Te levantás una mañana, temprano, más temprano que de costumbre. Tenés que terminar una nota, una columna para un suplemento literario. Ya la garabateaste, escribiste algunos párrafos, pero falta un cierre, la conclusión, corregir esas frases que declaman ideas que necesitan pulido. Te preparás el desayuno. Leés un diario en papel. Encendés la computadora y leés los otros diarios. Contestás mails atrasados. Te conectás a Twitter; hoy continúa el juicio por la desaparición de Marita Verón, hoy sigue declarando Susana Trimarco y vos querés saber qué dirá. ↓ Leer más…