El Reino Unido ha logrado detener la ruta de un buque que supuestamente transportaba helicópteros de ataque rusos hacia Siria, aunque recurriendo a la vía administrativa y no a la disuasión militar. La retirada del seguro de navegación a la embarcación, bajo la sospecha de incluir armamento en su carga, ha forzado su regreso a Rusia, al tiempo que desactivaba un nuevo pulso diplomático entre Londres y Moscú a propósito de sus posiciones divergentes ante el régimen de Bashar El Assad.

El secretario del Foreign Office, William Hague, ha confirmado ante los Comunes que el carguero MV Alead, gestionado por la sociedad rusa Femco y que partió del puerto de Baltiisk (Kaliningrado) el pasado 11 de junio, fue despojado del seguro necesario para navegar cuando se hallaba a 50 millas (80,4 kilómetros) de la costa noroeste escocesa. La pérdida de la cobertura de la aseguradora The Standard Club impide legalmente al buque concluir el trayecto con destino a Siria.

Si bien la mutua británica subraya que la decisión de retirar el seguro al barco no obedeció a la presión del Gobierno británico, sino a una “ruptura de las normas internas”, tanto su comunicado a la prensa como la propia declaración de Hague avalan las sospechas sobre el contenido de la carga del MV Alaed. “El pasado viernes se nos informó de que el buque podría transportar armas, en particular helicópteros de ataque (MI25), misiles y munición no especificada”, ha confirmado The Standard Club, que “sigue investigando” esas acusaciones.

La embajada rusa en Londres declinó hacer declaraciones a la espera de la reacción oficial de Moscú, mientras el ministro de Asuntos Exteriores británico recordaba el embargo europeo que pesa sobre la venta de armamento a Siria y la determinación del Reino Unido en que se cumpla con vistas a mermar “la capacidad del régimen para masacrar a la población civil”. Hague ha intentado, sin embargo, zanjar cualquier conato de crisis con la administración rusa a base de emplearse a fondo en el lenguaje diplomático en su declaración ante el Parlamento: “Hemos mantenido conversaciones con Rusia y me complace anunciar que el barco, que según informaciones portaba armas a Siria, ha regresado aparentemente a Rusia”.

La inflexión más importante del suceso, que no especificó el titular del Foreign Office sino el Ministerio de Defensa, reside en el hecho de que ningún navío británico tuvo que intervenir para que el MV Alaed desviara su rumbo.