Museu Maritim

Las Reales Atarazanas de Barcelona, el edificio que alberga el Museo Marítimo de Barcelona, son una muestra de arquitectura gótica civil de gran valor.

LAS REALES ATARAZANAS DE BARCELONA - HISTORIA

El Museo Marítimo de Barcelona está situado en el edificio de las Reales Atarazanas, en la fachada marítima de la ciudad y al pie de la montaña de Montjuïc. Las Atarazanas se construyeron como arsenal de galeras al servicio de la Corona de Aragón.

El conjunto, con más de 700 años de historia, es un espacio todavía bastante desconocido desde el punto de vista histórico. Sin embargo, gracias a los proyectos de investigación ya iniciados y a las excavaciones arqueológicas que se harán allí próximamente, nuestro conocimiento sobre el conjunto y su significado se ampliará en un futuro inmediato.

Los orígenes del edificio son imprecisos. La primera mención documental existente de este conjunto arquitectónico se remonta al año 1243, pero su construcción se llevó a cabo en dos periodos: el primero, entre los años 1283 y 1328, y el segundo, entre los años 1328 y 1390. El resultado final es un conjunto regular (cuadrado) formado por una sucesión de naves góticas que se sostienen sobre pilares de piedra y cubiertas con un tejado de vertientes a dos aguas. Un espacio cubierto pero amplio, con luz y espacio para trabajar. Es casi como un tejado aguantado por palmeras de piedra donde se podía trabajar a cubierto.

Con posterioridad a estas fechas se realizaron diversas ampliaciones (básicamente tres) adosadas al cuerpo original que acabaron completando el conjunto: el Porxo Nou (cobertizo nuevo) (1390-1415), conocido tradicionalmente con el nombre de edificio de Pedro IV; las naves de la Generalitat, adosadas a la construcción medieval por levante entre 1612 y 1618; y la prolongación de las naves góticas hacia el lado opuesto a la línea de mar, realizada en los siglos XVII y XVIII, y que actualmente recibe el nombre de Sala Comillas.

El conjunto de las Atarazanas quedaba a extramuros de la fortificación medieval del siglo XIII. Sin embargo, con la ampliación del siglo XIV, que incorporaba el Raval, las Atarazanas quedaron dentro del nuevo recinto amurallado, en un ángulo de la ciudad. Precisamente un lienzo de esta muralla cierra todavía el conjunto por poniente, mirando a Montjuïc, y actualmente es el único testimonio de las murallas de la ciudad que empezaron a derribarse en 1854. Este tramo de muralla contiene un baluarte de mediados del siglo XVII.

Durante los siglos XVIII y XIX, cuando el edificio se utilizaba como equipamiento militar, se llevaron a cabo varias intervenciones menores que en la mayoría de los casos consistieron en añadir nuevos edificios auxiliares. El más importante fue un edificio pentagonal, la Caserna de Caballería, situado muy cerca de la Rambla, y que fue derribado en 1935. En cualquier caso, las diferentes ocupaciones han mantenido la estructura básica del edificio, de manera que se ha preservado prácticamente su aspecto original.

El conjunto de las Reales Atarazanas de Barcelona se incluyó en el Registro de Patrimonio Histórico, Artístico y Científico de la Generalitat de Cataluña en 1937 y fue declarado Monumento Histórico-Artístico por decreto del Consejo de Ministros del Gobierno español el 5 de mayo de 1976.