AS SHARQ: USOS, ARTES Y CIENCIAS DE LA CULTURA ANDALUSÍ

SALARES

 

 

 

Este año hemos llegado a la IV edición del certamen cultural AS-SHARQ     que versa sobre Usos, Artes y Ciencias de la Cultura Andalusí.

 

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, a la que represento en la provincia de Málaga y presente en este ámbito a través del Parque Natural “Sierras Tejeda, Almijara y Alhama”, promovió desde el primer momento este encuentro cultural, queriendo corresponder con la finalidad de difusión y puesta en valor de aquellos recursos que, distintos de los naturales, se encuentran más cercanos al aspecto humano que sin duda es el gran pilar diferenciador de esta categoría de nuestros Espacios Naturales en Andalucía.

 

No en vano, este espacio natural articula con gran frecuencia su lema Sierras Tejeda y Almijara “Legado Andalusí al Natural”. Prueba de ello es sobrada el pueblo de Salares, incrustado en un oscuro barranco de encinares en el que sus gentes y la Naturaleza se conectan sólo con el simple hecho de atravesar el umbral de sus casas. La torcida arquitectura de blancas casas se conecta con el denso bosque a través de los antiguos “marjals” donde los “andaluces” que nos precedieron desarrollaron una magistral agricultura de regadío que fue el motor económico del sur de Europa durante más de cinco siglos. En ellos, la transición es difusa, casi imperceptible, poniendo en evidencia que la relación entre el Hombre y su Medio Natural es posible y no es una utopía inalcanzable de la actual Sociedad.

 

Este marco escénico es el apropiado para una actividad de este tipo, en el que nuestro interés principal es resaltar la antigua simbiosis Hombre-Naturaleza a la que hoy se alude como “Desarrollo Sostenible”, y mostrar a la Sociedad actual las actividades artesanales, de agricultura y ganadería ecológica que harán posible transmitir el legado cultural y natural que nos rodea a las generaciones venideras.

 

El escenario andalusí, está más que justificado en este entorno, como en otros muchos, en el que lugares como Frigiliana, Sedella, Canillas de Aceituno, Alcaucín, Alhama de Granada con sus baños de agua caliente, o la vecina Jayena, que en su escudo conserva la enseña de los descendientes de Yahya an Nayar (alcaide de Baza en 1490 y familia de los Banu Egas <<Venegas>>, visires del reino de Granada y actualmente marqueses de Jayena y Campotéjar), aluden a la cultura que durante muchos siglos trajo la luz y el progreso al Occidente conocido y a la que alude el himno de nuestra Comunidad Autónoma con “volver a ser lo que fuimos”.

 

Aprovechamos para dar la bienvenida a las autoridades del Reino de Marruecos que en esta ocasión nos acompañan, como seña de aproximación y entendimiento entre dos pueblos que desde siempre colaboraron en muchos aspectos y entre los que existen numerosos vínculos de razón cultural. Hoy en día, la Junta de Andalucía se afana por estrechar estos vínculos y colaboración a través de sus distintas ramas, y entre ellas la Consejería de Medio Ambiente, que colabora estrechamente en la gestión del programa contra incendios forestales del vecino país o el desarrollo de la Reserva de la Biosfera Trascontinental. Al igual que las aves numerosas que dos veces al año cambian de suelo para acomodarse a sus necesidades vitales, los habitantes de estas dos orillas desafiaron al brazo de Neptuno como si de una amplia región común se tratara, adecuandose a las necesidades vitales que en uno u otro momento les deparó la Historia. Si los Zanata, Lamtuna, Sawawa, Sinhaya, cruzaron a esta parte en busca de tierras de cultivo o pastoreo en la alta Edad Media, años más tarde, los andaluces fueron generosamente acogidos ciudades como Fes, Rabat, Tetuán, Salé, cuando su estilo y modos de vida son perseguidos en esta otra tierra.

 

Sirvan actividades como estas para comprobar cuán cercanos y hermanados están ambos pueblos y cómo una frontera marina no sirve sino para acercar más a los habitantes de sus dos orillas, como lo fue desde siempre.

 

Deseamos que sepan encontrar estos días en Salares la paz que encierran sus calles y su general silencio, así como disfrutar del buen hacer de los artesanos, olores y sabores de las esencias que desde siempre fueron propias en este entorno. Las actividades culturales programadas posiblemente contribuirán a despertar en muchos de los asistentes el interés por nuestro pasado y nuestra Historia

 

Un pueblo que olvida su Historia, está condenado a repetirla,

 un pueblo que la ignora, está condenado a desaparecer.

 

 

Ignacio Trillo Huertas

Delegado Provincial de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.