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Francesc Bonafé Barceló (1908 - 1994)

fabian | 30 Octubre, 2008 14:59

No hace muchos días, Alexandre Ballester nos recordaba a todos que se cumplía el centenario de Francesc Bonafé Barceló y que estaba pasando desapercibido no sólo por la sociedad en su conjunto sino también por las comunidades científicas y políticas. Pocos días después, el 23 de octubre, Joan Vicenç publicaba El pare Bonafè, un centenari oblidat.

Aparte de esos dos escritos, en la Red sólo encuentro el anuncio bibliográfico de su Flora de Mallorca, publicada por Editorial Moll, y ya en estas páginas, la noticia del Herbario Bonafé y, en la relación de los Premios Ciudad de Palma de Investigación, su nombre en los del año 1970.

Así que para conocer un poco su vida he acudido a dos fuentes. Una es la Gran Enciclopèdia de Mallorca, volumen 2, donde leo que nació en Biniamar en 1908, que fue botánico, poeta y folklorista. En 1925 entró en la congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones, donde profesó en 1927 y ordenado sacerdote en 1934. Residió durante 27 años en Sóller dando clases en el colegio de su institución. Su formación fue autodidacta. De su obra científica destaca la "Flora de Mallorca" en cuatro volúmenes. Como poeta publicó "Vols d'orenetes" (1981) y en temas de folklore, recogió muestras de la poesía popular mallorquina, que le sirvió para redactar un "Diccionari mallorquí de dialectologia, etnologia, folklore, onomàstica i toponimia" en 1989. Recibió los premios Ciudad de Palma de las Ciencias y el Alzina del GOB en 1989.

Este artículo no indica la fecha de su muerte pues fue redactado antes de que ocurriera.

En el apartado "Varios" del Catálogo de la Biblioteca Pública, he escrito "Bonafé" y, entre otras referencias, he hallado "Maria Àngels Cardona i Francesc Bonafè, dos botànics recentment desapareguts" escrito por Lleonard Llorens, artículo publicado en la revista Ciència, número 14 del año 1994. En pocos meses habían muerto Guillem Colom Casasnovas, la menorquina Mª Àngels Cardona que era catedrática de Botánica en la Universidad Autónoma de Barcelona, y el padre Bonafé.

En la misma revista hay un artículo de Miquel Morey i Andreu de la UIB titulado "Al Pare Francesc Bonafé, M.SS.CC, in memoriam" que había sido publicado el 11 de junio de 1994 en "El Día del Mundo". Está escrito en Catalán y me ha parecido que de alguna manera retrata la figura de Francesc Bonafé. ¿Lo copio o lo traduzco?, me he preguntado, y me he decidido por lo último.

Francesc Bonafé Barceló
Francesc Bonafé Barceló (fotografía recogida de la Gran Enciclopèdia de Mallorca)

Se llamaba Francesc y su nombre era adecuado. Como el de Asís, era seráfico y amaba las criaturas del Señor. Aunque no le conocía, no sólo por sus libros sino también por buenos amigos Ramon Ballester, de los Sagrados Corazones, Joan Barceló, que fue catedrático en nuestra universidad, y Guillem Mateu, bien conocido en Mallorca, no llegaba a contactar con él, hasta que un día de finales de agosto del 89 lo conocí personalmente en Son Servera, en la casa de su sobrino Matias Jofre, bien en medio de S'Estepar. Fue un encuentro memorable. Tras horas y horas de conversación me iba con el corazón gozoso y un libro en las manos, "Vol d'oneretes", con una dedicatoria muy graciosa "A Miquel Morey ... milagrosamente conocido en S'Estepar". Desde ese día nos vimos con la frecuencia que me permitían mis actividades y mi prudencia, puesto que desde el principio comprendí que el Padre Bonafé era hombre de silencio y soledad para alimentar aquella paz interior que se le transparentaba en su mirada y en su sonrisa.

Hacía ya tiempo que conocía su "Flora de Mallorca" que, volumen tras volumen, me llegaba puntualmente a Oviedo, donde yo trabajaba a finales de los setenta, y era como una ola de conocida luz mediterránea en medio de aquellas neblinosas y solemnes tierras cantábricas. Un libro de los que ya no se hacen, en el que el espíritu de Francesc Bonafé sobrevuela todas las páginas, desde las primeras citas del "Llibre de Contemplació en Déu" de Ramon Llull, y del pasaje del rey Solomón y los lirios boscánicos del Evangelio de San Mateo, hasta el final con las innumerables aportaciones a la cultura botánica popular; en la que la ciencia no es algo frío y exacto, sino que es capaz de combinar el rigor de las descripciones científicas y el fárrago de las innumerables sinonimias con la recolección de los nombres populares o la gracia de una canción payesa ilustrando la fotografía de una planta. Se trata de una flora viva, en la que Mallorca está presente en cada página y donde se combinan armoniosamente la ciencia, la poesía y la plegaria. No es difícil imaginar al Padre Bonafé recorriendo incansablemnte toda la Sierra - probablemente solo - y sintiendo el gozo inmenso de la naturaleza. Este libro me hizo estimar y añorar plantas endémicas mallorquinas como la ufana peònia - flor inmensa y roja entre hojas muy verdes -, la violeta de penyal, que con sus flores amarillas alegra nuestros peñascos en primavera, o la humilde didalera mallorquina de flores blancas manchadas de púrpura, asomándose por el hueco de alguna peña.

Debido a haber pasado tantos años fuera de Mallorca, cuando conocí al Padre Bonafé - como ocurre también con D. Llorenç Garcias y D. Guillem Colom - ya podía mirar la vida desde la altura de los ochenta años; y las cosas, desde allí, se ven mucho más claras siempre que se haya sabido dejar atrás las nieblas del llano. Y me cuentan que la paz y serenidad de los últimos años del Padre Bonafé eran bien ganadas. Los tres naturalistas mallorquines tenían mucho en común: hicieron grandes cosas para Mallorca de manera "gratuita", sin esperar remuneración ni recompensa, sin entrar en competencia con nadie y, por añadidura, con alegría. Justo al contrario de como, a veces, hacemos las cosas ahora: de prisa, con angustia y casi siempre en competencia con alguien e incluso "en contra" de alguien. Para Francesc Bonafé, la ciencia era una forma más de la contemplación mística de Dios. Lo dice muy claro en la Nota Preliminar de la Flora de Mallorca: "Cada árbol es una maravilla; cada planta una joya; cada flor un diamante, un rubí, un carbunclo. Por todas partes, a miles, a millones, visten los campos ... A muchas no las verá nadie. A miles, a millones, cada momento despliegan su gloria y se funden para siempre, alegres, en la mirada de su Creador; único Ser que las habrá contemplado". También tenía consciencia de que el hombre es también una criatura de Dios y nos dejó una gran obra sobre cultura popular, incluyendo una publicación póstuma sobre dialectología.

Descanse en paz, Padre Francesc, ahora que ya habréis visto completo aquel sueño de vuestra juventud, cuando poco después de ser ordenado sacerdote escribiste - hace tantos años - en aquel poema a la Virgen morena de Lluc "quan arribi a l'agonia, Mare dolça, Mare pia, engronsau-me l'esperit, jugant a serra - mamerra, Moreneta de la Serra".

Miquel Morey i Andreu: "Al pare Francesc Bonafé, M. SS.CC., in memoriam"

Creo que las palabras del artículo traducido nos dan una idea de Francesc Bonafé. Indica Alexandre Ballester que en Sa Pobla habrá, antes de que termine el año, una conferencia a él dedicada. Ojalá la publiquen en la web del Ayuntamiento de Sa Pobla.

Comentaris

Querido Fabián:

Jesús GM | 30/10/2008, 17:12

Cuando estoy en Madrid casi cada día le echo un vitazo a tu blog-collectanea-balearica-infinita. Es una forma de seguir viviendo en Mallorca fuera de Mallorca. De desempolvar y perfeccionar viejos recuerdos de amigos, conocidos y saludados. Eres un alma preclara y sin duda que un tío cojonudo. Se nota por lo que escribes y cómo lo escribes. Un abrazo y sigue en el cibertajo.

Re: Francesc Bonafé Barceló (1908 - 1994)

Fabián | 31/10/2008, 19:46

Jesús:

Quien escribe muy bien es Miquel Morey i Andreu. No sé quién es, pero me parece admirable.

familia bonafe

odilon francisco bonafe | 03/12/2008, 13:51

sou bonafe de são luiz do paraitinga esta de são paulo brasil

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