Mundo rural
La mayoría de los espacios naturales en el mundo son hábitats humanizados en los que los usos y manejos tradicionales del mundo rural juegan un papel fundamental no sólo en la conservación, sino también en la “producción” de biodiversidad y de paisaje. El paisaje natural de Andalucía es a partes iguales relieve, cubierta vegetal y huella humana. Y en ese sentido, toda amenaza al mundo rural también pone en serio peligro nuestro rico patrimonio natural.
Para la FG los responsables últimos del éxito de nuestro proyecto, los verdaderos custodios a largo plazo del quebrantahuesos son los habitantes de las zonas de reintroducción. Por ello, en la FG trabajamos para restituir el protagonismo de agricultores, ganaderos, selvicultores o cazadores como auténticos gestores del territorio.
Y para ello, no basta poner en marcha acciones de sensibilización y participación activa en el control de amenazas, sino que el primer escollo a superar es, simple y llanamente, que siga habiendo gente que viva y trabaje en las montañas del quebrantahuesos.
La baja rentabilidad de las producciones tradicionales y la consiguiente falta de relevo generacional es, por tanto, una amenaza también para la conservación.
Para frenarlo, desarrollo rural, sostenibilidad y conservación deben ir de la mano. Y en ese camino a cada cual le toca un papel: a los habitantes del mundo rural, la tarea de asumir con responsabilidad su función como guardianes y productores de biodiversidad, a la Administración, la de proveer los recursos y el apoyo político e institucional necesario para promover un desarrollo rural sostenible y a las entidades conservacionistas y de promoción social, económica y cultural del territorio, la de difundir y poner en valor, de cara a la sociedad, tanto nuestra excepcional riqueza natural, como los impagables servicios ambientales que nos presta el mundo rural.
¿Sabías que…?
El desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades actuales de las personas sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas. Informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo: Nuestro Futuro Común 1987