¡Todo es culpa de tus ancestros!

noviembre 21, 2009 Sin Comentarios

Tus ancestros

Bueno, es una forma de decirlo.

Recordemos su vida por un momento:

Convivían con animales salvajes que, en muchos aspectos, (fuerza, agilidad, por ejemplo) eran superiores a nuestra especie. La ley del más fuerte era aplicable a todos por igual, así que muchas veces, los ancestros eran el snack elegido por el carnívoro más cercano.

Su cuerpo aprendió rapidamente que, para protegerse, es necesario estar muy atento a los potenciales peligros, anticiparlos si es posible, solo así, podría asegurarse su vida.

El sistema nervioso empezó a amplificar los sonidos y visiones potencialmente peligrosas, (activando los sensores de adrenalina y preparando al cuerpo para huir rápidamente).

Por otro lado, las circunstancias positivas debían ser minimizadas e ignoradas, para poder mantenerse atentos.

En ese contexto, era mucho más importante escuchar el ruido de una pisada peligrosa que el sonido de un niño o una sonrisa, recuerda: era una cuestión de vida o muerte.

Desde esas épocas, muchas cosas han cambiado, ya no eres parte de la cadena alimenticia (al menos no de esa) no sales todos los días de cacería (para conseguir alimento); es difícil que en tu vida cotidiana te encuentres un gran animal deseoso de comerte, la sociedad (en su mayoría) está diseñada para proteger tu integridad física.

Tomando esto en cuenta: sería lógico pensar que el sistema sistema nervioso de tus ancestros haya cambiado su programación, dejando de amplificar los hechos negativos y peligrosos y empezando a tomar en cuenta los positivos y dándoles su verdadera proporción. ¿Verdad?

Resulta que tu sistema nervioso (y con él, tu evolución), se saltaron la clase de lógica (o prefieren ignorar su existencia).

Tu sistema de protección sigue funcionando ahora, aunque las amenazas que interpreta son más… ¿cómo decirlo?… sutiles:

  • Una mirada molesta,
  • Un gesto que parece mal intencionado,
  • Un tono de voz un poco más alto de lo común,

Estos comportamientos hace que tus sensores se enciendan, la adrenalina corra, ahora sabes que no hace falta correr, desahogas toda esta reacción química a través de un arranque de ira.

Si alguna vez te has preguntado, ¿porqué reaccioné así de mal? ¿Qué me hizo explotar de esa manera? Esta es tu respuesta.

Bueno, ahora dirás, ¿De qué me sirve saber esto?

Pués:

El éxito requiere, por momentos, acciones contraintuitivas

A pesar que tu sistema de protección se activa automáticamente, solamente hay en el mundo una persona que puede regular tu conducta, tus reacciones, tu destino.

Tu.
Solamente Tu.

Recuerda siempre: eres quien está en control de tu vida, de tus acciones, de tu comportamiento. Por encima del instinto y de la forma en que estén organizados los genes y la biología, tú puedes definir lo que es realmente importante: tu mente y conciencia son los que en último término definen tu comportamiento, tus reacciones, tus acciones…. tu destino.

Recuerda siempre: tú estás en control.

Estos mecanismos te ayudarán a ejercitarlo:

  • La próxima vez que sientas estar a punto de perder el control, (empiezas a alzar el tono de voz y sientes toda la presión en tu cuerpo), mira las cosas en perspectiva, pregúntate, ¿si me vieras reaccionando de esa manera, qué pensaría de mi mismo? La autoconciencia, la facultad de mirarnos es probablemente tu más importante característica, úsala.
  • Adquiere el hábito de darles la verdadera proporción a las cosas que van sucediendo, amplifica y exagera lo positivo y reduce y minimiza lo negativo.Recuerda que tu sistema de protección hace lo contrario, tu propósito es, conscientemente, darle su verdadera proporción a las cosas.
  • Agradece más de la cuenta, agradece mucho por las cosas pequeñas, y un poco más por las grandes, la gratitud es uno de los sentimientos más transformadores con los que contamos.
  • Haz lo posible por ignorar las miradas acusadoras y negativas, los comportamientos reprochables, lo que veas y sientas que empieza a irritarte.
    Conviértete por un momento en un snob de malos comportamientos, levanta tu nariz, da la vuelta y enseña tu espalda. (Esto no significa quedarse callado cuando sientas que algo está mal, significa más bien, ignorar lo irrelevante.)
  • Siempre que tengas una discusión acalorada y notes que estás atacando a la persona en lugar de defender tu punto: detente, discúlpate y regresa a tu argumento: esto te dará perspectiva.
  • Recuérdate en todo momento Tú estás en control de tu vida, tus relaciones, tus reacciones, tu comportamiento, tu destino.
  • Tu decides: si prefieres rendirte a tu arranque de ira, que sea una decisión consciente y no ocasionada por el mundo y las circunstancias.

Imagen de CC de Beautification Syndrome’s

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