Juan Pablo Rodríguez

Cuando los bolivianos vieron Zona Sur en agosto del año pasado (mes de su estreno) el impacto fue evidente, estaban frente a una cinta que no sólo tocaba fibras sensibles de su realidad, sino que también los había hipnotizado con el despliegue estético y un alto grado de concepción artística.
Pocos lograron anticipar en aquel entonces los muchos logros que la película del cineasta paceño Juan Carlos Valdivia cosecharía de ahí en más, por ejemplo la participación en importantes festivales como el de Huelva en España, el del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, el Festival Internacional de Cine de Tokyo y recientemente el de Sundance (EEUU), uno de los eventos más prestigiosos del cine independiente del mundo, el que obtuvo el galardón a mejor dirección y mejor guión; un hecho inédito para el cine boliviano, que no ha dejado indiferente a nadie.
Sin embargo, Zona Sur es mucho más que un buen guión y una buena dirección. He aquí algunos de sus ‘secretos’.
Juan Carlos Valdivia, que también dirigió Jonás y la ballena rosada, y American Visa, presenta a una familia disfuncional de la zona sur de la ciudad de La Paz, aquella franja que parece una Bolivia distinta, donde la majestuosidad de sus casas, la elegancia de sus habitantes y lo sofisticado de su estilo de vida contrastan notablemente con la pobreza y la precariedad de su entorno.
“Quería hacer una película menos complaciente, sentía que tenía que hacer una película más artística, más profunda, más seria, más cuestionadora, más jodida: poner el dedo en la llaga. Creo que en Bolivia tenemos que ver ciertos temas y ésa fue mi inquietud, primero verme a mí mismo, el mundo que conozco y tratar de reflejarlo en la pantalla”, explicó Valdivia días antes del estreno del filme. “La idea surgió de un desencanto con el cine, de una necesidad de reinventarme, de buscar nuevas formas, de una necesidad de estar vigente con el cine, de una crisis. La idea vino en un viaje por Europa, donde estaba dedicado a leer filosofía y pensar mucho, es por eso que es una película atmosférica, que retrata la individualidad de las personas y tiene que ver con las burbujas, los círculos de existencia de la gente y las esferas que formamos en colectividad”, expresó
Esa intimidad se retrató muy bien en los 57 planos secuencia  que Valdivia utilizó, describiendo casi todo en forma circular, una familia, una historia, un momento y una idea.
Jimena Lora, máster en diseño de producción audiovisual y cinematográfica, con estudios en España, sostuvo que Zona Sur lleva al espectador a una reflexión sin hacerlo experimentar rabia o impotencia, que es una reacción común cuando se aborda la temática de la realidad nacional. “Además, es impresionante cómo logra una narración tan eficaz en una sola locación, con pocos personajes y un diseño de producción muy bien elaborado”, señaló Lora. “Es exquisito el lenguaje de la imagen que utiliza, todos sus planos narran y todos sus personajes expresan muchas ideas sin necesidad de ser evidentes”, añadió.
Zona Sur también fue invitada a participar en la sección Panorama del Festival Internacional de Cine de Berlín, que se realizará en la capital alemana por estos días.
“Poder estar presentes es ya un premio que recibimos con satisfacción, porque no se está valorando únicamente a la película y a sus actores y productores, sino al cine nacional, que ha demostrado en los últimos años avances significativos en la calidad técnica y artística y en la profundidad de su temática", afirmó Valdivia.
Y no es un discurso gratuito, pues varios de sus colegas cineastas expresaron su satisfacción por los logros que está alcanzando Zona Sur y por la categorización que está generando para el cine nacional. “Cuando gana uno, ganan todos”, afirmó Marcos Loayza, director de Corazón de Jesús y El estado de las cosas.
Antonio Eguino, director de Amargo mar y Los Andes no creen en Dios, no reparó en elogios para Valdivia y su equipo. “No olvidemos que ha tenido una crítica muy favorable en todos los lugares donde se estrenó”, apuntó el cineasta.
Otro realizador de la vieja guardia del cine nacional, Paolo Agazzi, director de Mi socio y El día que murió el silencio, celebró que ‘por fin’ se realicen cintas que puedan competir en festivales internacionales. “Como las últimas producciones son videos digitales, no se podía exportar”, sostuvo Agazzi. “Zona Sur es una película importante por dos motivos; el primero, porque tiene una propuesta estética muy osada; y segundo, por la temática que profundiza, pues faltaba a la filmografía boliviana una cinta con esta agudeza”, añadió.
Rodrigo Bellott acompañó a Valdivia a Sundance, pues la cinta donde se desempeñó como director de casting, la producción peruano-colombiana Contracorriente, y que tiene como protagonista al actor nacional Cristian Mercado, también competía en el festival. Bellott coincide con Valdivia en que es hora de hacer cine sin pensar en la taquilla. “Es hora de que se trabaje en el cine boliviano hablando de los problemas que uno experimenta como ser humano”, afirmó Bellott. “Para hacer una película como Zona Sur hay que tener huevos y no los tiene cualquiera”, agregó.
Y esos riesgos también incluyen el confiar en la actuación de personas que no habían actuado jamás frente a una cámara de filmación.
Ninón del Castillo, una residente de la zona sur de La Paz, que fue invitada por Cinenómada (productora de la cinta) para realizar el casting, logró convertirse en la protagonista de la película apelando a la naturalidad de su actuación y la familiaridad que tiene con el personaje que interpreta, pues ella también es una mujer divorciada, dedicada a varios negocios que tuvo que criar a cinco hijos sola. “Incluso me ha pasado lo mismo, porque también, como la protagonista, tuve que vender mi casa y vivir otra realidad. El guión prácticamente cuenta mi historia”, señaló Del Castillo.
Dos factores fundamentales del filme son la dirección de arte y la fotografía; la primera estuvo a cargo del artista visual Joaquín Sánchez, que explicó que nada en Zona Sur estuvo al azar. “Los planos tienen mucha indecencia artística, nuestra intención era que fueran verdaderas obras de arte”, expresó. “Hemos hecho mucha investigación antes de ponernos a trabajar; por ejemplo, los objetos que han sido escogidos para decorar  determinadas situaciones no sólo fueron seleccionados por su forma,  sino también por su representatividad, su significado”, añadió.
La fotografía, cuyo responsable fue el estadounidense Paul de Lumen, ya fue reconocida en la 35 edición del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, realizada hace unas cuantas semanas, cuando Zona Sur conquistó el Colón de Plata a la Mejor Fotografía durante el prestigioso certamen español.
“En Zona Sur, Juan Carlos ya sabía qué era lo que quería en cada escena. Esto me obligaba a acelerar los ajustes de luces y lentes para hacer un trabajo aceptable. Fue como ensayar una canción hasta encontrar el sonido adecuado”, explicó Lumen.

   Ficha técnica   

 País: Bolivia.
 Duración: 109 minutos
 Dirección y Guión: Juan Carlos Valdivia.
 Producción: Gabriela Maire.
 Elenco: Ninón del Castillo (Carola), Pascual Loayza (Wilson), Nicolás Fernández (Andrés), Juan Pablo Koria (Patricio), Mariana Vargas (Bernarda), Viviana Condori (Marcelina).
 Diseño de Producción y Dirección de Arte: Joaquín Sánchez.
 Productora Asociada: Ximena Valdivia.
 Dirección de Fotografía: Paul de Lumen.
 Música Original: Cergio Prudencio.

  Sinopsis  

En La Paz, al contrario de otras ciudades, los ricos viven abajo. La vida transcurre sin mayores contratiempos en esta gran casa rodeada de un hermoso jardín. Es un mundo maravilloso, una gran burbuja de confort donde conviven diversas esferas individuales: la madre -Carola- sus tres hijos -Patricio, Bernarda y Andrés- y los habitantes aimaras de la casa, Wilson y Marcelina.
El drama emerge lentamente, sin artificios narrativos, observando situaciones cotidianas hasta que las presiones internas y externas fuerzan la eclosión de la burbuja. La historia narra los últimos días de una familia de clase alta en un momento en que el país ha elegido llevar a cabo grandes cambios sociales.
Nunca antes se había visto el país desde abajo, desde la Zona Sur.

  Perfil  

Juan Carlos Valdivia. Nació en La Paz, Bolivia, y estudió cine en el Columbia College, Chicago. En México consolidó su carrera cinematográfica. Su ópera prima, Jonás y la ballena rosada (1996), coproducción boliviano-mexicana, fue una de las más taquilleras de las que se estrenaron por esa época. El guión de Valdivia fue ganador de un premio de $us 100.000 de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, presidida por Gabriel García Márquez. Ganó el premio Ópera Prima en Cartagena y mejor fotografía en La Habana. Ha hecho también una telenovela y una serie de 22 capítulos, videoclips (como Ángel de amor, de Maná) y comerciales. En 2006  filma American Visa, filme que candidatea a los Premios Goya. En 2008 se estrena El último evangelio, otra de sus películas, dirigida en México. En 2009 estrena Zona Sur.