Entrevista

Nº 1, Septiembre a Septiembre de 2004

Antonio Pellicer. La técnica de una esperanza.

El doctor Antonio Pellicer es un trabajador incansable que prefi ere quedarse sin comer antes que hacer esperar, siquiera unos minutos, a sus pacientes, porque sabe la ansiedad que padece la mayoría de las personas que acude al Instituto Valenciano de Infertilidad en busca de una solución a un problema que afecta a más del 15% de las parejas. Por eso, su mayor dicha se produce cuando éstas ven cumplida su ilusión de tener un niño con los menores riesgos posibles, objetivo que se marcó cuando fundó hace catorce años el IVI junto al doctor Remohí, y es en la actualidad uno de los centros con las mejores tasas de embarazo de Europa.

¿Qué significa para usted el Premio Rey Jaime I que le ha concedido la Generalitat Valenciana y que le permite formar parte de su Alto Consejo Jurídico Consultivo en Investigación y Desarrollo?

Una enorme satisfacción porque el premio tiene un gran prestigio en España y fuera de ella. Es un galardón muy codiciado entre los profesionales de la medicina. Hay varios aspectos que quiero destacar: que el premio se haya concedido a un ginecólogo, una especialidad que hasta ahora no había estado muy considerada, y competir con el resto de áreas de la medicina me parece un progreso muy importante en el reconocimiento público de la especialidad que represento; el trabajo desarrollado por el Instituto Valenciano de Infertilidad, una entidad privada que desde el principio apostó por la Investigación y el Desarrollo (I+D) y en estos momentos es uno de los centros de referencia mundial en reproducción humana y, por tanto, quiero resaltar la labor de equipo del IVI, y pienso que el premio le corresponde más que a mí. El Premio Rey Jaime I es un soplo de aire fresco a la vela que uno dirige.

Doctor Pellicer, ¿se puede decir que los resultados que están obteniendo hoy en día son un éxito?

Totalmente. El Instituto Valencianode Infertilización ha conseguido tasas de embarazo impensables hasta hace unos años. Fíjese que en los años 80 los éxitos obtenidos no llegaban al 6%. Se ha mejorado muchísimo en todos los sentidos y se puede decir que la esterilidad masculina se ha superado completamente. Hay que tener en cuenta que se superado en más del doble las posibilidades naturales de obtener un embarazo. La capacidad reproductiva de la especie humana es baja, ya que de cada cien parejas sin problemas de fertilidad que intentan un embarazo de forma natural, sólo veinticinco lo consiguen en el primer mes. La eficacia humana resulta muy desfavorable comparada con la de otros mamíferos, y la situación no creo que varíe en los próximos años aunque estará determinada por los condicionantes sociales y la propia naturaleza.

La medicina está avanzando rápidamente, ¿ha evolucionado al mismo ritmo la opinión de las ciudadanos o todavía sigue siendo un tema tabú?

La infertilidad todavía sigue siendo un tema tabú, así como las técnicas de reproducción asistida que estamos empleando para resolver el problema. Sin embargo, el caso de la Comunidad Valenciana es diferente. Es una zona especialmente abierta. De hecho, siempre lo ha sido en todos los sentidos. Ser el semáforo de Europa nos ha beneficiado con una mentalidad tolerante y progresista como refleja la aceptación de la sociedad valenciana a las investigaciones que se realizan en esta especialidad de la medicina.

Doctor Pellicer, ¿en qué punto se encuentra la investigación en estos momentos y qué cambios se van a producir en un futuro inmediato?

En un futuro cercano se hablará de un concepto nuevo basado en la calidad. Se trata de conseguir un embarazo único y evitar en la medida que podamos el embarazo múltiple. En el año 2000 se producía un 2,4% de embarazos multifetales (trillizos o más), cifra que se ha reducido hasta el 1,7% en el año 2004. El reto es hacer descender esa posibilidad al 1%, puesto que un embarazo múltiple tiene muchos

inconvenientes y riesgos para la madre y para los niños. Ahora investigamos sobre la forma de poder seleccionar el embrión que más posibilidades de implantar tenga para poder transferir sólouno que dé lugar a un embarazo único y a un bebé sano. Antes teníamos que transferir más de tres embriones para asegurarnos la máxima probabilidad de embarazo con el riesgo que esto suponía. Actualmente se transfieren dos embriones de media y la tasa de éxito es muy alta, pero sigue existiendo riesgo al tratarse de embarazo gemelar. Por otra parte, la investigación nos permite asegurar que se superará el listón de la actual tasa de embarazo en más de 10 puntos, es decir se llegará al 65%.

Poniendo como ejemplo los pasos que se siguen en un ciclo de tratamiento de fecundación in vitro, cabe destacar la disminución progresiva que se ha producido en el empleo de fármacos inductores de la ovulación. Unos medicamentos que son cada vez más eficaces y menos agresivos. También es posible que llegue el momento en que no sean necesarios los medicamentos, o que éstos sean ineficaces. Estamos investigando en la maduración de óvulos extraídos del ovario, se trata de la gemelación artificial un método de reproducción que permite obtener varios embriones de uno solo. Cuando éste tiene, in vitro, cuatro-ocho células, cada una de ellas podrá ser cultivada por separado, pudiendo dar lugar a un feto si es transferido al útero. Con esta técnica, de un embrión procedente de un solo óvulo y un solo espermatozoide, podrán obtenerse suficientes embriones para que una pareja pueda ver cumplido su deseo de ser padres.

Por otra parte, no hay que olvidar que la Comunidad Valenciana está al frente de la investigación de células madre embrionarias con la importante aportación que ha llevado a cabo el doctor Carlos Simón, miembro del IVI, que ha obtenido por primera vez en España la derivación de líneas celulares a partir de células madre embrionarias en soporte humano que podrán ser utilizadas con fi nes terapéuticos en personas en cuanto sea posible. Sólo existen otras seis líneas derivadas en soporte humano en todo el mundo.

Antonio Pellicer Martínez, Premio Rey Jaime I 2004 de Medicina Clínica, estudió Medicina en la Universitat de València, donde se especializó en Obstetricia y Ginecología en el Hospital Clínico, y en Medicina Reproductiva en la Universidad de Yale, en Estados Unidos, y en Mainz, Alemania. En la actualidad es catedrático de Obstetricia y Ginecología de la Universitat de València y director del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Doctor Peset de Valencia. El doctor Pellicer también es co-director, junto con el doctor José Remohí, del Instituto Valenciano de Infertilidad, miembro del Comité Ejecutivo de la European Society of Human Reproduction and Embryology y de la International Federation of Fertility Societies; ha sido presidente de la Sociedad Española de Fertilidad, ha editado catorce libros escritos sobre diferentes aspectos de la esterilidad de la pareja y ha publicado más de ciento cincuenta trabajos en revistas de prestigio internacional, como Human Reproduction y Fertility & Sterility, de las que es miembro de sus consejos editoriales.

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