LAUDERÍA DIRECTORIO DE LAUDEROS VERACRUZANOS Cerrar Ventana

TALLER DE LAUDEROS

La laudería veracruzana es una cultura viva y un arte cada vez más reconocido. Hay una diversidad de instrumentos que forman parte de la cotidianeidad y los festejos. Cada laudero hace de ellos una pieza única, fabricada artesanalmente, por lo cual es imposible duplicar su sonido o diseño.

La materia prima de trabajo del laudero es la madera. En los lugares proveedores de finas maderas como: cedro, ébano, naranjillo, caoba, guanacaxtle o hasta el mango, se puede aún ver al laudero cargando ya sea su hacha o motosierra para encontrarse con un tronco caído, viejo o seleccionado especialmente. De lo contrario, lo comprará en algún mercado o maderería. Utilizando plantillas de distintas formas y tamaños que conserva de sus abuelos, padres, de algún maestro que le heredó su conocimiento o de su propia creación, traza la figura del instrumento sobre la madera. Posteriormente, recorta el contorno con un serrucho, machete o sierra cinta que facilita la labor. El siguiente paso es de suma importancia: hacer la caja de resonancia. El espesor de sus paredes y fondo son los que le dan sonoridad al instrumento. Esta caja se refuerza por dos travesaños y algunos lauderos le colocan un abanico.

La tapa, al igual que las paredes de la caja de resonancia, debe tener el espesor adecuado. La habilidad del laudero la dará el grosor ideal en relación al tamaño y madera del instrumento. Generalmente, la madera de la tapa también es de cedro, caoba o pinavete. Para pegar la tapa con el cuerpo, es necesario usar un pegamento que soporte la tensión del instrumento. Algunos lauderos conservan aún recetas de lechilla del camote bejuquillo, recolectada en tiempos de luna llena; resina del árbol de cedro o naranjo; bulbo de zacate llamado "sacte", o simplemente pegamento industrial.

Otras piezas del instrumento como el diapasón o el puente también son pegadas con pegamento industrial. El diapasón se hace de maderas duras (como el chicozapote, chagane o palo gateado) que permiten que no se desgaste el brazo del instrumento con la postura de los dedos, además de darle mayor resistencia. Éste se divide en trastes y la distancia entre uno y otro es equiparable a la distancia entre nota y nota en una escala musical.

La madera para hacer el puente y las clavijas también debe ser dura, pues son éstos los que fijan las cuerdas en el cuerpo y la cabeza del instrumento y soportan la mayor tensión.

El acabado del instrumento consiste en lijarlo, ya sea con un pedazo de vidrio o un cuchillo filoso, como lo hacen algunos de los lauderos más tradicionales, o con una lija de mano o eléctrica. Algunos lauderos recubren el instrumento de barniz de poliéster o de una fina capa de laca transparente.



TALLER DE TACHO UTRERA

JARANA EN PROCESO TALLER DE GILBERTO GUTIÉRREZ

LEONA ESCARBADA Y JARANA CON PUENTES TALLER DE GILBERTO GUTIÉRREZ

LEONA ESCARBADA TALLER DE GILBERTO GUTIÉRREZ

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