Carmen Caffarel cree que “lengua y economía deberían dejar de ignorarse mutuamente”

“El español es una de nuestras principales fuentes de riqueza”, asegura la directora del Instituto Cervantes

11 de mayo de 2009

“Lengua y economía deberían dejar de ignorarse mutuamente. Estaremos perdiendo una oportunidad inédita si no ponemos remedio a esta mutua desidia interdisciplinar”, ha sentenciado Carmen Caffarel en la mesa redonda “Desafíos compartidos”. La directora del Instituto Cervantes asegura que “el español se ha convertido en una de nuestras principales fuentes de riqueza”, con un gran potencial de crecimiento cuyas posibilidades hay que aprovechar.

Así lo ha manifestado en el acto institucional para la Conmemoración de los Bicentenarios de las Repúblicas Iberoamericanas celebrado en Casa de América (Madrid).

“Nos admiramos de que el inglés suponga la tercera industria de un país como Gran Bretaña y, sin embargo, hay quien recela a la hora de impulsar las industrias en español”, a pesar de que “la lengua es nuestro más preciado bien económico”, ha dicho.

El español, con sus 450 millones de hablantes en un área de 12 millones de kilómetros cuadrados, se ha convertido en “un idioma necesario para la economía de mercado global” del siglo XXI: “Todo aquel que quiera entrar en el mercado hispanoameriano necesita hablar español. En ello radica el incuestionable valor instrumental de nuestra lengua: el español abre las puertas del futuro profesional de todos aquellos que la estudian.”

Carmen Caffarel ha destacado que el español se sitúa en el segundo lugar como lengua extranjera más estudiada en el mundo, con al menos 14 millones de estudiantes, de los que que más de tres millones viven en Europa. Además, “las perspectivas son inmejorables”, especialmente en Estados Unidos, Brasil y Filipinas.

Turismo lingüístico

No obstante, “tenemos aún mucho que hacer”, ha dicho la directora del Cervantes. “Debemos apoyar firmemente dentro de nuestras propias fronteras las industrias lingüísticas del español, de igual forma que la industria del turismo lingüístico debería ser otra de las prioridades”.

En 2007 España recibió la visita de 240.000 estudiantes de español (frente a los cien mil que tuvo Francia), que aportaron 500 millones de euros. Somos además el segundo país de destino de los estudiantes norteamericanos para completar su formación, y el primero para los estudiantes Erasmus. “Estamos, pues, ante una industria aún en ciernes que a corto plazo proporcionará una altísima rentabilidad.”

El Instituto Cervantes, que está presente en 41 países, desempeña un importante papel para reforzar el peso del español en el mundo. “El camino abierto por la expansión internacional de nuestra lengua es el que después pueden recorrer las industrias culturales en español, como la del libro, la música, la televisión o las tecnologías de la información y la comunicación”.

Carmen Caffarel ha concluido su intervención abogando por aprovechar “esta excepcional coyuntura para invertir en el desarrollo de un activo con enorme proyección de futuro”. Con ese fin, deben aunarse esfuerzos para que el español supere los siguientes retos: “afianzar su papel en el ámbito de la diplomacia y en los mercados internacionales, potenciar la presencia tanto en Internet como en el campo de las publicaciones científicas y reforzar la tendencia al alza de su demanda como lengua extranjera.”


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