El Comercio

(05 de junio del 2001)

Juicios exceden tres veces capacidad de magistrados

 

"La idiosincrasia del peruano es por esencia litigiosa", dice el presidente de la Corte Superior de Justicia de Lima, Sergio Salas Villalobos, abrumado por el creciente ánimo contencioso de los habitantes de esta villa. Sólo el año pasado, las salas superiores y los juzgados de paz de la ciudad lidiaron con 660 mil procesos. Un juicio por cada 7,5 habitantes. Juicios laborales, de alimentos, desalojos. El problema con la abundancia es que más del 37% de dichos casos quedaron sin resolver, pendientes para este año.

Según el magistrado, hay casos extremos de jueces (principalmente del área civil) que tienen una carga procesal constante de hasta 1.800 expedientes, mientras que la cifra ideal es de un promedio de 500. A ello se debe la lentitud con que se imparte sentencia, además de existir una evidente carencia de personal para apoyar al magistrado.

Hoy cada vocal o juez cuenta con dos secretarios, un asistente y dos o tres especialistas. Mientras que hace poco menos de una década tenía no menos de tres secretarios y cuatro asistentes, dice.

Esta situación se debe -según dice- al insuficiente presupuesto para contratar a más personas. "Parecemos los huéspedes de una casa" -agrega- por lo que, con ánimo verdaderamente descentralizador es importante que manejen directamente sus propios recursos. Explica que es la gerencia general la que decide la prioridad de los gastos de las cortes.

Cada año la población del distrito judicial de Lima (no comprende el cono norte ni el Callao) aumenta a un ritmo de 2%. "La carga procesal se incrementa en la misma magnitud, mas no así los recursos económicos", señala.

Actualmente hay cinco millones de potenciales litigantes en la ciudad. El bulto que los jueces peruanos llevan sobre sus espaldas es evidente. Según cifras de la Corte Suprema, en todo el país existe un magistrado por cada millón y medio de pobladores, en tanto que en Costa Rica hay un magistrado por cada 180 mil ciudadanos.