Menstruación

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El periodo, regla o menstruación es el sangrado que las mujeres y algunos mamíferos tienen, cuando el óvulo que fue expulsado del ovario para ser fecundado no es fertilizado. En esta última fase del ciclo menstrual, llamada fase postovulatoria, es cuando el endometrio, que se había estado haciendo grueso como preparación para recibir, implantar y nutrir al óvulo fecundado, se desprende. El flujo de una menstruación en total es de alrededor de 40 a 50 mL, o aproximadamente cuatro cucharadas. Está compuesto de sangre, tejido endometrial y otros fluidos vaginales. Este flujo sale por la vagina y su duración promedio es de tres a cinco días.

Descripción[editar]

La menstruación es un proceso cíclico y fisiológico de las mujeres sexualmente maduras que ocurre con una cadencia media aproximada de veintiocho días, aunque el 90 % de las mujeres tiene ciclos entre 24 y 36 días. Lo mismo ocurre en las hembras de todos los grandes primates. Durante la menstruación se produce un sangrado vaginal fruto de la descamación de la capa funcional del endometrio, como consecuencia de la brusca deprivación hormonal al final del ciclo femenino, cosa que se presenta si no se ha producido la implantación de un blastocisto. Una de las cosas que ha llamado más la atención sobre la menstruación ha sido su periodicidad, recibiendo popularmente el nombre de «regla» por su rítmica aparición.

Fisiología[editar]

Ciclo menstrual.

El ovario sintetiza y secreta distintas hormonas esteroides:

Ciclo sexual femenino (o ciclo menstrual)[editar]

La menstruación es parte del ciclo sexual femenino, el cual prepara el cuerpo de la mujer para el embarazo cada mes. Un ciclo se cuenta desde el primer día de un periodo (menstruación) hasta el primer día del siguiente periodo. El ciclo menstrual promedio tiene una duración de 28 días. Los ciclos pueden oscilar de 21 a 35 días en las mujeres adultas, y de 21 a 45 días en las jóvenes. Para que se presente el ciclo menstrual, durante el mes se presenta un aumento y disminución de unas sustancias químicas del cuerpo denominadas hormonas.[1]

El ciclo sexual femenino es un ciclo bifásico, es decir, está compuesto por dos etapas: la fase ovárica y la fase uterina.[1]

Fase ovárica[editar]

Tiene como elemento fundamental al folículo. Su desarrollo y maduración presenta tres características[1] generales básicas:

  • Selectividad: el folículo destinado a ovular procede de una población de folículos en crecimiento que, a su vez, provienen de una masa de folículos primordiales en reposo, formadas durante el desarrollo embrionario y fetal.
  • Continuidad: la puesta en marcha del desarrollo folicular es un proceso continuo, hasta que las reservas estén exhaustas.
  • Regularidad: el desarrollo folicular es un proceso regular y ordenado, con un índice constante de folículos que abandonan el pool en una unidad de tiempo. Esto significa que el ovario es un sistema regulado y coordinado, de manera que el inicio del crecimiento folicular se realiza en intervalos de tiempo regulares y con un índice de depleción de pool constante.

Fase uterina (ciclo endometrial)[editar]

Las distintas estructuras que forman el útero se hallan sometidas a la influencia de las hormonas ováricas. Las modificaciones más importantes se producen en el endometrio, también se observan en el moco cervical, expresión de la actividad de las glándulas del endocervix, y en forma mayor enfocada en sangre.

Bajo la acción sucesiva de estrógenos y progesterona producidos por el ovario, la mucosa endometrial experimenta cambios cíclicos en su estrato funcional que se diferencian en tres etapas:

  • Proliferativa o estrogénica (del 5.º al 13.er día del ciclo).
  • Secretora o progestacional (del 14.º al 29.º día del ciclo).
  • Menstrual o de disgregación (del 1.º al 4.º día del ciclo).

Alteraciones de la menstruación[editar]

Hay numerosos términos médicos relacionados con problemas en la menstruación que pueden confundirse:[2]

  • Amenorrea es la ausencia de menstruación.
  • Hipermenorrea es sinónimo de menorragia.
  • Hipomenorrea es la disminución anormal del flujo menstrual o de la duración de la menstruación, pero con intervalos intermenstruales normales.
  • Menorragia es el aumento anormal del flujo menstrual o de la duración de la menstruación, pero con intervalos intermenstruales normales. Ésta se produce cuando la menstruación se extiende más allá del límite de los siete días o bien implica una pérdida de sangre mayor a 80 ml.
  • Menorrea es sinónimo de menstruación, o ciclo menstrual normal en mujer en edad fértil.
  • Metrorragia es la hemorragia irregular y patológica procedente del útero, con independencia del ciclo menstrual.
  • Oligomenorrea es el trastorno del ciclo menstrual caracterizado por un intervalo excesivo, por lo general superior a 35 días, entre una menstruación y la siguiente.
  • Polihipermenorrea es la menstruación frecuente y profusa, por aumento de la cantidad de flujo menstrual y acortamiento del intervalo intermenstrual. Es sinónimo de menorragia y de hipermenorrea.
  • Polimenorrea es el trastorno del ciclo menstrual caracterizado por un intervalo excesivamente corto, generalmente inferior a 21 días, entre una menstruación y la siguiente.

Amenorrea[editar]

Patológica

La ausencia de menstruación es un síntoma importante en la mujer y se llama amenorrea. La amenorrea primaria se define como la ausencia de menstruación en mujeres de 16 años o más.[3]

Se define como amenorrea secundaria a la ausencia de períodos menstruales durante tres o más meses en una mujer que ya ha comenzado a menstruar y que no está embarazada, lactando ni tampoco en la menopausia.[4]

Fisiológica

La ausencia de menstruación se considera fisiológica:

  • Antes de la pubertad. La primera menstruación se le denomina menarquia o menarca. Así como algunas niñas ingresan en la pubertad antes que otras, lo mismo ocurre con el período. La edad media de la menarquía es 12.5 años,[5] pero varía de niña a niña (esto puede ocurrir entre 8-16 años).
  • En el embarazo. La amenorrea siempre está presente en el embarazo. Por ello, si una mujer joven con presencia constante de la menstruación ésta se ausenta durante algunos pocos meses y la mujer ha estado teniendo relaciones sexuales sin practicar medida alguna de anticoncepción, se considerará entonces el embarazo como posible causa etiológica.
  • En la lactancia. La amenorrea que se produce durante la lactancia es de origen hipotálamo-hipofisario y es de duración variable. El endometrio no crece ni se desarrolla debido a una disminución en la producción de estrógenos y progesterona. Esto se debe a que, junto a la liberación de prolactina, hay una disminución de la liberación de gonadotropinas y en consecuencia no se produce la maduración de los folículos ováricos.
  • En la menopausia. La menopausia se define como el cese permanente de la menstruación y tiene correlaciones fisiológicas, con la declinación de la secreción de estrógenos por pérdida de la función folicular. La menopausia se sitúa alrededor de los 51.4 años,[6] sin embargo, la edad de la menopausia varía de mujer a mujer, es, en general, entre 45 a 55. Este último sangrado es precedido por el climaterio, que es la fase de transición entre la etapa reproductiva y no reproductiva de la mujer.

Consideraciones culturales[editar]

El ritmo de 28 días de la menstruación promedio es un ritmo parecido al de las fases de la Luna (27,3 días), que se manifiestan 13 veces al año (28 días x 13 = 364 días = 1 año, aproximadamente). Desde la Antigüedad se creía, por esta sencilla relación, que el ciclo menstrual está firmemente relacionado con el ciclo lunar (creencia que ha llegado hasta nuestros días), y por esta supuesta relación se denominaron “lunas” a las menstruaciones. Algunos incluso llegaron a la errónea suposición de que la luna nueva era motivo de la regla en las mujeres vírgenes y la luna menguante en las adultas y casadas.[7] En algunas culturas asocian a la vulva con una herida y a la menstruación con la sangre que llega periódicamente a recordar la existencia de ella.[7]

A lo largo de los años se han tejido infinidad de mitos y creencias con respecto a la menstruación:[8]

  • En los pueblos antiguos se consideraba que la mujer estaba sucia cuando menstruaba, incluso entre los arapesh (tribu de Nueva Guinea) se construían chozas apartadas para las mujeres que tenían la regla.
  • Entre egipcios y hebreos era un ritual obligatorio que la mujer se sometiera a baños especiales de limpieza al final de la menstruación.
  • El libro sagrado de la Biblia, en el Antiguo Testamento se consideraba que la mujer era impura durante su periodo menstrual. Incluso se llegó a calificar de pecaminoso que una mujer entrara en el templo durante sus días de regla.
  • En la China antigua estaba establecido que la sangre menstrual no debía tocar el suelo por temor a ofender al espíritu de la Tierra.
  • Plinio (Siglo I D.C.), en sus escritos, llega a describir la regla en términos de “veneno fatal que corrompe y descompone la orina, hace perder las semillas de la fecundidad, marchita las flores y hierbas del jardín” o “el contacto con la sangre menstrual hace que el brillo del acero y el marfil desaparezcan”.
  • Entre los antiguos griegos, Hera era la diosa responsable de la menstruación.
  • Hasta el siglo XX se les enseñaba a las niñas que por educación no debían tocar el tema de la menstruación, lo cual provocó que se convirtiera en un tabú.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

Bibliografía[editar]

  • Comparato, M. R. Ginecología en esquemas (11-12, 30-38, 99-110).
  • Debuse, M. Curso Crhas de Mosby: Lo esencial en aparato endocrino y reproductor (17-24, 77-88).
  • Gori y Laruss, A. Ginecología de Gori (49-87, 512-522).
  • Guyton-Hall Tratado de fisiología médica (1115-1129).
  • El Manual Merck, 10.ª ed. (Edición del Centenario) (1938, 1948-1950).
  • Rakel, P. (2005). Conn’s Current Therapy. 57th. ed. Philadelphia, PA: WB Saunders (1291-1293).
  • Stenchever, A. (2001). Comprehensive Gynecology. 4th. ed. St. Louis, MO: Mosby (1109-1119).

Enlaces externos[editar]