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Los hombres tras la Presidenta: ¿Qué hace un edecán?
By Emol
Mar 10, 2006, 09:05


Aunque son militares y no deliberantes en política, se puede dar el caso de que los únicos hombres del entorno de la futura Presidenta que permanezcan los cuatro años de mandato acompañando a Michelle Bachelet, sean sus recién nombrados edecanes militares.

Siguiendo una tradición que nació con la Independencia, la futura jefa de Estado de Chile nombró hace unos días a sus ayudantes militares, uno por cada rama de las FF.AA. y otro de la policía uniformada: el coronel Sergio Larraín, del Ejército; el capitán de fragata Leonel Muñoz, de la Armada; el comandante de grupo (A) Jean Pierre Desgroux, de la FACh, y el teniente coronel Gonzalo Blu, de Carabineros.

Ellos serán los hombres detrás de la Presidenta, con el deber de ayudarla y también defenderla, incluso, a costa de sus vidas.

Estos ayudantes surgen de lo más granado de las Fuerzas Armadas, que proponen una lista de tres candidatos al Ministerio de Defensa que, a su vez, los presentan al Presidente electo.

Los requisitos para acceder a este cargo son haberse graduado en sus respectivas academias de estudios superiores, tener una carrera impecable y ser coronel (en el caso del Ejército), capitán de fragata (Armada), comandante de grupo (FACh) y teniente coronel (carabineros).

Por ahora, las mujeres no pueden ser edecanes -con la excepción de Carabineros- porque todavía no hay oficiales egresadas de las academias de guerra, lo que recién podría suceder, si no se elimina antes dicha norma, en unos diez años.

Esto no es menor en el caso de la futura mandataria, ya que dentro de los roles que asumen los edecanes existen varios de corte doméstico que se facilitan con la presencia femenina.

Para la señora Michelle Bachelet, interactuar con estos oficiales no será difícil porque durante dos años y ocho meses fue ministra de Defensa, único puesto dentro de la administración del Estado -junto con el de Presidente- que tiene a su disposición cuatro edecanes.

En el Ejército ya hay oficiales mujeres graduadas de otras academias superiores, como la Academia Politécnica. Es el caso de la mayor Magaly Cortés, hija del general (r) Luis Cortés Villa, que aunque no puede ser edecán si podría llegar al grado de general de brigada.

Aunque tradicionalmente los edecanes presidenciales se distinguen por su presencia y porte, se afirma que el físico no constituye un requisito fundamental para acceder a dicho puesto, sino que priman sus capacidades y carrera profesional.

Las 24 horas del día

A modo de ejemplo, el recién designado coronel Larraín habla perfecto inglés e hizo posgrados en el extranjero; por lo tanto, tiene manejo internacional. También un excelente trato, como lo describen sus pares.

Su colaboración los edecanes la prestan durante las 24 horas del día. Coordinan la agenda protocolar del Presidente (que deciden su asesores políticos), preparan la escolta, y reciben y tramitan las instrucciones que les entrega el mandatario en terreno, entre otras obligaciones.

Aunque tienen una oficina especial en el palacio de Gobierno, los edecanes no asisten a reuniones privadas, no tienen injerencia política alguna, como tampoco manejan material calificado, aunque deben estar prestos a responder cualquier petición de la mandataria.

Para cumplir su rol, los cuatro edecanes dividen su trabajo por semanas, quedando uno de turno para acompañar a la mandataria. Otro, el saliente, para hacer los informes pendientes, un tercero (el que asumirá) para preparar las actividades de la próxima semana, y un cuarto para realizar labores burocráticas.

En los viajes se respeta el mismo orden, y si éstos son más de dos por semana, suelen turnarse entre los edecanes.

Otra tradición que persiste es que cuando el Presidente asiste a una actividad en un recinto militar lo acompaña el edecán respectivo, y que para las ceremonias de Estado concurren los cuatro ayudantes.

La relación de los edecanes con el Presidente de la República es regularmente formal, aunque a veces se generan lazos de amistad fuera de las jornadas de trabajo y que perduran por años.

Origen

Napoleón Bonaparte se hacía acompañar de sus generales y de un pequeño grupo de oficiales que transmitían sus órdenes en el campo de batalla. Para distinguirlos ordenó que llevaran un cordón dorado encima del uniforme, donde colgaba un lápiz para tomar nota de sus indicaciones, y un silbato. Es el origen de los edecanes. Esta tradición fue imitada por los ejércitos de la República como un signo del mando que tiene el Presidente por sobre las FF.AA., de las cuales es su "generalísimo", con derecho a tener el apoyo de los edecanes.

Después de La Moneda

Al terminar su destinación, los ex edecanes regresan a sus instituciones sin que su paso por La Moneda, en general, implique algún cambio en sus carreras, al menos en el Ejército, Armada y Fuerza Aérea. Carabineros suele premiar a los ex edecanes con una agregaduría inmediata en el extranjero.

Y, aunque el cargo de edecán no garantiza una escalada dentro de sus respectivas instituciones, suelen llegar a los grados más altos. Un caso fue el general de Carabineros Alberto Cienfuegos, quién fue edecán del Presidente Patricio Aylwin y seis años después asumió como general director de su institución.

EDECANAS

REQUISITOS. Por ahora no existen mujeres en las FF.AA. con los requisitos necesarios para ser ayudantes en la Presidencia.




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