Ötzi

La momia que vino del hielo

13-mar-2010 Ester Pérez Quiroga

Un hombre de la Edad de Bronce muere en los Alpes en misteriosas circunstancias y las bajas temperaturas lo preservan hasta nuestros días. Ötzi reposa ahora en Bolzano.

Unos 45 años, pelo largo y oscuro, ojos azules, 1,60 de altura y 50 kilos de peso. Es el retrato robot de Ötzi, el hombre de los hielos que vivió hace 5.300 años en los Alpes. Gracias al hielo y la nieve, el cuerpo se momificó de forma natural y se conservó hasta 1991, cuando los excursionistas alemanes Erika y Helmut Simon avisaron a las autoridades austríacas pensando que habían encontrado el cadáver de algún excursionista extraviado. Poco después, científicos italianos y austríacos se disputaban el estudio de una de las la momias húmedas más antiguas del mundo.

El hallazgo de Ötzi supuso un elemento importante en el conocimiento de la historia alpina. Su vestimenta y el equipo encontrado a su alrededor han permitido hacerse una idea de la vida y los recursos de una persona de la Edad de Bronce en el territorio. Su cuerpo, momificado de forma natural y sin haber sufrido ningún proceso ritual, es aún una preciosa fuente de información.

Los investigadores han desvelado los últimos alimentos que tomó o las enfermedades que sufrió a lo largo de su vida. Sin embargo, muchas otras cuestiones son aún una incógnita. Una de ellas es su muerte, ya que probablemente el hombre de los hielos murió desangrado a causa de una herida de punta de flecha que permanecía aún en sus pulmones. El asesinato lleva sin resolver más de 5.000 años.

La disputa por el hombre del hielo

El cuerpo del hombre del hielo fue encontrado el 19 de septiembre de 1991 en Giogo di Tisa, en Val Venosta u Ötz, como se denomina en alemán y de donde procede el sobrenombre de Ötzi. La zona es una cuenca natural de unos 40 metros de largo a 3.200 metros de altura que discurre entre las fronteras italiana y austríaca.

Mientras los excursionistas recorrían la cuenca, notaron en el fondo algo oscuro que confundieron con deshechos. Cuando estuvieron más cerca se dieron cuenta de que era un cadáver humano “con el torso sobre echado sobre una lastra de piedra y el rostro oculto“, según las informaciones recopiladas por el Museo Arqueológico del Alto Adige, en Bolzano, donde se conserva la momia desde 1998.

La disputa por la titularidad se produjo a causa de la indefinición de la frontera, cubierta de hielo en el momento de la firma del tratado de St. Germain-en-Laye en 1919. Nuevas mediciones en 1991 decretaron que el hallazgo se había producido a unos 93 metros dentro de la frontera italiana, aunque la Universidad de Innsbruck conservó la momia hasta terminar las investigaciones científicas, siete años más tarde.

La salud de la momia

Las primeras hipótesis sobre la antigüedad de la momia, basadas en el tipo de hacha que llevaba, se confirmaron tras la datación con el método del carbono 14, el hombre del hielo vivió entre el 3350 y el 3100 a. de C.

El buen estado en el que se encontró la momia, salvo la deformación del cráneo causada por la presión del hielo y daños provocados durante el rescate, permitieron un análisis detallado del estado de salud de Ötzi.

Con unos 45 años, era probablemente uno de los miembros más ancianos de su clan. Los análisis revelan las “articulaciones desgastadas y los vasos sanguíneos calcificados”. De hecho, los numerosos tatuajes en forma de líneas y cruces que presenta el cuerpo se asocian a tratamientos terapéuticos, ya que coinciden con los puntos más debilitados.

Diversas lesiones en las costillas y un parásito intestinal son sólo algunos de los datos obtenidos hasta ahora. El contenido del intestino, por ejemplo, muestra que su última comida estuvo compuesta por cereales, carne y verduras.

La vida cotidiana en el Neolítico

El vestuario y equipo de Ötzi ofrecen una visión de la vida cotidiana y del aspecto de un hombre del Neolítico. Tanto la vestimenta como los utensilios que llevaba le permitían sobrevivir durante largos períodos alejado de su población.

Las prendas que llevaba eran de piel de distintos animales hábilmente cosidas con tendones para protegerse del frío, mientras que armas, recipientes, herramientas e incluso hongos de posible función curativa garantizaban el sustento y la construcción de todo lo necesario.

A pesar de todos los datos recogidos, el estatus del hombre del hielo sigue siendo una incógnita. El hacha de bronce apunta a que fue un miembro relevante de la comunidad, un pastor o dueño de rebaños, pero no hay suficientes indicios para confirmar ninguna de las numerosas hipótesis avanzadas.

También su muerte permanece un misterio. En 2001, nuevas radiografías mostraron una punta de flecha cerca del pulmón izquierdo del hombre del hielo. Esto, junto con profundas lesiones en una mano, contusiones y una fractura en la parte posterior del cráneo hacen creer a los científicos que la muerte de Ötzi fue el resultado de una agresión.

El copyright del artículo Ötzi, publicado en Arqueología pertenece a Ester Pérez Quiroga. Es necesario el consentimiento expreso de su autor para la publicación o reproducción, parcial o total, a través de medios impresos, online o a través de cualquier otro medio o formato de Ötzi.  
Ötzi, Ester Pérez Quiroga Ötzi
Museo Arqueológico del Alto Adige, Ester Pérez Quiroga Museo Arqueológico del Alto Adige
Analizando a Ötzi, Museo Arqueológico del Alto Adige Analizando a Ötzi
Deja tu opinión

NOTA: Al no ser miembro de Suite101.net, tu comentario pasará un filtro de supervisión antes de que aparezca publicado.
Enviar comentario
Cuánto es 3+0?
;