Grupos
económicos ponen la cara a la globalización
Empuje empresarial, protagonista de grandes negocios en las últimas
décadas.
Hicieron fuertes inversiones desde principios de los noventas.
El reacomodamiento tiene como trasfondo la globalización
y la apertura.
Por
Vespasiano Jaramillo
B.
Bogotá
Hablar de grupos económicos en la década de los setentas
era como plantear un acertijo o intentar resolver un intrincado
crucigrama.
En los ochentas fue despejándose un panorama que puso los
números y las circunstancias en un color más claro
y fueron apareciendo unos conglomerados o asociaciones que identificaron
aquello que ya en los noventas se convirtió en la forma de
nombrar quién es quién en los negocios nacionales.
Particularmente en departamentos como Antioquia, desde mucho tiempo
atrás ya se estaban construyendo propuestas mancomunadas
de iniciativa empresarial que luego confluyeron en una denominación
de grupo. Aunque la revelación de que había algo o
mucho de integración, sacó canas a los dirigentes
antioqueños, se conformó el Sindicato Antioqueño
que por años ha sido vanguardia en las actividades de producción
y de inversión en el país. En otros lugares de Colombia
fueron surgiendo los grupos Bavaria, Ardila Lülle, Luis Carlos
Sarmiento y asociaciones de industrias o empresas unitarias que
han puntuado en la lista de los negocios más importantes
aquí.
La década de los noventas fue particularmente agitada y llena
de contrastes para estas grandes sociedades que invirtieron sus
excedentes en procura de una alta diversificación de actividades.
Al final de la década, con la profunda crisis económica
que vivió Colombia, mucho de esto se revirtió y las
tendencias marcaron más un proceso de vuelta a los negocios
tradicionales, alianzas con extranjeros y venta de unidades poco
rentables para los conglomerados.
Fue tal la destorcida que algunos grupos comenzaron a volverse multinacionales,
otros hicieron alianzas muy fuertes (algunas ventas de negocios
completos) con empresas extranjeras y se realizaron operaciones
inverosímiles de compra-venta o asociaciones. Antiguos
enemigos resultaron buenos amigos. Ultimo ejemplo, la unión
de Caracol y RCN en la transmisión de los partidos del Mundial
de Fútbol.
El que tiene tienda...
Es claro que el trasfondo de los negocios en los tiempos recientes
ha sido la apertura y la globalización. Esto creó
afanes, puso acelerador y recompuso los proyectos de inversión
y producción.
Al terminarse el auge de principios de los noventas, los grupos
comenzaron a vender sus empresas no rentables, a buscar capitales
del exterior y a reforzar sus negocios tradicionales. El Grupo Bavaria
cedió su puesto mayoritario en Celumóvil a Bell South.
También había cedido el control de Colseguros a Allianz
y vendió la fábrica de vidrios, Conalvidrios. Entre
Bavaria y Ardila Lülle se presentó un forcejeo por el
mercado de cervezas y de aguas y otras bebidas que al final resultó
en una negociación de buenos componedores. Bavaria adquirió
a Leona. Ardila Lülle mejoró las condiciones de sus
negocios en gaseosas. Cada quien a lo suyo.
Mientras, grupos más pequeños como Mundial, Carvajal,
Chaid Neme, Corona y Sanford, enfilaban baterías hacia los
mercados externos donde han tenido bastante éxito.
El Sindicato Antioqueño o Grupo Empresarial Antioqueño
también ha pasado por el tamiz de la globalización
y el nuevo entorno de los negocios. Consiguió socio para
una de sus compañías emblemáticas, Suramericana,
y ubicó entre sus prioridades la conversión en competidor
latinoamericano de importancia en áreas de servicios financieros,
seguros, alimentos, construcción, comercio y cementos. Además,
busca permanentemente socios estratégicos para la mayor parte
de sus negocios.
Una de sus principales operaciones en años recientes fue
la compra del Banco de Colombia. Como los otros grupos más
grandes, el Antioqueño entró con fuerza en la moda
de la globalización y son destacables sus inversiones en
actividades como el comercio en Venezuela.
En su orden (según el activo), Sindicato Antioqueño,
Grupo Bavaria, Organización Ardila Lülle, Cementos Mexicanos,
Carvajal, Panamco, Riopaila, Organización Corona, El Tiempo,
Grasco, Mayagüez, Organización Olímpica, Inversiones
Mundial, Pfizer, Familia, Inversiones Harivalle, Dexton, Luker,
Lloreda, Arfel, Chaid Neme, Acegrasas, Fagrave, Plastilene, Induco,
Haceb, Acesco, Fanalca, Flor Huila, Grupo Crystal, Volcafé,
Frito Lay, Ramo, Italcol, Plastilene, G y J Ramírez, están
en la parte alta de la lista de grupos y empresas que buen dinámica
ponen a la producción en Colombia. Falta mencionar una defunción:
el Grupo Cafetero que, por diversas razones internas y externas,
está al borde de la extinción.
Antecedentes
El enroque paisa
Los empresarios antioqueños comenzaron la unión de
sus compañías a mediados de los setentas y ante amenazas
de otros competidores (Santodomingo, por ejemplo) realizaron operaciones
para coordinar las economías de empresas como Suramericana,
Cementos Argos y la Compañía Nacional de Chocolates.
El desarrollo de los negocios para el ahora denominado Grupo Empresarial
Antioqueño ha sido dinámico. A pesar de los altibajos
propios de cualquier actividad productiva, siempre ha ido en avance.
Hoy cuenta con un equipo de ejecutivos que tiene como retos principales
mantener la fortaleza del Grupo en el mercado local y atender los
requerimientos de la globalización, ampliando horizontes
en otros países. A finales de los noventas el Grupo Empresarial
Antioqueño registraba ingresos que equivalían al 8%
del Producto Interno Bruto (PIB) Colombiano y empleaba a más
de 183 mil trabajadores en 126 compañías.
Implicaciones
Un mundo ancho y propio
No es casual que en la lista de billonarios de la Revista Forbes
aparezcan menciones como Sindicato, Ardila, Sarmiento, Santodomingo,
pues son marcas colombianas que pesan en el exterior.
En los últimos años, los grupos económicos
del país han avanzado en su adaptación a las condiciones
que ha impuesto la globalización. Podría decirse que
han aprendido lecciones surgidas de erráticas inversiones
a comienzos de los noventas y que han conseguido alianzas con importantes
firmas mundiales en todas las áreas.
En consecuencia, no asombra tampoco ver las grandes firmas colombianas
en otros lugares como las ciudades venezolanas (Sindicato Antioqueño
en el sector comercio) o en Panamá (Grupo Empresarial Bavaria).
Quizás uno de los retos para los grandes grupos económicos
colombianos en el futuro es saber qué harán con sus
excedentes o qué decisiones de inversión tomarán
y cómo repartirán sus capitales entre los mercados
interno y externo.
Implicaciones
Rumbo al exterior
Con mayores facilidades, por su tamaño, para incursionar
en mercados externos y con significativa presencia en la economía
interna, paralelo a los grandes conglomerados avanzan empresas cuyo
aporte al Producto Interno Bruto (PIB) es cada día mayor.
Inversiones Mundial (Andercol Pintuco, Cacharrería Mundial,
Prodenvases, entre otras), Casa Luker (Lukafé, Grasas, Herragro),
Grupo Diners (Banco Superior, Horizonte), Grupo Chaid Neme (Incolbestos,
Cofre, Southamerican Holding), Grupo Corona (Cerámica Sabaneta,
Locería Colombiana, Yoko, Ceramita, Grifos y Válvulas),
Grupo Char (Supertiendas y Droguerías Olímpica, Serfinansa,
Inmobiliaria Char, Corpocosta) son también parte de la telaraña
empresarial que ha ido tejiendo la historia económica del
país.
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