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Cementerios salitreros en alerta

La cañería de una minera, que inundó el camposanto Cantón de Negreiros, y un proyecto que estaba pintándole las cruces al de Pisagua, encendieron el debate sobre el estado de estos sitios.

Alejandra Lobo, desde Iquique 14 de marzo del 2016 / 03:20 Hrs

La inundación del cementerio del Cantón de Negreiros, producto de la rotura de una cañería de una faena minera, sumado a un proyecto para pintar las cruces del histórico camposanto de Pisagua, han generado un debate público respecto del estado y protección en que se encuentran estos recintos de la época del salitre, en la Región de Tarapacá.

“Los saqueos y daños en cementerios salitreros son una realidad; por eso, como municipio, estamos propiciando  proyectos que buscan proteger ese patrimonio o por lo menos hacer un catastro de ellos, ya que en nuestra comuna se encuentran ubicados varios camposantos. Y ninguno, por ejemplo, cuenta con cierre perimetral; por lo tanto, es muy fácil acceder y alterar esos lugares”, señaló el alcalde de Pozo Almonte, José Fernando Muñoz.

Su diagnóstico es crudo. El edil asegura que estos sitios no sólo han sufrido alteraciones producto del tiempo, sino que también se ha producido un deterioro permanente como resultado de la acción de personas. 

De momento, el gobierno regional ordenó a la firma ejecutora de la intervención del cementerio de Pisagua, paralizar sus faenas hasta que se cuente con asesoría de expertos. En forma paralela, la Brigada de Delitos Medioambientales de la PDI (Bidema), ha realizado diversas diligencias en Negreiros, ordenadas por el Ministerio Público, y que buscan establecer el nivel de impacto que provocó la rotura del ducto de la minera Cosayach.

El arqueólogo y antropólogo Alvaro Carevic, asesor patrimonial de esta firma, indicó que tras la rotura del ducto de salmuera, registrada a fines de febrero pasado, ejecutaron un peritaje en el lugar. “Lo que establecimos fue que ingresó agua y afectó al 16% de la superficie del cementerio. Hemos propuesto medidas de mitigación al Consejo de Monumentos Nacionales, pero aún deben pronunciarse sobre el tema. Estas se relacionan con conservación de las maderas y la ornamentación de algunas de las urnas. Asimismo, y de manera inmediata, se cambió el trazado del ducto y se construyó una zanja para drenaje de manera preventiva”, subrayó el experto.

Historia dañada 

Silvio Zerega, director ejecutivo de la Corporación Museo del Salitre, asegura que en Tarapacá existen, al menos, 70 cementerios asociados a campamentos salitreros.

“Hay varios factores que han incidido en el estado en que se encuentran esos recintos, como los terremotos que han deteriorado su infraestructura, la acción del tiempo y, por cierto, los saqueadores. Muchas tumbas han sido profanadas y hemos detectado que sustraen hasta los botones de la indumentaria de los muertos”, dice.

Agrega que “estos saqueadores buscan objetos que tengan algún valor, normalmente simbólico, de esa época, para después comercializarlo. A esto se suma la inundación que sufrió el cementerio de Negreiros, donde saltan a la vista los daños experimentados en la zona”, explicó.

Zerega señaló que urge la elaboración de un catastro de los antiguos cementerios de la Región, con el objetivo de tener un diagnóstico acabado de la condición en que se encuentran. “Representan una evidencia rica en términos de historia de la época del oro blanco. Nuestro objetivo es que se busquen los instrumentos para protegerlos. Actualmente, nos encontramos trabajando en la declaratoria como monumentos de 30 oficinas salitreras y esperamos poder abarcar los cementerios asociados a ellas”, dijo.

El arqueólogo Horacio Larraín, académico del Centro del Desierto de la Universidad Católica de Chile, asegura que los cementerios salitreros han sufrido numerosos saqueos. “La evidencia más clara es el de Huantajaya, que fue prácticamente devastado. Estamos trabajando en un proyecto junto con el municipio de Alto Hospicio para que sea declarado monumento, pero es necesario tener claro que todos los cementerios salitreros se encuentran en total abandono, a pesar de que constituyen un inigualable patrimonio histórico”.

Ofensiva del gobierno

La intendenta de Tarapacá, Claudia Rojas, comentó que se están destinando recursos para el rescate patrimonial en la Región.

“Hemos estado atentos a cada acción que se ejerce sobre sitios patrimoniales, aunque no se encuentren protegidos por el Estado. En el caso del cementerio de Pisagua detuvimos las obras de la ejecutora, hasta que llegue un profesional que los asesore. En el caso de los otros cementerios salitreros, es una temática que estamos abordando y buscaremos todos los mecanismos necesarios para evitar que continúe su destrucción”, subrayó.