ZS08062606 - 26-06-2008
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Benedicto XVI llevará un palio con forma nueva desde el 29 de junio


Monseñor Marini, Maestro de las Celebraciones litúrgicas, explica las novedades


CIUDAD DEL VATICANO, jueves 26 de junio de 2008 (ZENIT.org).- El palio que llevará el Papa Benedicto XVI a partir del próximo domingo, solemnidad de San Pedro y San Pablo, será distinto del actual: tendrá una forma circular cerrada, con los dos extremos pendiendo en medio del pecho y de la espalda. Las cruces que lo adornan seguirán siendo rojas pero la forma será más grande y más larga.

Según explicó monseñor Guido Marini, maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, al diario "L'Osservatore Romano", con estos cambios se recupera algo de la forma anterior al pontificado de Juan Pablo II, aunque más largo y con las cruces rojas (anteriormente eran de color negro).

El palio pontificio, vestimenta litúrgica que se utiliza desde la antigüedad, es un paño de lana blanca que utilizan solamente el Papa y los metropolitanos (el del Papa es distinto al del resto de los arzobispos), adornado con seis cruces y tres clavos, símbolo de la Pasión.

Se confecciona con la lana de dos corderillos que el Papa bendice el día de santa Inés (21 de enero), tejida posteriormente por las monjas benedictinas de Santa Cecilia. Los nuevos palios son colocados en un cofre ante la Tumba de San Pedro, y el 29 de junio el Papa los entrega solemnemente a los nuevos arzobispos nombrados durante el año.

La forma del palio papal ha cambiado con el pasar del tiempo: desde la forma de banda antigua a la de cinta, a partir del siglo VI, con la forma actual desde el siglo X, y con seis cruces negras incorporadas en el siglo XV. El Papa Benedicto XVI utilizaba hasta ahora un palio parecido a los que se usaban antes del siglo X, cruzado sobre el hombro y con cinco cruces rojas, símbolo de las llagas de Cristo.

Como explica monseñor Marini, el palio cruzado sobre el hombro que había utilizado Benedicto XVI hasta ahora "comportaba varios problemas e inconvenientes", por lo que se ha decidido volver a la forma circular.

Pero este no es el único cambio realizado en la vestimenta litúrgica papal, ya que desde hace algunos meses, según explicó monseñor Marini, el Papa ha decidido utilizar un báculo dorado y con forma de cruz griega, que había utilizado Pío IX, en lugar del plateado con la figura del Crucificado que introdujo Pablo VI.

"Esta elección no significa simplemente una vuelta a lo antiguo -explicó monseñor Marini- sino que muestra un desarrollo en la continuidad, un enraizamiento en la tradición que permite seguir adelante ordenadamente en el camino de la historia. Este báculo pastoral , llamado 'férula', responde más fielmente a la forma del báculo papal típico de la tradición romana, que siempre había sido en forma de cruz y sin crucificado".

También ha rescatado el uso del camauro (gorro rojo con ribete blanco que se lleva sólo en invierno), y que había caído en desuso desde el pontificado de Juan XXIII, así como otras vestimentas litúrgicas antiguas.

Monseñor Marini explica que la "hermenéutica de la continuidad es siempre el criterio exacto para leer el camino de la Iglesia en el tiempo". Esto, que los Papas realizan siempre en lo tocante al Magisterio, "vale también para la liturgia, para indicar la misma continuidad de la 'lex orandi'".

Añade que el Papa "no siempre usa vestimentas litúrgicas antiguas, sino también modernas. Lo importante no es tanto la antigüedad o la modernidad, cuanto la belleza y la dignidad, componentes importantes de toda celebración litúrgica".

 



Por Inmaculada Álvarez


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