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Calomarde y Arría, Francisco Tadeo

Contenido disponible: Texto GEA 2000  |  Última actualización realizada el 03/07/2006

(Villel, T., 1773 - Toulouse, Francia 19-VII-1842). Político conservador, ministro de Fernando VII Buscar voz.... Estudiante de Leyes en la Universidad de Zaragoza, «nada sobrado de recursos». Su influjo en la Corte comienza a raíz de su matrimonio con Juana, hija de Antonio Beltrán, el médico de Godoy; boda de conveniencia, con mujer según algunos «poco favorecida de la naturaleza», de la que acabaría separándose, si bien es fama que «nunca se miró como casado, y las personas más allegadas a él jamás oyeron salir de sus labios el nombre de esposa».

Muy vinculado a su patria chica aragonesa, Calomarde escribe a finales del XVIII una Historia política de Aragón y en Madrid, 1800, se imprime su célebre Discurso económico-político leído en la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País Buscar voz......, «en el que se demuestra la cantidad de trigo y demás granos frumenticios que en cada año de este último quinquenio se ha cogido en el reino de Aragón, la población general de esta provincia, su consumo y medios de extraer el sobrante y de introducir lo necesario; poniéndose al fin las reglas más principales para fomentar su agricultura». En esta época de juventud, Calomarde responde perfectamente a la imagen del ilustrado, y suya es la frase que resume toda una tesis: «El hombre es verdadera riqueza». Aspira a educar profundamente a las gentes del campo, contra quienes «han pretendido que la práctica de la agricultura no se debe fundar en especulaciones y raciocinios, sino más bien deben dejarse solos los conocimientos que tengan los mismos labradores». El discurso zaragozano va dedicado a Godoy, con grandes elogios.

Pero es tras la caída de su protector cuando la carrera de Calomarde se hace vertiginosa. En plena guerra de la Independencia Buscar voz... recibe (marzo de 1809) la Orden de Carlos III. Hombre capaz de ganarse la confianza de los poderosos, sus actividades pueden considerarse como precursoras de la moderna policía secreta; el 10-IX-1810 es nombrado secretario de la comisión «para el examen y calificación de los Procuradores que han de asistir a las próximas Cortes» de Cádiz, donde se va a caracterizar por su oposición cerrada a las reformas políticas. Líder conservador, el 2-IX-1813 se le nombra fiscal del Tribunal Especial de Órdenes; en julio de 1814, oficial mayor más antiguo de la Secretaría de Estado y Despacho Universal de Indias, comenzando así su privanza con el regresado monarca, Fernando VII, que le llenará de condecoraciones y cargos, entre ellos el de subsecretario de Gracia y Justicia.

Sin embargo, son años oscuros, en los que, por motivos que se desconocen, es desterrado a Pamplona (aunque parece que no obedeció y quedó escondido en Madrid) donde llegó a firmar un testamento desheredando a su esposa, y también pidió permiso para retirarse a sus posesiones de Aragón por «motivos de salud».

Su estrella se apaga durante el Trienio Liberal Buscar voz..., para regresar majestuosa tras la venida de los Cien Mil Hijos de San Luis, en 1823: el propio duque de Angulema le nombra secretario de la Regencia; posteriormente será ministro de Gracia y Justicia, y, como ha descrito magistralmente M. Hume, «consiguió desde entonces ejercer completo predominio sobre el rey, que conservó hasta la muerte de Fernando. El secreto de su éxito era adivinar, si fuese posible, la opinión del rey sobre los asuntos, y luego presentarla como suya. Sabiendo, como sabia, que el vasto plan de Fernando era equilibrar el partido extremo con los moderados, organizó un sistema completo de espionaje doméstico, que le puso en condiciones de tener al rey informado de las acciones secretas de todos los hombres; y como se supo que él mismo pertenecía, en realidad, al partido de don Carlos, estaba en buena situación para aconsejar a Fernando cómo debía ponerse de parte de la moderación para agradar a las potencias aliadas sin desviar a los elementos del 'apostolicismo' en España».

De estos años data su importante gestión reformadora de la enseñanza, a su cargo como ministro de Gracia y Justicia: circular de 1824 estimulando la creación y mantenimiento de escuelas, real orden estableciendo los exámenes para maestros por la Junta Suprema de Caridad y suprimiendo trabas económicas y administrativas para ese ingreso; en ese mismo año de 1824 lleva a cabo una labor de restauración del Antiguo Régimen Buscar voz... en la vida universitaria, anulando los grados conferidos en el Trienio Liberal, y disponiendo reglamentos de control ideológico en la Universidad, seminarios conciliares, prohibición de libros, etc. Pero la principal actuación es el Plan General de Estudios del Reino (14-X-1824), inspirado y aplicado por Calomarde. Vuelve este plan a favorecer el estudio de Leyes y Teología, en perjuicio de las ciencias políticas, filosóficas y naturales, potenciadas en 1821; refuerza la anterior tendencia uniformista y centralizadora de corte napoleónico, nivela los sueldos de los catedráticos y reduce el número de Universidades suprimiendo muchas de escasa vitalidad (subsisten las de Huesca y Zaragoza) y abriendo nuevas en Mallorca y Canarias.

El miedo a la libertad docente es grande, y se insta a diversos juramentos a los universitarios. Es célebre la historia del cierre temporal de las Universidades que quedaban abiertas, y el apoyo a la creación de escuelas de tauromaquia. Más interesante es el Plan y Reglamento de Escuelas de Primeras Letras firmado por Calomarde el 16-II-1825, que será completado por otras disposiciones. En síntesis, se aplica a la enseñanza primaria el principio de uniformidad; se responsabiliza de ella a las autoridades locales; se prescribe como curriculum básico el de «doctrina cristiana, leer y escribir correctamente, la Ortografía, las cuatro reglas»; se aplica el método lancasteriano de monitores; se estimula la enseñanza por «premios», proscribiendo los castigos físicos, y se insiste en la enseñanza femenina completa, a la vez que se inspira de profunda religiosidad el conjunto de normas pedagógicas. Estas normas, en buena parte subyacen a las reformas de Moyano a mediados del XIX y siguen inspirando la legislación conservadora hasta fines del XX.

Todavía en la tercera década del XIX interviene, en 1827, en la represión de las revueltas de Cataluña. Pero quizá lo que le ha hecho más célebre sea su intervención palaciega en torno a la sucesión de Fernando VII. Partidario acérrimo de don Carlos y, por lo tanto, de la Ley Sálica que impedía el nombramiento de Isabel a la muerte de su padre el rey, que se veía cercana, y aunque Suárez Verdeguer haya negado la historicidad del relato, es famosa la bofetada que le dio, al parecer, la infanta Luisa Carlota, y la respuesta de Calomarde: «Señora, manos blancas no ofenden». El rey recuperado aún de su enfermedad, destituye al conspirador y le destierra a sus tierras turolenses de Olba Buscar voz..., de donde huye a Francia disfrazado de fraile; de París pasa a Roma, sin conseguir un capelo cardenalicio y, siéndole rechazados sus servicios por el pretendiente carlista tras el comienzo de la guerra, se retira discretamente a Toulouse. Allí será, con sus escasos medios de fortuna y los que le dejara su mujer en Zaragoza, ayuda de los numerosos emigrantes españoles, ya sean carlistas o liberales, progresistas o conservadores.

El controvertido personaje fallece en el destierro, en 1842, rindiéndole el Gobierno francés los máximos honores, pues era también caballero de la Legión de Honor. Su deseo fue ser enterrado en su pueblo de adopción, Olba (T.), donde había donado unas escuelas. De su época de poder data el magnífico retrato de Goya, que corresponde bastante bien a los datos encontrados en un pasaporte de 1822: talla regular, color blanco, cabello rojo, ojos claros, barba roja...

 

Monográficos

La disolución del Antiguo Régimen

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La lenta ascensión de la clase burguesa en Aragón y el proceso constitucional en la primera mitad del siglo XIX

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Francisco Tadeo Calomarde...Francisco Tadeo Calomarde y Arría

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