Grandes Directores
Pedro Almodóvar

Para contar primero hay que vivir, y con zapatos de andar, Almodóvar viajó al Madrid más profundo y marginal, donde los suburbios recogen forma de prostitución, drogas y sufrimiento, para describirnos en sus películas la España que a él más le impacta.

Especialista en dibujar ojos brillantes que derraman lágrimas negras  

El 24 de septiembre de 1951 nacía en Calzada de Calatrava, Ciudad Real, el director de cine más provocador que España ha tenido en toda su historia del celuloide; Pedro Almodóvar.

Con ocho años se trasladó a Extremadura donde estudió, en un colegio de curas, hasta obtener el grado de Bachiller superior. Cansado de aquel ambiente aferrado al clasicismo se marcha a Madrid a estudiar cine, aunque desgraciadamente no pudo hacerlo porque Franco había cerrado la escuela. De manera que trabajó en diferentes lugares para sobrevivir en la gran capital.
Hasta no conseguir un empleo en la Compañía Telefónica Nacional de España, no tuvo posibilidad de comprar una cámara de Super 8mm. Aquí comienza su historia como director.

Con 20 años combina el trabajo con colaboraciones en las revistas "Víbora", "Star" y "Vibraciones" como guionista de cómics, y en periódicos. Además comienza a rodar sus primeros cortometrajes como aficionado. Los muestra en Madrid y Barcelona pero sus reconocimientos como talento del arte cinematográfico vendrían de la mano de críticos e instituciones extranjeras. Tanto profesionales y escalpelos, como el gran público español no reconocieron en su cine provocador una destreza digna de méritos.

Se sumergió hasta la cabeza en el movimiento ochentero madrileño conocido como La Movida donde disfrutaba rompiendo moldes en un grupo de punk-rock junto a McNamara. Toda esta combinación de relatos, cómics, y canciones paródicas se completaba aun más con la presencia de Almodóvar en el grupo de teatro Los Goliardos, donde encarnó algún que otro papel profesional y conoció a su fetiche, amiga y compañera, Carmen Maura. Todas estas vivencias se canalizan ágilmente hacia su primer largo, "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón", 1980, adaptación de la fotonovela "Erecciones Generales", que creó por motivación de la revista "Víbora".

Ya desde pequeño la extravagancia corría por sus venas. En tiempos de caudillaje se formaba de manera autodidacta para invadir años después esa progresión hacia el destape, la estética "Kitsch" y la libertad de la movida madrileña que protagonizaron su vida y el estilo de sus películas.

En 1982 estrena "Laberinto de pasiones". La provocativa Cecilia Roth, otra de sus incondicionales actrices, y el joven Imanol Arias, mezclan sus dispares personajes en una alocada, estridente y feroz narración carente de mecanismos estéticos formales pero con una fuerza aterradora. Tan sólo los canales de público independiente valoraron sus atrevimientos.
En esta misma línea también rodó "Entre tinieblas", 1983, y "¿Qué he hecho yo para merecer esto?", 1985. Quizá la rapidez de sus proyectos denotara la impaciencia de un joven por reivindicar y la imprudencia de éste mismo a la hora de rodar.

No fue hasta 1986, cuando Almodóvar consiguió popularidad en el público español con "Matador". El hecho de que un torero no sea capaz de cesar sus ansias por matar y acabe con todas sus amantes produjo cuchicheos en las salas de cine españolas, justo lo que el director pretende con sus filmes, provocar. ¿Hay algo más parecido a una excitante tarde en la plaza de toros que el mismísimo placer de hacer el amor y matarla en el último suspiro?
"La ley del deseo", 1986, vuelve a resarcir esas pasiones extremas y profundo dramatismo que a Pedro tanto le encantan. Los ambientes gays, la exacerbación amorosa o la trasgresión religiosa quedan recogidos en dos hermanos protagonistas tipificados por Antonio Banderas y Miguel Molina.

Con los años, Pedro va reuniendo valores y aclarando ideas. Forjando una experiencia y unos guiones cada vez mejores. Es entonces, en 1987, cuando la academia de los Oscar nomina a su particular comedia "Mujeres al borde de un ataque de nervios" a Mejor película extranjera, pero no obtuvo el galardón. Sí los Goyas a Mejor película, mejor guión original, mejor actriz protagonista y mejor actriz de reparto.
En este mismo año crea su propia productora, "El Deseo" junto con su hermano Agustín Almodóvar. No sólo les facilitó las cosas al dar de paso sus propios guiones sino que también ha sido pie de empuje para la formación de directores como Alex de la Iglesia, Guillermo del Toro o Isabel Coixet.

Se detuvo buscando el animal agresivo que cada uno de nosotros lleva dentro y plasmó la mirada pervertida de Victoria Abril en "Átame", 1989. Esta actriz se convirtió desde entonces en otra de sus chicas almodóvar y protagonizó seguidamente "Tacones lejanos", 1991. En él recae otro tema muy tratado en los trabajos cinematográficos de este director, la maternidad. En cualquiera de sus circunstancias, como necesidad, como odio, como engaño… Tan pronto lo introdujo en esta obra como recurriría a ello más tarde en "Todo sobre mi madre", "La mala educación" o "Volver".

Este manchego especialista en dibujar ojos brillantes que derraman lágrimas negras, siguió su atrevida evolución vanguardista con "Kika", 1993, estremeciendo a una audiencia que presenciaba en un programa de televisión una violación en directo.

 
Es indiscutible la calidad que este manchego ha conseguido con el paso de los años

Con "La flor de mi secreto", 1995, ganadora de cuatro Goyas, parece haber habido un antes y un después. El joven Almodóvar comienza a madurar sus particulares visiones de la vida relajando la agresividad de sus imágenes pero sin distanciarse de esos parajes desolados, familias vulgares, personajes desgraciados y maquillajes monstruosamente dramatizados.

Cada vez más se adentra en el mundo del melodrama, la soledad y el desamor. Y así fue como creó "Todo sobre mi madre", 1999, y consiguió romper con su fama de enfermizo, agitar la opinión de la crítica (una vez más, pero en este caso fue para ensalzarlo y admitir su maestría ante la cámara) y batir éxitos en las taquillas españolas. A esta película se la considera sin duda alguna su mejor trabajo; demuestra unos conocimientos y un dominio de la pluma y la imagen inigualables y vuelve a manifestarse el gran talento que tiene como director de escena y creador de historias. No pecó de ignorancia la crítica internacional, sobre todo la americana, galardonándola con el Oscar a mejor película de habla no inglesa, entre los múltiples premios que conquistó.

No es bueno comparar pero se justifica siempre y cuando sea para bien. En el caso de Pedro Almodóvar, si retrocedemos hasta sus primeros trabajos, comprobamos que hay una gran diferencia estilística a la hora de narrar esos personajes llenos de dramatismo y sufrimiento. La experiencia depuró todos esos errores formales de director novel e, inmerso en su plenitud profesional, desde la cima de la perfección, tres años más tarde, volvió a deleitarnos con "Hable con ella", ganadora del Oscar a mejor guión original. Pasa de contar una historia de mujeres, como lo es la maternidad de "Todo sobre mi madre", a contar una historia de hombres, de palabras y laberintos íntimos. Es indiscutible la calidad que este manchego ha conseguido con el paso de los años, una capacidad que se ha convertido en algo inherente a su ser.

Llegó en 2004 "La mala educación", para cuestionar agresivamente el método educativo de la Iglesia y transmitir su peculiar punto de vista. Los colores vivos y contrastados son una estética que no olvidará en ninguna de sus películas, ni siquiera en su gran éxito, "Volver".

...por Luna Ausina

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