Los
orígenes de la Revolución Francesa hay que encontrarlos
antes del año 1789 en el sentimiento de rechazo a todo
lo que recordaba el Antiguo Régimen y en las dificultades
económicas del momento.
Las
malas cosechas aumentaron el precio del pan, el paro crecía
de manera espectacular en las ciudades por lo que las quejas se
multiplicaban, la agricultura pasaba por dificultades, mucho más
con el granizo que cayó en julio de 1788 y que acabó
con importantes cosechas y campos de cultivo.
Era realmente muy significativo
que la nobleza no pagara impuestos, el clero estuviese exento
y tuvieran que ser los más pobres de la población
los que llevasen la carga de los impuestos indirectos.
El ministro de Hacienda del rey
intentó conseguir fondos mediante una "Asamblea de
Notables", elegidos a dedo, pero la idea resultó
ser un fracaso absoluto. Los aristócratas se opusieron
a introducir un impuesto sobre la propiedad de la tierra, sin
tener en cuenta la condición social de esos propietarios,
por lo que la asamblea quedó abolida. La clase privilegiada
había se había atrincherado en su postura a pesar
de la dramática situación financiera, que continuaría
así hasta que se distribuyesen de nuevo las cargas fiscales.
Era realmente muy significativo que la nobleza no pagara impuestos,
el clero estuviese exento y tuvieran que ser los más pobres
de la población los que llevasen la carga de los impuestos
indirectos.
Con este panorama se decidió
convocar los Estados Generales en 1789, un organismo legislativo
sin poder que estaba compuesto por los tres estados principales,
nobleza, clero y pueblo, que no se habían reunido desde
el año 1614. Hubo varias asambleas pero la más importante
tuvo lugar el 10 de junio cuando el Tercer Estado, el más
representativo, aprobó por mayoría que si lo otros
dos estados no accedían a reunirse con el tercero, como
ocurrió en alguna ocasión, éste tomaría
las decisiones en solitario. Así cuando el 20 de junio
los asambleístas llegaron a la sala de juntas y se encontraron
las puertas cerradas vigiladas por soldados decidieron reunirse
en una lugar contiguo llamado " Tercer Estado".
El rey reaccionó ordenando a los presidentes de los dos
principales estados que se unieran a la Asamblea Nacional, que
luego sería llamada Constituyente.
The
Storming of the Bastille, 1789
Musée
Carnavalet, París
Claude
Cholat
Realmente fueron individuos sin
poder, y no lo miembros de la Asamblea Nacional quienes fomentaron
el paso decisivo hacia la revolución con la toma y destrucción
de la Bastilla el 14 de julio. Fallecieron en total 83 personas,
incluido el aristócrata que estaba al mando de la fortaleza,
que antes de entregar las llaves quiso hacerla volar por los aires.
Fue brutalmente asesinado, e incluso recogieron su cabeza para
ofrecerla a la multitud y la clavaron en una pica. En ese instante
había siete prisioneros en la Bastilla y la situación
se hizo caótica. El rey Luis XVI dio la orden a las tropas
de dispersarse por París y sólo tres días
más tarde recibió al nuevo gobierno municipal encabezado
por la figura de un alcalde y aceptó la escarapela tricolor
que le dieron. El monarca nombró al marqués de Lafayette
como comandante de la milicia ciudadana que pasó a llamarse
Guardia Nacional. Dos años después le aconsejaría
que huyese de París y se escondiera en Ruán..
Además de la destrucción
de la Bastilla la multitud continuaba sus oleadas destructoras
en antiguas instituciones. Los tumultos de los campesinos tenían
la esperanza de hacer cambiar la situación anterior, y
antes de que la nobleza pudiera engañarlos, se tomaron
la justicia por cuanta propia. En Agosto la Asamblea decidió
abolir el sistema feudal, pero de todos modos esa revolución
del campesinado no trató a todos por igual, a algunos se
le permitió comprar tierras a bajo precio, mientras que
otros se quedaron igual de pobres e insatisfechos.
Realmente
fueron individuos sin poder, y no lo miembros de la Asamblea
Nacional quienes fomentaron el paso decisivo hacia la revolución
con la toma y destrucción de la Bastilla el 14 de
julio.
Por fin el 27 de agosto la Asamblea
nacional adoptó la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano que indicaba, entre otras cosas, la libertad
total del hombre y la soberanía de la nación en
cualquiera de los casos. Este hecho y la abolición del
feudalismo suscitaron un entusiasmo justificado, pero los cambios
no se quedaron ahí. El siguiente paso de la Asamblea fue
la expropiación de los bienes de la Iglesia, sobre todo
por un motivo financiero, ya que la situación había
empeorado todavía más. También se suprimieron
las órdenes religiosas contemplativas y promulgaron la
Constitución civil del clero. A partir de ese momento los
párrocos serían elegidos por las asambleas y los
obispos por los electores de cada departamento.
Los indicios de contrarrevolución
fueron los conspiradores, después los alzamientos en masa.
Algunos de los exiliados ya se habían marchado de Francia y estaban planeando organizar una guerra civil y la invasión
extranjera en nombre de la aristocracia y por supuesto la familia
real. La guerra civil iba cobrando ímpetu con el reforzamiento
de un movimiento contrarrevolucionario de base, que también
formaron sus guardias de base.
La huida del rey tuvo lugar el
21 de junio de 1791 a Varennes; fue uno de los momentos culminantes,
ya que su mujer y él mismo tuvieron que hacerlo disfrazados.
Fue retenido y llevado a París de nuevo. La Asamblea Constituyente
entendió esta fuga debido a los engaños de los conspiradores,
pero en cualquier caso las voces del pueblo exigían una
república en Francia. Lafayette consiguió sofocar
una gran manifestación pero en el denominado Campos de
Marte murieron un total de 50 personas y otras tantas resultaron
heridas, por lo que el rey se vio obligado a aceptar una nueva
constitución que recortaba sus poderes. La Asamblea Constituyente
fue cambiada por una Asamblea Legislativa tras las elecciones
por sufragio restringido que tuvieron lugar en agosto de 1791.
Los miembros de la misma eran
abogados, y entre ellos aparecieron formaciones políticas,
la de los girondinos, liderada por Jacques Pierre Brissot, y que
hacía referencia al departamento de la Gironda, y la de
los jacobinos, nombre que procedía de la sede de un club
de París que tenía un buen número de socios.
El rey Luis XVI se ganó un poco el apoyo de la gente cuando
contestó amenazante a la concentración de tropas
de exiliados en Alemania.
A partir de este momento la situación
en Francia no mejoró, todo lo contrario, hubo periodos
de guerra, de terror, también de libertades, hasta la llegada
unos pocos años después de Napoleón. Pero
lo que está claro es que la Revolución Francesa
pone punto y final a una etapa de la historia que en esa fecha
de 1789 quedaba ya caduca; acababa la denominada Edad Moderna,
que tenía como símbolo el Antiguo Régimen,
y comenzaba la Edad Contemporánea, que de alguna manera
defendía en primer lugar las libertades del hombre y una
mayor igualdad.