Jorge 'El Mortero' Aravena llegó a ser máximo goleador del fútbol colombiano.
En 1986 llegó a las huestes caleñas un chileno completamente desconocido, con muy pocas referencias para la fanaticada 'verdiblanca', pero con una pegada zurda, prodigiosa, que lo llevaría a ocupar un sitial inolvidable en el historial del club.
Era Jorge Aravena y arribó al Cali después de militar en la Universidad Católica de Chile, la selección chilena y el fútbol español, donde tampoco tuvo mucha suerte.
'El Mortero', como lo bautizaron en Cali, se erigió como uno de los mejores cobradores de tiros libres llegados a nuestro profesionalismo. Por esa vía se hizo infalible y temido por quienes temían conformar una barrera ante los cobros con pelota detenida de Jorge.
Además de pegarle duro, con extrema potencia, las ejecuciones de Aravena tenían efecto, dibujaban curvaturas en su trayectoria y dejaban sin la menor opción a los arqueros.
Producto de ello, en la temporada de 1987, Jorge Aravena se consagró como el máximo goleador del fútbol colombiano y consiguió el 'Botín de Oro' al romper las redes en 23 oportunidades.
Su inolvidable paso por el Deportivo Cali culminó en 1988, cuando fue vendido al Puebla del fútbol mexicano.