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Noviembre 11 de 2007

Guerrillera de las Farc vulneró el sistema de selección de la Escuela Superior de Guerra

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Foto: Archivo Particular
Esta fue la foto que Marilú Ramírez Baquero entregó en la Escuela de Guerra para el anuario que hicieron los alumnos del Cidenal 2005.

Así lo reconoció este domingo el comandante de las FF.MM., general Freddy Padilla de León, al contar cómo Marilú Ramírez Baquero se infiltró en el Curso Integral de Defensa Nacional, Cidenal 2005.

Padilla firmó el oficio No. 25909 que dejó literalmente fríos a los 45 ex alumnos de ese curso: una compañera de ellos, la alegre y expontánea Marilú, resultó ser una peligrosa guerrillera.

El curso de altos estudios, al que solo acceden los futuros generales de la República y un grupo muy selecto de civiles (magistrados, empresarios, industriales y abogados), fue uno de los objetivos de esta mujer que se entendía directamente con el jefe de las Farc Carlos Antonio Lozada.

Marilú fue recomendada para "trabajos especiales" de la Red Urbana Antonio Nariño (Ruan) por Marbel Zamora, alias 'Chucho', otro guerrillero importante del bloque Oriental.

El escándalo sobre la infiltración que sufrió el alto estamento militar fue revelado este domingo por la revista Semana y puso al descubierto la vulnerabilidad de los organismos de inteligencia.

En diálogo con EL TIEMPO, el general Padilla señaló que lamentablemente fallaron los controles: "Ella vulneró el sistema de selección de la Escuela Superior de Guerra, pero hay que aclarar que fue el mismo trabajo de la inteligencia militar, el que permitió dar con su paradero y posterior captura el pasado 24 de octubre", afirmó.

Esta mujer, que fue acusada de rebelión, concierto para delinquir y terrorismo, además de ser señalada como la autora intelectual del ataque con carro bomba a la Escuela de Guerra el 19 de octubre del año pasado, también es investigada por servir de puente para que guerrilleros cercanos a ella infiltraran a otros estamentos.

Es más, en poder de la subversiva, al momento de su captura, estaban detalladas las rutas y movimientos de funcionarios del gobierno, algunos directores de medios, magistrados y otras personalidades.

Según los seguimientos que le hicieron los militares, los contactos a todo nivel que hizo en el Cidenal y luego como alumna de derecho de la Universidad Militar Nueva Granada, le permitieron tener conocimiento privilegiado de información clasificada.

El seguimiento

La presencia de Marilú fue conocida por el Ejército, cuando la Fuerza de Despliegue Rápido incautó el computador de Lozada el pasado 18 de julio en las selvas del Meta, lugar donde coparon su campamento y él resultó herido.

"En los archivos sobre atentados en Bogotá, estaban referenciados algunos guerrilleros de la Ruan, entre ellos Marilú Ramírez. Empezamos el seguimiento y nos encontramos con la sorpresa de que había hecho el curso de altos estudios y estudiaba en la Universidad Militar", agrega el general Padilla.

Pero la captura se demoró porque los investigadores quisieron sacarle el mayor provecho a su ubicación. A mediados de septiembre, un grupo de inteligencia militar y la Fiscalía viajó a La Macarena (Meta) para acabar de armar el rompecabezas sobre Marilú y sus contactos.

Es así que el CTI y la Brigada 13 deciden dar el golpe final el pasado 24 de octubre. Con ella cayeron cinco personas más.

Este diario estableció que la última persona que firmó el ingreso de Marilú Ramírez a la Escuela de Guerra fue el general Orlando Quiroga Ferreira, quien para ese entonces se desempeñaba como director del ente y actualmente es el Inspector del Ejército. 

Cruce de correos delató a la guerrillera

Uno de los puntos clave que el grupo de inteligencia militar manejó para dar con el paradero de Marilú Ramírez Baquero y los otros cinco integrantes de las milicias de las Farc fue el intercambio de correos que la mujer mantenía con Carlos Antonio Lozada. Todos estaban archivados y encriptados en el computador que el Ejército le incautó al jefe subversivo.

En uno de ellos, en septiembre del 2006, le avisaba que "el trabajo ya estaba listo y solo quedaba esperar". Para los investigadores, el texto se refiere al carro bomba que estalló en la Escuela de Guerra el 19 de octubre de ese año.

"Cuando ocurrió el atentado, el primer análisis que se hizo fue que quien había puesto el carro sabía perfectamente quiénes estaban en ese edificio", le indicó a EL TIEMPO una fuente militar.

Efectivamente, el carro explotó frente a las aulas del Cidenal, en la hora exacta en que los alumnos salen al descanso.

REDACCIÓN JUSTICIA

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