La sentencia llega tras 5 años. Fue declarado culpable por el tribunal penal en la quinta audiencia del caso.García Carcía fue suspendido por la iglesia y hace 4 años abandonó la parroquia en donde ejercía y desapareció sin dejar rastro.Fue capturado en Quito en agosto del año pasado y estaba en la lista de los más buscados.
El abogado Santiago Sánchez, quien defiende a la víctima, indicó que aunque se logró que sea declarado culpable por el delito de violación, aún el tribunal no ha publicado la sentencia.“Esperamos que le den entre los 25 y 29 años de prisión, pues hay dos agravantes; el delito fue cometido contra una víctima menor de 14 años (tenía 11 cuando fue abusada), además ella estaba a cargo del acusado cuando sucedió”.
La víctima hoy tiene casi 17 años.Era parte del coro de la iglesia cuando, según Sánchez, fue violada en varias ocasiones en la parroquia por el mencionado sacerdote.
García deberá también defenderse en otra causa que por el mismo delito presentó la hermana mayor de la víctima a las que se suman otras 8 denuncias de igual número de abusadas
Mientras tanto sigue el trámite de indagación previa en contra del ahora suspendido sacerdote Luis Fernando Intriago que era párroco de la iglesia Nuestra Señora de Czestochowa de Guayaquil.
Este ciudadano es investigado a raíz de que un grupo de jóvenes, cada uno por su lado, lo denunció por abusos físico y sexual bajo el argumento de que los hacía participar en la “dinámica del pecado.”
Las denuncias fueron hechas por los que en la época en que fueron víctimas eran adolesentes, como es el caso de Juan José Bayas, Diego Guzmán Adrián y Kevin Rivas, entre otros.
En otro caso fue denunciado en Cuenca en contra del sacerdote César Cordero Moscoso quien era rector de la Universidad Católica de esa ciudad e incluso al retirarse fue nombrado rector honorífico de la institución educativa.
El sacerdote Cordero fue denunciado por Jorge Palacios. Arquitecto nacido en Cuenca y que ahora vive en Quito. Tiene ahora 63 tres años de edad y según su versión fue violado desde los cinco hasta los 14 años de edad.
Palacios declaró a la prensa lo siguiente: “Hace 58 años, fui seducido por el sacerdote César Cordero Moscoso, inicialmente para recibir educación católica, con otros niños del barrio. Él aprovechó para violentarnos sexualmente. Al cumplir seis años, yo tenía que ingresar a educación primaria y el padre me dio una beca en la escuela Miguel Ortiz. Les dijo a mis padres: ustedes no pagan, el niño viene a estudiar aquí. Durante toda la instrucción primaria fui su favorito. Con otros niños fuimos a sus habitaciones, a su cama, a tener relaciones con él. Después el sacerdote puso un colegio normal católico. Estuve ahí dos años. Seguía siendo usado por el padre”.
Palacios lo denunció, según su versión, en 2010. Entonces acudió a las autoridades eclesiásticas, que calificaron el comportamiento del sacerdote como un “defecto” sin embargo de que su hermano se suicidió porque también fue otra víctima del citado cura.
A la denuncia del arquitecto Palacios se suma la de un hombre de 64 años. Desde el anonimato aseguró que su vida se arruinó a los siete años porque había sido víctima de abuso en la habitación del religioso Cordero que ahora tiene 90 años.
