viernes 29 de julio de 2005

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HOMENAJE A MARINO MUÑOZ LAGOS

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Vemos en la fotografía al poeta
ruso Evgueni Evtuchenko, junto
a Marino Muñoz Lagos en
su visita a Puerto Natales.

Quiero agradecer la oportunidad de regresar a Punta Arenas y participar en este homenaje que siento como un genuino acto de justicia hacia un poeta que llega a sus ochenta años con la frente en alto, orgulloso de su fidelidad al oficio poético aprendido en su tierra natal de Mulchén y en la Escuela Normal de Victoria.

Los mejores homenajes son aquellos que se brindan en forma oportuna y contribuyen a dignificar la obra del escritor. Obra que habitualmente recorre caminos marginales en nuestro país, que se dice tierra de poetas, pero en verdad carece de lectores que la asuman como un ejercicio cotidiano de comunidad y diálogo. El medio literario nacional abunda en ejemplos de creadores que han sido olvidados, y sin ir más lejos, el poeta magallánico Rolando Cárdenas aún espera en Santiago un gesto de sus coterráneos para regresar a su tierra, al paisaje austral que con tanto acierto y belleza cantó.

Los poetas -y nuestro homenajeado es un ejemplo de ello- contribuyen a fijar la memoria emotiva de un pueblo, a templar su lenguaje y a nombrar las cosas y los personajes que le dan identidad. Por eso, siento que el homenaje de hoy es oportuno y necesario, porque, parafraseando lo que escribiera Nicomedes Guzmán en un prólogo que ya carga algunos años desde su publicación, la sensibilidad de Marino Muñoz Lagos ha estado y está al servicio de Chile, y en particular, me permito añadir, de Magallanes.

Muñoz Lagos está sólidamente arraigado a la más rica tradición de la poesía magallánica y del sur de Chile, a la que ha entregado su vida de poeta y también de infatigable difusor del trabajo de otros escritores, a través de sus crónicas en "La Prensa Austral", con una generosidad y continuidad poco frecuente en el panorama de las letras chilenas. Dudo que exista en Magallanes un autor que no le adeude algunas líneas de estímulo, un consejo y por qué no, algún juicio crítico siempre útil en ese aprendizaje permanente que es la escritura. También puedo dar fe del aprecio que generan sus columnas en escritores de otros rumbos y como al dibujarse el mapa de la geografía poética nacional, su nombre brota de inmediato, incuestionable.

Y como no recordar, su fructífera labor a la cabeza de la Sociedad de Escritores de Magallanes, materializada en la edición por más de un año del suplemento literario de la misma sociedad, la creación de la editorial de autores regionales, y la publicación de una de las más completas antologías existente hasta hoy de cuentistas y poetas de la zona. Los escritores valen por la calidad de sus obras, y también por los esfuerzos que despliegan para unir a sus pares y proyectar sus creaciones. Y en estos dos sentidos, sin duda alguna Marino Muñoz Lagos ha dado más de una enseñanza, sobre todo en estos tiempos de individualismos y de muchas tareas pendientes para reactivar el amor por los libros, por la palabra escrita tantas veces condenada a perecer y sin embargo, tantas veces victoriosa, unida al origen del hombre, a su historia y a sus valores más preciados.

Poeta de nacimiento y profesor por vocación, Muñoz Lagos se afincó el año 1948 en la ciudad de Punta Arenas, y nunca más se ha alejó de ella, sentando fuertes raíces familiares y poéticas a orillas del Estrecho de Magallanes. Como no entonces, compartir este homenaje con su esposa, doña Lala y su hijo Marino Andrés, que son el núcleo esencial de los afectos que han acompañado al poeta. Desde entonces, junto a su derrotero de maestro de varias generaciones de puntarenenses, Marino Muñoz, no está de más recordarlo en esta ocasión, ha construido una voz lírica respetada por sus pares y recogida en numerosas antologías y revistas publicadas en Chile y el extranjero. Su obra como sabemos se inició en 1949 con el libro "Un hombre asoma por el rocío", y ha proseguido, entre otros, con los títulos: "El solar inefable" "Dos cantos", "Chile a través de sus poetas", "Los rostros de la lluvia", "Entre adioses y nostalgias", "De distancias y soledades"; y "La muerte sobre el trébol" libro editado el presente año y que reúne algunos de sus más apreciados poemas.

A estos títulos, y sin pretender ser exhaustivo en el recuento, se unen otros libros, como "Crónicas del diario soñar" y "Crónicas de sur a norte" en los que Muñoz Lagos revive anécdotas de sus andanzas con escritores como Nicomedes Guzmán, Pablo De Rokha, Mario Ferrero y Pablo Neruda; fragmentos de la vida magallánica de antaño y apuntes sobre las obras de un vasto conjunto de escritores y poetas. Estas crónicas muestran otra faceta del trabajo de Muñoz Lagos, la del testigo y protagonista de la vida literaria y social de la región.

Muñoz Lagos ha dicho que su poesía es "inevitablemente humana, auténticamente provincial y emotivamente familiar". Un certero resumen para comprender las claves de su andadura poética en la que emergen, una y otra vez, distintos elementos del quehacer y de las vivencias cotidianas y terrestres del poeta. Los versos de Muñoz Lagos, lo he dicho en otras ocasiones, tienen al mismo tiempo la suavidad de la nieve y el ímpetu del viento que ha acompañado su existencia. Su poesía, en apariencia sencilla, tiene la vitalidad del poeta sensible que sabe captar la anónima biografía de sus semejantes y recrear en logradas metáforas el rigor o las bondades del entorno geográfico en que habita. Sus temas suelen ser familiares. El padre como eterno diálogo con la vida, la madre que arrulla los afectos, el vino fraterno, el paisaje, el amor, los recuerdos de la infancia, el lar de origen. Sus versos hablan de pescadores y artesanos, del pan familiar, de los bares donde brindan los amigos, de la lluvia que empapa las mantas de castilla, de viajeros solitarios que se juegan al naipe sus destinos y de los fantasmas azules de la nieve. Muñoz Lagos es el poeta de la nostalgia y del hombre enfrentado a sus tareas cotidianas. Sus textos dan cuenta de una artesanía laboriosa que decanta los versos hasta dotarlos de una pureza que refleja la fibra de un poeta con voz propia, segura, reconocible. En él, y para decirlo al correr de uno de sus versos: "La poesía enseña sus secretos (...) y hacen suyos la emoción y el entendimiento".

Conocí a Marino Muñoz Lagos a comienzo de la década de los años ochenta y desde entonces hemos mantenido una amistad férrea, alimentada con cartas, libros y largas conversaciones en Santiago o en su cálido hogar de Punta Arenas, donde siempre encontramos las palabras adecuadas para recordar a los amigos y hablar de la literatura que nos apasiona. En la memoria conservo una noche santiaguina, en la que al calor de unas copas, el también muy querido poeta magallánico Rolando Cárdenas nos emocionó con la declamación del poema de Marino "Retrato vivo de mi padre muerto". "Lo conocí de cerca. Lo traté tantas veces. Conversamos del tiempo, del trigo y de la esperanza", termina diciendo ese poema, uno de los más bellos de la poesía chilena en torno a la figura del padre. También recuerdo otro momento, más reciente, cuando tuve la oportunidad de acompañarlo en el lanzamiento capitalino de la edición bilingüe de su libro "Los rostros de la lluvia", fruto de la traducción efectuada por el profesor estadounidense David Petreman; o una noche de amistad en la añosa Casa del Escritor, junto a Jorge Teillier que en su poema "Blasón de la Frontera" establece que: "desde un finisterrae sueña Muñoz Lagos en volver a asomarse en Mulchén al rocío"; o por último, esos días maravillosos que compartimos durante el Encuentro de Escritores Magallánicos del año 1982, junto a queridos escritores como Francisco Coloane, Rolando Cárdenas, Oresthe Plath y Osvaldo Wegmann, por mencionar solo a cuatro de los que ya no están con nosotros, pero que de seguro habrían alzado jubilosos sus voces en este acto, porque en distintas épocas compartieron amistades y afanes.

A Muñoz Lagos le agradezco su generosidad para compartir su experiencia, sus conocimientos literarios, su amistad ilimitada. En su poesía encuentro imágenes de mi tierra natal con las que me conmuevo e identifico, y más allá de eso, el sello de un gran poeta que, en verdad, es injusto limitar a un espacio geográfico o a una tendencia poética. La poesía de Marino Muñoz Lagos está destinada desde hace mucho tiempo a permanecer entre nosotros, a ser un referente en la poesía chilena, y esta noche no me queda más que brindar por sus primeros ochenta años y agradecerle el fuego inclaudicable de su poesía, su generosidad de camarada en la ruta, su ejemplo de hombre justo y sereno.

Ramón Díaz Eterovic
Teatro Municipal de Punta Arenas.
Martes 19 de julio de 2005.

jueves 28 de julio de 2005

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MI AMIGO CARLOS STRAUSS

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Es un vagabundo en el más maravilloso esplendor de la palabra. Nunca llamó a nadie para conseguir un trabajo. Pide lo que necesita y siempre es poco. Un vaso de vino, una caricia, un trozo de nada. Él siempre paga con una sonrisa, un comentario y un poema de Borges -que no es poco- Desgarbado y desapercibido como un fantasma. Al verlo uno presiente que tuvo un pasado promisorio desde la óptica obsecuente de sus padres. Leyó pocos libros y los leyó bien. Muy bien. Camina balanceándose, a veces por el alcohol y otras por llegar más sigiloso al encuentro de una musa que siempre le será esquiva. No pretende halagar a cualquier fariseo de turno, no establece dominios sobre la propiedad privada, ni quiere pasar por profesor de retórica. Digamos que mi amigo Carlos Strauss es nada; es nada desde este Chile pletórico de aventajados maestros de la ética, la moral y las buenas costumbres. Mi amigo Carlos Strauss, quien me hizo entender que 2+2 no son cuatro y quien en noches de velocidad me dijo que: Lautréamont lloraba a cada instante por todos nosotros, no espera un puesto en el gabinete, no espera lisonjas de viejas meretrices ni la ayuda de la mano de Dios sobre su vida. Además él sabe que Dios no protege a los vagabundos, no porque no tenga tiempo y no los vea, sino porque Carlos Strauss no lo parece y no lo necesita. Es que mi amigo es un dandy y eso confunde a todos los dioses del mundo, y también a todos lo que pasan a su lado y solo ven a un flaco de ojos claros, que lidia con los semáforos y con las injusticias que en vida le toco vivir, pero él; solamente él, sabe que avanza un paso más que el resto. Él sabe que a pesar de no verlo durante más de diez años, y que seguramente no leéra este post, él sabe que junto a Rimbaud, Baudelaire y Artaud ha sido uno de mis maestros. Strauss, Carlitos, ruega por todos nosotros. Es gratitud. Amén.

martes 26 de julio de 2005

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8 balazos

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Contaba Joaquín Edwards Bello en una de sus crónicas, que una vez el Buque Escuela de la marina chilena recaló en Inglaterra, allí desfilaron nuestros gallardos hombres de recia estampa. Nosotros sabemos que la oficialidad del buque escuela corresponde a las clases sociales más selectas de nuestro país; ellos tienen - generalmente- otros nombres, otra estatura, otro color de piel y otro linaje; aún así, mientras desfilaban por las calles de Londres, los niños hijos de la rubia Albión, gritaban entusiasmados "chinos, chinos, chinos", confundiéndolos con marinos de esa nacionalidad. Es muy posible que Jean Charles de Menezes, el joven electricista brasileño de 27 años abatido de 8 balazos, 7 en la cabeza y uno en el hombro; haya sido por portación de cara. En estos momentos cualquier cosa animada, de rasgos orientales, asiáticos o sudamericanos, que circule por el país del socio amable de los Estados Unidos, puede ser un probable terrorista.
Tony Blair, el tony favorito de Bush dijo: "Lamentamos desesperadamente la muerte de una persona inocente, y comprendo los sentimientos de la familia del joven. Sin embargo, debemos entender que la Policía está haciendo su trabajo en circunstancias muy difíciles", pobre excusa para tanto error y horror.

viernes 22 de julio de 2005

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Carlos Vega Delgado: Cuando los trabajadores "se tomaron" Natales

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Ulises Gallardo Martínez, a quién sus amigos llamaban "Boca de yegua", fue uno esos amigos que hacen y viven la historia. Nacido en 1896, a los 23 años fue protagonista de los luctuosos hechos del frigorífico Bories y al año siguiente fue "fondeado" en el estrecho de Magallanes después de la masacre de la Federación Obrera, salvándose milagrosamente. Durante su aventurera trayectoria tuvo infinidad de oficios: fue capataz del frigorífico de Puerto Bories (dirigiendo el personal de matanzas), almacenero, peluquero, actor y escritor. Su vida fue una eterna aventura, pues con el ex diputado Ojeda organizó el cuadro "Juventud", donde presentaron varias obras teatrales. En los tiempos del "León de Tarapacá" sufrió una relegación de varios meses en Achao, acompañado por el abogado Néstor Donoso. Al promediar su vida escribió un libro, "Del lenguaje del pueblo", editado por "Cultura" y con prólogo de Francisco Coloane, donde recopilaba dichos , refranes y proverbios. Su condición de hijo de obrero le permitió asistir sólo tres meses de escuela primaria, pero en su labor sindical adquirió gran cultura, que le permitió incluso ser colaborador de varias publicaciones. En la novela "Paralelo 53 Sur", bajo el nombre de Manco Ponce, aparece como protagonista del cuento "El fondeo"… pero su vida real ha ido quedando en el olvido, por lo que "Impactos" quiere revitalizar su memoria al cumplirse un nuevo aniversario de Puerto Natales. Gallardo, quién falleció en 1959, narró así los acontecimientos de Puerto Bories:

El fatídico año 1919

"Con anterioridad al 23 de enero, los obreros Carlos Viveros y Enrique Espinoza tuvieron dificultades con el administrador de aquella época, un señor de apellido Kid, por incumplimiento de parte de la Administración de Puerto Bories de aquella época, un señor de apellido Kid, por incumplimiento de la Administración de un contrato de trabajo de pintura. "Después de agotarse todos los medios conciliatorios, sin resultado favorables alguno, los obreros del establecimiento decidieron solidarizar e hicieron suya la causa defendida por sus compañeros ya nombrados. Reunido en asamblea general el subcomité de la Federación Obrera, después de considerar la situación creada por la intransigencia patronal, acordó designar una comisión que se acercase a la Administración del Frigorífico en busca de un avenimiento que pusiera fin a las dificultades producidas. Así se hizo, trasladándose la comisión al sitio indicado, tomando parte en ella los compañeros afectados, Viveros y Espinoza. "Cabe recordar que el Administrador había hecho destacar policías en las partes más estratégicas del establecimiento, lo que indicaba claramente que lo que iba a ocurrir esta planeado y bien premeditado".

El disparo fatal

"En presencia del Administrador, la comisión hizo varias proposiciones de arreglo, que fueron rechazadas, continuando después una breve y acalorada discusión. La comisión defendía la razón que asistía a los reclamantes, mientras el administrador se encerraba en una porfiada negativa. De súbito sacó éste su revólver y disparó contra el compañero Viveros matándolo instantáneamente. Después de lo ocurrido Kid huyó hacia el interior del establecimiento, siendo perseguido algunos miembros de la comisión, lo que dio origen a la nueva intervención de los policías que estaban ubicados por donde Kid pasó. En este acto murieron los compañeros Teherán y Espinoza y un policía. Mientras esto ocurría, grupos de obreros que desde Natales se dirigían a Bories para imponerse de la situación, fueron atacados desde el retén próximo al Chorrillo Natales, muriendo algunos de ellos".

Batalla campal

"Los hechos señalados provocaron entre los obreros y el pueblo en general, tal indignación que no es posible describirla. Se habían encendido los ánimos en su grado máximo, iniciándose en eso mismos instantes la batalla campal que duró todo el día 23 de enero. Para suplir la falta de armas, los obrero requisaron las que tenían la policía y las casas comerciales Stuberauch y Compañía Braun y Blanchard. El fuego cesó debido a la intervención de la Cruz Roja que sirvió de mediadora, procediendo al mismo tiempo a recoger a los muertos y a los heridos. Cayeron Aquí los compañeros Juan Saldivia, Alejandro Muñoz y Ramón Mansilla. Hubo también numerosos herido, yendo la mayor parte de ellos a curarse a sus propias casas para evitar compromisos, y el resto fueron atendidos por la Cruz Roja. En esat misma acción murieron cinco policías. Restablecida la calma, los obreros armados patrullaban la ciudad, haciendo el recorrido a pie y en camiones, para evitar abusos y mantener el orden en la población".

Fuerzas de Punta Arenas

"Días después llegaron fuerzas militares desde Punta Arenas, a cargo del capitán Numa Herbaje, para tomar el control de Natales. Recién entonces hizo su aparición el mayor Bravo, subdelegado de Última Esperanza, que había permanecido escondido varios días. Casi simultáneamente con la llegada de las fuerzas militares, un barco fondeó en la bahía, trayendo a su bordo al señor juez señor Miranda Aguirre, quién venía para instruir el sumario correspondiente. Instalado a bordo de la misma nave, comenzó a tomar las declaraciones del caso y a ordenar la detención de numerosos compañeros, que fueron trasladados a la cárcel de Punta Arenas. En el mismo buque llegaron detenidos los compañeros Francisco López Seiza, Francisco López Hernández y Florindo Zúñiga Aguilar, que fueron comisionados especialmente por la Federación Obrera de Magallanes, cuando se supo del estallido del conflicto. Después de algunas diligencias judiciales, fue puesta en libertad la mayor parte de los compañeros, quedando encarcelados por varios años, entre otros, los obreros José Labra, Ventura Muñoz, Francisco Vásquez, Angel Legnazzi y Luis Ojeda González".

Epílogo

"En el cementerio de la vecina ciudad, en un mausoleo de Carabineros, descansan los restos de los miembros de la policía que murieron en estos sucesos. Una tumba aparte guarda los despojos mortales de los trabajadores que sucumbieron en la cruenta lucha, que tiñó de sangre el pacífico pueblo natalino".

Lo fondearon en el estrecho

Ulises Gallardo tuvo muchas experiencias en su vida. La más dramática fue, sin dudas, cuando lo "fondearon" en el Estrecho de Magallanes. El escritor Francisco Coloane, refiriéndose a la personalidad y a la aventura del personaje, dijo: "Su infancia de obrero sólo le permitió asistir tres meses a una escuela primaria; pero con esta ínfima base ha llegado a ser un luchador obrero de cultura, que ha dirigido y redactado diversos periódicos que José Ingenieros recomendaba como la primera que debía aprenderse: LA DE SER HOMBRE: Ulises Gallardo la aprendió cuando era un niño aún. Pero un hecho puede sintetizar toda una vida de este hombre del sur: en 1920, a raíz de uno de los sangrientos sucesos que han jalonado la luchas obreras en Magallanes, después del trágico incendio de la Federación Obrera con un buen número de trabajadores en su interior, Ulises Gallardo fue fondeado con otros cuatro compañeros en la bahía de Punta Arenas. Frente a la desembocadura del Río de las Minas lanzaron al mar a este hombre, con pesos de fierro amarrados en los pies; después de darle algunos remazos en la cabeza; pero los remazos nolo aturdieron, logró zafarse de las amarras en el fondo del mar y salvarse gracias a uno de esos característicos bancos de arena, movedizos, que se forman en la desembocadura de los ríos. Los compañeros de Gallardo perecieron ahogados".

Relato

En su obra "Las grandes masacres", Patricio Manns recogió el siguiente testimonio de Gallardo: "Me amarraron una piedra a los pies, que ya tenían preparada. Como a cuatrocientos metros de la orilla, yendo hacia bahía Catalina, una ola casi dio vuelta la chalupa. Tuvieron miedo los carabineros. Uno de ellos, con quién nos conocíamos, insinuó al que hacía de jefe que me dejaran allí, a lo que éste accedió. Siempre he creído que el carabinero hizo la insinuación con el fin de que yo tuviera alguna posibilidad de salvarme. Grandes fueron mis esperanzas cuando pisé fondo y el agua de la resaca me dejaba descubierta la cabeza, lo que me permitía respirar cada cierto tiempo, aprovechando el vaivén de la marea. Así, me inclinaba cada vez que podía, tratando de desatar la piedra que tenía amarrada con alambre a los pies. Las ansias de vivir me permitieron mantenerme sereno hasta que estuve seguro que los carabineros habían llegado a tierra. Entonces empecé a gritar, llamando al guardafaro. Luego vi una llama y una sombra que se acercaba. Era el farero. Me sostuvo fuera del agua hasta que logré desprenderme de la piedra. Entonces él me trasladó a tierra y me ocultó por varios días. Después tuve la oportunidad de huir por mar".

Revista Impactos. Punta Arenas, 2 de junio de 1990.


martes 19 de julio de 2005

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Jorge Díaz Bustamante: "El caballito de hierro"

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Casi un siglo después que el barón de Sauerbronn, Charles Frederick Drais creara su velocípedo, hace su aparición la bicicleta en la zona de Última Esperanza. Su orgulloso propietario era Francisco Mansilla Cárdenas y corría el año 1916. Podemos imaginar la expectación que habrá despertado el moderno vehículo a su paso por las calles de Puerto Natales, donde la gran mayoría de los pobladores, se movilizaba en carretas o bien a caballo.
Desde entonces el "animal de hierro", como fuera llamado en sus inicios, marcó una presencia que se puede ir inscribiendo en las veladas páginas de la historia. En el mes de enero de 1926 los scouts Rosendo Berrios, Gaspar Marino y Francisco Torres iniciaron un raid ciclístico que cubrió los 280 kilómetros que separaban en ese entonces a Puerto Natales de la ciudad de Punta Arenas. El trayecto estuvo lleno de dificultades, los osados deportistas debieron vencer los obstáculos de un pésimo camino, que estaba convertido en un lodazal a causa de las intensas lluvias caídas en esos días.
Pero no sólo en pruebas deportivas fueron utilizadas las modernas bicicletas de aquel entonces. "El caballito de hierro" cumplió a cabalidad otras funciones que trascendieron el ámbito competitivo, constituyéndose en un vital elemento para la movilización y transporte, veamos algunos de ellos:
El 13 de diciembre de 1935, los obreros de Ultima Esperanza, declararon una huelga general al no ser reconocidas sus demandas por parte de la poderosa organización de Ganaderos de Magallanes.
Instruido por el secretario del Sindicato de Campos y Frigoríficos, Rosendo Berrios, el joven vellonero Rodemil Bitterlich, cumplió la importante misión de mantener informado de la marcha y resoluciones al movimiento obrero, recorriendo el trayecto desde Puerto Natales a Cerro Guido. Un total de 120 kilómetros diarios, cubierto con su fiel "Maginus". El pedalero natalino, visitaba Dos Lagunas, Tres Pasos, Cerro Castillo, y Cerro Guido llevando los mensajes del sindicato obrero.
Al contador Ramón Rada Donath, se le atribuye el mérito de ser el iniciador en Magallanes del turismo en bicicleta a la zona del Paine, acompañado de sus hijos Ramón de 17 años; Nora de 16 años; y Elena Rada Donath de 15 años. La excursión finalizó con éxito el 4 de febero de 1945. La revista "Noticias Gráficas de Magallanes" saludó el acontecimiento diciendo:
"En el recorrido total de los 460 kilómetros, la Patria estuvo presente y sintetizada en una arrogante Bandera Nacional que flameaba en el manubrio de la bicicleta de la jefatura, o sea, de la que pedaleaba don Ramón Padre"
Durante el viaje sufrieron los embates del viento y los rigores climáticos propios de la zona, pero también tuvieron tiempo para disfrutar de las refrescantes aguas de Laguna Figueroa y del Lago Toro.
Ya en 1950, se organiza una verdadera "cicletada", una caravana de ciclistas se dirige a "Tres Pasos", distante a 32 kilómetros de Puerto Natales, en el lugar eligen directiva y fundan el "Tres Pasos Pedal Club":
"Luego de admirar el hermoso panorama de los alrededores del hotel y de recibir exquisitas atenciones de parte de sus propietarios, regresaron en alegre caravana ciclística, haciendo una escala en la Sección Dos Lagunas siendo atendidos con una variada cena de parte del cocinero de dicha sección". (El Austral, 24-01-1950)
Juan Gumaz Balmaceda, comerciante y destacado dirigente de numerosas instituciones de la comunidad, inicia un capítulo inédito en la historia política de nuestro país. Se presenta como candidato independiente, en las elecciones municipales de 1956. Su campaña la realiza recorriendo en bicicleta los distintos comandos distribuidos en distintos puntos de la ciudad, incluso los ubicados en el sector de huertos familiares.
La campaña política llegó a feliz término y Gumaz Balmaceda sirvió como regidor en el período 1956-1960, en conjunto con Abel Paillamán Tenorio, Fronildo Bahamóndez, Julián Prado Comesaña, Eugenio Torteroglio, Manuel Oyarzún Subiabre, siendo la alcaldesa doña Francisca Fuentes Araos.
Posteriormente en los períodos 1967 a 1970 y 1970 a 1973, Gumaz Balmaceda nuevamente fue elegido regidor de la provincia siendo los alcaldes don Octavio Castro Saez y Daniel Andrade Alvarez en los períodos respectivos, en cada una de estas oportunidades, utilizó su bicicleta como un elemento distintivo, para recorrer sus respectivos comandos políticos. Toda una lección de austeridad que ya quisiéramos ver en los políticos de hoy día.

Bibliografia

Testimonios
Rodemil Bitterlich Vasquez
Juan Gumaz Balmaceda
Noticias Gráficas de Magallanes 1945.
El Austral, 1950.

domingo 17 de julio de 2005

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ROBAN LIBROS DE PABLO COELHO

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El jueves 26 de Mayo del año en curso, dos pistoleros armados con elementos de gran poder disuasivo, montados en una moto de gran cilindrada, han despojado a dos empleados del grupo Editorial Planeta, la cantidad de dos mil ejemplares de la obra El Zahir que transportaban en una camioneta. De acuerdo a la empresa, los hechos ocurrieron cuando empleados de la editorial recogieron los ejemplares en las inmediaciones del Aeroparque Jorge Newbery, de Buenos Aires. El Zahir, el libro más esperado de este año y que sale este viernes a la venta a nivel mundial, es el más autobiográfico de Coelho, según ha reconocido el mismo autor de El Alquimista. Una rápida encuesta de Inmaculada Decepción y Milodón City Cha Cha Cha sobre este hecho arrojó las siguientes respuestas:

Gabriel García Márquez; escritor:
"¿Cual Coelho, qué camioneta, qué alquimista?".

Katerin Sosa; ama de casa:
"Este es un crimen atroz que la justicia deberá investigar"

Javier "goyo" Muñoz; periodista de espectáculo:
" Fue todo urdido por la nueva amante de Coelho, una argentina más hermosa que Elena Carrió y tan inteligente como Luciana Salazar, y que nada tiene que ver con Cecilia Bolocco, al cual Coelho hasta el día de hoy llama por la mañana con insinuaciones de fuerte contenido sexual".

Martin Aldao; tanguero:
"Tendría que haber estado allí también el mismo Coelho para que igualmente desaparezca en un dos por cuatro".

Pàblo Daniel Filippini; politólogo:
"De seguro es obra de la siniestra izquierda que, heredera de los viejos manejos de la política decimonónica, ha elucubrado el mensaje perfecto para entroncar el perfil de un autoayudista por autonomasia, con los enunciados de un alambique circunspecto de la nueva corriente neoliberal staliniana".

Dios; dios:
"El que la hace la paga"

Pablo Negrón; médico forense:
"Nadie salió herido, mutilado, masacrado, despedazado o degollado y así no se puede seguir".

Alberto Manriquez; lector:
"Esperaba con ansias este nuevo libro, pero ya lo podré tener entre mis manos y así entender un poco más sobre el alma humana y el alma en general y también en particular y plural".

Charles Bukowski: poeta:
"No existe una sola puta línea, de ese hijo de puta que merezca no ser robada y olvidada"

Giuseppe Landroni; malhechor:
"Fue un gran golpe, pero yo me inclinaría por robar su cuantiosa cuenta bancaria, o algunas de sus casas en Malibú, ya sabemos que robar a un ladrón tiene cien años de perdón".

Felipe Izquierdo; gerente de editorial NOSOTROS TODOS:
"Es un nuevo golpe publicitario de Planeta para vender mas libros de aquel autor"

Pamela Quintuy: dueña de una boutique.
"¡ No te puedo creer…!".

Felicinda Buenaventura: dama de la cruz roja:
"Por suerte nadie salió herido, ni el autor, ni la moto, ni los motociclistas, ni los lectores, ni la camioneta, ni usted".

Arthur Rimbaud; poeta francés:
"Y pensar que yo ni siquiera alcancé a vender cien ejemplares y tuve que marchar al África en busca de colmillos de elefantes y trata de blancas".

Lucia Hiriart de Pinochet; esposa:
"Es mi escritor favorito y me duele que haya sucedido esto, si mi esposo hubiera estado gobernando en este momento; estas cosas no sucederían, ni siquiera en Argentina o en el resto del mundo, eran motociclistas comunistas".

Juanita Manchelet; candidata:
"Todo el pueblo merece una vivienda digna, salud, educación, acceso a la cultura y sobre todo el derecho a leer el último libro de Pablo Coelho que es mi escritor favorito y además al único que he leído en mi vida".

Karina Olga Jalineck; modelo argentina:
"A Pablo lo conocí en Pelotas y solamente somos buenos amigos, por favor; no quiero que me pongan Olga en el reportaje".

Mario Vargas Llosa; escritor:
Contestó increíblemente lo mismo que Gabriel García Marqués "¿Cual Coelho, qué camioneta, qué alquimista?".
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN 16/7/05: El periodista de La Nación, Roberto Fuentes dice que la obra de Coelho es...

jueves 14 de julio de 2005

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Una crónica de Mandradel

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Somos los más trabajadores del mundo, pero nos gana laURSS


Lo descubrieron 50 mil inspectores.- Los yanquis son más falleros.
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Hemos sentido un gran alivio. Algo así como si nos hubieran quitado un enorme peso de inferioridad y de complejos, al saber que la gente que trabaja en Chile pasa de un millón, y no de 272.139 individuos, como lo hacían ver censos económicos anteriores que adolecían de errores garrafales, presentándonos ante el extranjero como un Chile pequeñito e inferior en todo sentido, pues sólo trabajaría, según el mismo, el 32,2% de su población, los demás serían flojos, atorrantes, borrachos y "sanluneros", cuando la realidad es muy distinta.

CHILE OCUPA EL SEGUNDO LUGAR EN EL MUNDO.-
Según la estadística sobre Chile y obras consultadas, del extranjero, Rusia ocupa el primer lugar en el mundo respecto a gente que trabaja con un 57,5%; Chile ocuparía el segundo lugar; el tercero lo ocupa Francia con un 52,4%.
Lo curioso del caso, afirma el señor Keller, jefe chileno de nuestras estadísticas, es que todos repiten como el papagayo y se informan de esas falsas estadísticas. Hay gente cultísima que está en la obligación de propalar la verdad, y exhortar con su voz fuerte y rotunda que se desfigure la realidad de los hechos, presentándose ante el mundo con tremendos complejos de inferioridad, lo que es sencillamente derrotismo culpable.

HAY AUSENTISMO, PERO POCO.
Encaramándonos siempre en las estadísticas, vemos que el ausentismo del obrero de Chile, no es tan alarmante como llegamos a creer. Hay gente que hace el "San Lunes", evidente, pero poco, si tomamos en cuenta los guarismos de otros países. ¡Asombro! Los pueblos más "sanluneros" y que más faltan al trabajo son el inglés y el yanqui. Y nosotros que estábamos casi en la seguridad de afirmar que estos pueblos eran los más laboriosos del mundo. ¡Oh, el milagro de los números!.

PORQUE FALLABAN LAS ESTADISTICAS ANTERIORES.
Las estadísticas económicas anteriores fallaban porque eran incompletas, faltas de información y hechas a la ligera. Sólo se tomaban en cuenta las grandes industrias y el comercio mayoritario. Jamás se tomó en consideración a los pequeños, a los que trabajan en sus casas, hombres y mujeres, los agricultores que trabajan ellos mismos sus tierras, como en Chiloé y otras regiones al sur de Chile, etc. Por pequeña que sea esa industria, la agricultura o el comercio, es gente que trabaja y se gana honradamente la vida, por humilde e ínfimo que sea la labor que efectúan. "¡Hay que tomarlo en cuenta!", agrega el sr Keller. De esta forma su estadística resultó completa. En ella trabajaron en años atrás 50 mil inspectores asesorados por 261 Alcaldes de la república.

EL PUEBLO CHILENO ES TRABAJADOR
Y esta afirmación la agregamos por nuestra cuenta y riesgo. No trabaja, sencillamente, si no se le da una oportunidad, o se le niega redondamente el derecho de ganarse la vida con sus músculos.
Esto lo hemos visto y lo vemos a diario en la Patagonia. Aquí es el chileno quien hace los trabajos más pesados, los que necesitan más esfuerzo físico, los más sucios si se quiere. En cambio otras nacionalidades, se buscan siempre el trabajito más aliviado, el más limpio, el que menos esfurzos le ocasione. No es ningún chisme, ni un falso orgullo nacional, sino la realidad de las cosas, que puede comprobar quien lo desee.
El chileno de la Patagonia ha ayudado a levantar fortunas con sus músculos hace quizás mucho más de 50 años a esta parte. Sin embargo, a veces se le ha pagado con ingratitudes, como en el año 21, por no citar otras fechas que más vale no recordar… aunque dichas fechas ya quedaron muy atrás en la historia.

NOTICIAS GRAFICAS DE MAGALLANES, 15 de noviembre de 1946.

viernes 8 de julio de 2005

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LA FUNCIONARIA; GABRIELA MISTRAL Y EL CIELO

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Puerto Natales es una ciudad chica o un pueblo grande, eso depende del cristal con que se la mire. Desde Porvenir (Tierra del Fuego) es una ciudad chica. Desde Punta Arenas, es un pueblo grande. Desde el extranjero, es el pintoresco poblado que está cerca de las Torres del Paine. El caso es que en Puerto Natales nos conocemos todos, o casi todos. Por años y años hemos frecuentado las mismas calles, los mismos colegios, los mismos restaurantes, la misma plaza, las mismas fiestas, los mismos negocios y las mismas oficinas públicas. De esto último quisiera hablar. Siempre que llego a una de ellas pareciera que me va a faltar un papel, que me dirán que vuelva al otro día, que me confundirán con el delincuente que busca la policía, que me retarán por tener los zapatos sin lustrar, que me meterán preso por portación de cara, que deberé esperar un año o dos para sacar el bendito, ¿bendito?, el maldito timbre que autorizará en definitiva el trámite que fui a buscar.
Eso me ocurrió el año pasado, en invierno, necesitaba obtener un certificado de antecedentes de mi abuela para renovar la patente de alcoholes, me apersono al mostrador en donde atendía una mujer con mil años de funcionaria pública pero que milagrosamente tenía casi mi misma edad y le digo:
- necesito un certificado de antecedentes.
- si, como no, dígame su nombre.
- no es para mí, es para mi abuela.
- si es para su abuela, tiene que venir ella.
- ella no puede, porque tiene 94 años y está enferma.
- lo siento, tiene que venir ella.
- aparte de estar enferma, es invierno, no la puedo sacar de casa, no podrá caminar con tanta nieve y ella no tiene malos antecedentes.
- yo no puedo hacer nada, tiene que venir ella.
- no existe ninguna otra solución.
- no, señor, no existe.
- hasta luego.
- hasta luego.
Eso me pasó con aquella funcionaria del registro civil que por años y años hemos frecuentado las mismas calles, los mismos colegios, los mismos restaurantes, la misma plaza, las mismas fiestas, los mismos negocios. Debí meter a mi abuela en un destartalado taxi, con muchas precauciones, subirla a un segundo piso y entregársela en bandeja a la milenaria funcionaria, que con gesto adusto y plenipotenciario extendió el bendito ¿bendito?, maldito certificado de buena conducta.
Este año, directamente llevé a mi abuela y la vieja funcionaria, que no tiene la misma edad que yo; no opuso ningún reparo.
Es posible que muchas veces este mismo trámite sea realizado por algún personajillo vip, (persona muy importante) de la ciudad, pueblo o poblado, y no requerirá su asistencia, lo hará seguramente por teléfono, la misma funcionaria acudirá al domicilio del vip, le entregará el certificado y le preguntará por la salud de los suyos.
Por cosas como esta es que Gabriela Mistral dijo que: en el cielo debiera existir una Oficina Chilena de Tramitaciones, y quizás por esto la divina no murió en Chile, por esto, y por el temor a que la llamaran Gaby.

Nano.

jueves 7 de julio de 2005

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diálogos de almacén

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-buenas
-¿hace frío hoy no?
-¿qué le doy?
-¿tiene papas?
-¿cuánto?
-¿cuánto cuesta el kilo?
-250
-¿250?
-sí, 250.
-deme un poco menos de un kilo.
-¿supo que murió la Yolita?
-¿cuál Yolita?
-la que "pegaba" con el tío de Rubén.
-¿cuál Rubén?
-el que hace viajes a Río Turbio
-ha, ¿el que vive en la calle Lautaro?.
-sí, ese.
-¿y cuándo murió?
-ayer, estaba muy enfermita.
-son 220
-hoy si que escarchó
-a mí se me escarchó la cañeria
-hace una semana que estoy sin agua
-yo por suerte dejo la llave del baño corriendo
-220
-tiene vuelto de cinco mil
-sí
-y ¿cómo está la abuela?
-bien
-¿cuántos años tiene?
-94
-ojalá una llegara a tanto
-sí
-y su hijo como está
-bien
-mi nieto está empachao
-¿qué tiene?
-no come naa`, y solo quiere dulces
-¿lo llevó al doctor?
-lo llevé a donde doña Rosita
-y qué le dijo
-que está empachao y le dio remedios
-ha
-doña Rosita sabe más que los doctores
-eso es verdad
-usted vende buenas papas
-si, lo traen de Chiloé
-ayer me cortaron la luz
-que mal
-me atrasé 5 días y me la cortaron
-no perdonan a nadie
-hoy la fui a pagar
-ha, ha; o sea que ya tiene luz
-si
-que bueno
-¿cuándo le va a llegar zapallo?
-creo que mañana
-una está acostumbrada a hacer todas las cosas con zapallo
-es verdad
-dele saludos a la abuela
-en su nombre
-y no se olvide de lo que le encargué
-¿qué cosa?
-las papas chancheras
-ha, si verdad, mañana se las mando
-bueno, pero no se olvide
-para nada
-usted es tan bueno
-no hay de qué
-muchas gracias
-de nada ¿va a ir al velorio de la Yolita?
-si, tendré que ir
-yo también voy a ir
-pobre...
-si, pobre.

martes 5 de julio de 2005

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"...yo estuve ahí"

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Siempre nos encontramos con alguien que estuvo allí. Que puede modificar cualquier línea que hayamos escrito porque él estuvo allí. Es un testigo privilegiado y que da cuenta de nuestros errores a troche y moche. Por ejemplo; si alguien escribe un cuento sobre la maratón que trascurrió en una hipotética Natales, el vigoroso testigo dirá que eso jamás ocurrió, porque él estuvo allí. Y que no le vengan con cuentos sobre el cuento porque él, que estuvo allí, dirá que NO, no puede ser, esa maratón no existió, ya que él estuvo allí. Es posible que también guiado por salvaguardar los hechos fehacientemente, responderá que fulanito es imposible que sea poeta porque él -que estuvo allí- fue siempre un futbolista y no un poeta. Así va por el mundo abrigado de una lógica que haría palidecer al mismo Aristóteles. Ha estado en cada lugar en donde uno estuvo, en el desierto, el mar y la montaña. Ha estado desde siempre como fiel testigo de tu pequeña vida, nada ni nadie osará cuestionarlo con datos imprudentes y ligeros, porque él inmediatamente sacará un arsenal irrefutable de pruebas drásticas y definitivas. Es posible que haya estado desde el comienzo de la existencia humana, paleontólogos, investigadores del genoma humano y físicos interestelares deberían comenzar por preguntarle a él, que estuvo ahí, sobre el momento inicial, mientras tanto deberemos soportar su gran maleta de elementos probatorios de que él, estuvo ahí.

sábado 2 de julio de 2005

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MIS AMIGOS

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Maravillosos. Mis amigos siempre fueron maravillosos. Buenos amigos. En la cantina, en mi cuarto, en todas partes; en los lugares más insospechados, en los bajos fondos. De la mano de Rimbaud, de Baudelaire, de Puskin siempre fueron mis notables amigos. Siempre con una cerveza, un vodka, un sandwich de jamón y queso. Mis amigos. Siempre al lado mío. Inmejorables. La música a nuestro alrededor y siempre la mano tendida para dar todo a ellos. Mis amigos. Siempre junto a mí. Ellos darían la vida por mí. Mis amigos. Seres extraordinarios. Nunca conocí nada igual a mis amigos. Me regalaban sus chaquetas gastadas de cuero, mis amigos, ellos daban su vida por mí. Mis amigos. Yo escribía un poema y mis amigos deliraban. Mis amigos. Es fenomenal tener amigos. Pero nadie como mis amigos. En mi casa era la permanente alegría con mis amigos. Hablábamos de la Hermaneútica, de Sofloques y de Pericles. Con ellos. Con mis amigos. Yo les contaba de Gonzalo Arango y de aquella vez que le escribí una carta de amor a Briggite Bardot y mis amigos aplaudían, reían y tomaban. Mis amigos. Seres inimaginablemente extraordinariamente fantásticos. Mis amigos. Siempre nuestras veladas duraban hasta el amanecer. No me importaba, porque estaba con mis amigos. Y la cerveza corría a raudales, el vino se renovaba, había queso, jamón y vino a más no poder para mis amigos. Hasta que llegó el momento en que el diablo metió la cola y yo me vi sumergido en el fracaso más profundo. Entonces mis amigos desaparecieron y pasé a ser: "huguito el de la esquina". Ese loco que nunca entenderá los nuevos tiempos. El que nunca entendió el curso de la historia. El que siempre seguirá ahí. En el pueblo. Ese poeta que se cree poeta. Y que nunca entendió que la amistad es una cosa que se usa. U.S.A.

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