Miami, EEUU. - La novena tormenta tropical del Atlántico, llamada Ike, comprueba el pronóstico que predecía una temporada más activa de lo normal y preocupaba a los productores de petróleo y gas estadounidenses en el golfo de México, a millones de personas que viven en el Caribe, a las costas de Estados Unidos y a campesinos que temen inundaciones.
Ike se mueve dinámicamente hacia el oeste después de formarse el lunes pasado a mitad de camino entre África y el Caribe, y parecía dispuesta a convertirse en un huracán que podría amenazar las islas del Caribe y posiblemente a la costa este de Estados Unidos, señaló Reuters.
Aún es muy pronto para predecir su dirección, pero las compañías de energía ubicadas en el golfo de México, que abastecen a Estados Unidos con un cuarto de su petróleo y 15% de su gas natural, la vigilarán a partir de la próxima semana.
En la madrugada de este miércoles Ike estaba ubicada unos 1.655 kilómetros al este de las Islas Sotavento y avanzaba al oeste a 28 kilómetros por hora. Sus vientos máximos aumentaron a 95 kilómetros por hora y se prevé que en próximas horas podría alcanzar la intensidad de huracán, con vientos de 119 kph. Así lo informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH).
EEUU basándose en datos del CNH, pronosticó que se formarán entre 14 y 18 tormentas tropicales en el océano Atlántico durante la temporada.