LULA VISITA A 5 PAISES ARABES
Cumbre árabe–latinoamericana
en Brasil en el 2004
POR FELIX CAPOTE —de Granma Internacional—
EL
presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva,
realizó del 2 al 9 de diciembre una gira por cinco
países árabes, marcada, a la vez, por intereses
económicos y definiciones políticas.
Lula junto al secretario
general de la Liga
Arabe, Amro Musa.
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Este periplo árabe de Lula es el primero de
carácter oficial de un Jefe de Estado brasileño por
la zona, que con anterioridad sólo había sido
visitada por el emperador Pedro II, en 1876.
El Mandatario brasileño viajó acompañado por una
importante delegación gubernamental, de
hombres de negocios y de legisladores de su país,
así como por el ex jefe de Estado argentino y actual
presidente de la Comisión de Representantes
Permanentes del
Mercosur, Eduardo Duhalde.
La gira incluyó los Emiratos Arabes Unidos (EAU),
Siria, Líbano, Egipto y Libia.
En el Cairo, Lula propugnó el incremento de
las relaciones entre “los países emergentes”
como único medio de que los pueblos menos
favorecidos afronten la era de la globalización.
“Tenemos que privilegiar nuestros nexos, porque el
tiempo global en que vivimos nos exige que seamos
más osados y creativos”, afirmó en un discurso ante
empresarios brasileños y egipcios.
“Queremos vender, pero también comprar. Soy de los
que piensan que los buenos negocios son aquéllos en
los que ganan las dos partes, no una sola parte”,
dijo después de advertir que “ésa es la manera de
que nuestros pueblos puedan vivir mejor”.
El Presidente brasileño hizo estas declaraciones
poco antes de la firma de un acuerdo de cooperación
entre Brasil y Egipto en la primera jornada de su
estancia en esa capital, después de entrevistarse
con su colega egipcio, Hosni Mubarak.
Tras lograr el respaldo del líder de El Cairo a la
convocatoria para el 2004 en Brasil de la primera
cumbre entre Latinoamérica y el Mundo Arabe, el
Presidente brasileño se reunió con el secretario
general de la Liga Arabe, Amro Musa, de quien recabó
su apoyo a ese proyecto.
Integrada por 22 países, la organización panárabe
fue fundada en 1945 —por lo que es el más antiguo
bloque regional del mundo—, y la búsqueda de cauces
de cooperación entre la Liga y el Mercosur, que
engloba a las naciones del Cono Sur Americano, es
uno de los propósitos de la cumbre
árabe-latinoamericana del próximo año.
“La cumbre tendrá como objetivo la creación de un
nuevo mundo en el que los países del Tercer Mundo
tengan un nuevo papel que desempeñar”, dijo Lula.
Esta es la primera vez que un Jefe de Estado
extranjero se dirige a una “cumbre” de ministros de
la Liga Arabe.
El Presidente brasileño especificó que su país hará
todo lo posible para lograr una integración
económica con el mundo árabe.
Asimismo, dijo que apoya tanto la creación de un
Estado palestino independiente como la devolución de
las Alturas del Golán a Siria, en línea con las
posturas defendidas por los países árabes.
También se mostró favorable a una devolución de la
soberanía lo antes posible al pueblo iraquí.
Al insistir en su antiguo reclamo de una
reestructuración de las Naciones Unidas, y en
especial de la ampliación de su Consejo de
Seguridad, demandó una mayor participación del
organismo mundial en la solución del problema iraquí
y el cumplimiento de sus resoluciones sobre el Medio
Oriente.
BRASIL NO CAMBIARA PRINCIPIOS POR PRODUCTOS
No fueron definiciones nuevas, sino ratificaciones
de posiciones, pero expresadas en el escenario mismo
—o muy cerca— de los conflictos, y no sólo con
palabras, sino con hechos.
Definiciones que, como la oposición a la agresión a
Iraq, son anteriores a que ésta se desatara, y le
costaron ahora a Brasil una represalia
estadounidense: excluirlo de la lista de países
cuyas empresas pueden participar en la
reconstrucción del país árabe.
A
lo cual el canciller Celso Amorim respondió de
inmediato que Brasil “no cambiará principios por
productos”, y reclamó que Iraq también sea soberano
para decidir cuáles países pueden participar en su
reconstrucción.
El Mandatario brasileño también se entrevistó en El
Cairo con el ministro de Relaciones Exteriores de la
Autoridad Nacional Palestina (ANP), Nabil Shaath,
quien invitó a Brasil a cumplir un papel más activo
en el proceso de paz entre israelíes y palestinos.
Lula abogó por que se den “pasos acelerados” hacia
la retirada de Iraq de las tropas de ocupación.
Además, en un diálogo con participantes de la Liga
Arabe, Lula opinó que el presidente de Estados
Unidos, George W. Bush, cometió “un error” en Iraq,
y que no admite a causa de las elecciones que se
celebrarán en el 2004 en su país.
En Trípoli, Lula recordó su primer viaje a Libia,
en 1982, donde se reunió con Kaddafi, Nelson Mandela,
Yasser Arafat y el dirigente nicaragüense Daniel
Ortega.
“Hoy soy presidente de Brasil, pero jamás me olvido
de aquellos que fueron mis amigos en las horas más
difíciles”, expresó el Mandatario brasileño.
El
canciller brasileño, Celso Amorim, por su parte,
dijo en la capital libia, que el momento de la
visita es importante, porque las sanciones
económicas a Libia fueron suspendidas este año y, en
su opinión, es bueno que Brasil esté en las
conversaciones desde el inicio.
El Primer Mandatario y su numerosa comitiva de
ministros, altos funcionarios y empresarios viajó en
busca de tender nuevos puentes y, para captar para
el Brasil buena parte de los 500 000 millones de
dólares que los países árabes dejaron de invertir en
los Estados Unidos después de los atentados del 11
de septiembre.
Fuentes de la Cancillería dijeron en Brasilia que
Lula y sus acompañantes regresaron trayendo en sus
maletas acuerdos, contratos y compromisos, que
aseguran a su país la captación de miles de millones
de “petrodólares” en comercio de bienes y servicios. |