F. J. POYATO

CÓRDOBA. Más de siete años después de que la Junta de Andalucía colocara la primera piedra de la Ronda de Poniente, una arteria viaria fundamental para sacar tráfico del casco urbano y mejorar los flujos y accesos hacia Poniente, el manto expansivo residencial, ni esta variante está completa ni sus conexiones con el resto de la red viaria de la capital están bien cerradas.

O, por lo menos, dejan mucho que desear y las actuaciones para mejorarlas llegarán con más de un año de retraso desde que por fin se corte la cinta final del tramo intermedio que une la carretera del Aeropuerto con una glorieta de acceso a la barriada de Miralbaida y Electromecánicas a la espalda del Parque Figueroa.

Ese corte de cinta se ha vuelto a posponer por parte de la Delegación provincial de Obras Públicas a finales de junio, según indicaciones de la dirección de obra a cargo de la unión temporal de empresas Los Omeyas (GEA 21, Jícar, Corsán-Corviam) a la propia Administración autonómica. Es el cuarto aplazamiento (restos arqueológicos y variación del trayecto original por la presión vecinal) en un momento en el que se sigue trabajando en el túnel de la almunia islámica y cerrando los servicios del túnel de los Omeyas (de 276 metros de longitud).

Este tramo, de apenas dos kilómetros, tiene 24 ramales y dos enlaces, discurre bajo las líneas del AVE y la A-431 a Palma del Río

La sombra del maldito embudo de tráfico es la que planea sobre esta ronda cuando se abra por completo al público. Y es que en su parte sur, la Ronda de Poniente aún carece de enlace directo con la A-4, apenas unos metros sin calzada que están en manos del Ministerio de Fomento.

Una actuación que se incluye en el paquete de obras que acordó con la Junta en un protocolo firmado en octubre de 2006 para conectar la autovía con esa variante y ejecutar, además, la denominada «Variante de Porcelanosa», un desdoblamiento de la A-4 desde la Cuesta de los Visos hasta el nudo de comunicaciones del barrio del Guadalquivir con la N-432 y la propia autovía a Madrid que aliviará los accesos por la Torrecilla a la ciudad.

Fuentes de Fomento confirmaron a ABC que aún se está redactando el proyecto de este enlace y la denominada «Variante de Porcelanosa». Posteriormente, será licitada y hasta ver completada la actuación transcurrirán, al menos, doce meses. Este enlace es fundamental para que los atascos no se apoderen de las vías de entrada a Córdoba por la Torrecilla y permita un flujo ágil de vehículos entre la Ronda y la A-4.

Al norte, la situación varía en parte, aunque la calidad de la circulación tardará también algún tiempo en mejorar. El tercer tramo de la Ronda de Poniente lleva años operativo y «muere» en la glorieta de conexión al Tablero Bajo y la avenida de la Arruzafilla. La mejora de este enganche pasa por duplicar los carriles de esta vía que, a la par, forma parte de los tres tramos de la Ronda Norte para completar la vía de circunvalación de Córdoba.

La manera de afrontar esta obra pública fue una concesión del Ayuntamiento a una empresa a cambio de levantar un complejo deportivo con usos recreativos y comerciales en la llamada Parcela del Canal, justo en la fachada de la avenida del Brillante.

Parcela del Canal vallada

El pasado 27 de marzo de 2007, y después de dejar desierto un primer concurso público, el consejo rector de la Gerencia de Urbanismo adjudicó a la UTE Jícar-Vera-Gea 21 la construcción de un centro de tecnificación deportiva (natación y boxeo) además de un anexo de usos hosteleros y comerciales a cambio de desdoblar la Arruzafilla. Este «pool» de empresas cedería para uso público las instalaciones deportivas mientras que explotaría la parte lucrativa del recinto que debía levantar en 24 meses (lo explotará 40 años tras invertir 36,7 millones en todas las actuaciones).

Según fuentes de la Gerencia de Urbanismo, el pliego de condiciones que regía el concurso negociado y sin publicidad especificaba que hasta que no se terminaran las edificaciones de la amplia parcela (de más de 20.000 metros cuadrados) no se acometería la obra circulatoria para mejorar el enlace de esta zona norte con la Ronda de Poniente.

Por el momento, las empresas concesionarias han vallado el solar y están en fase de desarrollo de las pertinentes catas arqueológicas -que han hallado restos-, lo que hace suponer que la ejecución de la nueva calzada para la Arruzafilla (con viarios de servicio para el Tablero Bajo) tardará entre uno y dos años en ser realidad.

Hay que tener presente que la actuación en la avenida de la Arruzafilla viene acompañada por el ensanche de dos rotondas de esta zona y la mejora también de viarios internos (Teruel o Picadores) para dar fluidez al tráfico.

Está pendiente la decisión final sobre el tramo intermedio de la Ronda Norte, en manos de la Junta, y que todo apunta a que transcurrirá por un túnel abierto y cerrado desde Fuente de la Salud hasta la propia glorieta Santa Beatriz (junto al centro comercial La Sierra).