En ese lugar el comandante me hostigaba psicológicamente diciendo que si llegaban más a buscarme a todos los iba a meter a la cárcel. Me seguía cuestionando haciéndome preguntas como ¿Cuántos son en tu familia? ¿Cuántos hombres y mujeres? En ese momento me percate que el comandante recibió una llamada por lo cual me dijo, “yo no sé quien eres, ni tú sabes quien soy yo, pero tú eres alguien”.