lunes 26 de febrero de 2007

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Turismo para todos

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Escribe don Goyo
Dedicado a: Adriana del Piano (*)

Como obediente y rutinario televidente debo aceptar el cambio de tema que nos imponen los energúmenos que pautean nuestras vidas desde sus controles remotos colectivos. Nos tenían acostumbrados a los sinsabores de los pobres santiaguinos corriendo tras troncales y alimentadores. Me daba sueño cuando aquellos pobres ratoncillos de prueba confesaban haberse levantado a las 5 de la mañana para poder llegar a sus lugares de trabajo. Abruptamente ahora nos dirigen las cámaras hacia los duros glúteos de la Bolocco, aprisionados en un vestido que todos erigen como el monumento a la "audacia". Este, dicen los opinólogos del no ser y la nada - refiriéndose al vestido calentón- es el corolario que termina con la frialdad y pacatería del chileno. Desde el vestido de la Bolocco habrá un antes y un después. ¿No será éste, el jamás encontrado hito, que marca el término de la transición a la democracia?

Estaba en esas cavilaciones - para mí trascendentales- cuando abruptamente suena el teléfono y una corazonada me indica que es Vinquito quien también quiere opinar sobre los cachetes de la Bolocco. Pero no. Me llama para avisarme que recién han llegado con la tía Julia de un viaje al Parque Nacional Torres del Payne, promovido por la Municipalidad de Puerto Natales. Vinquito siempre me había lanzado indirectas para ver si yo lo podía llevar al Parque en mi vehículo. Recordaba los tiempos de juventud y los fines de semana cuando viajaba con su grupo de amigos hasta Río Serrano. Aún al parque no había llegado la pisada devastadora del hombre. Repetitivos son sus relatos de las travesuras en el Río Serrano junto con el "Canario" Alvarez, "el turquito" Zalej, "el rubio" Chelech, "Cachupín" Muñoz, Cabanas, Carlos Gafo y otros chiquillos traviesos de los años cincuenta. Las competencias de pesca y caza, de corte de leña, de beber cerveza hasta quedar como sapos.

Inconcientemente no lo quise llevar de regreso a sus días de vinos y rosas, porque el Payne no es el mismo que él conoció. Por todos lados hay edificaciones turísticas. Al Salto Chico, no lo podría llevar, por que ahora es propiedad privada; el camping Pehoé ya no existe y no hay lugar a esas fogatas que acompañaban a Vinkito y sus amigos. Ahora hay que comprar leña para quemarla en unos fogones muy cartuchitos. Ni los salmones del Río Serrano son los mismos; los de aquellos tiempos eran peleadores. Los pescadores de hoy se fotografían con unos salmones de 20 kilos que son de retorno de las pisciculturas cercanas. Pobre bichos como vienen a pegarse el polvo final de su vida salmonídea, vagan sonámbulos por las corrientes, salen enganchados por las herramientas de pesca, mientras su captor cree que trae un tronco. Ahí quedan tirados a la orilla, porque ni los caranchos tienen jugos gástricos para deglutirlos.

Al otro lado del teléfono la voz cansada del tío Vinko me llenaba de antecedentes sobre su atrevido safari… "Goyito el Parque es un desastre, lleno de hoteles que están botando sus mierdales a los ríos y lagos. Fuimos al Serrano a comer pura comida chatarra. Sopas maggi, albóndigas findus y puré de plástico. ¡Cómo añoraba los corderos asados a la manera gaucha que preparaban Canario con Cabanas!. ¡ Qué decir de las chupilcas con harina tostada de Jorge Muñoz! Y las empanadas del rubio Chelech" . Yo le retruco " ¡ Vinko fuiste gracias a los paseos populares de la Municipalidad dedicados a gente de la tercera edad, no seas mal agradecido!. ¿Le viste el culito a la Bolocco?. No hubo caso de sacarlo del tema, ya estaba embalado así que siguió argumentando… "El alcalde Margoni nos acompañó, pero no se si es por conseguir los votos de los viejos o a lo mejor se siente bien con nosotros los cache paraguas. Como buen italiano, el estar a dieta no le impide probar el menú, así de vez en cuando le pegaba unos abrazos y besuqueos a las viejitas califas. Bueno, muchos afirman que fue curita salesiano, por eso tiene buen corazón - Goyito no te olvides que de los arrepentidos es el reino de los cielos - ríe socarrón al otro lado de la línea.

Cuando ya creía haber terminado de escuchar las cuitas e infidencias de mi buen Vinkito, escucho a su lado que la Tía Julia insiste "Cuéntale a Goyo del bus en que viajamos"… "Goyito no cortes por favor, escúchame tu tienes influencias y tienes que interceder. ¿Por qué cuando organizan cosas para los más débiles, eligen lo peor?". Me vas a contar que quedaron botados en el camino, indago… "No algo peor, el bus tenía el baño descompuesto y tu no te imaginas lo problemático que resulta para un grupo de viejos, donde predominan diabéticas y prostáticos. Cada diez kilómetros había que parar y dar la oportunidad para una meadita. Y así nos vinimos alternando hombres y mujeres; como nos divertíamos con tallas a quienes bajaban y subían. Siempre el chileno le busca la vuelta a la desgracia, no te parece Goyito".

Como me contó otros detalles anecdóticos de este tour de viejitos meones, yo lo consuelo relatándole algunos dramas que mostraban en la televisión a propósito del Trans-Santiago. A todo contesta con la muletilla magallánica "pobre gente,como pueden vivir ahí, no hay como la tranquilidad de Magallanes … ¿ No es cierto, Goyito?".

(*) La intendente de Santiago que ve los problemas del Transantiago desde su lugar de veraneo. Jamás una autoridad había dado un ejemplo de tanta irresponsabilidad. Llevaba un mes trabajando y ya se hizo sobre su apellido.

jueves 22 de febrero de 2007

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Un castigo de Dios

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Lalo que siempre viene a comprar me dice que antes no había buenas hembras, que había una linda por barrio, que ahora está lleno de minas ricas. Me pregunta si yo considero que acaso no será un castigo de Dios que ahora que está viejo haya mujeres hermosas y antes no. Me dice aquello mientras entra a comprar Liliana moviendo las caderas. Lalo se queda en un rincón observando. Liliana compra medio kilo de pan y un cuarto de mortadela. Lalo siempre en un rincón observando. Liliana me paga y se va, siempre moviendo las caderas. Lalo que es mueblista me dice: "Me cago ché, buena maderita para mi serrucho".

martes 20 de febrero de 2007

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Como decía "Canario" Alvarez

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Última Esperanza es un buen lugar para visitar. Ríos, lagos, fiordos, ventisqueros, canales, nieve, montaña, verdaderamente un lugar incomparable. Las Torres del Paine, el Lago Grey, el Ventisquero Balmaceda, la Cueva del Milodón, Puerto Consuelo, etc. Belleza y más belleza. A cada instante el asombro. El paisaje es lo único que cambia y a cada instante. No te lo puedes perder. Debes venir rápido antes que el plutonio acabe con nosotros. Debes venir. ¡Pero ten cuidado! Si utilizas el servicio de Renta Car, ni se te ocurra cruzarte en el camino de un tipo que es medio gordo, medio pelado, medio grandote, medio rubio, medio energúmeno. Ten cuidado; maneja una Van verde y su predilección es chocar por atrás. Se bajará de su armatoste y te increpará por haber parado "bruscamente" frente a un hoyo en un camino de ripio que está en construcción. Luego se subirá rampante a su tractor que va armado de un parachoque que ya se la quisiera el ejército norteamericano en Iraq. Partirá raudamente dejando una estela de polvo por los caminos de la Patagonia.

Hablé con el encargado del renta car y filosóficamente me dijo: "Como decía "Canario" Alvarez, que tenía un hotel en Natales, "Eso pasa por tener Hotel", yo también digo -agregó- después que el mecánico tasó el arreglo en un millón seiscientos mil pesos, "Eso pasa por tener un Renta Car".

viernes 9 de febrero de 2007

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Humaredas peligrosas

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NUESTRA INDUSTRIA SIN CHIMENEAS


Quienes hemos seguido muy de cerca el desarrollo del turismo en la región de Magallanes y en especial de Ultima Esperanza, recordamos aquellos primeros años dubitativos en que a nuestra manera tratábamos de agradar a aquellos atrevidos visitantes, que de vez en cuando se asomaban por nuestros parajes. Eran los tiempos en que ante la no existencia de buses de recorrido, había que recurrir a los ganaderos del sector para echar arriba de sus camiones a los aperrados mochileros. Otros viajeros con mayores recursos contrataban un taxi natalino, o bien, eran llevados por la Hotelera Movillo a Pehoé, única hostería habilitada en el sector del Payne.

Los jóvenes mochileros al quedarse en Natales antes de partir a la aventura en el Parque Nacional, pernoctaban en sus carpas en los patios interiores de las casas natalinas. Muy pronto apareció el primer establecimiento para estos jóvenes errantes, se llamaba " El Busca" , estaba ubicado en la calle Valdivia y su propietario por poca plata daba alojamiento y un desayuno tipo puestero, café con chuletas, cebolla fritas y huevos. En poco tiempo se difundió las dadivosidades del "Busca" y los rubios visitantes indagaban al llegar en las empolvadas micros a Natales sobre la ubicación de "mister busco". Extrapolando el albergue de la calle Valdivia, estaba el primer hotel de turismo construido en nuestra costanera Pedro Montt, su propietario era el carismático empresario " Canario" Alvarez. En costos había una relación de 5 a 1, es decir, que el pasajero del Hotel Eberhard con lo que pagaba a Canario por pernoctar un día, podía tener acceso a cinco días de alojamiento en el refugio de la calle Valdivia.

Algo pasó en estos treinta años. Doña Gabi en su "lodging" de la calle Bulnes, establecimiento característico para mochileros, cobra un valor pactado en reuniones con otros propietarios de albergues en Natales la cantidad de $ 5.000 ( US $ 10) por alojamiento con desayuno incluido. Extrapolando a esta residencial natalina, hoy podemos considerar - para hacer el ejercicio anterior - al Hotel Explora, ubicado en la zona del Payne, cuyo costo es de $ 150.000 ( US $ 300) diarios por pasajero. Es decir, en el año 2007 la relación precitada es 30 veces. Y no es el único hotel que cobra dichos valores en la zona del Parque y en Natales.

Expongo estos antecedentes a propósito de lo sucedido en Punta Arenas, en el albergue "Blue House", donde habitualmente pernoctaban mochileros y turistas que buscaban algo barato para sus cansados cuerpos. En pocos minutos sus instalaciones construidas con materiales económicos, al alcance de sus esforzados dueños, eran atacadas por mortíferas llamaradas. En el recuento, 10 turistas extranjeros encontraron una muerte atroz, impactando con ello al mundo informativo, no así al nacional, más preocupado del incendio que redujo a cenizas a parte del centro histórico de Valparaíso.

Las voces de condena se han venido encima de las instalaciones dedicadas al negocio del turismo barato y de sus sostenedores. El dedo acusador también se ha dirigido contra quienes tienen la labor de fiscalizar estos establecimientos. Los ciudadanos observamos la actitud gubernamental, repetida tantas veces en situaciones de dificultad. Cuando empieza a entrar agua al bote del gobierno, aparecen actitudes erráticas y diletantes. Un engolado abogado gubernamental por orden de la primera autoridad regional se embarca en una extemporánea
querella criminal tendiente a " identificar al o los culpables de tanta devastación y determinar efectivamente si se ha incurrido en una negligencia o, derechamente, existe alguna especie de dolo".

¿ Qué sucedería si los dueños de residenciales y hostales organizados presentaran una acusación contra los organismos del Estado que los han incitado a conductas temerarias contra las personas en este caso los pasajeros?.

Como dirigente de organizaciones sociales relacionadas con el turismo y el comercio de Puerto Natales ( ex -Presidente de la Cámara de Comercio), perdí la cuenta de las charlas oficiosas de funcionarios de gobierno (Corfo, Sercotec, Serplac, Sernatur, BancoEstado, etc), donde se incitaba a los asistentes a aprovechar esta viga maestra de la actividad regional, ser obreros de esta industria sin chimeneas, ser con la ayuda del Estado emprendedores. ¿Necesita plata para ampliarse en dos piezas mas?.... aquí estamos nosotros. ¿Para qué pide leyes de excepción? "Si el turismo le entregará los ingresos que usted necesita para surgir" . Palabrería, negligencia, argumentos engañosos y fraudulentos.

Todo personero gubernamental responsable, obligado a salvaguardar a los ciudadanos y el bien común debe ser reflexivo y asertivo, ser capaz de asimilar y comprender las experiencias de otros destinos turísticos, que ya hace tiempo cayeron en el dominio del turismo industrializado. Saber que cuando " mayor sea el grado de subdesarrollo de un país, menor será el beneficio global del turismo" ( Francoise Ascher, UNESCO, 1985). Saber reaccionar cuando un consultor costarricense llegado a Punta Arenas hace pocos meses les dice respecto del Parque Nacional Torres del Payne… "si quieren hacer de este Parque un Cancún y un Punta Cana, van por buen camino". La experiencia enseña que cuando el turismo está siendo controlado desde afuera, los gestores locales deben ser parte del engranaje de las grandes multinacionales que dominan la operación y explotación de los atractivos turísticos. Los agentes locales están plenamente concientes que de lo cancelado por el visitante enviado por las agencias del turismo industrializado en "paquetes" ellos tienen una participación mínima. Es un engaño, por lo tanto, decirle a un marginal de la actividad turística que él será un actor del boom, o bien, un sostenedor de la viga maestra.

Ramón Arriagada

miércoles 7 de febrero de 2007

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"La japonesita que me arruinó el coche"

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Pasaje San Lorenzo

uando vivía en el pasaje San Lorenzo 320 de San Telmo en Buenos Aires, tenía una rutina inexorable. Me levantaba, me duchaba, pasaba a calentar "la pava" y me dirigía a una panadería en busca de facturas. La cosa era así. Salía del hotel, caminaba por calle Balcarce, doblaba por Chile y a la derecha, en calle Defensa quedaban las facturas. Aquel sábado salí del pasaje San Lorenzo, enfilé por Balcarce, doblé Chile y no pude seguir caminando. Me quedé mirando la lista de precios de un restaurante por un minuto largo hasta que sentí el golpe. Luego me volví al hotel, me tendí en la cama y me puse a llorar. Lo que pasó fue que no quise ver. Me negué a ver, la silueta que pendía desde el octavo piso del viejo edificio de la calle Chile con Defensa. Hasta que escuché el golpe brutal; pero no lo vi. Lo sentí.
Una hora después salgo del pasaje San Lorenzo, camino por Balcarce, doblo por Chile y llego donde el tano del boliche de la esquina y le pregunto qué pasó, me dice: No, nada, solo fue una japonesita que se tiró del octavo y me arruinó el coche
.

martes 6 de febrero de 2007

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Mercedes o bien podría ser tu abuelo

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uenos Aires, Argentina; Avenida 9 de julio, Alsina y Lima, Hotel Malvinas. Allí conocí a Mercedes. Se había casado, se había separado, se había vuelto a casar y se había vuelto a separar y nuevamente se había casado. El Hotel devenido en conventillo era administrado por el gallego Paz. Un gordo con suspensores que bien podría ser tu abuelo. Si es que a tu abuelo le gusta comer tripa gorda mientras besa a su muchacha. El hotel era habitado por estudiantes, maleantes, traficantes, amas de casa, proxenetas, mecánicos, comerciantes, futbolistas, prostitutas, soldados, un pastor evangélico, un abogado, un dentista, un corredor de autos, un artista de circo, cuatro adivinas, 3 poetas, una chica linda y Mercedes.
Allí vivíamos en unos cuantos metros cuadrados más de 400 personas. Allí vivía Mercedes, allí vivía yo. Me contaba que su primer marido -un chileno- la llevaba a un hotel alojamiento dos veces por semana. Era muy romántico tu marido le dije cuanto me lo contó. ¡Ma qué romántico!, me dijo -y agregó- me llevaba para mirar por la cerradura cómo hacían el amor las otras parejas.

Ella vivía en el quinto piso que daba a la calle Alsina, el lugar como todo el hotel era de una pobreza franciscana, pero Mercedes se encargaba de hacerlo acogedor, muy acogedor. Ponía velas, incienso, preparaba un pollo a la maryland y como postre me dejaba que desabrochara su antiguo pijama rosado. Algunas veces invitaba a mi amigo Eduardo Fernández Cuesta a que viniera donde Mercedes, obviamente el se retiraba antes del postre. Un día Eduardo me dijo: "Che Hugo, Mercedes está loca; anoche cuando te dirigías hacia el balcón, con tus rollos, tus alpargatas, tu pelada, con esas piernas de Garrincha que tenes, Mercedes me dijo: "¡que sexy que es ese hombre!".
Fue el mismo balcón que utilicé para esconderme cuando llego su tercer marido. En el balcón, desnudo, con frió y con cinco chicas que hacían el aseo en el edificio de enfrente, que reían desde la 9 de julio. En el Hotel Malvinas, donde el gallego Paz, que bien podría ser tu abuelo.

viernes 2 de febrero de 2007

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La Sorbona

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uenos Aires , bar La Academia, callao y corrientes, 1986.
-¿Vos sabes Hugo lo difícil que es que todo el tiempo los tipos te estén mirando el culo? Es insoportable nene, la hacen sentir a una, una cagada loco. Los tipos te joden, te persiguen cuadras y cuadras, te dicen cada barbaridad. Yo soy hincha de Boca, pero con este culo no puedo ir a la cancha ¿viste? Te cuento que una vez fui y tuve que pedir resguardo policial loco. En los ascensores, en el cine, en las librerías, acá mismo loco, en este bar, vos no sé si te diste cuanta cómo me miran esos tipos de la mesa cerca del pool. La verdad Hugo es que a nadie le importa un carajo que yo haya estudiado ciencias en la Sorbona, solo mi culo les importa.
- ¿Verdad; estudiaste ciencias en la Sorbona?

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