Tras perder ante Estados Unidos en su primer partido, Argentina no miró atrás y conquistó su quinto título en la decimoquinta edición del Campeonato Mundial Juvenil de la FIFA. Lionel Messi, que ya había dado que hablar antes del comienzo del torneo, empezó animando desde el banquillo a sus compañeros en su estreno, que se saldó con derrota frente a los estadounidenses. Sin embargo, tras saltar al campo en la segunda parte, su influencia se hizo notar de inmediato, y ya no volvió a pasar otro minuto fuera del césped. El sensacional jugador de 18 años, que milita en el FC Barcelona, brilló con luz propia en los Países Bajos, y se ha convertido, al menos durante este verano, en la comidilla del mundo del fútbol.
Messi, con su rostro aniñado, anotó los dos penales de la final ante Nigeria, terminó como máximo goleador y fue elegido también mejor futbolista del torneo, lo que le ha valido ser comparado nada menos que con Diego Armando Maradona. Su portentosa actuación en Holanda posiblemente haya sido la que más ha marcado a un equipo desde que 'Dieguito' dejara a todos con la boca abierta en Japón 1979. Y ya que Argentina sólo ganó dos de sus siete encuentros por más de un gol de ventaja, necesitó hasta la última pizca de inspiración de su joven estrella.
Holanda 2005 ha sido un torneo cautivador, lleno de colorido e
ingenio, y pasará a la historia como uno de los Campeonatos
Mundiales Juveniles de la FIFA más atractivos que se recuerdan. Si
bien Argentina se proclamó merecidamente campeona, tuvo que
esforzarse al máximo en la final ante una acertada, organizada y
valerosa Nigeria. Únicamente la sangre fría de Messi permitió a los
sudamericanos imponerse, ya que fue él quien materializó los dos
lanzamientos penales que sellaron su victoria por 2-1.
Acompaña a
FIFA.com en un repaso a un mes de grandes
emociones en el norte de Europa.
Los anfitriones animan el torneo
Holanda, guiada por el empuje y la inteligencia del joven
jugador del Arsenal Quincy Owusu Abeyie, su capitán Hedwiges Maduro
y su perla defensiva, Ron Vlaar, fue uno de los conjuntos más
entonados de la competición, y muchos pensaban que el título sería
suyo. Tras adjudicarse el Grupo A con un registro impecable,
comenzó su asalto a la final goleando 3-0 a Chile en octavos. Sin
embargo, cuando las expectativas de los anfitriones comenzaban a
dispararse, las Águilas Verdes nigerianas se interpusieron en su
camino para eliminarlos tras una increíble tanda de penales de doce
lanzamientos, en un estadio de Kerkrade que volvió a estar repleto.
Aunque su trayectoria acabase de forma prematura, los jóvenes
neerlandeses han dejado entrever un gran futuro para su país.
Dos holandeses estuvieron entre los mejores catorce futbolistas de FIFA.com en la primera ronda.
Brasil consigue el bronce pese a su falta de pegada
Después de un estreno extrañamente apático ante Nigeria
(0-0), la selección brasileña, defensora del título, terminaría
adjudicándose un grupo que muchos consideraban como el más difícil
del torneo. Pero Brasil no parecía el mismo, ya que carecía de la
desenvoltura y del estilo que suele esperarse de los conjuntos que
visten la prestigiosa camiseta amarilla. Tras pasar apuros para
superar a Siria y a Alemania en las fases de eliminatoria, el duelo
con su acérrimo rival, Argentina, fue ya demasiado complicado. Los
brasileños contaban con jugadores del talento de Diego Tardelli y
de Rafael, pero les faltaban un goleador puro y alguien que
organizase el juego en el mediocampo. Con todo, la Seleção puso fin
a su campaña de un modo más que digno, remontando un gol de
desventaja en los instantes finales y haciéndose con el bronce de
la consolación en Utrecht. La animosa Marruecos, impulsada por su
nutrida y entregada afición, tuvo que conformarse con el cuarto
puesto. Pero los jóvenes norteafricanos fueron una de las
revelaciones, jalonando con partidos fantásticos una sorprendente
trayectoria.
Europa y Norteamérica se ensombrecen, África y Sudamérica
vuelan alto
En el regreso de la competición a Europa por primera vez
desde 1991, nadie hubiera pronosticado unas semifinales sin un solo
representante de la UEFA. No obstante, después de la eliminación de
Italia, España, Alemania y Holanda en cuartos de final, en los
Países Bajos se presenció una ronda de los últimos cuatro con dos
equipos africanos (Nigeria y Marruecos) y otros dos sudamericanos
(Brasil y Argentina). La final, en la que se midieron con orgullo
Argentina y la extraordinaria Nigeria, quizás haya sido una sonora
señal de advertencia para el Viejo Continente. Por otra parte, los
representantes norteños del Nuevo Mundo lo hicieron aún peor que
los europeos. La desdichada Honduras recibió 15 goles, sin
conseguir marcar ni uno solo, en sus tres derrotas consecutivas.
Panamá, que participaba en su segundo torneo, también lo pasó muy
mal, y se despidió de Europa sin puntos en su haber. De los tres
equipos de la Concacaf, sólo Estados Unidos logró llegar a las
rondas de eliminatoria, en donde cayó estrepitosamente a manos de
una renacida Italia.
Países participantes:
Australia, Japón, Benín, Holanda, RP China, Panamá, Turquía,
Ucrania, Chile, Honduras, Marruecos, España, Argentina, Egipto,
Alemania, Estados Unidos, Canadá, Colombia, Siria, Italia, Brasil,
República de Corea, Nigeria, Suiza.
Clasificación:
- Argentina
- Nigeria
- Brasil
- Marruecos
Estadios y ciudades:
De Vijverberg (Doetinchem), Emmen (Emmen), Enschede
(Enschede), Parkstad Limburg (Kerkrade), Guillermo II (Tilburg) y
Galgenwaard (Utrecht).
Nº de goles:
143 (media por partido: 2.75)
Máximos goleadores:
6 goles: Messi (ARG)
5 goles: Llorente (ESP), Aliiev (UKR)
Asistencia global:
502,698
Asistencia media:
9,667