Las instalaciones de El Cabril y su funcionamiento

Las instalaciones

Operarios trabajando en la sala de control de El Cabril.

El Cabril. Sala de control.

El almacén centralizado de El Cabril cuenta con dos zonas diferenciadas por funciones: la zona de edificios y la zona de almacenamiento. Esta separación permite un desarrollo eficaz de las actividades, facilitando el seguimiento y control de las mismas y diferenciando las zonas con reglamentación radiológica.

  • Zona de edificios
    La zona de edificios dispone de dos laboratorios para la verificación de la calidad de los residuos. También se encuentran en ella los edificios de acondicionamiento, donde tienen lugar las actividades de tratamiento de residuos, y la sala de control que centraliza toda la información sobre el funcionamiento de la instalación. Las instalaciones auxiliares incluyen la administración, seguridad industrial, servicios técnicos, servicios generales, almacenes temporales, fabricación de contenedores, taller de mantenimiento, comedor etc.
  • Zona de almacenamiento de residuos de baja y media actividad
    La zona de almacenamiento de residuos de baja y media actividad está formada por dos plataformas: la plataforma norte, constituida por 16 celdas de almacenamiento, y la plataforma sur, constituida por 12.
  • Zona de almacenamiento de residuos muy baja actividad
    La zona de almacenamiento de residuos de muy baja actividad está formada por una plataforma constituida por cuatro estructuras que se construirán a medida que se vayan necesitando.
Manejo de telemanipuladores para la verificación de residuos en una celda caliente

Manejo de telemanipuladores en el Laboratorio Activo de Verificación de la Calidad de El Cabril

Las instalaciones de El Cabril se caracterizan por:

  • Automatismo: capacidad para operar desde una sala de control, minimizando la exposición de los trabajadores.
  • Resistencia sísmica: capacidad para tolerar terremotos previsibles en la zona.
  • Solidificación: capacidad para almacenar todos los residuos en forma sólida.

El proceso de los residuos de baja y media actividad

Los residuos de baja y media actividad generados en cualquier punto de España llegan a El Cabril y se descargan en un edificio de acondicionamiento o en alguno de los almacenes temporales.

Interior de celda de almacenamiento

Interior de celda de almacenamiento

La mayoría de ellos, generados en las centrales nucleares, llegan acondicionados. Los que proceden de hospitales, centros de investigación o industrias, son tratados y acondicionados en las propias instalaciones de El Cabril.

Los bidones recibidos se introducen en contenedores de hormigón cuya capacidad es de 18 bidones de 220 litros.

Cuando un contenedor se llena, sus bidones se inmovilizan mediante mortero inyectado. Este bloque compacto se introduce en la celda de almacenamiento, que es una estructura de hormigón armado.

Una vez completa la celda de almacenamiento con 320 contenedores, se construye la losa superior de cierre con hormigón armado y se impermeabiliza.

Cada una de las 28 celdas de almacenamiento tiene un sumidero conectado con la red de control de infiltraciones, situada bajo las plataformas. Esto permite detectar posibles filtraciones de agua para que, en caso de producirse, puedan subsanarse.

"Cada una de las 28 celdas de almacenamiento tiene un sumidero, cuyo objetivo es detectar filtraciones de agua."

Una vez completa la capacidad de las plataformas, se taparán con una última cobertura formada por diferentes capas, siendo la última de tierra vegetal, buscando su integración en el entorno.

En este momento comenzará la fase de vigilancia y control del emplazamiento durante 300 años.

El proceso de los residuos de muy baja actividad

Interior de almacén con firme de tierra, capas de aislamiento y cubierta móvil

El Cabril. Interior de la estructura de almacenamiento para residuos de muy baja actividad.

Los residuos radiactivos de muy baja actividad son materiales sólidos, generalmente chatarras y escombros, que están mínimamente contaminados con isótopos radiactivos.

Pueden llegar a la instalación en sacas, bidones o contenedores y almacenarse directamente en la estructura específica de almacenamiento, o pasar primero al área destinada a su tratamiento, si fuera necesario.

Cuando se complete cada estructura, se cubrirá con diferentes capas, siendo la última de tierra vegetal para su integración en el entorno.

En este momento comenzará la fase de vigilancia y control del emplazamiento durante 60 años.

Interactivo

El almacenamiento de residuos de muy baja actividad

Desde finales de 2008, El Cabril dispone de una instalación específica para almacenar residuos de muy baja actividad.

© 2009 Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, S.A. (ENRESA)

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