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El candidato del Partido Acción Ciudadana (PAC), Luis Guillermo Solís, parte con ventaja en la intención de voto para la segunda ronda del 6 de abril frente al aspirante del Partido Liberación Nacional (PLN), Johnny Araya: un 64,4% votaría por Solís, 20,9% por Araya y un 14,7% no sabe o no responde.

Solís es la opción favorita entre los votantes de todos los partidos que no son el PLN, con una sólida ventaja ante diferentes preguntas, según los hallazgos de una encuesta realizada del 3 al 13 de febrero (la semana siguiente de la votación del 2 de febrero) por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica para el Semanario UNIVERSIDAD.

El estudio tiene un margen de error de 2,83 puntos porcentuales y una confianza del 95% (ver ficha técnica). El CIEP entrevistó telefónicamente a 1.200 adultos costarricenses y los resultados de la investigación son generalizables a la población con teléfono fijo en sus casas (57%).

Los resultados del nuevo estudio son concordantes con los datos de encuestas anteriores que mostraban a Solís como el candidato con menos “anticuerpos” u opiniones desfavorables en relación con el resto de los candidatos en contienda (ver recuadro).


La encuesta muestra que la decisión del votante en la elección del pasado 2 de febrero (cuando ningún candidato logró el 40% mínimo de votos válidos para elegirse en primera vuelta, por lo que será necesaria la segunda ronda) estuvo marcada principalmente por un deseo de cambio, y más que por simpatía partidaria, por una atención a la personalidad, la forma de pensar y de hablar del candidato.


Se estima que un 27,7% quebró el voto para diputados, y a cerca de la mitad (43,5%) le costó decidir por cuál candidato a la presidencia votar, mayormente porque a la persona no le gustaba ninguno o desconfía en general de la política. Incluso un 21,5% de quienes votaron pensaron abstenerse, pero el derecho al voto y la influencia de familia y conocidos los impulsó finalmente a votar.


Llama la atención que aproximadamente tres de cada diez (36%) decidieron por quién votar en la última semana de la campaña, incluso el día de las elecciones. Solo un 46,4% estuvo siempre decidido por el mismo candidato.

Una vez más, la encuesta del CIEP identificó a los debates como la fuente de información que más se tomó en cuenta en la decisión, tanto entre los votantes efectivos como entre los abstencionistas.

Además de indagar la posible participación electoral e intención de voto  en la segunda ronda, el estudio tuvo el objetivo de determinar los distintos modos de participación política en las elecciones del 2014, y explorar el comportamiento electoral del costarricense en términos de sus motivaciones y factores de influencia en el proceso de la toma de decisión.

ENCABEZA

Ante la pregunta “Si esta segunda ronda fuera hoy (el día de la entrevista) ¿por cuál candidato votaría?, tras hacer una ponderación (o ajuste estadístico) de los resultados de la encuesta con los datos oficiales de la elección del 2 de febrero, Solís ganaría con 64,4%, mientras que Araya obtendría un 20,9% y un 14,7% no sabe o no responde. Esto fundamentalmente porque entre los electores de los partidos, excepto el PLN, más del 80% votaría por el candidato del PAC.

En la muestra se registró una sobrestimación de la participación electoral, en comparación con la que realmente se dio el 2 de febrero. Esta sobreestimación corresponde a un fenómeno constatado en múltiples estudios alrededor del mundo: las encuestas posteriores a las elecciones registran mayor participación de la que realmente hubo, lo que podría ocurrir por deseabilidad social (quedar bien con la persona encuestadora), o también por un sesgo de selección si hay rechazos hacia la encuesta mayoritariamente por personas que no votaron (no les interesa la política, por lo tanto no votan y no contestan encuestas sobre el tema).

En la muestra, un 12,3% de personas no respondió por quién votó. Para evitar el sesgo mencionado se hizo la ponderación en relación con los datos oficiales de la elección en la primera vuelta.

En la muestra sin ponderar los resultados no varían significativamente y dan 66,8% a Solís, 17,9% a Araya, y 15,3% no sabe o no respondió a la pregunta.

Valga señalar que en las encuestas pre-electorales de enero –cuando se desconocía si se daría una segunda ronda− el escenario hipotético de balotaje entre Solís y Araya daba como ganador al primero con un 46,8%, mientras que el segundo obtenía 29,4% (un 23,9% no sabía o no respondía).

En el estudio poselectoral los porcentajes son más favorables para Solís y el número de personas que no escogen entre los dos candidatos disminuye.

Si se toma solo al grupo de los que piensan ir a votar en la segunda ronda, el apoyo a Solís alcanza el 70,5% y 70,0% en la muestra ponderada, mientras que Araya un 18,6% en la muestra sin ponderar y un 22,8% en la muestra con ponderación.

Exceptuando a los votantes de Johnny Araya en la primera ronda, la mayor parte de los electores de los demás candidatos (Solís, Villalta, Guevara, Piza y otros) votarían por el candidato del PAC en segunda ronda.

Tomando la muestra ponderada (donde se excluye a 148 personas que no respondieron por quién votó en febrero y por tanto es imposible ponderarlas) resulta que entre quienes no votaron, Solís obtendría un 58,8% y Araya un 14,0%, pero hay un importante 27,2% de abstencionistas que no sabrían por quién votar.

Entre los que votaron por el candidato del PAC en la primera ronda, el 97,7% lo volverían a hacer en segunda ronda, solo un 0,5% votarían por Araya y un 1,9% no sabe o no responde (ns/nr).

De los que votaron por Araya, el 76,6% lo volvería a hacer en segunda ronda, el 14,8% votaría por Solís y un 8,6% ns/nr.

Entre los votantes de José María Villalta, del Frente Amplio (FA) -tercer lugar en primera ronda- el 90,9% votaría por Solís, 0,8% por Araya y 8,3% ns/nr. Siguen los de Otto Guevara, Movimiento Libertario (ML), que votarían en un 85,0% por Solís, 11,3% por Araya y 3,8% ns/nr. Los de Rodolfo Piza, Unidad Social Cristiana (PUSC) 83,3% por Solís, 2,4% por Araya y 14,3% ns/nr.

De los otros candidatos, más votos nulos y en blanco, el 54,9% se inclinan por Solís, 2,0% por Araya y 43,1% ns/nr.

En la muestra sin ponderar entre los que no responden por quién votó en febrero, 34,5% votaría por Solís, 8,1% por Araya y 57,4 ns/nr.

Es de remarcar que estos resultados no varían significativamente en la muestra sin ponderar y la ponderada.

INTENCIÓN DE VOTAR

Ante la pregunta de si piensa ir a votar en la segunda ronda un 89,8% afirmó que asistiría a las urnas, un 4,2% se abstendría y un 6,1% no sabe o no quiso responder. Esta es una participación sobrerregistrada respecto a la real en la primera ronda, en que el abstencionismo rondó el 31%. Se puede suponer que el propio 6 de abril la asistencia sea menor, sobre todo porque típicamente las segundas rondas muestran menor participación, como lo muestra la experiencia comparativa tanto en la segunda ronda del 2002 en Costa Rica como en otros países.

Al tiempo que la mayoría de votantes, según la encuesta, dicen que piensa ir a votar en segunda ronda, e incluso la mayor parte de abstencionistas dicen que asistiría a las urnas, esta intención baja en los votantes de los candidatos que obtuvieron menor votación en la primera vuelta.

Así, mientras que los votantes de Solís en primera ronda dijeron en un 98,5% que irán a votar, los de Araya son el 92,9%, los de Villalta 92,0%, los de Guevara 89,1%, los de Piza 85,7% y los otros candidatos más votos nulos y en blanco 81,6%.


FICHA TÉCNICA

La encuesta fue realizada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica entre el 3 y el 13 de febrero del 2014, con entrevistas telefónicas a 1.200 personas mayores de 18 años, en turnos de mañana, tarde y noche.

Las personas entrevistadas fueron seleccionadas mediante listas de números aleatorios según tres regiones del país: metropolitana (53,1%), resto del Valle Central (26,7%) y resto del país 20,3%).

Las llamadas fueron realizadas a hogares con teléfono fijo, lo cual corresponde aproximadamente al 57% de la población residente en Costa Rica, según la Encuesta de Hogares de 2012 hecha por el Instituto de Estadística y Censos (INEC). Esto significa que toda generalización que se haga con base en estos datos debe referirse estrictamente a la población costarricense con teléfono residencial (y no la población en su totalidad).

Margen de error de la muestra: ±2,83 puntos porcentuales, con una confianza del 95% (para el caso de una variable dicotómica, asumiendo máxima variabilidad y muestreo irrestricto al azar).

La investigación y análisis fue realizada por el CIEP y el trabajo de campo por el CIEP y el Instituto de Estudios en Población (Idespo) de la Universidad Nacional. Los investigadores fueron Montserrat Alvarado (politóloga), Marisol Fournier (psicóloga social) y Adrián Pignataro (coordinador).


DESCARGAR  Informe-Encuesta-Post-Electoral-de-febrero-2014.pdf