala.
Es fácil comprender la riqueza maderera y carbonífera que encierra la región del Dorotea y el porvenir que le aguarda, cuyo futuro, tiene que ser obligadamente de enormes proporciones, ya que está llamada a ser, con el correr del tiempo, un campo industrial magnífico.
Con respecto a la explotación del carbón sus actuales precarios medios, deberían ser reemplazados por otros, cuya mejor mecanización y sistema aseguren un mayor rendimiento, ya que este producto de calidad y de incalculable abundancia constituiría una de las grandes fuentes de riqueza y de trabajo con que contará Natales en el futuro.
Pero esto tendrá que ocurrir cuando el Estado se proponga ayudar y estimular a esta industria, proporcionándoles buenos caminos y créditos que permitan a su dueño explotarla en mayor escala, en tal forma que el carbón, aparte de bastecer las necesidades locales, sea vendido en otros mercados.
Constantemente nos estamos quejando de la falta de industrias y trabajo olvidándonos que ahí precisamente hay una, donde se puede absorver a muchos brazos cesantes y que junto con ello, se levantaría una industria que está propensa a desaparecer porque no encuentra apoyo ni comprensión.

LOS POBLADORES DE DOROTEA

A medida que se aproxima al lugar de la mina, se va encontrando con las casas todas dispersas, de los obreros que se dedican unos al corte de leña, otros al trabajo del carbón y los más prestan servicios en la mina argentina de Río Turbio, distante de dos mil metros, más o menos de la frontera. Todos estos viven con sus familias precariamente y son sus hijos los que mayormente sufren las consecuencias, ya que se crecen en un ambiente que no es propicio para su edad. Viven, además en completa libertad, sin que nadie controle sus actos. Muchos de ellos al amparo de esto, se dedican a explotar a sus propios hermanos de miseria.
Consecuencia de esto es que hace unos días atrás, como ya era costumbre, culminó un hecho que ya es de dominio público, cuando gendarmes argentinos al traspasar la frontera y después de beber abundante alcohol, dispararon en contra de indefensos hombres, mujeres y menores, precisamente porque algunos pobladores de Dorotea viven al margen de la ley y las buenas costumbres, circunstancia que aprovecahn nuestros vecinos para violar la frontera cuantas veces quieran y sin respeto para nadie.

Para terminar debemos decir que es imprescindiblemente necesario que nuestras autoridades conozcan en detalle la vida y el proceso industrial que se observa en la mina "Natales" del Cerro Dorotea y se adopten medidas que den más seguridad a cada uno de sus habitantes y a la industria que allí existe.

.-Publicado en "El Austral", 9 de abril de 1954, firmado por TRES "A".

miércoles, 3 de mayo de 2006

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Juan Aguilar Collao: Natales pueblo sorprendente

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Geográficamente hablando, Natales es un pueblo sorprendente situado fuera de la línea de navegación que une al Estrecho de Magallanes con el norte del país y casi perdido en el laberinto de canales y cerros que forman el Seno de Ultima Esperanza, su existencia llama la atención de cualquier turista o viajante.
Efectivamente, Natales es un pueblo que se levanta como un oasis en medio de un desierto con la diferencia que el oasis está rodeado de arenas naturales del clima y Natales, con la bondad vegetal de sus campos; pero que fuera de su órbita y por sus cuatro puntos cardinales pertenecen a una sociedad privada.
Sorprende al estadista la existencia de Natales y cuando afanosamente busca la razón, la encuentra en el origen de la ganadería, llegando a la conclusión que nació al calor de ella, pero que esta industria, desde hace treinta años permanece estancada como si hubiese llegado al maximún de su explotación, ocupando a unos mil obreros en tiempo de esquila, faena que dura un mes y medio y utilizando después unos cuatrocientos o quinientos obreros en el carneo que realizaba el frigorífico Bories, que dura más o menos el mismo tiempo.
Mientras la industria ganadera permanece estacionada, Natales ha aumentado en volumen y población; sus diez mil habitantes ya no caben en el marco de su estructura y se reclama más tierra.
Lógicamente que, junto con el aumento de la población, se le han creado a Natales gravísimos problemas los cuales requieren estudios y planteamientos concretos, que sin mayores dilataciones conduzcan a una rápida e inmediata solución.
Pero en tanto, Natales en medio de todas las vicisitudes vive y efectivamente, vive el bolichero, el tabernero, el comerciante honrado o inescrupoloso, en las noches las casas de tolerancia se hacen chicas para contener a sus víctimas; en fin, todos viven. Hasta los perros y esto no está dicho al azar, porque como en ningún otro pueblo en cada casa hay uno o dos "perritos", y lo tiene el rico y lo tiene el pobre.
Naturalmente que todo esto sorprende al estadista, al turista o al viajante, quienes nos dejan de interrogarse de donde emana o hasta que punto será verdad tanta belleza. Pero nosotros sabemos que la respuesta a esta interrogante está ahí, al otro lado de la frontera, en la vecina república Argentina, donde decenas de cientos de obreros chilenos laboran esas tierras y cuyos jornales constituyen la ubre bondadosa que da viada a nuestro pueblo.
En resumen Natales vive, aunque sea vergonzoso decirlo, en su mayor parte, de las actividades que desarrollan nuestros conciudadanos en la vecina república.

 "El Austral", Puerto Natales 29 de septiembre de 1953.

lunes, 1 de mayo de 2006

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Quiero decirte algo Vera

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Quiero decirte algo Vera, ¡vamos siéntate!, ¿Quieres un café? ¿No? Bueno… tu que escribes debieras escribir sobre lo que te voy a decir, mira, yo en el '65 saqué mi casa en Punta Arenas y te voy a contar quienes vivían en mi cuadra, eran cinco casas, te la voy a detallar en este plano, mira, acá vivía yo, que en ese momento era jefe del programa de autoconstrucción, acá, al lado mío, vivía un señor que era chofer de la ambulancia del Hospital de Punta Arenas, acá vivía un técnico de la Lanera Austral, acá vivía un aviador, un suboficial de la aviación, acá vivía un militar y en esta última casa vivía un gallo que era secretario del Juzgado. Digamos que era una verdadera democracia Vera. Todos nuestros hijos jugaban en el patio de atrás, se mezclaban Vera, compartían sus juegos, sus juguetes y sus sueños, se contaban historias y te digo más, aún ahora se siguen juntando y siendo amigos, por ejemplo, mi hija que ya tiene 54 años, que es gerente de una empresa sigue siendo amiga de Isabel que es parvularia.
En los bailes nos juntábamos todos, usábamos los mismos trajes, la misma ropa, comprada en las mismas tiendas, así el tipo que estaba más arriba como el que estaba más abajo, compartíamos. Ahora todo eso se acabo Vera. Ahora hay un barrio para los pescadores, un barrio para lo que tienen plata, un barrio para los marinos, un barrio para los militares, un barrio para los que no tienen nada, un barrio para las mamás solteras, un barrio para los bomberos. Ya nadie se mezcla, cada segmento tiene sus propios restaurantes, sus supermercados, los niños sus plazas para jugar, sus colegios diferenciados. Te pongo un ejemplo; el Colegio Natales, un colegio privado, creo que a la salida del colegio se ven más 4x4 por metro cuadrado de todo Chile. Eso sí que es diferenciación Vera. Los que van a la Escuela 1 son diferentes a los chicos que van a la Escuela 5 ¿o no?. Claro tu me vas a decir que el paso del tiempo, que todo cambió y todo eso, pero putas que estamos mal Vera ¿o no? Bueno dime ¿te vas a servir un café ¿si o no? Ya... ahora te lo preparo.

martes, 25 de abril de 2006

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Tenis al más alto nivel

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-Oye nano weón, ¿viste el partido de González?
-No
-Le sacó la chucha al austriaco de Lucich, Yucich. O Guzich no sé cómo chucha se llama.
-Ivan Ljubicic, croata.
-Bueno esos weones, antes eran austriacos, después yugoslavos y ahora son… ¿cómo dijiste?
-Croatas.
-Bueno la cosa es que le ganó
-¿Y cómo fue el partido?
-Wueno puh weón, el austriaco sacaba como patá e mula y Fernando tranquilo nomás el weón, calma y tiza compadre, pero lo volvió loco compadre, le cambió too el … ¿cómo se llama
-El ritmo.
-Le cambió too el ritmo, tanto que el yugoslavo pamí que se hizo que estaba lesionado, puta que es bueno González, pamí que es mejor que el Nico.
-¿Y ganó por abandono?
-No si siguió jugando nomás el croata, aunque pamí que se hizo el lesionado nomás el weón, se vio que ya no podía contra González.
-¿y ahora con quién le toca?
- Creo que contra un weón Ereder, Freder, Rederer, no sé como chucha se llama. Seguro que también se va a hacer el lesionado el weón.
-Chao Tuco
-Chao Nano.

martes, 11 de abril de 2006

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currículum vitae

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Una vez intenté ingresar a la Administración Pública. Se trataba de servir café. Servir café a unos peces gordos de la Administración Pública. No a cualquier organismo de la Administración Pública. O sea… cómo te lo digo, a ver… te pagaban $500.000 por servir café. Obviamente que los postulantes eran numerosos. La mayoría egresados de universidades públicas o privadas. Como yo en mi casa me caracterizo por servir un buen café, creí estar preparado para realizar esta loable labor. Lo había hecho en casa gratis durante años, bien podría hacerlo en la Administración Pública por $500.000. Pero la postulación era un tanto complicada y aunque yo corría con el caballo del comisario, debería acatar las normas de la probidad impoluta del dictámen de la sacrosanta legislación chilena.
Para empezar debería leerme un mamotreto de la Nueva Legislación de Justicia, o algo así. Lo leí. Lo estudié. Me lo aprendí de memoria. Me sacaría nota con distinción. Foto de frente y de perfil. Me costó, pero también lo hice. Y lo más difícil fue mi currículum vitae. Ya que después de haber trabajado de: lavacopas, ayudante de cocina, periodista, relacionador público, de guarda ropas, en la construcción, de almacenero, en una fábrica de plástico, de tener 3 años de psicología, de dirigir un par de revistas literarias, de trabajar en una fábrica de helados, de ser encargado de hotel, de ser corrector de pruebas en una imprenta, y etc y etc. No tenía la fineza y prestancia para el cargo en cuestión. Servir café. Servir café para algunos peces gordos de la Administración Pública. Al final no quedé… por falta de currículum.

Ahora yo me pregunto, si te piden tantas cosas para postular para servir café, entonces… ¿es qué nadie pide nada para establecer una relación de pareja, incluso para llegar a casarse? Eso no puede ser. Antes que nada el currículum. Pedírselo a las tres o cuatro parejas anteriores de la dama (¿todavía se dice dama?), o del varón (todavía se dice varón?). Personalmente podría contar una película de terror de aquella bella y sentimental jovencita que un día toco a mi puerta pidiéndome un libro de Hermann Hess, que comenzó siendo una suave muchacha desamparada y devino finalmente en una bruja de Salem. De aquella otra que la encontré descalza en medio de la avenida y luego me robó el corazón y la billetera. De la que me juró amor eterno y luego se acostó con un colega. De la que le encantaba la poesía y me engañó con un poeta. De la que lloraba de emoción frente al mar y se fue con un marinero.
Otras que llegaron con fama de Femme Fatale y fueron unas diosas. Una que llegó con heridas de guerra y fue bendecida y curada. Ella misma me bendijo y me curó. La que vino arrogante y orgullosa y que luego comprobé que era una princesa suave y tierna.

Yo también tengo mis bemoles, soy lo que se dice en la jerga especializada, un caso patológico. Suelo ser brillante a veces, poeta a veces, bestia a veces, tarado a veces, hipocondríaco a veces, tonto a veces, mal tipo a veces, un ser anodino a veces, un tránsfuga a veces, insoportable a veces, un genio a veces, carismático a veces, atolondrado a veces, y casi siempre -como dijo mi profesora de escuela- un palurdo bueno para nada- todo eso puede entrar en mi currículum. Eso y mucho más. Definitivamente debemos pedir el currículum, yo estoy dispuesto a darlo a quien quiera necesitarlo. A partir de hoy. Toda aquella persona que quiera recabar datos sobre la mujer que en determinado momento compartió su vida con la mía, puede escribirme a mi correo que figura en el blog. O llamarme a mi teléfono que figura en la guía.

Absolutamente confidencial.

Amén.

sábado, 8 de abril de 2006

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Hablando se entiende la gente

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- ¿Cuánto me sale 6 huevos?
- $420.
- ¿Y un vinagre chico?
- $240.
- ¿Y un Omo chico?
- $490.
- ¿Y cuánto sería todo?
- $ 1150.
-Ya… entonces déme 3 yupis, ¿Cuánto son los tres yupis?
- $150.
- Déme dos nomás.

viernes, 7 de abril de 2006

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"Estoy para servirle"

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Viernes, poco antes de la ocho de la mañana. Frente al Palacio de La Moneda está un vagabundo, de los muchos que suelen dormir en las calles santiaguinas, al amparo de los árboles de la Alameda o del portal de alguna institución financiera. El hombre mira hacia el edificio de gobierno y da la espalda a la avenida por la que a esa hora pasan los buses que trasladan a la gente a sus trabajos. El vagabundo está a culo pelado y lleva una polera azul que en su espalda tiene grabada la leyenda "Estoy para servirle". Grita al cielo y muestra su desnudez a los peatones que pasan a su lado. A nadie parece llamarle la atención la presencia del vago, su cabellera desgreñada, su rostro sucio, la desnudez de su trasero. Luego de un rato, el hombre se cubre con una especie de sábana corta, mugrosa. Grita algo que no se entiende y sigue caminando por la Alameda, rumbo al poniente. Al llegar a la calle Teatinos se cruza con una anciana de aspecto miserable que camina penosamente, apoyada en uno de esos "burritos" que los viejos usan cuando no tienen fuerzas para sostenerse por sus propios medios. La anciana mira al hombre con cierta expresión de reproche, y éste sigue de largo. En los alrededores la gente sigue avanzando deprisa hacia sus ocupaciones. Atrás quedan dos personajes de una ciudad que nadie ve, que nadie quiere ver.

miércoles, 5 de abril de 2006

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A mí; el árbol no me lo cortan

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- Mira nanito, yo no voy a dejar que me corten el árbol. Ese tipo es un sinvergüenza. Es un árbol que plantó mi papá hace como 50 años y ahora viene el tipo, mejor dicho ese huevón y quiere que lo corte, que vaya a la CONAF, que vaya, y su hija que está metida con el Partido Socialista que reclame, tú sabes que nosotros venimos de una familia socialista, yo le voy a decir a la Mili eso, que nosotros venimos de una familia socialista, y mira tú como murió la pobre Marta, avarienta la pobre y mira lo que se llevó, porque yo la ayudé a vestir en la morgue, con cuantos sacrificios construyo esos departamentos. Día y noche trabajando en su peluquería. Te decía que yo la ayudé a vestir, con el cáncer se hinchó la pobre, le pusimos una blusita y solo sus calzones porque no entraba nada más en el ataúd. Nada más nanito, te lo juro, y ahora viene este huevón, que siempre vivió a expensas de la Marta y me dice que tengo que cortar el árbol. Que lo tengo que cortar porque sino va a caer sobre su casa, ¿mira si será el jetón? Dime tú nanito ¿este leso cree que una es lesa? Sobre su cabeza va a caer su difunta mujer que siempre trabajó para este vago, ahora lo único que me queda es ir a la justicia nomás. Pero a mí el árbol no me lo cortan. ¿Dime cuánto es?
- $1350.
- Chao nanito.
- Chao.

lunes, 3 de abril de 2006

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5 pepitas de ají

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- ¿Tiene ají verde?
- Sí.
- ¿Y a cuánto está?
- Depende lo que pese.
- A ver, péseme uno, mire que necesito solo 5 pepitas.
- Por qué 5 pepitas solamente.
- Porque es un remedio que me dio una gitana. Es para la buena suerte.
- ¿Y qué más lleva el remedio?
- Un flor que se abre así, mire… la flor me la dio la gitana, hay que llevarla siempre en el lado derecho de uno.
- ¿Y resultará?
- Ella me dijo que sí, que resultará.
- Bueno, entonces que le vaya bien.
- Gracias, a usted también.

Dejó olvidada el monedero de su cartera con veinte mil pesos, nunca la había visto, aparentemente no era de acá. Nunca volvió. Definitivamente, las pepitas de ají traen buena suerte.

jueves, 30 de marzo de 2006

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La pregunta

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Cuando mi hijo tenía 5 años -ahora tiene 9- me preguntó: "Papá quién era Pinochet". Bueno… (carraspera), era un tipo militar, que aliado con otras personas, civiles y otros militares, cuando te digo civiles era que no eran militares (a los chicos hay que explicarles todo, paso a paso ¡¡huff!), que un día dijo: "estoy cansado de este mal gobierno y YO voy a ser el salvador de LA PATRIA. Entonces… (una palabra que figura muchas veces en cualquier cuento infantil), habló con su gente, civiles y militares, y les dijo: "Yo estoy cansado de este mal gobierno, ustedes ¿qué opinan?". "Nosotros también", dijeron los que lo escuchaban. Entonces agarró aviones, tanques, soldados y metralletas y fue a sacar al Presidente. Los aviones bombardeaban el palacio de gobierno, los tanques bombardeaban el palacio de gobierno y las metralletas bombardeaban el palacio de gobierno y sacaron al Presidente. Propiciaron; en verdad le dije, "hicieron hacer que el Presidente se matara". A estos chicos hay que explicarles todo. Porque sino, no entienden. Después -le dije- tomaron preso a mucha gente, a mucha gente mataron, a otros se los llevaron a una isla, a otros lo botaban al mar, a otros lo mandaban a lejanos países, a otros lo hacían desaparecer, a otros le cortaban la garganta, a otros lo encerraban en el Estadio Nacional, a otros lo metían preso en un buque. No dejaban salir de las casas después de la siete de la tarde, prohibían alguna música, prohibían algunos libros. Incluso acá en Natales quemaron libros en la plaza pública.
Termino de decir esto y mi hijo comienza a reírse frenéticamente, se tiende en el sofá y no para de reírse, ríe y ríe. Entonces… me dice. "Que buen chiste papá, estuviste genial, es el mejor cuento que me has contado, es lo que tú dices: Lo más importante es la imaginación".

sábado, 25 de marzo de 2006

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Los chicos en las casas

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Queda casi nada de aquel tiempo en que la juventud se tomaba la calle, la escuela, los talleres, las plazas, la universidad y el estandarte. La juventud estaba con los obreros, con los jubilados, junto a sus padres reclamando el sobre miserable que pagaba el patrón, reclamando siempre reclamando las injusticias de un país injusto. Los chicos eran baluarte, díscolos e insumisos, no dejaban pasar una de más. Se levantaban al menor requerimiento de la sociedad. No eran acomodaticios. No lucraban con la pena y la desdicha. Estaban inmediatamente dispuestos a inmolarse por una causa justa. Si ellos consideraban que la injusticia estaba lejana, también la sentían suya. Podían caminar desde Valparaíso a Santiago gritando consignas: Ho Chi Min, Ho Chi Min lucharemos hasta el fin. Podían dar su sangre por el lejano Viet-Nam. Era el reservorio del anhelo incumplido. Colocaban el pecho, el sentimiento y las ganas en vislumbrar un futuro mejor. Un futuro mejor en donde el mastodonte ingrese a prisión. Nada se le escapaba. Eran veloces, auténticos, gigantes. Después, llegó la noche negra. Un mediocre militarcillo arruinó a un país ya arruinado, y los chicos estuvieron ahí. Algunos se inmolaron. Otros fueron masacrados. Confinados a una lejana isla. Expatriados. Asesinados. Pero los chicos no se rindieron. Presentaron batalla. Con piedras, poemas, con descaro. Combatieron. En gran parte debido a ellos se recuperó la democracia. Creo que debido a ellos se recuperó la democracia. Llegaron los viejos. Los señores políticos, la mejor definición que en su vida dijo el dictador-ladrón de Pinochet, y tomaron el control del país. La restauración de la democracia. Se apropiaron de frases hechas y de un cielo que siempre le fue lejano. Mejor dicho, de un cielo en donde se podrían hacer buenos negocios. Los chicos a estudiar. Los obreros a trabajar. Y los ingenieros comerciales a comerciar. 

Y continua la modorra. Leyes injustas. Nadie sabe quién es el Ministro del Trabajo. No tiene importancia. El 90% de los escolares no sabe cómo se llama el Ministro de Educación. Los chicos en la casa. Los viejos, siempre viejos,ocupando cargos en el Gobierno. Todos sabemos que un viejo puede perfectamente tener treinta años. O veinte. Es que ellos nacieron viejos. Es que esta democracia es vieja. Con vicios viejos. Con injusticias viejas. Con dádivas viejas.
Mientras tanto, los chicos en las casas. ¿Hasta cuándo?

miércoles, 22 de marzo de 2006

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Raigambre Popular

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- Oye, bueno dime... cómo haces tú para que la gente te crea, porque yo a ti no te creo. Dime.
- Nada compadre, hablo solamente, y lo hago bien. Años en la política me dan el impulso y carisma necesario para que la gente me crea. Mi condición de funcionario público y mis ansias de servicio a la comunidad avalan ciertamente mi condición de líder innato y mi raigambre ante la gente, porque yo ahora no voy a hablar de pueblo ¿cachai?, sino que de la gente. Nunca jamás hago prácticas reñidas con la moral revolucionaria, por eso siempre me presento ante el ampliado de mi Partido ¿cachai? Y le confiero un carácter progresista y único ante cada demanda que la gente me da en su calidad de demandantes del sistema democrático en que estamos envueltos ¿cachai?.
- Pero me ha tocado observar que en la vida cotidiana a ti no te gustan los judíos, los negros ni los tipos que caminan con las manos en los bolsillos.
- Esa es otra cuestión compadre, no mezclemos las peras con los limones. Mi vida íntima es mi vida íntima. Eso pertenece completamente a la esfera privada ¿cachai?. Los miembros de mi Partido eso lo saben, a veces hacemos mofa de aquello. Acá lo importante es lo que yo realizo en aras de un mayor bienestar para la gente. - Al final, no tengo por qué explicarte nada. Tu eres un pendejo que escribes puras huevadas y yo a ti no te digo nada. Chao, que te corto.
- Pi, pi, pi, pi, pi.

martes, 14 de marzo de 2006

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La espera

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Dos semanas frenéticas de tensa espera. Ya a un vecino mío le había tocado. Claro que pensé en eso. No lo voy a negar. Sabía que en ocasiones similares la danza de los mediocres se torna insoportable. También sabía que ese no era mi caso. Entonces esperé. Dos semanas arrolladoras. Los nervios alterados. La fluoxetina me entregaba un vago efecto. Poco a poco fui aumentando la dosis. ¡Maldito teléfono! ¿Es que nadie llama? Solo a veces, un vendedor, un amigo, la cuenta de Entel, una chica, otra chica.
¡Corta rápido por favor!, Llámame más tarde, La otra semana, corta. Y así, día tras día. Era insoportable. Es que ustedes no se imaginan. Recuerdo que a mi vecino le tocó cuando estaba en Europa disfrutando de sus vacaciones. Creo que la noticia lo sorprendió en el Museo del Prado. No recuerdo bien, ¿o fue en Turín? Yo estaba en mi casa y esperaba, esperaba hasta las dos de la mañana, me levantaba a las seis y esperaba. Nada. Absolutamente nada. Esperaba. Claro, ustedes no se complican, solo les importa su trabajo, pasar el mes, el año. La verdad que yo no los entiendo a ustedes. No los entiendo. Seguramente no saben esperar. Yo sí, yo sabía. Nada. Nadie de allá llama. ¡Oh Dios!
Hasta que llegó el día en que nadie llamó. Me enteré por los diarios. Fue horrible. Me quería morir. Ocurrió.
No fui nombrado Gobernador de Última Esperanza. Seguiré esperando. Con la esperanza que me nombren Embajador en la Unesco, Agregado Cultural en Birmania o Asesor de lo que sea. Yo sé esperar. Esperar.

miércoles, 8 de marzo de 2006

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Tommy

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Ese chico se las trae. Tommy desde el anonimato te ofrece de inmediato un puñal y un verso de Verlaine. Flaco, desgarbado y con una pinta de último pirata arrojado a la costa. Tiene pocas cosas que ofrecer. Una cita de Kierkegaard. Un poema de Teillier. Una corrección al último Diccionario de la Lengua Española. Para los detentadores de la eficacia, evidentemente que aquello es poca cosa. ¡Vaya que poca cosa! Tommy es Tommy. El borracho más señorial de la población Las Vertientes de Punta Arenas. Terror de las chicas que visten en Versace. Poca gente es amiga de Tommy. Tommy es amigo de Tommy, y también de dos o tres palurdos que nunca metieron un gol. Es que Tommy es complicado. Considera que las estrellas son absurdas. Que las ballenas no debieran existir. Que la noche es una prisión celeste. Tommy te sorprende a cada instante con un verso olvidado. Se emociona fácilmente con el infeliz que acaba de ingresar a prisión por un crimen deleznable. Sufre por el desdichado que acaba de matar a su mujer. Se retuerce de dolor por la mujer que acaba de morir en manos de su amante. El vuelo de la mariposa lo trastorna. El discurso de la de los políticos lo hace vomitar. Piensa que todos los borrachos se van al cielo. Eso puede resultar raro ya que él no cree en el cielo ni en Los Jaivas. Tommy sabe que Punta Arenas no se merece a un Tommy, es la ciudad en la cual pernocta. Le cuesta mucho disimular su talento. Debe hacerlo. El sabe que sabe. Sabe que es el mejor porque sabe que no es el mejor. Y eso siempre es terrible. Un día llegó a mi casa traído por el viento. Se tomó una cerveza, un whisky, un ron cola, una botella de menta, otra cerveza, un cognac, un vino, un pisco sour y más cerveza. Mientras tanto iba poco a poco desgranando La Divina Comedia. Es un orfebre calificado, con un pedazo de nada puede fácilmente hacerte una joya. Viste un viejo abrigo de cotelé color verde. En cualquiera ese viejo abrigo es un viejo abrigo. En Tommy resulta un frac, un atuendo de gala. Aparenta ser un vagabundo en un paisito en donde muchos aparentan ser subsecretarios. Posee un arsenal constante de citas de milenarios autores. Alejado de la sociedad de los que saben, vive con su madre a quien adora. Al igual que un tipo llamado Einstein, tuvo problemas para terminar sus estudios. Al igual que un tipo llamado Cristo, se inmola día a día en busca de dos o tres justos, que sepan escuchar la voz del Mesías. Un día lo trajo el viento. Un día el viento lo llevará. No necesita más. Se acabo el tiempo de la sabiduría. Ahora hablan los diletantes de la nada. Ahora es el tiempo de las jóvenes y gloriosas mujeres que acaparan puestos en el gobierno. Nadie reparará en un tipo que viste un viejo abrigo de cotelé color verde, que adora a su madre y que al igual que Einstein, tuvo problemas para terminar sus estudios.

martes, 7 de marzo de 2006

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El ojo de la papa

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Doña Rosa Martínez es una mujer de las de antes. No me pregunten cómo eran las mujeres de antes. No sabría responderlo exactamente. Pero Rosa Martínez es una de ellas. Trabajadora, abnegada, mantiene su casa, mantiene a un flaco perezoso, vende prietas, vende milcaos, vende reitimientos, vende todo lo que se le cruza por delante. Encuentra un diente de ballena, ella lo vende. Le regalan un cuero de zorro, ella lo vende. Compra y venta es su vida. Debe hacerlo. Está en su derecho. Como buena chilota de vieja data, también mantiene sus ancestrales creencias; cree en la fiura, el trauco y la pincoya. Pero la semana pasada me demostró una imaginación a toda prueba. Ya se la quisiera García Márquez. Me vino a comprar papas para sus benditos milcaos.

-Tiene papas de su quinta.
-Sí Doña Rosa.
-Quisiera llevar 7 kilos.
-Como no, estas son las mejores papas del mundo.
-Eso ya lo sé, cada vez salen más ricas.
-Así es Doña Rosa.
-Y son papitas con ojos azules.
-¿Cómo con ojos azules Doña Rosa?
-Claro, con ojos azules.
-No entiendo.
-Se acuerda de esa mujer que a veces atendía el negocio y que tenía los ojos azules. De repente desapareció, de un día para otro, de esto hará unos dos años, yo a veces pienso que: ¿No estará enterrada en su quinta? No se enoje, mire que es una broma nomás. ¿Cuánto es?
-$2100.
-Gracias. Hasta luego.
-Hasta luego Doña Rosa.

viernes, 3 de marzo de 2006

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Chendo

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Trabajar en un almacén parece la cosa más fácil del mundo. Parece como no trabajar. Esperar que venga el cliente, atenderlo y ¡ya! Luego viene otro, y otro y otro. Nada tan fácil como eso.Debes hacer eso durante 14 horas. De 9 a 11 de la noche. La cosa se complica un poco cuando además tienes un hijo de 8 años que va a la escuela. Ese hijo de 8 años entra a clase a las 8 de la mañana. Por lo tanto tienes que levantarte a las 7. Vestirlo, bañarlo, acicalarlo, darle desayuno y despedirlo. Como eres papá soltero, ocupas una hora, de 8 a 9 en lavarle su ropa. Se abre el almacén a las nueve y comienza el jaleo. Llegan vendedores, compradores, Testigos de Jehová, vendedores de rifas, gente que pregunta la hora, una vecina que quiere fiado medio kilo de chorizos. Mientras tú lees a Borges, entra un señor que necesita $200 en zanahorias. Te preparas para el almuerzo. Debes cocinar. Mientras tanto sigues atendiendo el almacén. Cocinas y sigues atendiendo el almacén. Atiendes el almacén y cocinas. ¡Hoy tenemos Bife a la Portuguesa! Terminas con la comida cuando llega tu hijo. Desvestirlo, cambiarlo de ropa. Darle su comida. Comer. Mientras sigues atendiendo el almacén. Luego hacer las tareas con tu hijo. Seguir leyendo a Borges. Atendiendo el almacén. Zapallo, helados, bebidas, cigarrillos, papas, caramelos. Preparar un post para el Milodón. Un post para la Inmaculada. Jugar con tu hijo. Atendiendo el almacén. Salir a pagar las cuentas del teléfono, el gas, el agua, la luz. Volver. Seguir atendiendo el almacén. Jugar con el hijo. Preparar la cena. Ver las noticias. Seguir atendiendo el almacén. Acostar al hijo, contarle cuentos y seguir atendiendo el almacén. Contestar los correos. Escribir un par de poemas. Ordenar la mercadería. Poner al día los libros del almacén. Colocar en la mochila del hijo los cuadernos que necesitará el día siguiente. Avanzar siete páginas del libro de Borges. Ya son las once de la noche y debes cerrar. Sales a la calle a colocar los postigos y dar por terminado el día. En ese momento es cuando pasa Chendo Silva, que vive acá a la vuelta. Borracho, todo el día tomando, el holgazán más holgazán del pueblo. Y te dice: "vago de mierda".

jueves, 2 de marzo de 2006

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Quiero que sepas

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Que mis padres me abandonaron de niño. Que a los siete años tuve amigdalitis, fue terrible, uno de los dolores más intensos de mi vida. Creo que nada se compara con eso. Tres semanas en cama después de la operación. Un carro tirado por caballos me aplastó la pierna a los diez. Mi abuela me dijo que: "para otra vez tenga más cuidado". Jugando al fútbol tuve esguince y yeso; tres semanas con la pierna derecha inmovilizada. Fatal. A los 17 le rompí la nariz a un matón de la otra cuadra. 8 días preso en la cárcel vieja de Puerto Natales. A los 23 me casé, me separé y las dos cosas fueron bestiales. No quiero hablar de ello. Me niego hablar sobre ello. Sufrí. Tres veces tuve accidentes de automóvil. Dos veces tuve gonorrea, también un almacén de ladillas. A los treinta me tomaron preso por espía en Río Gallegos. Un mes en la cárcel. El juez, Federico Pinto Kramer -anti-chileno a ultranza- descubrió que era espía en el momento exacto en que había problemas limítrofes. Llegó el momento en que me quedé sin dinero y amigos. O sin amigos ni dinero. Me enfermé. Tuve escalofríos. La pasé mal. Quise matarme. Me sentí solo. Preparé una soga. Fui cobarde. Fui tonto. Tú lo sabes. Te hablo de las cosas malas de mi vida. Porque también la pasé bien. ¡Vaya que bien! Te hablo de mis desastres. De mi infierno. Te hablo de cosas que tú nunca imaginaste. Que yo nunca te conté. Nadie confiesa cárcel, gonorreas ni ladillas. Todos somos limpios, nuestra vida es sencilla y los buenos se van al cielo. Pero ahora quiero hablarte de mi desastre más completo. Aquello que nunca te dije. Aquello por lo cual aún sigo sufriendo. Quiero que lo sepas. Este es un momento confesional y quiero que lo entiendas. Se que eres inteligente y necesito tu atención. El desastre más completo es; el haberte conocido. Ese ha sido mi karma y mi desdicha. Espero no tener que verte en mil temporadas. ¡Infierno Negro!

martes, 14 de febrero de 2006

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San Valentín-tin-tin

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Feliz día de los enamorados. A todas las hermosas criaturas que pueblan el planeta. A los chicos y las chicas. Los adultos y las adultas. A los viejos y a las viejas. También a los dueños de las florerías y a los que venden artículos de regalos. A los dueños de hoteles. A los que venden postales. A los dueños de los restaurantes. A los taxis. A los que manejan las góndolas. A Venecia. A los fabricantes de pasteles. A las rotiserías. Al dueño de la calesita. Al vendedor de Victoria's Secret. Y por último a las siete chicas que vivieron conmigo y juraron amarme para toda la vida. Y también a sus actuales parejas. Feliz día de los enamorados a todos ellos. Brindo por ellos que la vida es corta. ¡Salud!

sábado, 28 de enero de 2006

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Juan Pablo Riveros

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Solitario

Un carancho monta guardia

con su hambre al hombro.

domingo, 15 de enero de 2006

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Ramón Díaz Eterovic

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LLEGO A PUNTA ARENAS

Llego a Punta Arenas
cuando los chochos comienzan a florecer
y se sirve en las mesas el jam de ruibarbo
que a nosotros tanto nos gustaba.
Vengo a refugiarme en los recuerdos de la ciudad
y descubro que hasta los rincones favoritos me los has robado.

Recuerdo el último viaje,
entonces andábamos del brazo
y nos amábamos todas las noches,
entonces mi padre vivía,
entonces la ciudad me pareció más hermosa que nunca.

Estoy frente al Estrecho,
el viento me peina y me despeina.
Ayer bebí de sus aguas junto a tu boca,
hoy lo miro y lo encuentro más triste
más viejo
más solo.

Voy con los poetas a embriagarme por los bares
y no siento frió, sólo pena .

viernes, 13 de enero de 2006

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Augusto Alvarado Cárdenas

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El 11 de enero del año en curso dejó de existir físicamente en la ciudad de Buenos Aires nuestro querido amigo Augusto Alvarado Cárdenas. Augusto era periodista y mantenía dos blog. Uno era Mirando al Sur y el otro Puerto Natales. Es pronto aún para hablar del amigo Augusto. Fue uno de los tantos chilenos que sufrió las embestidas del dictador Pinochet. Fue apresado, torturado, relegado y exiliado. Vaya el descanso para su alma. La gratitud y el respeto por su obra y la palabra de consuelo para sus familiares. Que descanses en paz querido amigo Augusto.

martes, 10 de enero de 2006

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calle

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Evidentemente una figura controversial. Para mucha gente era un tipo bueno. Maravilloso. Bondadoso. Un Maestro. Director por mucho tiempo de la Escuela Consolidada de Puerto Natales. Fortachón. Rubicundo. Amigo de los amigos. Para otros, era un ser anodino. Que aparte de ser director de escuela de un apartado pueblo de la Patagonia no era nadie. Un fantasma. Que pasó, se fue y casi no existió. Un ser de tantos que poblaron el Sur y pasó a ser sombra y más sombra que la sombra.
Pero ocurre algo, cada vez que paso por la calle Bruno Canobra; me duelen las orejas.

viernes, 30 de diciembre de 2005

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La Delfina Paredes alías "la pacheco"

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-Buenas tardes doña Delfina.
-Buenas tardes hijo.
-Me da un kilo de maíz.
-Como no… son $220 pesos.
-El jueves le cobró a mi papá 200, el lunes a mi mamá 180 y hoy usted me cobra 220.
- ¿Y eso qué tiene que ver?

martes, 27 de diciembre de 2005

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Feliz Navidad

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El tipo entra muy excitado al almacén y me pregunta:
- Nano, ¿Qué día estamos hoy?
- Domingo 25 de diciembre del 2005, navidad.
- Putas, eso le decía yo al Juan y el dale que dale con que era martes, por eso yo le dije, mejor preguntémosle a nano a ver qué día estamos hoy.

domingo, 18 de diciembre de 2005

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Cloro

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Lo que pasa mire es que a una de chiquita le enseñaron en su casa todo lo que una aprendió. Por eso yo cloro, cloro y más cloro. Yo todos los días lo uso. Mi casa tiene que estar impecable y con olor a cloro. Yo no voy a cualquier baño y me siento, no. Aunque ese baño sea del presidente, una nunca sabe quién se sentó allí, por eso yo de paradita no más. Yo siempre le digo a mis hijos, "oigan, ustedes no vayan y se sienten en cualquier parte", porque una nunca sabe, ¿me entiende? Yo recuerdo que mi madre siempre me decía: "hija, tú siempre échale siempre cloro a tu casa". Si yo hasta la ensalada de lechuga le echo cloro, ¿usted sabía que a las lechugas hay que echarle unas gotitas de cloro? Claro, si las lechugas las traen del norte y usted ni se imagina las porquerías con las que riegan allá las lechugas. ¿O usted cree que a las lechugas allá las riegan con agua potable como acá? Para nada, con puras aguas servidas señor, esa gente del norte es muy cochina señor. Creo que usted estará de acuerdo conmigo en lo que yo le digo, sobre el cloro. Ayer tuve que ir al hospital, usted no se imagina la inmundicia que hay allá. Y una falta de cloro señor, una falta tremenda, yo no sé cómo no limpian digo yo. También en el colegio donde va mi hija, pero yo ya reclamé y le dije al director: "Ya que hacemos tantos bingos y tanta cosa para el colegio, por qué también no compramos cloro entre todos los apoderados". Usted sabe que el cloro es barato y bien podría uno comprar 5 litros de cloro por apoderado pero que el colegio esté limpio. ¿Y vio usted cómo está la juventud hoy en día? ¿Cómo sale a las calles con toda esa ropa? Ya los pacos no saben qué hacer. Ayer 5 cabros borrachos apedrearon el jardín infantil donde va manolito, y eso lo hacen de puros malos que son no más. Es que fíjese ya no hay control para nada de los padres para con los hijos. Perdone; con la conversación, me olvidé qué vine a comprar.
-¿Cloro?
-¡Claro; cloro!

viernes, 9 de diciembre de 2005

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EL SOBRINO

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Embebido en alcohol solo atinaba a repetir la misma cantinela que por años venía repitiendo; "Tú te acostaste con tu sobrino". Años y años de lo mismo, borrachera tras borrachera, el beodo una y otra vez, acusaba a su mujer, -una señora ya mayor- de un pecado inexistente. Porque el adorador de Baco en sus momentos de rara lucidez oficiaba de padre ejemplar, maestro de escuela, e integrante de la Compañía de Jesús. Luego, una y otra vez, el tú te acostaste con tu sobrino. Su mujer, que había pasado de un padre machista y autoritario, y había recalado en un esposo machista y autoritario, estaba superada, desesperada. No podía soportar aquella situación. No merecía aquel trato vejatorio, que le endilgaba su consorte. Ella jamás le dio pábulo como para que él dudara de su integridad inmaculada. No podía seguir soportando aquella ignominia, no estaba para el descaro y la vergüenza. Nadie podría decir algo semejante. No soportó más. Es que nadie podría hacerlo. Y el tipo seguía; "Tú te acostaste con tu sobrino". Una y otra vez, mil veces. Y un día de julio tomó la determinación. Mató a su sobrino.

martes, 6 de diciembre de 2005

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NADA

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- Bueno y al final que ¿pasó entre ustedes?
- Nada, que ella me mandó un correo diciéndome "tengo una historia con fulano de tal".
- ¿Y tú que hiciste?
- Nada, fui al buscador de Google para enterarme quién era "fulano de tal", ya que me lo dijo con un tonito como si "fulano de tal" fuera un personaje a quien yo tendría que conocer.
- ¿Y?
- Nada, decía "fulano de tal ganó el tercer lugar del Concurso del Ombligo Bifronte, fulano de tal finalista del Festival de Las Peras del Huaso, fulano de tal 3º lugar de Una canción para la Reina. En fin; nada importante, al final nadie es tan importante como uno cree.
- ¿Y luego que pasó?
- Nada, inmediatamente la saqué de mis contactos de mi listado de msn y me fui a hacer el amor con Pamela.
- Pero no entiendo; ella fue el gran amor de tu vida.
- Nada.

lunes, 21 de noviembre de 2005

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Juan Pablo Miranda

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La truqueada

Eran solo las cinco de la tarde y en la soledad de la estepa se dejaba ver la tenaz luz que emitía el puesto de La Tercera Barranca. Las velas del puesto, como una ceremonia prevista, confundían las sombras con sus verdaderos dueños, que tempranamente se refugiaban condicionados por el tiempo.

Aquí vivió solo por más de cuatro años Antonio Santos, y hoy con un poco más de un mes vivía junto a Pedro Mancilla, nuevo puestero de la estancia Maria Mercedes. En la rusticidad del puesto trataban de acortar las largas horas de invierno, Antonio se dedicaba a trenzar un lazo de cuatro tientos, mientras Pedro tomaba ginebra.

- ¿Que tal la ginebra compañero?..... Cierto que está como pa' sobar correas.
- No hay como la ginebra Bools.
- Ahora que estamos en confianza amigo. Déjeme contarle algo que lo tengo atragantao. Cuando llegue a la estancia escuche puros comentarios malos de usted. Y me daba cosa tener que ser su compañero.
- Es que el ocio hace hablar a la gente.
- Pero por algo debe tener mala menta.
- Debe ser por que a una le gusta la tranquilidá y no habla mucho solo hace su pega, ahí ya empiezan con los pelambres
- Bueno mejor le sirvo más ginebra y ¡Salud!
- ¡Salud!
- Bueno, ahora que ya sé que no estoy con el coludo, Don Antonio alcánceme mi jarro. Y dígame. ¿Lleva mucho tiempo por estos pagos?
- Como cinco años.
- ¿Y antes dónde?
- En la Argentina.
- ¿Y por que se vino?
- Problemas personales y ¿usted?
- Yo soy de Puerto Cristal. Allá en el lago General Carrera. Y ahí tuve en la Estancia La Tapera, pero tuve problemas con el capataz. "Pal' hombre que sabe sus obligaciones, es mala educación que lo anden cabresteando". "Y como yo soy potro que no me junto con los domados a palenque". Ahí no mas pedi las cuentas, agarré los Bastos, y por aquí me pillo la cerrazón, pero... ¡Salud don Antonio! Y Usted ¿Por alguna hembra habrá vuelto a cruzo el alambre! Don Antonio?
- "Creerle a las mujeres es como creerle la cojera al perro".
- Que le parece si jugamos una manito de truco Antonio
- No truco no; no juego.
- ¡Que le hace uno no más!
- Ya me cabrió el truco amigo.
- A ver... tráigame su jarro Toño pa' que no se me acobarde. ¿Porque no creo que tenga miedo perder con un forastero? ¿O el hombre piensa que no soy parejero pa' uste?
- Ya te dije que no quiero.
- Capaz al hombre le gusta ponerle peso a la timba, a mí me gusta su caballo El Moro.
- No eres el único.
- Entonces cerremos trato. El moro por el sueldo, que me dejo el capataz, ¿si es que no tiene miedo?....

Una antigua sensación se apoderó de Antoño. La cual combatía con el deseo de no jugar. El truco en la Patagónia tiene muchos códigos que se defienden muchas veces de forma trágica donde la mentira se confabula con la sangre fría al apostar. Pero esta lucha interior que el creía olvidada ganaba a cada minuto mas terreno potenciada por la ginebra.

- Un treinta seco y nada más.
- Bueno que se haga.
- Ese hombre es de los míos. ¡Salud! ¿Con flor?
- La suerte es carta, tú las das.
- Falta envido los primeros tantos.
- Quiero veinte seis.
- Veinte ocho son mejores.
- Truco.
- Quiero
- Toma al que quiere se le da.

Así el ambiente empezó a tornarse temerario. En un juego hostil que Pedro iba enardeciendo cada vez más, con sus versos ofensivos.

- " Envido rojo, si me reviras té cojo".
- Envido dice cualquiera.
- Real envido.
- Quiero Treinta.
- Treinta son las mías toño, siete por una.
- "Una morena me dijo, arreglándose los rulos, tengo tres tantos de flor y dos del truco seguro".
- Paso y quiero.
Poco a poco Pedro comenzó a sacar ventaja en el juego invadido por una fuerte excitación producto de la ginebra, ya se había acabado la camaradería y el juego congelaba el aire de la húmeda pieza.
- ¿Cómo vamos Pedro?
- "Parejo como lomo e camello". Yo a tres pá salir y usted a siete. "Me gusta la araña negra porque pica y deja roncha, pero más me gusta tu hermana Toño que tiene flor de concha. Listo amigo "a lo perro galgo canto mi flor y me salgo".
- Gané Toño, Traiga los papeles del moro. ¿Que le pasa Antonio?, ¡le gane!
- "Yo gasto de mi dinero y no me asusto por eso, si hay flor contra flor arresto y si hay punto a puntos quiero. Todavía no se va el partido Pedro, si agarra la flor se va usted, o me voy yo……
- Y uste' cree que yo voy arrancar si es que tiene algo son puros monos, ¡Quiero treinta!
- Treinta son las mías, yo soy mano, hay esta véala bien pedro.

El rostro de Pedro palideció, bebió un sorbo de ginebra y se encamino a pagar su apuesta busco el cinto en su pieza, pero antes encontró el cuchillo que prendía de él, acaricio la hoja y lo puso bajo la faja y se encamino hacia la mesa.

- Con que tapao el hombre ¡Tramposo e` mierda!

Pedro atacó con su cuchillo a Antonio el cual rápidamente se llevó la manta al brazo y se puso en posición de defensa, el corte no era profundo. Pedro nuevamente lanzo un segundo ataque que Antonio atrapó en la manta resistiendo el dolor del cuchillo prisionero en su brazo. Y con la otra mano asestó un fuerte golpe bajo la oreja de Pedro, mientras las cartas bailaban la danza de muerte. Desvanecido Pedro cayó sobre una ruma de leños, tiñendo de sangre aquel viejo puesto de invernada.

- Hasta que me hiciste jugar maldito. ¡Ya lo había dejado! Por eso me vine de descapando de Argentina. Allá me eché a un compadrito pero con veintinueve de mano.

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