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Marzo 6 de 2008

Miles de colombianos marcharon en principales ciudades del país por las victimas de la violencia

En Bogotá, en donde se presentaron disturbios, los manifestantes llenaron la Plaza de Bolívar. En Nueva York, París, Santiago, Madrid, Buenos Aires, entre otras, también hubo manifestaciones.

''Este acto muestra que el mundo está contra la barbarie que se ha cometido durante muchos años y que no somos indiferentes'', dijo Iván Cepeda, dirigente del Movimiento de Víctimas.

Otras manifestaciones con ese mismo objetivo se realizaron simultáneamente en Caracas, Buenos Aires, Quito y otras ciudades.

En una plaza del este de Caracas se concentraron cientos de manifestantes que gritaron consignas contra el presidente Uribe.

En Quito, con teatro, música y pancartas decenas de ecuatorianos y colombianos se congregaron frente a la embajada de Colombia en esa capital.

El Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, creado en 2004, estima que entre 1982 y el 2005 los paramilitares perpetraron más de 3.500 masacres y desplazaron a miles de campesinos, apropiándose de al menos seis millones de hectáreas que les pertenecían. La Fiscalía General atribuye a esos grupos al menos 120.000 muertes.

El procurador general, Edgar Maya Villazón, dijo que la manifestación es ''en defensa de los derechos humanos de los colombianos, en favor de la vida y en la búsqueda de la paz mediante esta forma de protesta pacífica ''.

Con información de AP

Disturbios en marcha de Bogotá

Encapuchados se enfrentaron con miembros del escuadrón antidisturbios de la Policía en las inmediaciones de la Plaza de Bolívar, de Bogotá.

Durante la concentración en la Plaza de Bolívar, pasado el mediodía, no se registraron alteraciones del orden público.

En en la mañana se registró un enorme trancón en el sur por el bloqueo del sistema TransMilenio de la carrera 30. La normalidad en el transporte masivo se restableció lentamente.

La interrupción fue producida por el avance de un grupo, encabezado por el profesor Gustavo Moncayo, quien tiene un hijo soldado secuestrado por las Farc, y marcha desde la autopista sur hacia la plaza de Bolívar.

Con un pequeño grupo de personas que lo acompañan, Moncayo se salió de la ruta autorizada (por donde van los demás marchantes) y se metió por el carril exclusivo.

En otros puntos de Bogotá, como la carrera séptima con calle 70 y en el Parque Nacional, se registran fuertes congestiones.

La Policía de Tránsito habilitó vías alternas para reducir la congestión y restablecer el servicio del TM en el sur. Paulatinamente se ha ido normalizando el flujo de vehículos.

Marchas en todo el país

Pereira

Los participantes en la marcha lucieron camisetas de todos los colores. Algunos se vistieron de negro en representación de luto, tristeza y desconsuelo por los miles de crímenes cometidos por paramilitares y agentes del Estado, y que aún están impunes.

Los pereiranos también protestaron contra las muertes de los 11 diputados del Valle, la limpieza social que se generó en Pereira a finales de la década pasada y las muertes de líderes sindicalistas, entre otros.

Estudiantes universitarios lograron contagiar sus consignas cantadas a muchos de los caminantes: "Rescate militar, no. Acuerdo humanitario, sí", exclamaban. También arengaron contra las violaciones de los derechos.

Desde las ventanas y los balcones, la gente sacó banderas y pañuelos para solidarizarse con la manifestación ciudadana.

Manizales

Unas 3 mil personas participaron en la marcha. La manifestación salió desde El Cable y terminó en la Plaza de Bolívar. Cuando arrancó, el clima ayudó a que se sumaran más personas, pero un pertinaz y fuerte aguacero provocó que muchos abandonaran la manifestación para refugiarse.

En su punto de llegada, un grupo de unas 150 personas prosiguieron con arengas en contra de los crímenes cometidos por los grupos paramilitares, la impunidad de la Ley de Justicia y Paz, el exterminio de la Unión Patriótica y la política de Seguridad Democrática.

La manifestación fue encabezada por una familia de desplazados de Samaná (Caldas), donde operan guerrilleros del frente 47 de las Farc y las desmovilizadas Auc del Magdalena Medio. "Uno de mis hijos fue utilizado por el Ejército para hacer inteligencia militar y los 'paras' asesinaron a un primo", contó Luis Alonso García, quien vive con sus seis hijos en Manizales.

Barranquilla

La Plaza de la paz se volvió a llenar con voces que condenaron las miles de víctimas que ha dejado en la región la violencia.

El nutrido recorrido que arrancó a las 10:15 de la mañana desde el parque del cementerio Universal tardó 45 minutos, y salvo algunas escaramuzas con algunos manifestantes que pintaron grafitos de protesta en las paredes de los locales comerciales, no hubo hechos para lamentar.

Los nombres e imágenes de Alfredo Correa De Andreis, Manuel Espinosa, Lisandro Vargas Zapata, de su hermano Miguel Ángel; de Pedro Pérez Orozco, José Antequera, Víctor Mieles, entre otros, volvieron a verse y escucharse, recordándolos como auténticos mártires del conflicto.

Una de las imágenes que sobresalió en la movilización fue la de Iveth Guerra Jiménez, una joven de 16 años que desaparecieron el 17 de diciembre del 2001. Marbel Jiménez, madre de la muchacha, exhibió una pancarta con su foto y la leyenda, '¿Dónde está
Iveth?' . Solo sabe que los paramilitares de la llevaron a ella y a cinco acompañantes.

En la concentración en la Plaza de la Paz llamó la atención un trío que representó al desaparecido Jaime Garzón, cuando encarnaba su personaje del embolador 'Humberto De la Calle'.

"Esto es un homenaje a este grande de la comedia, el humorismo y el periodismo en Colombia", manifestó uno de los actores.

Tras muchas intervenciones en una tarima con una mala amplificación, la marcha se disolvió hacia la 1:15 de la tarde.

Medellín

Integrantes de las agremiaciones de víctimas de desplazamientos, desapariciones y masacres encabezaron vestidos de negro, en completo silencio y con pancartas en las que pedían verdad, justicia y reparación. Llevaban además retablos con las fotos de los allegados a los que perdieron.

Luego les seguían chirimías, grupos juveniles, sindicatos y estudiantes que gritaron a todo pulmón contra la impunidad y contra la alianza entre militares, políticos y 'paras'.

En el tumulto se vio un nutrido grupo de funcionarios del Departamento con el gobernador Luis Alfredo Ramos a la cabeza, acompañado del político César Pérez. La reacción de la agrupación juvenil que marchaba delante de él fue tomar distancia. Más adelante, aparecieron grafitos que decían: "Ramos, paramilitar, fuera".

La analista Claudia López cuestionó recientemente la elección de Ramos con una buena cantidad de votos de influencia de las Auc y este anunció que la demandará por injuria y calumnia.

En medio de la marcha EL TIEMPO conoció testimonios de personas que fueron intimidadas para no asistir. Concretamente en el Barrio 8 de Marzo, según las versiones recogidas, hombres vinculados con grupos armados visitaron casas diciendo que "es mejor que no fueran, que no respondían por nada". 

Cúcuta

Contrario a lo ocurrido el pasado 4 de febrero, la marcha en homenaje a las víctimas de la violencia en Cúcuta estuvo enmarcada por la escasa asistencia, en la que apenas se congregaron cerca de 3 mil personas, la mayoría representantes de los sindicatos, las universidades oficiales y las organizaciones defensoras de derechos humanos.

La lluvia acompañó buena parte del recorrido, que se inició a las 10 de la mañana en el Parque Bolívar y terminó en el Parque Santander, donde la concentración se prolongó hasta las 12:30 p.m.

La alcaldesa de Cúcuta, María Eugenia Riascos, quien encabezó la marcha en la capital nortesantandereana, tomó la vocería y pidió recordar a todos los que la violencia les arrebató.

"También tenemos que recordar a nuestros secuestrados de la Policía, del Ejercito, a los parlamentarios, a Íngrid Betancourt, a todas las mujeres...", dijo.

Por su parte, Sandra Guevara, coordinadora general del Movimiento Nacional de Víctimas de la Guerra y organizadora de la marcha en Cúcuta, pidió dignificar a las víctimas y hacerles un homenaje.

"Hoy, los grupos paramilitares, en cabeza de Mancuso, lloran y justifican todos los crímenes cometidos contra la población civil. Queremos decirles que esa no es la verdad, que la verdad la tenemos las víctimas, que pedimos y reclamamos el derecho a ser escuchados", afirmó Guevara.

Bucaramanga

El cielo plomizo que cubrió toda la mañana de ayer a la capital santandereana, muy a los 2:00 p.m. soltó en ráfaga un fuerte aguacero que puso en peligro la marcha de las víctimas contra la violencia.

Pero San Pedro, a la larga, no aguó la movilización. Sobre las 2:30 p.m. cesó la lluvia y lo que parecían dos concentraciones raquíticas -una en el parque San Pío, al occidente, y la otra a la entrada de la UIS, al norte- como por encanto se robustecieron y empezaron a llenar las calles.

Sobre las 3:30, las dos marchas confluyeron en el centro de la ciudad y se estima que no menos de 15 mil personas unieron su voz para protestar contra los crímenes de los paramilitares y la complicidad de algunos sectores del Estado. Sobre las 4:00 p.m., en la plazoleta Luis Carlos Galán se inició un mitín en el que sobresalieron las consignas contra el gobierno de Álvaro Uribe.

Arauca

Un amplio sector de la sociedad araucana salió a las calles a protestar contra las distintas manifestaciones de violencia. Desde las 10 de la mañana, algunos sectores encabezados por la Iglesia Católica marcharon por las principales calles de la ciudad con pañuelos blancos y banderas de Colombia.

Al mediodía, llegaron delegaciones de varios municipios y también se lanzaron a las calles. Esta última fue mucho más nutrida porque se sumaron muchas personas que ya habían marchado en la mañana. Se destacó la activa participación de los maestros, mujeres cabeza de hogar y población desplazada.

En El Amparo, población venezolana que limita con Arauca, un gran número de colombianos y venezolanos decidieron marchar para protestar por la ola de violencia y las medidas del Gobierno de ese país. A ellos se unieron los denominados chavistas 'light', un movimiento político y cultural, que defiende al presidente Hugo Chávez de las supuestas agresiones de Colombia.

Sus promotores dijeron que aspiran reunirse en España con los Santos (Francisco y Juan Manuel), a quienes acusan de liderar una guerra mediática contra el presidente Chávez. 

 

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