Tenis: Idas y vueltas

Jul. 26 , 2010

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Publicado en Deportes de La Tercera lunes 26 de julio de 2010

En muchas ocasiones resulta complejo admitir que no todo es como uno quisiera. Uno crece y mejora en muchas cosas y decae en otras. Con los deportistas, el asunto es mucho más complejo. Así, mientras uno enfrenta los cuestionamientos de su entorno inmediato, en el caso de un personaje de figuración pública, la carga es mucho más pesada.

En este contexto se encuentran hoy aquellos tenistas que llenaron de gloria olímpica a Chile. Hicieron lo que jamás soñamos. Con alma de perdedores, nos acostumbramos a celebrar poco y nada a nivel deportivo. En eso estábamos cuando Nicolás Massú y Fernando González nos iluminaron. Agradecidos, por siempre. Lo que hicieron nada podrá borrarlo. Ahora están blindados por la historia. Por eso confunde la actitud en la que han caído respecto de los medios y el periodismo en particular. Así como no necesitan aislarse, tampoco requieren atacar a las instancias con las que han convivido toda su vida. Es un ida y vuelta claro: la prensa le sirve al deportista y éste es sustancia de los medios.

Massú siempre ha sido algo más introvertido que González, pero el "Bombardero" ha asumido una actitud que desconoce su auténtica naturaleza, quizá más influido por su círculo más íntimo que por convicciones personales. "¿En la universidad existe algún ramo del periodismo que se trata de inventar noticia cuando no las hay? ¿Alguien sabe?", fue el twitteo que siguió a un artículo publicado por este diario. Las defensas gremiales no son mi fuerte y tampoco me gustan, pero calificar de inventos las informaciones chequeadas y publicadas por un diario es la salida más sencilla y de fácil recepción. Es el equivalente a decir que todos los políticos son corruptos, que los comunistas son malos, que los indios son flojos y que tal o cual raza es más o menos explotadora o cicatera. Los medios responsables, cuando las puertas se cierran, tienen la obligación de investigar qué está sucediendo. Y lo deben hacer bajo estrictas pautas éticas. Y en ese marco, los profesionales sufren el escrutinio constante de sus jefaturas, sus pares y de su competencia. Puede haber errores; fuentes que, a la larga, son poco confiables. La ficción, en cambio, está prohibida de plano.

De paso, en el entorno de González, deberían entender que es preferible decir "prefiero no hablar con ustedes" que excusarse tras exigencias monetarias que, bien lo saben, jamás serán aceptadas por conceder una entrevista. Le resta la dignidad que, sin duda, merece todo gran deportista como él.